¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Puente Kannabi (https://ninjaworld.es/foro-puente-kannabi) +--- Tema: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! (/tema-nos-comemos-unas-setas-y-pasa-esto) |
RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 11/06/2018 Nada más Etsu hincar el codo en el costado del clon, como si hubiese pinchado un globo lleno de partículas de pólvora —cosa que se asemejaba bastante a la realidad—, este estalló en una violenta explosión que le envolvió. —¡YEEEEEEEEHHAAAAAAA! —exclamó triunfante, sacudiendo un puño en lo alto. El combate iba viento en popa hacia la victoria. Aunque, mucho se temía, aquel rival era más duro y resistente de lo que le había parecido en un primer momento. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 11/06/2018 Datsue, expectante de su propia y elaborada estrategia, mantuvo en todo momento las distancias. No fue si no mas que cauteloso, a sabiendas de lo que estaba a punto de suceder. Conforme el de orbes verdosos hincó el codo en el oponente que se le echaba en lo alto, éste se desinfló como un globo de feria. Eso si, como un puto globo de feria cargado de dinamita o algún tipo de explosivo... ¡BoooOOOOOOM! Con el mismo efecto de la explosión, Etsu salió disparado hacia delante. No fue una explosión de las mas grandes que había podido presenciar, pero tampoco había sido moco de pavo. El chico tomó suelo, y arrastró por el mismo casi un metro, en una descontrolada e inesperada sacudida. —La madre que me... trajo... —apenas pudo blasfemar, teniendo que escupir hacia un lado un poco de sangre. Entre tanto, Datsie no hizo mas que celebrarlo. Estaba contento, eufórico quizás... «Maldita sea... éste tipo es bueno usando ninjutsu... usa clones con bombas, puede paralizar, es bueno manteniendo las distancias... es realmente peligroso...» El Inuzuka se levantó de nuevo, dolorido, y notablemente lo hacía visible. Sin embargo, sonrió. Ante las situaciones difíciles, eso era lo que siempre acostumbraba a hacer. Sin demora, aunque aún dolorido, encogió los hombros y terminó por estirarlos, buscando con ello estirar un poco la quemada piel de la espalda. No pudo esconder el gesto de daño, pero eso no hacía mas que engrandecer su sonrisa. —Muy buen truco ese... Sin palabra en exceso, alzó de nuevo la guardia, totalmente preparado para volver a la acometida. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 11/06/2018 Sí, tal y como había pensado, aquel rival era de los que se crecían ante situaciones difíciles. No era un kusajin común, desde luego, o ya estaría levantando las manos en señal de rendición. En su lugar, Etsu sonrió, y le felicitó por el truco del clon. —Gracias, gracias. Una de mis mejores invenciones, sin duda —dijo, orgulloso. Y Etsu tan solo había visto la mitad de su potencial. Datsue era capaz de crear clones explosivos el doble de letales. Pero era hora de cambiar de estrategia. Probar cosas nuevas. Introdujo una mano en el portaobjetos, para luego lanzar un shuriken directo al estómago de Etsu. Una estrella metálica... rebelde. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 11/06/2018 Y como era de esperar, el combate no hacía mas que comenzar. Había perdido varias batallas, pero la guerra no estaba perdida, o al menos eso era lo que siempre le inculcaba su abuelo. Por mas que recibiese golpes, lo que debía hacer es serenar, y buscar patrones que siguiese su oponente. De esa manera, con mente fría, era de la única manera que se puede afrontar las situaciones que casi escapan de la mano. Obviamente, su oponente no era mejor que él, eso jamás lo admitiría. Así que aún tenía posibilidades. Su antagonista, ante el halago de su habilidad, afirmó que era una de sus mejores invenciones. Por lo que se podía deducir, si no mentía, él mismo había creado esa técnica... ¿se refería entonces a que los clones explotaban por una técnica? ¿acaso no eran sellos explosivos en el mismo o algún