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Sin jueces no hay sentencia - Versión para impresión

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RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 8/11/2015

La chica terminó riendo a carcajadas frente al intenso e intangible argumento del Senju. Pareció acordarse de un chiste malo, o quizás de alguna canción graciosa de éstas que recuerdas en una situación de peligro. Malditas canciones inoportunas... cuan odiosas son.

— ¿En serio te crees que me importa lo que los otros piensen de mi? —

Su respuesta fue clara, y sus siguientes palabras no hicieron mas que corroborarlo. La chica había dejado atrás su pasado, y le importaba un comino lo que el resto pensase de ella. Sin duda, o bien se hacía la valiente, o bien estaba realmente mal de la azotea. ¿Acaso pensaba ser distinta al resto de humanos? Ni hablar, eso era absurdo, de seguro se estaba haciendo la valiente para no "perder" la vida. Inocente, no sabía que la auténtica vida empieza al morir.

Entre tanto, la sustancia negra que tanto caracterizaba al Senju, comenzó a tomar forma. La pregunta del albino quedó en el aire, y su posición obligaba a mantener una guardia, o al menos a estar alerta. Ante todo, su espeluznante sonrisa no decaía ni tan siquiera un segundo, parecía disfrutar del momento.

— No creo en ningún dios... Como tampoco creo en los demás, lo único importante es lo que puedo hacer para asegurar mi propio bienestar. —

Su respuesta no dejó de sorprenderle, tanto como la anterior. Estaba casi afirmando ser como él mismo era, alguien ajeno al resto de personas y a la cuál tan solo le importaba su bienestar. Con eso último estropeó bastante su agrado, evidentemente era una chica muy humanizada, egoísta, y quizás algo autista.

Todo se disponía según lo previsto, quizás si no hubiese añadido las últimas palabras a su anterior argumento la cosa hubiese cambiado, pero no... tuvo que liarla. Blame se preparaba para atacar, cuando de pronto, y ante un continuo movimiento lateral por parte de la chica, algo llamó su atención. Bramó a los cuatro viento la palabra de quizás uno de sus mayores temores, gato.

Ante esa situación, Sendo hizo la mas correcto, atacar sin vacilar. Se lanzó con una estocada directa hacia el brazo de la chica que portaba el biakunai, buscando herirla en ésta o bien quitarle el arma. Acto seguido, giraría sobre sí mismo y terminaría golpeando en el pecho de la chica con su pierna diestra, una de las patas delanteras de ese engendro felino que la pelirroja observaba con temor. Su objetivo estaba claro, desarmarla y alejarla del arma.

Pues deberías creer en uno... así al menos tendrás la certeza de reencarnarte, en vez de vivir en el cielo por siempre.

Un pensamiento algo drástico, pero totalmente fundamentado en su cabeza.




Con tu permiso, dejamos de lado las tablas y todos esos rollos xD



RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 8/11/2015

Las palabras que la kunoichi había pronunciado rebozaban de sinceridad, pues así había pasado a pensar desde el instante en que se quedó sola con su padre, incluso luego de 'reencontrarse' con su madre siguió con ese pensamiento puesto que de esa manera llegó a sentirse más feliz que antes.

Lo que otros piensen y sientan es lo de menos, después de todo, ellos también buscan su propio beneficio y no por ello tendría que dejar de buscar su propio bienestar.

Algo con lo que Ritsuko no contaba, era encontrarse cara a cara con una de las cosas que más temor le ocasionaba. En otras palabras, un simple gato. - ¡Aléjate! - Chilló la chica en un instante de pánico justo antes de comenzar a sentir un intenso dolor punzante en su brazo derecho, además de la calidez de su propia sangre brotando en cantidades de la zona de la que provenía el dolor.

No logró ni quejarse del dolor que recibió otro golpe, esta vez fue una patada en su pecho que terminó por dejarla sentada en el piso al borde del abismo, presionando con su mano izquierda la herida que le habían ocasionado en su brazo derecho y que la había obligado a soltar su arma que quedó tirada a una distancia considerable de ella.

Pues deberías creer en uno... así al menos tendrás la certeza de reencarnarte, en vez de vivir en el cielo por siempre.

