NinjaWorld

Versión completa: Desenterrando las raices
Actualmente estas viendo una versión simplificada de nuestro contenido. Ver la versión completa con el formato correcto.
Páginas: 1 2
No había pasado mucho desde que el joven miembro del clan senju fuera ascendido a genin en amegakure, por el momento no había sido asignado a ninguna misión, lo que en cierta forma agradecía ya que hubiese sido una verdadera molestia. Pero el día de hoy sus padres le habían prácticamente obligado a que investigue la historia de su clan, los origines del mismo y demás, sabiendo eso le dijeron que debería de ir al país del fuego a ver si encontraba algo y esa fue la razón por la que en ese preciso instante caminaba por las tierras de aquel gran país, ignorando totalmente que algunos peligros podían esconderse mas cerca de lo que uno mismo creía.

El antifaz para dormir lo tenia levantado, sino pues se chocaría con lo primero que le cruzaba en el camino, estaba justo arriba de la bandana ninja por lo que quedaba bien sujeto. -Al menos estos arboles sirven de algo, es una lastima que no pudiera dormir un poco aquí.- Se lamentaba meneando su cabeza con bastante remordimiento, pero aun asi no disminuyo su paso en ningún momento y siguió caminando perdiéndose entre aquel paisaje sin un rumbo determinado.
—¡Hey! — Espetó el kusajin, recostado sobre la rama de un árbol utilizando sus manos como almohada y mantenía un solo ojo abierto. Había visto al otro muchacho desde hacía unos metros pero esperó a que se cruzara por en frente de su posición para llamarle la atención. Se enderezó en la rama, poniéndose más erguido. Tenía cara de desganado, y mascaba un pasto largo que había arrancado de los alrededores.

—¿Eres de por aquí? Volvió a dirigirse al otro muchacho de manera interrogativa, pero su cara no se había inmutado para nada. Quizá resultado de varios intentos fallidos de obtener información sobre lo que estaba buscando.

—Ah, disculpa. Mi nombre es Senju Geki bla bla bla buen día. No parecía muy motivado a seguir una conversación con el otro, así que lo dijo de forma rápida quitandole importancia a la respuesta. Y casi como si se rindiera antes de comenzar a preguntarle cosas, cerró los ojos y volvió el cuerpo hacia atrás, buscando de nuevo recostarse en la posición que estaba en un comienzo.
El dicho "no hables con desconocidos" rara vez se respetaba, aunque cualquiera diria que si estas caminando en medio de un bosque a kilometros de tu casa, definitivamente no debes de empezar ni responder ningún tipo de conversación por una cuestión de seguridad.

Sin embargo a Samidare le llamo la atencion las ultimas palabras de ese peculiar sujeto el cual de buenas a primeras dijo unas cuantas cosas, cuando vio que el pelirrubio se acerco a su posición. -No,vengo de una tierra muy muy lejana, Senju Samidare es mi nombre, supongo que es una gran casualidad.- A pesar de ser un niño el ninja de amegakure sabia bien claro que esto no podia ser una casualidad, por lo que ya había detenido completamente su paso y centrado su atencion en ese sujeto el cual podia ser lo que había estado buscando en este largo viaje.

-¿Tu eres de por aqui?.- Habia rumores de que sus ancestros tenian sus inicios en este lugar, y ahora se encontraba con un supuesto miembro del clan, por lo que evidentemente no se estaba equivocado al ir hasta allí.
Geki escuchaba las palabras del otro muchacho sin prestarle mucha atención, estaba más concentrado intentando volver a un equilibrio excelente para poder seguir tumbado sobre la rama. *¿Senju?* Retumbó en su en su cabeza y lo hizo fruncir el seño y volverse a erguir de manera rápida, al cabo le caía otra pregunta del otro.

Volvió a verlo, pero esta vez con un poco más de atención, con una mirada casi examinadora. Sentado en la rama, con un impulso de sus brazos, se deslizó por la rama dejándose caer al piso en un movimiento con poca brusquedad y seco, dejándolo a la misma altura que el chico y a poca distancia del árbol.