sistema parecido? Sin duda, era un chico con quien andarse con cuidado. Sin preámbulos, y aprovechando la escasa distancia que los separaba, Datsue se llevó la mano hacia el portaobjetos, de donde sacó una estrella de metal. Sin mas, la lanzó hacia Etsu. El Inuzuka, sin pestañear siquiera, no perdió un segundo, y dio una palmada y tras ello extendió los brazos hacia Datsue. —Fūton: Reppūshō —bramó a la par que una gran cantidad de viento salía despedida hacia el chico. El viento no llegó a golpear a Datsue ni por asomo, pero su función era mas que lógica. La pared de viento que avanzó, haría regresar la estrella metálica por donde vino, y entre tanto el chico podría correr directo hacia su oponente, buscando su esquiva. No sabía de cuanto tiempo tendría ante el contraataque de su oponente, pero estaba mas que preparado para recortar las distancias y esquivar entre tanto. Si es que llegaba a recortar las distancias lo suficiente, lanzaría una patada directa hacia la boca de su estómago. Sin titubeos, sin parafernalia, simple y directa. Por otro lado, ya casi le tenía donde lo precisaba. Si retrocedía mas, no sería mas que cuestión de tiempo que terminase bajo sus fauces. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 12/06/2018 «¡Interesante!» Cuando Etsu había estado a punto de recibir el impacto de la estrella metálica, éste dio una palmada al frente y generó una gran ráfaga de viento que devolvió el arma hacia su dueño. Como ya se había dicho, era un shuriken rebelde, que finalmente decidió sublevarse ante su patrón. ¿O no? Cuando el shuriken estaba a punto de alcanzar a Datsue, este movió un dedo. Sí, solo un dedo. Así de simple fue recordarle a aquella estrella de acero quién mandaba allí. Y es que el Uchiha había colocado un hilo metálico en ella, y utilizando la Técnica de la Manipulación de Shuriken, fue capaz de redirigirla en 180 grados, saliendo disparada de nuevo contra el estómago de Etsu, que venía en carrera hacia él. ¿Sería capaz de esquivarla? Fuese como fuese, el Uchiha liberó el kunai de la palma de su mano, preparado para defenderse. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 14/06/2018 Etsu esperaba la contra-medida de su oponente. Estaba claro que ese chico jugaba bien, muy bien sus cartas. No cabía duda de que tenía algo en mente, sobre todo cuando el Inuzuka realizó su técnica y devolvió el arma a su dueño. Datsue no se movía, y sin duda debía tener algún motivo. Sin embargo, eso solo hacía mas inminente la confrontación directa, de nuevo. Quizás no era la mejor de las opciones, pero era su especialidad. No podía permitirse el lujo de pensar que su rival era mejor que él en distancias cortas. En última instancia, cuando la estrella metálica parecía que iba a impactar en el Uchiha, Datsue movió un simple dedo y ésta se detuvo. No, no solo se detuvo, si no que como por arte de magia, volvió a retractar sus pasos —por llamarlo de alguna manera— y se dirigió por segunda vez hacia el rastas. «¡Éste tipo...! ¿¡...qué cojones pasa con él!?» El Inuzuka, que se precipitaba sobre Datsue, y a la misma vez contra ese rebelde shuriken, no tuvo mas opción que recurrir a una estrategia improvisada con una técnica que él mismo había improvisado. Si, todo muy improvisado. Sin tiempo que desperdiciar, Etsu dio una salto hacia su flanco izquierdo. La misma carrera que llevaba hacía imposible que saltase en horizontal perfecto con referencia a su oponente, claramente pasaría por el flanco del mismo en algún momento del salto si es que nada variaba. Pero, si que varió algo. En el mismo salto, el Inuzuka realizó un sello a una mano con su zurda, y pateó literalmente el aire, como si se tratase de una pared. Con ayuda de la técnica, se lanzó directamente contra Datsue rompiendo todas las reglas de la física. Cargó levemente el puño diestro, y con descaro lo lanzó en pos de golpear el rostro del Uchiha, con un simple pero brusco puñetazo. Quitando la presión que estaba buscando sobre su oponente, cada vez tenía mas próxima una oportunidad de hincar sus fauces en su rival. Era solo cuestión de tiempo que cayese entre sus dientes. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 16/06/2018 Con una agilidad asombrosa, Etsu evadió un shuriken a bocajarro con un salto en diagonal. Un salto que, por otra parte, le dejaba vulnerable. «¡Esta es la mía!» El Uchiha lanzó el kunai, al mismo tiempo que Etsu formaba un sello y cambiaba mágicamente la trayectoria de su caída. «Pero, ¿qué coño?». El kunai lanzado fue tan directo al estómago del kusajin como el puñetazo de éste al rostro del Uchiha. Dasue levantó una mano, tratando de bloquear el golpe del mismo modo en que había hecho minutos atrás, cuando había colocado en los nudillos de Etsu un sello. No llegó a tiempo, y el puñetazo alcanzó su quijada, mientras su mano agarraba el antebrazo de Etsu. Aguantó el golpe con rabia, tensando todos los músculos de su cuello y piernas. —Me has dado en la cara. —Lo dijo como si Etsu hubiese hecho la cosa más terrible del mundo. No había cosa que más odiase a que le golpeasen en el rostro. Un hilo de sangre cayó por sus labios—. Esto se ha acabado —sentenció. El kanji del Fuego apareció entonces en el antebrazo de Etsu. Le acababa de colocar un sello. Un sello muy particular. Un sello que pondría fin a aquel combate. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 17/06/2018 Presión, presión, presión y más presión. Como el abuelo decía, la mejor defensa es un buen ataque, uno sin titubeos, que no deja al oponente la capacidad de reaccionar. Siguiendo esa senda, Etsu se precipitó sobre su oponente como un lunes de invierno, sin clemencia. Quería sentenciar al combate a su favor, y no parecía que Datsue estuviese de a cuerdo con ello. Al parecer éste no quería ceder el privilegio de la victoria, quería saborear la miel también. Se lanzó en un salto que claramente le dejaba en vulnerabilidad, un claro y gigante cartel de "golpeame" relució sobre su cabeza, un cartel tan flamante y llamativo que era imposible no hacerle caso. Evidentemente, Datsue y un arma que había aparecido por arte de magia en su mano, vieron esa buena oportunidad. Pero, todo cambió en un último instante, Etsu cambió la trayectoria de su salto en el mismo, pensando que sería lo suficientemente bueno como para engañar a su oponente. Sin embargo, éste ni corto ni perezoso, pareció leer sus movimientos, sus intenciones, su mente. «¡Mierda!» Al instante lo comprendió, golpearía a su oponente, pero éste iba a causarle una buena herida. Pensado y hecho. Pero no podía ceder, al menos no en ese momento, había puesto una gran energía en ese movimiento, y aunque quisiese ya no podía detenerse a sí mismo. Un intenso dolor le sacudió desde el estómago, y con la misma rabia sacudió el rostro del Uchiha. Fue un golpe rotundo, intenso y sin duda pleno. Aunque éste había intentado desviar el golpe en última instancia, la misma fuerza centrífuga se lo había hecho imposible. —¡Tsk! —chasqueó la lengua, desviando por un instante su mirada a su estómago, donde el metal estaba clavado, haciéndole sangrar. Al volver su mirada a Datsue pudo observar que no era el único sangrante. Aunque la diferencia era bastante grande, el Uchiha tenía un reguero de sangre cayendo por el labio. Datsue, notoriamente enfadado y con el antebrazo de Etsu tomado aún, aseguró que el encuentro había acabado. «Hostia... ¡mierda!... no me digas que...» su mirada se fue directa hacia el brazo que el Uchiha había interpuesto para que no golpease su rostro. Sin mas, pensó que éste de nuevo iba a usar la sucia estrategia esa que le había paralizado anteriormente, esa que aseguró que no volvería a topar. Cual buen humano, tropezó dos veces con la misma piedra del maldito camino. «Dos veces lo mismo, dos putas veces has caído en lo mismo... joder.» Y sin pensar en las consecuencias demasiado, aprovechando que éste tenía agarrado