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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Una figura se desliza entre la lluvia, bajo el cobijo de un paraguas negro y envejecido. Levanta la mirada para apreciar las luces, amarillas, candentes, a través de los helados cristales empotrados en estructuras metálicas, tan familiares como ajenas aquellas casas.

Suspira sin darse cuenta y abandona la última callejuela.
Un guardia en la puerta abierta de la academia le saluda, como a cualquier otro, y ella responde con un gesto de su mano y una fugaz sonrisa. Mientras avanza al interior de la academia va sintiendo una creciente ansia. Quiere reconocer cada detalle de ese lugar que antaño fuera su casa, por crueles que hubiesen sido las pesadillas en su estancia, afuera no se estaba mucho mejor. Se sintió masoquista y sonrió extrañada ante la idea.

Un solitario pasillo la condujo hasta una sala enorme, una biblioteca con cientos de ejemplares. Estaba bordeado de estantes que casi llegaban al techo. Al entrar, a izquierda y derecha dos mesas, separadas por un pequeño anaquel repleto de libros desordenados, rodeadas cada una por cinco sillas de madera. Le sorprendió ver gente allí, a esa hora, estaba convencida de que no habría un alma, como en otras ocasiones en otros lugares. Aún así ingresó, buscando que su mirada se cruzara con la de un hombre sentado tras una barra circular, completamente metálica, casi en el centro de la sala.

Maar alargó al bibliotecario un trozo de papel en el que rezaba "Chakra Et Est Alius Herbs - Shiro Takaho". Cuando el shinobi vio el papel sobre el mesón levantó por primera vez la mirada, a punto estuvo de espetar por su falta de educación cuando ella extendió su mano desde el mentón hacia él. Luego cerró la mano y levantó el pulgar, sonreía con la mirada aunque sus labios no se movieron, un gesto grácil que con la práctica se había convertido en rutina.
El hombre agitó las manos frente a sí, como si tratara de borrar en el aire las palabras nunca dichas, antes de asentir un par de veces, como si él también se hubiese quedado mudo. Buscó entre sus papeles y eligió uno que puso sobre el mostrador junto a una pluma después de indicarle con ella, en total silencio, los espacios que debía llenar.

Al terminar el formato buscó la sección indicada por el hombre y se halló perdida entre decenas de libros con títulos idénticos o parecidos. Sin embargo, el trabajo de Takaho la apasionaba y lo prefería antes que a otros autores igualmente versados, por lo que se vio obligada a sumergirse en su búsqueda.
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#2
El cielo cubierto de oscuras nubes, y la tierra bañada en una constante lluvia, ese era el panorama habitual de amegakure, al punto de que ya cualquier habitante de ese lugar estaba habituado a ese clima y no le molestaba en lo absoluto. Valla uno a saber el porqué, pero en ese dia las calles no estaban muy concurridas, de hecho en el camino a la academia no había mas que un joven, que apenas entraba en la adolescencia, llevaba una remera y por arriba un chaleco negro. Encima de eso, y para protegerse de la lluvia, llevaba un piloto con la capucha puesta, ¿Su rumbo?...la realidad es que buscaba tener un poco de paz, no quería quedarse demasiado en su casa y hacer el vago allí, puesto que pensaba que era una manera de demostrar debilidad a sus padres.

-Supongo que iré a la biblioteca a leer algo, al menos no estaré mojandome mientras no hago nada. -

Se escuchan esas palabras de parte del joven, si hubiera otra persona en la calle tal vez lo tildarian de loco por hablar solo, pero la verdad es que muchas veces decir una idea en voz alta te permite tener mas autoconfianza, o terminar de definir el rumbo del accionar en cierta situacion.

Una vez que el joven hiciera todo el recorrido propio para acceder a la biblioteca, podría notar como el encargado de la misma estaba ocupado con una chica, la apariencia de ella capto la atencion por un breve momento del joven de chaleco negro...verdaderamente era muy bella, pero también le sorprendía el "diálogo" que sostiene con el bibliotecario, en forma de señas. Segundos mas tarde continuaría con su camino, aunque muchos lo consideraban un vago, el era bastante habitual en ese lugar, viniendo de una familia pobre que apenas tenía pan para comer...la única manera de progresar era estudiando como un loco.