—Oh, supongo que a tí también te han enviado — Decía mientras se aproximaba al Amejin. Caminaba lento, mientras se desperezaba con los brazos hacia arriba y giraba su cabeza intentando hacer tronar su cuello y dejarlo más ligero. También se rascó la cabeza y fregó sus ojos intentando quitar las lagañas de una siesta larga.

—No no.. Soy de Kusa — Golpeó suavemente con el índice su bandana —Me enviaron aquí a investigar, pero en realidad no he tenido mucha suerte. Me explicaron que en estas fechas, es un momento conmemorativo para nuestro clan y blabla los jóvenes nos envían aquí para que nos re encontremos con nuestras raíces. Pero la verdad es una tradición que se a ido perdiendo...Un bostezo le cortó el monologo —Sepengo qui a nidie li intersa. Balbuseó con la boca abierta mientras terminaba de bostezar.
El joven de amegakure escucho a medias, al escuchar las primeras palabras se imagino el resto, pero le daba fiaca prestar atencion a todo lo mencionado por su compañero de clan. Evidentemente estaban en ese lugar por la misma razón, ahora la cuestión seria si el tuviera mas información de la que contara en aquel momento el pelirrubio, si ese fuera el caso podría simplificar un poco aquel viaje. De otra forma parecería que tendrían para un rato largo intentando descifrar que comprendía esta travesía que les habían impuesto sus familias en sus respectivas aldeas.

-Pareciera entonces que estamos por lo mismo...- Dijo Samidare mientras su voz se apagaba, en el fondo empezó a intuir de que se trataba todo eso, pero no perdía nada por intentarlo. -¿De casualidad te informaron donde es el lugar exacto al que debemos de ir?.- Para la suerte de ambos ninjas todavía era temprano, la noche en aquellos lugares eran complicadas, ya de por si la luz no se filtraba entre tantos arboles por lo que la noche era viajar a oscuras lo que resultaría probablemente inviable.
El Senju se concentró en el muchacho rubio de ojos azules. Eran casi de la misma altura y estaban allí por la misma razón, lo que le genero en Geki confianza y alguna especie de compañerismo por pertenecer al mismo clan. Hacia tiempo no compartía algo con parientes que no fueran cercanos, sería una especie de reto.

-Pareciera entonces que estamos por lo mismo...-

—Al parecer si. Acotó el kusajin

-¿De casualidad te informaron donde es el lugar exacto al que debemos de ir?.-

—Mmm a decir verdad— Llevó su mano hacia la pera mientras miraba hacia arriba como si su ojos estuvieran buscando algo dentro de su cabeza —Mis compañeros no me dieron muchas pistas. Pero aquí hay un pueblo cercano, que va... un conjunto de chozas muy pequeño, ahí vive un sabio que es de nuestro clan. Terminó, pero enseguida se encogió de hombros

—Pero he estado aquí hace un par de horas y las 3 personas con las que me he cruzado no tenían idea de este viejo... Habría que buscar el "pueblito" Entrecomilló "pueblito" con los dedos.
Al principio, y escuchando las palabras de Geki, el pelirrubio llego a ilusionarse. Pero rápidamente esa ilusión se desvaneció, al escuchar que no tenia idea de donde quedaba aquel lugar que ambos andaban buscando, y aun peor sabiendo que el llevaba 3 hs llegando a ver 3 personas las cuales ninguna tenia ni la menor idea de donde estaba dicha ubicación.