Indicó el tal Blame, pero que Ritsuko no fue capaz de responder a causa del dolor que la agobiaba. ~ Como si fuese motivo... ~ Dijo en su mente mientras mordía su labio inferior en un simple intento por contener el dolor. Si iba a morir, que así sea, le daba igual si no reencarnaba o si se quedaba en el cielo como él le había dicho, seguramente dejaría de sentir tanto peso sobre sus hombros y aquello era más que suficiente para ella.

- Deja de darle vueltas... - Indicó la kunoichi con un hilo de voz, sin siquiera alzar la mirada que mantenía clavada en el suelo delante suyo.



RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 13/11/2015

En un suspiro, la chica dejó en un abismo caer lentamente sus esperanzas. Su arma salió volando por los aire mientras que un reguero de sangre brotó de su diestra, ipso facto, salió despedida hacia detrás a causa de una patada en pleno pecho. Sentada en la húmeda hierba, y con un felino asesino frente a ella, ésta pareció perder toda esperanza de poder sobrevivir. Ni tan siquiera las palabras de Blame pudieron hacerle pensar en un último nombre, el nombre de un dios a quien servir por la prosperidad o quien simplemente le ofreciese su espacio personal, aka edén.

- Deja de darle vueltas... - Fueron sus palabras, sentenciando un cruel final.

La fría sonrisa de su ejecutor se intensificó.

No estés triste... lo hago por tu bien. — Contestó el peliblanco.

Alzó su mano, y con su kodachi en mano se dispuso a colocar el punto y final en éste juego. Su filo metálico avanzó por el aire, rasgándolo y silbando, anunciando el triste final. Todo había acabado.

De pronto, algo inesperado sucedió. Como sacado del tercer infierno, una endemoniada forma oscura se antepuso ante la chica de mascara y el albino. Apenas tuvo tiempo de reacción, el corte iba certero, y la fuerza no era poca en tal acto. El metal se clavó en la piel de la recién llegada, y antes de que siquiera la sangre salpicara, un chorro de chakra color negro hizo ese papel.

Los ojos del peliblanco se abrieron como platos, sabía que era eso. De hecho, estaba usando esa misma habilidad en ese momento. Sus ojos se clavaron en la nueva presa, asustado... ¿Acaso había alguien mas con esas habilidades?

¿¡QUE COÑO...!? — Escupió sin preámbulos.

Era evidente que ésto le había cogido por sorpresa. Apenas fue capaz de pronunciar queja alguna cuando la nueva figura le propinó una tremenda patada en el pecho. Apenas fue dolorosa, pero si que fue rápida e imprevista. Suficiente como para alejar al albino unos cuantos metros. Tal fue el shock, que hasta se desconcentró en su técnica, y perdió el control sobre ésta.

Ante él, una figura femenina tomó una pose erguida. Al verla bien, en ella pudo identificar rasgos de su propia madre, casi esquelética, y bastante demacrada. No cabía duda, esa técnica era la misma que él usaba para amedrentar a sus víctimas.

Anonadado, el chico se deslizó levemente hacia detrás, distanciandose algo de la que se había interpuesto en su propósito. Entre ambos, la kodachi quedó hincada en la hierba.

¿Tú de donde sales? No eres un shinobi de la noche! Estoy segura de ello. — Se pronunció la chica.

La cara de confusión del albino no pudo ser más evidente. No sabía de qué leches hablaba la recién llegada, y no sabía porqué preguntaba sobre una aldea de la que ni había escuchado. La aldea de la noche... estaba casi seguro de que esa aldea ni existía.

Con su forma tétrica aún activa, volvió su mirada hacia la chica de la mascara. No parecía entender el porqué la había atacado, y ése mismo gesto dio a entender que ambas chicas no tenían demasiado en común... al menos no formaban equipo, o eso era lo primero que se le vino al albino a la cabeza.

Lo mas rápido que pudo, el albino volvió a colocarse sobre ambas piernas, levantándose en un rápido gesto.

¿Otro sujeto de pruebas? ¿La vas a llevar a ver a esa bruja?

No sé de qué me estás hablando... — Contestó el Senju sin perder un segundo.

La fiesta parecía haberse acabado, o quizás tan solo acababa de comenzar.


RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 15/11/2015

Decir que Ritsuko estaba resignada era muy poco, ya no tenía manera de salvarse de ello puesto que no tenía compañero y su madre no parecía preocuparse por su hija, tal vez suponiendo que tendría algún as bajo la manga con el que zafarse. ~ Algún día lo tendría... El regalo de papá... ~ Pensaba la pelirroja que no dejaba de presionar la herida de su brazo como si eso fuese a parar el sangrado.

No estés triste... lo hago por tu bien.

Fueron las palabras que el albino pronunció justo antes de alzar la katana. El final ya estaba cerca, no quedaba nada por hacer siquiera responder ya que sería inútil. ~ Por lo menos... Moriré libre y no como una esclava... ~ Decía en su cabeza la chica que mantenía los ojos cerrados y esbozaba una sonrisa mostrando la satisfacción respecto a la vida que había tenido. Algo corta y llena de contratiempos, pero que a Ritsuko alegra haber protagonizado.

Ya por ese entonces, la katana del chico debería haber cortado por la mitad el cráneo de la kunoichi, pero las cosas no fueron así. En su lugar, un grito desconcertado se hizo presente dándole señal a ella de que su muerte se pospondría al menos un poco.

En ese mismo instante, Ritsuko abrió los ojos y se encontró con que delante suyo se erguía una figura femenina de melena rubia. - ¿Noemi...? - Susurró más para si misma para luego llevarse la sorpresa de que esta persona también usaba ese chakra negro amorfo.

~ ¿Qué mierda pasa...? ~ Se preguntó a si misma la pelirroja que había optado por levantarse del suelo, pero que seguía sin entender absolutamente nada, parecía ser que estos dos no se conocían y tampoco eran aliados pese a tener esas extrañas habilidades. ~ No creo que deba arriesgar a nada... ~ Se decía a si misma recordando la posición en la que estaba, desarmada, imposibilitada de su brazo bueno y al borde de un acantilado. ~ Salir corriendo no es buena opción, fijo... ~



RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 17/11/2015

La mirada del chico se clavó en la herida de la pelirroja, su sangre brotaba con dulzura en un agónico llanto cálido, teñido de color carmesí. La pobre de seguro lo estaba pasando mal, era algo obvio. Sin embargo, entre su presa y él se posicionaba una chica que no hacía mas que molestar. Éstos humanos y sus "principios", ¿acaso pretendía salvarla? NO, para eso ya estaba ahí el albino, él era quien realmente iba a darle descanso y libertad.

Su vista de nuevo se clavó en la recién llegada, la cual tenía aún todo el cuerpo cubierto de la misma técnica que el Senju hasta hacía escasos segundos. Ambos enfrentaban miradas, y ninguno parecía dispuesto a ceder terreno. Dos cazadores, con presas diferentes... y en éste caso uno de los cazadores tentaba de presa. Realmente éste hecho no duró demasiado, pues enseguida ambos se convirtieron en presas y cazadores para sendos shinobis sin aldea.

Por otro lado, la pelirroja intentó mantenerse en pie, pese a su herida no tenía otro impedimento. Podría bien haberse escabullido del asunto, pero atrás de ella solo había agua. Quizás nadar no era de lo mas sensato a hacer en esos momentos, y correr sobre el agua tampoco distaba de ser fiable. Se encontraba en un auténtico debate mental, aunque por el momento gozaba de una buena cobertura, una desconocida que parecía estar de su lado.

Chico, dime la verdad... puedo leerte la mente, no me puedes engañar. ¿Vienes a llevarte a ésta chica para los experimentos de esa bruja? He visto tus habilidades, y es obvio que eres usuario de la orquídea negra. — Contestó sin reparos la chica.

En ese mismo instante, un flash pasó por la cabeza del albino. Jugaba con su madre en el vivero, frente a él había una planta dentada de color negro, rara de cojones. Su madre lo agarró en ese instante con un abrazo, y a escasos centímetros de su oreja le admitía que esa flor era la llave para ser reconocida mundialmente como científica de prestigio, que numerosas personas querían investigarla y ella era la única con un ejemplar vivo. Su nombre, orquídea negra.

«¡NO PUEDE SER!»

Sus puños se cerraron con fuerza, y de nuevo la capa de chakra negra recubrió el cuerpo del chico.

