Festival de los Cerezos, año 220 - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Uzushiogakure (https://ninjaworld.es/foro-uzushiogakure) +--- Foro: Jardín de los Cerezos (https://ninjaworld.es/foro-jardin-de-los-cerezos) +--- Tema: Festival de los Cerezos, año 220 (/tema-festival-de-los-cerezos-ano-220) |
RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 7/03/2020 Eri escuchó atentamente como Hana le explicaba cada una de sus cosas favoritas. Coincidían en algunas, pero en otras eran contrarias totalmente. — Ah, sí, el sabor de helado, chocolate, últimamente le estoy dando un pensamiento al chocolate con menta, el frescor de la menta me recuerda a la lluvia y la lluvia... La joven paró de golpe, y Eri la miró con extrañeza en sus ojos. «Y la lluvia, ¿qué?» pero la chiquilla no paró ahí, pues continuó para concluir su relato con pingüinos y el manga que más le había gustado leer. Ella también lo había leído, pero el final no le había acabado de convencer del todo pues había llorado cual magdalena en su casa. —Ahora sé qué regalarte por tu cumpleaños, que, por cierto, ¿cuándo es? —fue el turno de Eri en preguntar algo sobre ella. El Jardín de los Cerezos apareció justo delante de ellas tras aquel intercambio de información. Pese a que todavía no había empezado la fiesta como tal, algunos puestos parecían llevar horas abiertos y ya había niños jugando de arriba a abajo con caretas y manzanas de caramelo en sus manos. — ¿Quieres comer algo ya, seguir dando un paseo o probar algún puesto de juego? —Si quieres podemos seguir paseando, no hace falta hacerlo todo ahora que ni si quiera hay nadie —indicó la mayor, prosiguiendo con su camino para mirar qué más había en el festival de aquel año. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 7/03/2020 —Ahora sé qué regalarte por tu cumpleaños, que, por cierto, ¿cuándo es? Siempre se le pasaba preguntar el cumpleaños a la gente, ¿qué demonios pasaba con ella? Se iba directa a los colores y la comida, sobre todo a la comida. Cuando el cumpleaños era lo más importante y único de cada persona. A veces creía que tenía más neuronas en el estomago que en el cerebro. — El tercer Raiyobi de Augurio, pero Eri-san, es de mala educación preguntar el cumpleaños sin decir el tuyo primero. — era una mentira como una catedral, esperaba que la pelirroja diese esa información de forma voluntaria, para que no pareciese aquello un interrogatorio con Hana haciendo tantas preguntas. —Si quieres podemos seguir paseando, no hace falta hacerlo todo ahora que ni si quiera hay nadie — Por mi perfecto, ¿esperas a alguien? — preguntó inocentemente sin insinuar absolutamente nada. No hacía falta alzar siquiera la mirada para ver los hermosos cerezos, recien florecidos, cubriendo tanto el cielo como el suelo con sus petalos rosados. Igual no eran petalos y tenían otro nombre, gracias a Shiona-sama, Hana era kunoichi y no biologa, así que podía llamar a todos los pajaros pollos y quedarse agusto. Quiso hacerle alguna que otra pregunta a Eri, sin embargo, sentía que la había ametrelleado bastante antes así que se contuvo por ahora, con la vista clavada en la belleza del paisaje. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 8/03/2020 — El tercer Raiyobi de Augurio, pero Eri-san, es de mala educación preguntar el cumpleaños sin decir el tuyo primero. Eso se lo había inventado, porque la tradición de decirlo antes era algo que no había escuchado en su vida. Igualmente, la miró directamente con los ojos entrecerrados, esperando a que dijera algo así, pero como no lo hizo, simplemente pasó de largo y guardó la información. —El mío es el Segundo Raiyobi de Aliento Nevado. Tras aquel intercambio de información, volvieron a retomar su marcha tras la afirmación de la rubia para continuar y que el lugar comenzase a ser más vivo con la llegada de la gente. Hana preguntó si esperaba a alguien, pero realmente no esperaba a nadie, ni tampoco esperaba verlos, hacía tiempo que no lo hacía. —No, pero estaría bien encontrarse caras conocidas, ¿no crees? —preguntó de vuelta mientras pasaba por encima de los pétalos que ya decoraban el suelo con su rosado habitual. Era tan bonito que a veces pensaba que los amejines y kusajines sentirían envidia por aquello, pero seguro que también tenían zonas bonitas que visitar. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 9/03/2020 —El mío es el Segundo Raiyobi de Aliento Nevado. — ¡Pero si eso es casi cuando nos conocimos! ¡¿Y no me dijiste nada?! Tendría que haberte hecho una tarta y un regalo. — además era terriblemente cercano al día en que se encontraron por primera vez, aunque claro Eri entonces era bastante más... seria con ella. Aún así, le hubiese hecho una tarta o un regalo o algo. Los cumpleaños eran sagrados, era el momento en que se comían pasteles, no podía simplemente ignorarlo. —No, pero estaría bien encontrarse caras conocidas, ¿no crees? Hana dudó, no es que fuese a disgustarse por ver caras conocidas, sencillamente no es que sintiese una especial ilusión por encontrarse con nadie de Uzushiogakure ahora mismo. No lo odiaba, ni mucho menos, pero sentía que entonces Eri y el misterioso conocido tendrían mucha más relación y ella quedaría en un segundo plano. Por suerte, conforme andaban y se adentraban en el interior del jardín los puestos iban evolucionando hacia entretenimiento más de adulto. Como puestos de pulsos, puestos de karaoke o incluso de maquillaje y disfraces. — Anda mira, Eri-san, hay nuevos puestos ¿quieres parar en alguno? RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 9/03/2020 — ¡Pero si eso es casi cuando nos conocimos! ¡¿Y no me dijiste nada?! Tendría que haberte hecho una tarta y un regalo. Eri quiso decirla que ni se conocían lo suficiente ni ella estaba con ánimos para celebrar nada a su regreso, pero se contuvo. No era un día para discutir, era un día para estar alegres y disfrutar del festival. —Así ya lo sabes para el año que viene, y me gustan las sorpresas —alegó, con una sonrisa sincera. Esperaba que con eso bastara mientras seguían caminando por el pequeño paseo del Jardín donde poco a poco iba apareciendo más gente, sobre todo parejas o grupos de jóvenes vestidos para la ocasión con rostros iluminados por la alegría y la felicidad que resultaba estar allí en esos momentos. Hana llamó su atención, deteniendo su marcha. — Anda mira, Eri-san, hay nuevos puestos ¿quieres parar en alguno? —Uhm... —se llevó una mano al mentón—. Ese puesto de Karaoke parece animado, ¿vamos? —se atrevió a elegir, señalando el sitio indicado. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 9/03/2020 —Así ya lo sabes para el año que viene, y me gustan las sorpresas ¿Sorpresas? Eri no sabía la puerta que acababa de abrir. Si era sobre montar fiestas sorpresa, Hana era la más dedicada, cualquier fiesta planificada por el más fiestero de los fiesteros, digamos Uchiha Datsue por decir un nombre aleatorio de Uzushiogakure, quedaba a la altura del betún. Iba a hacer una macrofiesta, una megafiesta, a la altura del Uzukage. — Me lo apunto entonces. —Uhm... Ese puesto de Karaoke parece animado, ¿vamos? El puesto de karaoke era básicamente un escenario a medio metro de altura con escalones a un lado y un par de microfonos con cable y dos chicos cantando con ellos. Delante del escenario un par de docenas de chicas estaban animando y alabando la obra músical. Uno de los chicos era rubio, pelo corto, ojos azules y su rostro era hermoso, pero hermoso, sin un solo defecto, ni un grano, ni una cicatriz, una tez cuya suavidad podías palpar con los ojos, transcendiendo los sentidos. Su mirada era como el mar arremolinado que rodeaba la peninsula que era su villa, de un azul profundo. Su voz era aterciopelada, con tono suave y cantaba como un angel, al mismo tiempo que se movía por el escenario con soltura y elegancia. El otro, de pelo marrón, era más serio y su belleza residía en su masculinidad. Llevaba una barba corta y elegante, que se juntaba con su bigote. Hana siempre había pensado que el bigote era algo horrible, a la mayoría de hombres les sentaba fatal según su punto de vista, pero en aquel chico, hasta el bigote parecía elegante. Su tez era morena y tenía un par de pequeñas cicatrices en el rostro, una en la mejilla derecha y otra sobre la ceja izquierda. Ambos vestían yukatas, el barbudo de color rojo oscuro y su compañero de color rosado parecido al de los cerezos. Al acabar de cantar, el público rompió en aplausos. — Eri-san, no creo que podamos igualar su actuación. — le confesó la rubia sin quitar el ojo al rubio, que le devolvió la mirada fijamente. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 10/03/2020 La verdad es que ahora que lo miraba y vivía qué estaba pasando allí, sentía que no era buena idea. En el puesto en cuestión había un escenario como el que había todos los años: escalones para subir, micrófonos por cable y gente cantando al son de una melodía. El problema caía, siempre, en que habían personas que destacaban más de lo que solían hacer las demás personas que se presentaban. Eri torció el gesto, no le gustaba aquello. Para su sorpresa, eran dos chicos los que habían conseguido llamar la atención encima del escenario: un chico de apariencia delicada, con unos movimientos gráciles y vivos que llamaban la atención junto a su rostro angelical, era el encargado de cantar con un tono dulzón. Otro, con apariencia más madura y de cabellos y barba castaños, con algunas marcas en el rostro que cantaba con voz más profunda en contraposición con su compañero. A Eri se le escapó un latido que resonó hasta sus oídos cuando los ojos del segundo chico se cruzaron con los de ella. Sonrojándose de inmediato. — Eri-san, no creo que podamos igualar su actuación. «Seguramente no, pero...» —¿Y qué? ¡Hagamos una demostración de lo que podemos hacer! —animó la pelirroja. Total, cantar era más fácil que tocar la flauta—. Vayamos a ver el catálogo y elegimos una canción que ambas conozcamos. —Y tirando prácticamente de Hana, se acercó al lugar. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 10/03/2020 —¿Y qué? ¡Hagamos una demostración de lo que podemos hacer!. Vayamos a ver el catálogo y elegimos una canción que ambas conozcamos. Iba a contestar pero Eri no le dio tiempo, tiró de ella hacia el enorme cuaderno donde se listaban las canciones disponibles. En la primera pagina había una selección de las más usadas, la mayoria eran viejas de cojones, con lo cual, Hana se las conocía casi todas. — Uy, mira, está la de "Dos kunoichis y un destino", un clasico. ¿Hay alguna que te llame la atención? De aquí las conozco todas, y saber cantar no sé cantar ninguna. — confesó con una risita nerviosa. Leyendo el catalogo no se enteraron de lo que pasaba a sus espaldas, mientras el castaño se dedicaba a las fans, el rubio se había zafado de su atención para asomarse por detrás de las chicas. — Esa la cantan cinco o seis veces cada hora, para vosotras mejor una canción acorde a vuestra belleza. Hana se alejó de él asustada por la cercanía de la voz a su espalda, pegandose al pedestal sobre el cual estaba el cuaderno. Con su vasta experiencia en recibir halagos, la rubia usó todo su carisma para contestar. — ¿Eh? — Es broma, bueno, no es broma, pero no tengo intenciones oscuras, solo pediros si quereis hacer un doble dueto con nosotros. Conmigo y el mono ese. — señalando a su compañero que estaba despachando a un par de chicas con un gesto un tanto borde. — ¿Un doble dueto? — preguntó al chico para después mirar a Eri en busca de su sabiduria. El rubio solo asintió, mirandolas con ojos brillantes, llenos de ilusión. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 10/03/2020 — Uy, mira, está la de "Dos kunoichis y un destino", un clasico. ¿Hay alguna que te llame la atención? De aquí las conozco todas, y saber cantar no sé cantar ninguna. Sí, se había dado cuenta. El repertorio de canciones, al menos las más cantadas; eran bastante antiguas y se sabía la mayoría, así que no tendría problema en cantar ninguna de esas. Pero tampoco quería cantar algo que todo el mundo hubiera escuchado cincuenta veces, o si no no destacarían en nada. — Esa la cantan cinco o seis veces cada hora, para vosotras mejor una canción acorde a vuestra belleza. Hana se apartó de Eri, asustada, pero no sabía bien si por el alago o por la repentina aparición del chico. Eri no le dio mucha importancia, a sabiendas de como eran los famosos hoy en día para ganar alguna que otra fan, solo se cruzó de brazos y lo miró de arriba a abajo, esperando una explicación. — ¿Eh?— «Pues para asustarse... Deberíamos ignorarlos, Hana.» Reprochó en su interior a la joven. — Es broma, bueno, no es broma, pero no tengo intenciones oscuras, solo pediros si quereis hacer un doble dueto con nosotros. Conmigo y el mono ese. Eri miró, por inercia, a la persona que estaba señalando, pero pronto retiró la mirada cuando sus mejillas volvieron a coger un tono ligeramente carmesí. —¿Por qué deberíamos hacer un dueto junto a vosotros si tenéis numerosas fans esperando para estar en ese lugar? —dudó la pelirroja, hablándole directamente al chico. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 10/03/2020 —¿Por qué deberíamos hacer un dueto junto a vosotros si tenéis numerosas fans esperando para estar en ese lugar? El rubio se limitó a ladear la cabeza como si no comprendiese la relación entre ambas cosas, mientras Hana miraba a uno y otra entre preocupada y aliviada de que Eri sacase el cuchillo con todo desconocido y no solo con ella aquél fatídico primer día. — Sí, bueno, em... ¿Cuantas de esas chicas se han acercado al catálogo? No les interesa cantar, ni siquiera les interesamos nosotros, solo se ríen y quieren que les sigas el juego. — se encogió de hombros y suspiró para después volver a sonreír — Entonces ¿qué decís al doble dueto? Nunca podemos cantar casi ninguna canción con vocales femeninas. — Pero un doble dueto... ¿no sería un cuarteto? El chico abrió la boca para contestar cuando una mano le agarró la cabeza y lo obligó a doblarse, haciendo una reverencia hacia las kunoichis. — Disculpe sus modales, Eri-san. — el castaño les había alcanzado y reverenciaba a la pelirroja mientras forzaba al rubio a imitarle. — Es un honor estar en su presencia, usted y su amiga están radiantes. Hacen sombra a los cerezos. — ¿Eh? RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 10/03/2020 — Sí, bueno, em... ¿Cuantas de esas chicas se han acercado al catálogo? No les interesa cantar, ni siquiera les interesamos nosotros, solo se ríen y quieren que les sigas el juego. Ahí tenía que darle la razón. Sus ojos volaron hacia el grupo de chicas que ahora las miraban con cierto recelo esperando a que volvieran a subir al escenario y no parecía ninguna dispuesta a ocupar aquel lugar siempre que reciban una actuación de aquel peculiar par. Pero no le iba a decir eso a él, tenía su orgullo y todavía podía dar guerra. — Entonces ¿qué decís al doble dueto? Nunca podemos cantar casi ninguna canción con vocales femeninas. — Pero un doble dueto... ¿no sería un cuarteto? Eri reprimió una risa, llevándose la mano al rostro a la vez que bajaba la cabeza. Aquello era surrealista, pero le estaba haciendo gracia. Miró a Hana, que observaba al chico con su inocencia característica y en aquel momento no puedo evitar sonreír. Pero antes de que viniera un reproche, el otro chico se unió a ellos, tomando de la cabeza al rubio y obligándole a hacer una reverencia ante ambas. Eri lo miró, claramente sin entender a qué venía semejante actitud de repente. — Disculpe sus modales, Eri-san —Eri pestañeó, sin inmutarse del sitio. «¿Sabe... mi nombre?» En su estómago revoloteó una mariposa que trataba de emprender el vuelo, y su rostro, casi tornándose como el rojo de su cabello, se calentaba por momentos—. Es un honor estar en su presencia, usted y su amiga están radiantes. Hacen sombra a los cerezos. «¿Eso es un... cumplido?» — ¿Eh? Hana volvió para ayudarla, soltando sus pequeños sonidos de inocencia que ella emitía, y salió del ensimismamiento para fruncir ligeramente el ceño. —¿Nos... conocemos? —obviamente la respuesta era no. A ese chico no lo había visto en su vida, porque tenía la certeza de que nunca se olvidaría de él tan fácilmente si lo hubiera conocido antes. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 10/03/2020 —¿Nos... conocemos? El castaño que acababa de levantarse de su reverencia volvió a bajar la cabeza. — Mil disculpas, nosotros fuimos espectadores del examen de chunin. Digamos que nuestro padre es influyente y nos consiguió un par de asientos, estábamos en primera fila cuando se desató el caos y también cuando saltaste a la arena. Eso es difícil de olvidar. Perdona mis modales, yo soy Ichiro y este es Jiro. — dijo señalando al rubio de forma poco formal para toda la educación que llevaba encima. Si su padre era influyente no era de extrañar que hubiese tenido más de una mujer, ya que era normal tener tres cientos hijos con tal de encontrar un heredero digno para cualquiera que fuese el negocio que llevaba. Igual ese era un tema que no se debería tocar, podría ser sensible. — Pero, ¿sois hermanos? ¡Si no os parecéis en nada! — lo que algunos podrían confundir con inocencia era inconsciencia. Jiro se empezó a reír, sujetándose la tripa, ganándose una mirada enojada de Hana, mientras Ichiro le dedicaba una mirada del mismo calibre a ambos rubios. — Solo compartimos padre. Jiro, comportate. El rubio dejó de reirse, limpiandose una lagrimilla de los ojos aún sonriente. — Ay, vale, vale. Es que mirala, es como un animal inofensivo, como un ciervecillo ante un carromato. En fin, aún no me habéis contestado. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 11/03/2020 — Mil disculpas, nosotros fuimos espectadores del examen de chunin. Digamos que nuestro padre es influyente y nos consiguió un par de asientos, estábamos en primera fila cuando se desató el caos y también cuando saltaste a la arena. Eso es difícil de olvidar. Perdona mis modales, yo soy Ichiro y este es Jiro. —E-encantada, Ichiro-san, Jiro-san —Eri hizo una leve inclinación de cabeza, siendo éstos hijos de alguien influente, no debía tomarse su presencia tan a la ligera. Hana, que no parecía muy metida en esos temas, no tardó en volver a abrir la boca. — Pero, ¿sois hermanos? ¡Si no os parecéis en nada! —¡Hana! —exclamó, horrorizada, mientras se acercaba a ella. Podrían tener los modales por los suelos, pero ellas eran kunoichi, debían comportarse. La risotada del rubio resonó por todo el lugar, seguramente por el comentario que había soltado la otra rubia con respecto a su parentesco. Eri sintió sus mejillas arder, ya por la vergüenza. — Solo compartimos padre. Jiro, comportate. «Padre influyente... Seguramente estuvo casado con más de una mujer.» — Ay, vale, vale. Es que mirala, es como un animal inofensivo, como un ciervecillo ante un carromato. En fin, aún no me habéis contestado. —Perdonad mi intromisión, pero mi pupila es mucho más temible de lo que parece —defendió la pelirroja—. Y con respecto a su proposición, Jiro-san, me parece que no vamos a poder, estamos muy por debajo de su nivel... La verdad era que no sabía si lo estaban o no, pero aquellos dos chicos parecían más repipis de lo que eran ya de por sí. Aunque prefería no mirar mucho al castaño, sus hormonas no lo aguantarían. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Himura Hana - 11/03/2020 La curiosidad de Hana se había adelantado a todo lo demás y ahora tanto ella como su sensei habían quedado en evidencia. Roja desde la punta de las orejas hasta la de la nariz, esta vez fue ella la que hizo una pequeña referencia. — Lo-lo siento mucho, a veces no pienso lo que digo. — aunque era más raro que pensase, se irguió de nuevo antes de seguir hablando — Encantada, Ichiro-san, Jiro-san. Yo soy Himura Hana y Eri-san es mi sensei, pero hoy no venimos como kunoichis. —Perdonad mi intromisión, pero mi pupila es mucho más temible de lo que parece. Y con respecto a su proposición, Jiro-san, me parece que no vamos a poder, estamos muy por debajo de su nivel... Hana no estuvo muy segura de como tomarse las palabras de Eri, nunca había buscado ser temible, pero era cien veces mejor que infantil. — ¿Nuestro nivel? — soltó otra carcajada — No te preocupes, mujer, esto no es ningún concurso, todos hemos venido a pasárnoslo bien ¿no? La genin no era difícil de convencer y menos cuando se trataba de salir a cantar, asintió ante el entusiasmo de Jiro. Hasta que su mirada fue a Ichiro, que observaba la escena más serio que un guardia, con los brazos cruzados. Suspiró y plantó su mano sobre el hombro del rubio. — Son demasiado educadas para mandarte a freir espárragos directamente, no las presiones, Jiro. RE: Festival de los Cerezos, año 220 - Uzumaki Eri - 11/03/2020 — ¿Nuestro nivel? — soltó otra carcajada — No te preocupes, mujer, esto no es ningún concurso, todos hemos venido a pasárnoslo bien ¿no? Aquel chico comenzaba a crispar sus nervios, con sus risas y su despreocupación. No estaba ahí para montar un numerito, tampoco para ser mejor que alguien, simplemente estaba para pasárselo bien con Hana y eso era lo que realmente quería hacer. Aunque Hana ya parecía querer montarse en el escenario por el asentimiento enérgico ante la propuesta que había realizado. — Son demasiado educadas para mandarte a freir espárragos directamente, no las presiones, Jiro. Al menos uno captaba las indirectas. Eri suspiró, resignada. «Supongo que una canción no hará daño a nadie...» —Bueno, cantemos una canción juntos —afirmó ella—. ¿Lo ves bien, Hana? |