-Viejo, se supone que soy un miembro del clan nara, pero ni siquiera puedo usar el jutsu mas basico de ellos. ¿Habra algun libro sobre eso ?.-

El pelinegro dejaba escapar esas palabras mientras pasaba por al lado de la chica rumbo a las estanterías repletas de libros, debido a que su padre era descendiente del clan nara, lo común es que el le enseñara técnicas de dicho clan, de hecho tenia el suficiente talento como para aprender cualquier tipo de técnicas. Pero para su desafortunada vida, su padre no sabia ninguna técnica ninja y no había nadie quien le pudiera enseñar, y por eso venia a esa biblioteca para con diversas esperanzas encontrar algún libro que lo ayudara, pero hasta el momento no había tenido suerte.
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#3
El sonido de una voz juvenil que invocaba el nombre de su clan le hizo interrumpir su búsqueda y sonrió con los ojos llenos de nostalgia al ver a un chico pasar por su lado. Pudo notar que era el único en aquella zona de la biblioteca que pudo haber pronunciado aquellas palabras. Maar negó con la cabeza y se resignó de momento a continuar con su obsesiva tarea. <<Uhhmm si intentara ayudarle tal vez resulte algo penoso, quizá no conoce el leguaje... sería bochornoso.>> La joven lo miró de reojo por un instante y volcó luego su atención a los libros frente a ella. <<Chakra Et Est Alius Herbs - Tainaka Sachi... Chakra, viriditas - To Ser... Chakra Et Est Alius Herbs - T. Shiro. ¡Sí es este! ¡Uf, por fin! Qué emocionante, puedo continuar con mis estudios aunque no esté en ese cuchitril maloliente... Jum ¿A dónde se habrá ido aquél chico?>>

Se había acomodado en una mesa ubicada a unos metros de la estantería donde encontró el libro que buscaba, pero le inquietó la idea de conocer a otro miembro de su clan, habiendo logrado su principal cometido nunca estaba de más socializar con un shinobi con quien podría tener mucho que compartir. Cuando recordó el rostro despreocupado del niño, buscando reconocerlo al pasear su mirada entre los pocos presentes, un arrebato del pasado la sacudió y debió acomodarse su bandana atada al cuello con tela roja.
Su cabello negro y suelto ocultaba quizá el emblema del clan nara bordeado con blanco sobre el corazón, en su remera negra. Llevar ese emblema y ponerlo en cada lugar en que le era posible, se había convertido en una manía desde hacía mucho, como una forma de matenerse cerca de casa y de visualizar el regreso con los suyos, un reencuentro que hasta ahora no se dio.

Clavó la mirada en la cubiera antes de comenzar a pasar las páginas hasta el capítulo que le interesaba hallar <<"Venenum et Vitae" Las fórmulas no parecen muy complicadas ¿Puede ser que consiga crearme una mejora de este? ... Necesitaría algunos ingredientes difíciles de conseguir, ¿nigrum mortis herb? uh interesante...>>
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#4
En medio de esas imponentes estanterías, el chico de pelos negros estaría buscando por un tiempo algún libro que le sea de utilidad, como esperaba desde un principio, no había ninguno que hablara sobre su clan. Simplemente se limitaría a tomar uno que trataba sobre el buen uso de las armas ninjas, y otro sobre el control del chakra en el cuerpo humano, no es como si fuera un gran lector, tampoco una persona que se pudiese caracterizar por su persistencia...pero ya que estaba en ese lugar, y había decidido pasar un tiempo antes de volver a su casa, definitivamente se leería un par de libros.

- Bueno ahora a leer un poco -

Con los libros entre las manos se dirigió a la mesa mas cercana a su posición, y se llevaría una buena sorpresa al ver a la chica que anteriormente había visto hablando con el encargado bibliotecario, sentada en una de las tantas sillas que tenía esa mesa. El chico tenía cierto orgullo, y sobretodo cuando se hablaba de mujeres, las creía algo problemáticas y difíciles de entender...tal vez por la edad que tenía, o sus orígenes como miembro del clan nara, no estaba totalmente seguro de eso, puesto que el único miembro del clan que conocía era su padre...y este último no era un buen parámetro para decidir tal cosa. * No puedo negar que tengo algo de interés...¿Que estará leyendo ? * Pero ante tal pensamiento enseguida el joven meneaba la cabeza de un lado a otro, llevando su vista desde la chica hasta el libro que tenía entre sus manos, y empezando a ojearlo, de seguro viniendo de una chica estaba leyendo algún libro de fantasía.