-Normalmente dividirnos podría llegar a servir para cubrir un mayor territorio, pero aun si uno de nosotros dos encontrara este "pueblo", no tendria manera de notificárselo al restante.- Hizo una breve pausa luego de explicar aquello para proseguir. -Por lo que simplemente nos queda dejarselo a la suerte, y esperar que de alguna forma encontremos algún indicio de este lugar.-

Posiblemente hubiese dicho algo que resultaba obvio, pero era mejor no suponer cosas, y menos aun cuando no conocía en profundidad a esa persona. El entendimiento era muy importante, y si en este caso ambos tenian el mismo objetivo, era aun mas importante establecer una base de entendimiento mutuo.
—Ahora que somos dos, podríamos adentrarnos en el bosque. Una de las personas que pasó me dijo que, si seguía de forma recta hacia el norte se llegaba hasta un río — Geki se detuvo un momento y luego continuó —De verdad iba a esperar que pasara alguien para indicarme la ubicación exacta porque poco me importaba esta búsqueda. Pero formando un equipo podría ser divertido— Concluyó.

La idea era simple, atravesar la espesura del bosque hasta el río. Geki por pertenecer a Kusagakure, sabía desenvolverse bien en ese tipo de paisajes inhóspitos, además de tener una idea de como orientarse dentro de las selvas, mediante señales naturales de esta misma.

El genin quedó observando al otro, esperando su reacción. Se había sentido motivado por resolver el asunto del sabio al ver otra persona de su clan. Estaba un poco emocionado y eso se reflejaba en una mueca de sonrisa en su cara, imaginándose lo que podría venirse. Pero también estaba la posibilidad de que el amejin se negara, ahí no tendría más remedio que resignarse de nuevo y volver tranquilamente a su árbol, a esperar a otra persona pasar.

—¿Qué dices lo hacemos? Le insistió.
El pelirrubio escucho atentamente las palabras de aquella persona, sonaba bastante bien, y no detectaba que tuviera segundas intenciones. Aun suponiendo que las tuviera, tenia cierta confianza en que se podia defender solo, resumiendo todo aquello no había razón para negarse a esa propuesta. Si seguía vagando solo por los bosques, o aun si decidían quedarse ahí ambos esperando a que alguna persona se apareciera, nadie les garantizaba que lograrían su cometido, era mejor seguir aquella "pista" que tenian, y en el peor de los casos cruzar los dedos a que algún buen samaritano se cruzara en su camino.

-¿Porque no?, si te parece emprendamos el camino cuanto antes, no vaya a ser que nos perdamos y quedemos en el bosque a plena oscuridad.- Samidare luego hizo una pausa, si Geki ya daba el visto bueno emprenderían su vieja vías a encontrar ese "pueblucho", pero mientras la curiosidad despertó en el shinobi de amegakure. -Por esos azares de la vida, ¿Tu puedes usar el kekkei genkai de nuestro clan?.- Nunca había escuchado de otro ninja de su clan, ya que la gente que conocía en amegakure, familiares suyos, eran meros civiles. Por lo que pensar que tal vez aquel sujeto pudiera tener esas habilidades, despertaba incluso en Samidare un poco de su interés.
El kusajin asentía mientras escuchaba al otro como un reflejo normal incorporado en él. Al parecer habían llegado a un mutuo acuerdo de continuar la búsqueda juntos. No iban a ser los primeros Senjus ni los últimos en realizar esta travesía o quizá si, si no se mantenían las costumbres del clan en un mundo tan cambiante.

A punto de hablar, Geki se quedó con la boca abierta, justo antes de empezar su oración el otro muchacho le dedicó una pregunta

Por esos azares de la vida, ¿Tu puedes usar el kekkei genkai de nuestro clan?

—Amigo esos poderes ya no existen. Hace tiempo que no oigo de un Senju mokutonero ¿Tú si? — Terminó embozando una sonrisa, que en el fondo encubría un deseo frustrado de poder manejar la madera, pero que al final, solo resultó en un control bastante aceptable del elemento agua.