¿¡QUE SABES DE ELLA!? ¿¡DONDE ESTÁ!?

La voz del chico se distinguía en una clara ira, sus nervios florecían sin maquillaje, después de tanto tiempo... era justo ahora que escuchaba acerca de su madre. No era para menos esa reacción, pese a su usual estado de calma. Sin pensarlo dos veces, y sin tan siquiera esperar a una respuesta, el chico se lanzó al ataque. Por las buenas o por las malas, la chica iba a contestar.

En una abrir y cerrar de ojos, la chica contestó a la acometida con la misma actitud. Se lanzó al ataque, buscando golpearle el rostro directamente. El albino eludió el primer golpe, giró sobre si mismo e intentó encajar una patada lateral, pero la chica ya parecía saber de ésto. Como una auténtica artista marcial, la chica dio un paso hacia el exterior y antepuso ambos antebrazos, desviando la patada y asegurándose una posición de ventaja al colocarse a la retaguardia del chico, el cual continuaba con un leve movimiento cinético. En un acto casi instintivo, el chico giró hacia la dirección contraria, buscando a la misma vez apoyar la pierna desviada y golpear con el codo hacia su retaguardia en un barrido hecho con éste.

La chica no titubeó, le volvió a fintar, y le propinó una patada en el costillar. El chico no pudo evitar quejarse, aunque tampoco había sido para tanto gracias a su armadura. Simplemente lo desestabilizó y alejó. Ipso facto, el chico alzó de nuevo la guardia.

Entre tanto, la pelirroja realmente podía aprovechar la ocasión, sendos shinobis sin aldea se confrontaban sin miramientos, y la habían dejado de lado por el momento.


RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 18/11/2015

La conversación que aquellos dos estaban teniendo había dejado completamente descolocada a Ritsuko que todavía no sabía qué hacer, existía la posibilidad de que esa mujer que la acababa de salvar en realidad prefiriese torturarla o algo similar, por lo que sería conveniente desaparecer cuanto antes.

~ ¿Qué hago...? ~ Se preguntó a si misma mientras observaba la lucha que los otros dos shinobis estaban teniendo, ambos usaban ese chakra extraño que previamente había adoptado la forma de un gato, con la sola diferencia de que ahora a los ojos de la de Taki eran masas amorfas.

Mientras la pelirroja pensaba, recordó que momentos antes se habían escuchado una risa proveniente de la zona boscosa que estaba a unos metros de distancia. Con eso se le vino la idea de adentrarse en ese lugar para escapar puesto que tirarse por el acantilado o mismo por la cascada no era muy seguro. ~ Espero que el que se reía se haya ido... ~ Dijo para si misma Ritsuko mientras comenzaba a alejarse de la escena.

El dolor de su brazo no cedía y la herida seguía sangrando, aunque por el color de su gabardina casi ni se percibía la sangre. La chica lo único que podía hacer al respecto era seguir presionando el corte con un agarre firme de su otra mano pero le estaba resultando de lo más molesto tener el brazo en ese estado. ~ Encima perdí el pescado... ~ Se lamentaba la kunoichi.

Justo cuando estaba a punto de llegar al primer árbol, un grito lleno de ira la hizo pararse en seco y voltearse al instante con el temor de que el albino haya vencido y viniese a buscarla.

¿¡QUE SABES DE ELLA!? ¿¡DONDE ESTÁ!?

Para suerte de la pelirroja, el chico estaba hablando con esa mujer de cabellera rubia que parecía estar controlando demasiado bien la situación, por lo que Ritsuko pudo seguir su camino a través de los árboles alejándose lo más que podía de aquellos dos.

- ¿Y a ese qué le pasa...? - Preguntó la kunoichi mientras corría entre los árboles. - Eres una kunoichi, es normal que algunos shinobis de otras aldeas te ataquen... - Respondió la mujer que se había hecho presente poco después de que se metiera entre los árboles.

El único problema que la pelirroja veía con esa afirmación era que no había logrado ver que ninguno de los dos tuviese alguna bandana, pero era casi seguro que eran shinobis por como peleaban. - Última vez que me tiro al río a pescar... -


¡Ritsuko fuera de tema!
Gracias por el rol XD



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