-Esto es demasiado aburrido....-

Sentenció el chico con tono bajo, al leer ya un poco mas el contenido de esos dos libros, el tema estaba tocado de una manera muy básica....provocando que no despertara mucho mi interés. Cerrando ambos libros, y quedando su mirada perdida por un tiempo en esa biblioteca, como si estuviera en blanco por unos breves segundos, tratando de liberarse de cualquier pensamiento innecesario.
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#5
Bajo la protección de su tan característico paraguas, el joven médico de Amegakure iba por las calles de la aldea rumbo a un sitio en particular. Había tomado un momento en su agenda para cumplir con sus responsabilidades, aquel día en particular su deber era regresar un libro a la biblioteca de la Academia. Aquel ejemplar no era uno de historias fantásticas o sobre tácticas militares, no. Era un tomo un poco tedioso sobre los principios y las reacciones de ciertos tipos de agentes nocivos y su influencia en el ser humano.

Todo lo que me ayude a entender mejor los viejos libros del abuelo son bienvenidos, pero con este ya he terminado.

Pensaba mientras ingresaba en el edificio donde se había formado como shinobi. Cerró su paraguas y se quitó su sobretodo de cuero para colgarlo doblado en unos de sus brazos. En su otra mano, cubierto en un conveniente envoltorio plástico, se encontraba el libro a regresar.

Aquellos demasiado atentos verían cruzar por la entrada de la biblioteca al muchacho de cabello azabache, con su peinado hacía atrás sostenido por su bandana, sosteniendo en una mano un libro y en otra su equipo para la lluvia.

He finalizado mi trabajo con este libro, deseo regresarlo.

Exclamó con un tono bastante formal para ser un muchacho joven, pero esa era una buena impronta de como era Manase Mogura. Le quitó la protección y dejó el libro pulcro sobre la barra, seguidamente hizo una ligera reverencia en señal de respeto.

Ya que estoy aqui debería llevarme algo más, estoy haciendo muchos avances con la investigación. Sería una pena dejarla colgada por falta de material de estudio.

Alzó su mirada sobre su hombro y miró en dirección a la sección donde había sacado el libro en primer lugar, cerca de ahí se encontraba el par de Nara. Dejó las firmas necesarias para certificar que el libro había sido regresado por su persona y se dirigió hasta lo que él había llegado a llamar "El pasillo de los venenos".

No pudo evitar escuchar el comentario del muchacho cuando pasó cerca de su mesa, no es como si la gente en las bibliotecas fuesen muy ruidosas, así que no era muy difícil oír lo que alguien tenía para decir. Pese a todo, Mogura no dirigió su mirada en su dirección.

Un muchacho un poco ruidoso... A lo mejor eligió un libro equivocado...

Pensó para si mismo mientras ingresaba en la sección deseada, observando de un lado y otro podía encontrarse con libros que en anteriores ocasiones había llegado a leer, como shinobi médico debía tener cierta idea de los diferentes tipos de venenos que se podía llegar a encontrar en el campo de batalla.

Falta este...

Notó el hueco dejado por la kunoichi al llevarse el libro a la mesa, elevó su mirada sobre su hombro y posó sus ojos sobre la muchacha que tenía de espaldas.
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#6
Poco después, antes de que pudiera averiguar qué era aquella hierba o dónde podía conseguirse, el chico que había llamado su atención se acomodó en un sitio de la mesa. Esta vez Maar, sintiéndose un poco más a gusto que antes, le dedicó un gesto al muchacho del clan Nara, un saludo simple con su diestra. Luego vagó la mirada sobre los libros que él había depositado en la mesa tal vez con la intención de leer un poco, pero en ese momento le pareció curioso que el chico simplemente mirara a un punto indeterminado, sin prestar atención a la lectura.

- ¿Cómo estás? Soy Nara Maar - Expresó con señas exactas y una intención amable, sin llegar a penas a resultar invasiva, o eso intentó. Sólo hasta ese momento detalló en la expresión despreocupada del chico, su vestimenta y expresión corporal decían mucho de su personalidad. Aunque a penas habían cruzado un par de letras, Maar sintió que seguramente había atinado al pensar que tendría algo que compartir con el chico de su clan, además ambos estaban en un lugar donde yacía el conocimiento esperando a ser descubierto.