—Vamos — Dijo —Que sino esto se nos va a hacer eterno — Y de una media vuelta empezó a caminar hacia el bosque, reposó nuevamente las manos sobre su cabeza. Aunque parecía tranquilo aquello le causaba un poco de incertidumbre, no hace mucho había pasado por una mala experiencia en el bosque, así que intentó distraerse charlando con el otro

—¿Dónde vives? — Preguntó, prácticamente al aire, si su compañero no le había emparejado el paso seguro que no podría escuchar la pregunta.
Posiblemente el pelirrubio tenia inexplicablemente demasiadas expectativas en esa pregunta, ya que al escuchar la respuesta se desanimo bastante, aunque por otro lado le tranquilizaba ver que era natural el no dominar ese kekkei genkai. -Sos el primer shinobi miembro del clan que conozco, por lo que quería comprobar si solo era un mito.- No seria una respuesta demasiado directa, pero la realidad es que todo ese tema frustraba un poco a Samidare, aun sin tomarse demasiado en serio la vida como ninja era innegable que le hubiese gustado nacer con aquella habilidad. En especial en amegakure donde llovía constantemente, tener una habilidad que le pudiera proporcionar un refugio para sus constantes siestas, era demasiado tentadora.

De pronto una nueva pregunta de Geki, traería a el mundo a el shinobi de ame quien ya había dejado volar su imaginación. -Vivo en Amegakure, asi que todavía no me logro acostumbrar a este cambio de ambiente, ¿Y vos?.- Al terminar esas palabras una serie de ruidos posiblemente desviaría el foco de la conversación, aunque el pelirrubio no lograba identificar de donde provenía o a que se podia deber eso, -¿Escuchaste?.- Pregunto en voz semi-baja a su compañero, con cierta prevención de que se tratara de algún enemigo.
—"Sos el primer shinobi miembro del clan que conozco, por lo que quería comprobar si solo era un mito."

La respuesta hizo girar la cabeza de Geki hacia el otro shinobi, no era algo común que alguien no conociera más ninjas de su clan, pero su segunda respuesta esclareció las dudas.

—Vivo en Amegakure, asi que todavía no me logro acostumbrar a este cambio de ambiente, ¿Y vos?

Un Senju en Amegakure de seguro era un caso muy particular, pero con la globalización que estaba sufriendo Onindo no era imposible. La respuesta hizo sonreír a Geki, que inmediatamente recordó a Roga, aquel amejin que le hizo una promesa una vez al haberse cruzado, también en lugares complicados.

El Senju de Kusa estaba a punto de contestar las preguntas del otro, pero tuvo que tragarse su aliento cuando justo un ruido hizo que todo su cuerpo se congelara. Geki observó a su compañero y asintió con la cabeza. Pero el ruido era muy cercano, como si alguien los estuviera esperando. Lentamente el genin sacó un kunai de su porta objetos, mientras con la mirada intentaba fijar el lugar de donde provenía el sonido.

Podía sentir como una gota de sudor frió le corría por la espada y los sonidos del metal del kunai demostraban cuanto lo apretaba y liberaba en su mano.

De repente, un nuevo sonido de ramas, pero esta vez más brusco y más cercano exploto cerca de los jóvenes. Un grupo de liebres, grises, marrones y blancas salió de un arbusto pasó por enfrente de sus narices y desaparecieron del otro lado del sendero.

*¿Liebres?* Se preguntó Geki, pero no bajó la guardia, sabía que los animales estaban huyendo de algo o alguien. Y con razón, unas voces gruesas se reían y conversaban no muy lejos de donde estaban ubicados. Al escucharlas se agachó rápidamente para camuflarse más con el ambiente y le hizo una seña a su compañero para que realizara el mismo movimiento.

Tenían que tener cuidado, estos bosques estaban llenos de peligro desde que no existía más Konoha era una tierra de nadie. Quizá también se lo tenía que haber contado al chico.
Lo primero que ambos shinobis podrían vislumbrar era un grupo de liebres que corrían despavoridas,viendo esa situacion rápidamente Samidare se había echado cuerpo a tierra, aprovechando la frondosa vegetación de ese país para ocultarse de lo que podia ser el ataque furtivo de alguna bestia peligrosa, o bandidos, las posibilidades eran infinitas y no estaba de mas prevenir. Para cuando el rubio miro a su costado, vio que su compañero también había tomado la misma determinación, lo que sonaba lógico, porque fuera del país que fueran eran ninjas y el ocultarse posiblemente era la habilidad en la que se hacia mas incapie en las academias shinobis.

