28/01/2019, 23:43
(Última modificación: 28/01/2019, 23:44 por Uzumaki Eri.)
Aquella pelea, desde el palco, podría resultar bastante entretenida de ver, pues no todos los días se intentan hacer batallas campales donde uno domina al resto. Uzumaki Ryuusuke lo observaba todo desde las gradas, con las manos encima de sus muslos y los ojos fijos en su hermana pequeña, cada vez más nervioso, pero a la par que crecían sus nervios, su fascinación tanto por ella como por sus compañeros crecía, admirando así a la nueva generación shinobi que relegaría a la suya en menos que cantaba un gallo.
Mientras Datsue se encargaba de, al parecer, modificar el rumbo de uno de los Nabi, ella se había dispuesto a cargar contra él, pero el condenado era rápido reaccionando, así, creó un tiburón gigante que engulló su técnica y que iba directamente a por ella. Si no reaccionaba pronto, terminaría por ser alcanzada, y no sentía que la suerte estuviese de su parte en ese momento...
Algo resonó en su interior, sus sentidos estaban más sincronizados que de costumbre, y pese al cansancio, una oleada de chakra retumbó en su interior e hizo que se lanzase a por Datsue, cuerpo a cuerpo, esquivando la técnica que iba a impactar contra ella gracias a aquel movimiento.
«¡Ahí... va!»
Posando sus dos manos contra el suelo del estadio, impulsó su cuerpo para intentar propinarle una patada a Datsue justo bajo su barbilla, a la par que Nabi intentaba atacarle por la espalda.
Mientras Datsue se encargaba de, al parecer, modificar el rumbo de uno de los Nabi, ella se había dispuesto a cargar contra él, pero el condenado era rápido reaccionando, así, creó un tiburón gigante que engulló su técnica y que iba directamente a por ella. Si no reaccionaba pronto, terminaría por ser alcanzada, y no sentía que la suerte estuviese de su parte en ese momento...
Algo resonó en su interior, sus sentidos estaban más sincronizados que de costumbre, y pese al cansancio, una oleada de chakra retumbó en su interior e hizo que se lanzase a por Datsue, cuerpo a cuerpo, esquivando la técnica que iba a impactar contra ella gracias a aquel movimiento.
«¡Ahí... va!»
Posando sus dos manos contra el suelo del estadio, impulsó su cuerpo para intentar propinarle una patada a Datsue justo bajo su barbilla, a la par que Nabi intentaba atacarle por la espalda.