<<¿A qué se dedicará? hmm quizá se esté especializando en el uso del chakra. Bueno esos manuales no son muy avanzados, pero quizá tenga alguna relación. O su maestro le habrá pedido estudiar especialmente para alguna misión...>>

- Perdona, creo haberte escuchado decir que no conoces aún técnicas de nuestro clan - Al expresar esto último Maar retiró un mechón de cabello que cubría el emblema de su pecho e hizo dos toquecitos sobre este con su índice izquierdo. - Si en algo puedo ayudarte alguna vez, será un placer. -
Dicen que las miradas pueden sentirse, pero la kunoichi no se enteró a penas supo de una leve incomodidad en su cuello. Sin saber que a su espalda había otro shinobi buscando por el ejemplar que ahora mismo tenía frente a sí.
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#7
Una vez que por un leve tiempo la mirada del joven de ropa oscura divagaba por parte de la biblioteca, volvería por puro instinto a posarse en aquella chica, la cual casualmente hacía un gesto con su mano saludándolo, el chico le devolvió el saludo con su mano izquierda a la vez que mostraba una sonrisa. Era extraño viniendo de él, ya que no tenía una gran cercanía con las chicas, le costaba entenderlas, y tampoco hacía mucho por profundizar en ese conocimiento, de repente la chica haría unos tantos gestos...gracias a que anteriormente preste atencion a su breve "charla" con el encargado de la biblioteca, y a un poco de mi buen sentido común, no tardaría demasiado en descifrar que tipo de mensaje quería dar.

- Un poco aburrido, pero bueno...gusto en conocerte Maar, el mio es Shiga -

Menciona el miembro del clan nara en tono bajo, después de todo estaba en una biblioteca, para su suerte no estaban a distancias demasiadas alejadas, es mas casi estaban uno al lado del otro separados por algún escaso asiento. * ¿Nara?, no me digas que... * Esos pensamientos del joven serian interrumpidos por nuevos gestos de la chica, estos confirmaban gran parte de esas ideas que venían recorriendo su cabeza, nunca esperaría encontrarse tan casualmente con alguien miembro de su clan, y que aparentemente por mas que su apariencia resulta engañosa, tenía algún conocimiento sobre el mismo.

- Estaria muy agradecido, ya me estaba cansando de tragarme libros, aunque no puedo decir que me emocionan las batallas -

Encogió sus hombros al pronunciar esas últimas palabras, mientras que señalaba uno de los libros que tenía entre sus manos, y después lo dejaba en la mesa.
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#8
Desde su perspectiva le sería muy difícil apreciar los gestos que hacía la kunoichi con sus manos, pero no le sería muy complicado escuchar nuevamente al muchacho ruidoso. A lo mejor y la primera tenía mas experiencia tratando con la gente en las bibliotecas y había dominado un nivel de voz donde se le podía llegar a entender sin que llegase a perjudicar la calma de los demás.

¿Maar... ese es su nombre? ¿Y el muchacho ruidoso se llama Shiga?

Girando su mirada hacía la librería parecía mantener una oreja atenta a la conversación de aquellas personas. Pero no demoro mucho en reflexionar sobre lo que estaba haciendo, no solo parecía que estaba espiando a la gente mientras hablaba sino que no estaba haciendo nada por buscar su libro.

No hay nada que hacer, si no esta disponible simplemente buscaré otro.

Repasó la estantería buscando con la mirada algún tomo que pudiese sustituir a ese que se encontraba en poder de la Nara. Al fondo de todo había una especie de carpeta que parecía contener una serie de papeles un tanto viejos.

Supongo que podría hacer un poco de tiempo ordenando eso...

Tomó con ambas manos cuidadosamente el recopilatorio de documentos y se dirigió a la mesa de los recién conocidos. Se detuvo entonces a una distancia que podría ser la media entre ambos e hizo una silenciosa pero educada reverencia.

No he podido evitar escuchar su conversación previamente, humildemente me disculpo.