El joven de amegakure trato de afinar un poco el oído, esperando encontrar algún rastro sonoro de lo que fuera aquel agresor desconocido que asusto a aquellas liebres. Y allí pudo identificar, aunque no distinguir las palabras, algunos murmullos e inclusos risas, lo que evidenciaba que no estaban solo en ese bosque. -¿Que hacemos?- Pregunto el rubio a Geki, en un tono siempre lo suficientemente bajo para no ser escuchados, y teniendo en cuenta que la distancia que los separaba no era considerable. En este contexto un paso en falso podría significar la muerte, y Samidare bien lo sabia, por ello no se quería precipitar, también sabia que no estaba solo. Eso era una ventaja y desventaja, por que debería de sincronizarse con alguien del quien no sabia mas que su nombre y clan.
Las voces se iban intensificando al pasar del tiempo, los ninjas no podían ver a las personas pero si orientarse por dónde venían. También, si se afinaba el oído, podía escucharse como repiqueteaba una madera, muy probable la rueda de una carreta saltando por un camino de piedras.

Geki asomó la cara por las ramas, confirmando así que los senjus se habían topado con un camino, que aunque era bastante rustico se podía apreciar cierta delineación.

A lo lejos venían cuatro hombres con una mula, la mula a su vez, tiraba una especie de jaula con ruedas y apróximadamente con seis personas dentro. No podía divisar exacto el numero por la lejanía, pero de edades variadas supuso por su tamaño dentro de aquella cárcel.

Geki se volvió a su compañero —No lo sé — Miró hacia otros lados buscando posibles salidas —Son fáciles de evitar con una vegetación tan espesa —

Se quedó un momento pensativo, aquella jaula no tenía buena pinta, o por lo menos lo que las custodiaban no le daban buena espina.

Pasados unos momentos se podía escuchar mejor el dialogo de aquellas personas

—Hoy si fue una buena faena.

—¡Sin lugar a duda! Hoy invito yo, jaja.

Geki volvió a hacerle una seña a su compañero para que se asomara por el mismo lugar que él para que los viera. No sabía en realidad si deberían actuar o huir, definitivamente era peligroso a veces entrometerse en asuntos de países ajenos. Pero aquello no le cerraba para nada.
El panorama con el paso del tiempo se volvía mas claro, y no solo lograron escuchar el sonido proveniente de este grupo de personas, sino que también luego podrían establecer una ruta visual de los mismos. Ahora la pregunta que ambos shinobis se hacían era que debían de hacer en esta situacion, claramente entrometerse en asuntos ajenos no era una buena practica, pero luego de ver esa escena uno podia imaginarse de que se trataba y si ese fuera el caso al menos Samidare no podría seguir llamándose humano sin hacer nada al respecto. Posiblemente esa era la primera vez que el ninja de amegakure sentía como si tuviera la responsabilidad de usar sus habilidades para un fin, pero todo esto lo hizo a pura inercia y sin percatarse de que iba encontra de sus principios de no hacer nada problemático.

Ahora el inconveniente es que no sabia nada de su compañero, ¿Que habilidades tenia?, ¿Con que equipo contaba en su portaobjetos?. Tampoco sabia nada de esas personas, ¿Eran simples bandidos?, ¿o tenian algunas habilidades que podrían representar un peligro si los enfrentara?, también tenian la ventaja de numero. Dicho todo eso elaborar un plan contra esto no parecia nada sencillo.

-Creo que debemos de mirar un poco mas, no se percataron de nuestra presencia hasta ahora.- Sugirió el rubio a su compañero, el cual anteriormente menciono la posibilidad de evadirlos, por lo que Samidare también tenia cierto miedo de que estuviera solo en esto.
Páginas: 1 2