Dijo con un tono acorde al contexto, evitando sonar ruidoso. Podría llegar a sorprender a alguno que un muchacho tan joven como podría llegar a ser Mogura se comportase de una manera tan cortés, de hecho había probablemente una sola persona con la que se dejaba llevar y no era tan refinado a la hora de elegir sus palabras, pero la Princesa dragón no se encontraba en ese lugar.

Si no es una molestia, me gustaría tomar asiento y organizar este archivo hasta que finalices con la lectura de ese libro.

Nuevamente y con una petición llena de etiqueta y humildad rompió el silencio de la biblioteca.
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#9
La jovencita inclinó ligeramente la cabeza y la volvió a elevar al escuchar la respuesta de su igual, asintiendo a sus palabras. - Yo no he luchado desde hace un par de meses - Indicó con solidez, frunciendo el ceño por un instante, - pero nunca he pensado que sea algo divertido. - <<Menos después de lo que pasó con el comerciante de la Caza Azul en el valle... Pero eso mejor me lo guardo, no quisiera dar una mala impresión. Además ¿qué pasaría si casualmente conoce a ese lunático? Podría meterme en problemas innecesarios... ... ¿oh?>>

Un shinobi vestido pulcramente se había acercado a la mesa. Maar sintió un aroma agradable que de momento achacó a alguna fragancia que posiblemente usara el recién llegado, de algún tipo de planta que hizo que su presencia se le hiciera familiar.

La kunoichi levantó su diestra a media altura y movió a lado y lado en forma de saludo, aunque pudo llegarse a entender como un gesto amable de disculpa para su nuevo interlocutor. - La compañía siempre es bienvenida. - Terminó acunando una mano cerrada en el estómago, luego volvió a abrirla sobre la mesa. Mientras lo hacía, en su mente volvió a repasar las palabras que el genin había dejado volar.

<<¿Necesita hablarme? ¿Querrá que le preste atención y deje de leer? Pero a penas lo conozco... ¿Nos habremos visto antes? Oh, puede ser... Pequeña egocéntrica, tal vez sólo necesita el libro.>>

- Lamento ser un impedimento para tus estudios. - Expresó tras un suspiro. - prometo que no me tomará mucho tiempo. - Luego miró a Shiga y volvió la mirada al otro chico. - Mi nombre es Maar y este es Shiga, somos miembros del clan Nara. - Aunque no se le había hecho pregunta al respecto, prefirió introducirse y a su nuevo conocido, de quien esperaba saber más. <<Y bien, si este chico necesita el libro significa que tiene interés por la botánica y los venenos. Uhmm quizá luego le pregunte sobre alguna fórmula. Hacerlo ahora podría ser algo prematuro y tal vez bastante obvio.>>
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#10
La joven seguía usando su lenguaje por medio de gestos, para su fortuna el chico tenia una alarmante capacidad de adaptarse a las cosas nuevas, y esta no era una excepción...comprendía bastante bien cada cosa que iba "diciendo", aunque sin lugar a dudas eso último que decía lo sorprendió un poco, en verdad si el se quisiera poner a recordar, no estaría seguro de cuando hubiese sido la fecha de su último combate.

Pero antes de que pudiera ponerse a recordar de manera mas profunda, o incluso contestarle a la muchacha, llegaría un tercero a unirse a la fiesta. * Que problemático...si esto sigue por este rumbo lo mejor sería irse de aquí, no me quiero volver envuelto en una discusión de ningún tipo. *

- Humildemente te podrías presentar, ¿ no? -

Contestaria el chico de negro hacia el nuevo, una vez que la chica nos presentara a ambos, pero el anteriormente solo había hablado unas cuantas palabras sin decir siquiera su nombre. No es como si al joven nara le importa demasiado el nombre de esa persona, el era bastante transparente y sin ningún filtro, en esos momentos no estaba muy emocionado por hablar...veriamos que podia aportar el nuevo a la situacion para motivarlo, por otra parte por mas que Shiga no era adepto a las peleas las palabras de Maar resonaban en su cabeza, la posibilidad de aprender una técnica de su clan era algo que nunca se hubiera imaginado que llegaría tan rápido. * Con solo aprender la técnica mas básica me podré asegurar que nadie me toque a mi, ni a mi familia, es definitivamente una buena oportunidad. * Todo eso lo hacía por ellos, por mas perezoso que fuera, al final terminaba siendo responsable, aunque lo quisiera ocultara.
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