levemente su antebrazo, terminó por llevar su otra mano por el lado contrario hacia la nuca del chico. Entre tanto, la mano que había golpeado buscó al igual que su contraria el recoveco hasta llegar al mismo lugar, tomando al chico en un agarre perfecto para el combate en extremadamente corta distancia. No sabía cuanto tiempo iba a pasar hasta que le afectase la parálisis, pero sin duda lo iba a aprovechar para lo que el Uchiha quería hacer, terminar el combate. A su espalda, unos diminutos pasos que claramente no pertenecían a una persona se hicieron notorios. Pero antes que eso, un impulso casi instantáneo al ejecutar la presa. Un impulso que vino buscando elevar su rodilla hasta el estómago del chico, donde la hundiría sin piedad. El gesto lo acompañaría tirando del chico hacia sí mismo, buscando desestabilizarlo lo suficiente para que el golpe entrase. Tras ello, no conforme con ese fugaz golpe, buscaría un segundo golpe de rodilla con la pierna adversa. Fuese o no efectivo, hiciese bien o no su trabajo, el refuerzo había llegado. Akane, directo y rápido como un rayo en una tormentosa noche, se lanzaría hacia el gemelo de Datsue, donde mordería con rabia. Las fauces se había dirigido hacia la presa, dado que la presa no había retrocedido mas. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 18/06/2018 Pero Etsu se había equivocado en una cosa. No, no le había agarrado el antebrazo levemente. Y ni mucho menos iba a permitir que se zafase de él tan fácilmente. Valiéndose de una fuerza mayor, su mano era como un cepo sobre la pata de un pobre animal. Tiró de ella hacia un lado, impidiendo que tomase su cabeza o cualquier parte de su cuerpo, al mismo tiempo que atrapaba la otra mano del kusajin, por la muñeca, antes de que ésta alcanzase su nuca. El iris de Datsue, inundado en el rojo del Sharingan, parecía volar por cada músculo que su adversario tensase. Fue entonces cuando tiró de Etsu hacia él, a la par que su frente avanzaba hacia el rostro de Etsu como si su cabeza fuese un martillo y la nariz del contrario un clavo mal puesto. Tan concentrado que estaba en el frenesí de la batalla, no reaccionó a tiempo a unos claros pasos de animal que se acercaban por su espalda. ¿El resultado? Una fea mordida en su muslo. El Uchiha aulló de dolor. —¡Hijo de puta! —blasfemó, al ver que era su perro el que le estaba mordiendo la pierna—. ¡Tramposo kusareño de mierda! —Perdónenle. La ira estaba hablando por él. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 19/06/2018 Pese a su rápida estrategia esgrimida en la mente, su oponente prosiguió adelantandose en los acontecimientos, como si de antemano supiese absolutamente todo. Para colmo, Etsu pudo comprobar de primera mano que su oponente era claramente mas fuerte que él, y por ende no pudo completar su propósito de ataque. No solo eso, si no que su rival le propinó un cabezazo que apenas pudo evitar, tan solo pudo oponer la frente a la de su antagonista, en pos de que éste no le reventase la nariz. —¡Hostia puta...! —se quejó al recibir el impacto. Sin embargo, su momento de contraatacar había llegado, a manos de una distracción que claramente sacaría de sus cabales al Uchiha. Con el mordisco de Akane, Datsue perdió el control en su vocabulario, totalmente. Blasfemó al Inuzuka, e incluso a su patria. Sin embargo a éste no pareció afectarle en lo más mínimo. Justo al contrario, sonrió. Aprovechando la situación —el mordisco de Akane, y el encabronamiento de Datsue— el rastas le devolvió el cabezazo, directo y sin titubeos. En ese instante, Akane aprovecharía para afianzar aún mas el bocado, y jalar hacia si mismo mientras sostenía un claro gruñido. No estaba dispuesto a dejar perder a su hermano. Sin demora, y aprovechando ahora la posible inestabilidad que hacían entre su cabezazo y el jalón de Akane, Etsu intentaría barrer con la pierna derecha a Datsue y saltar hacia delante. El propósito estaba claro, hacerle caer y con ello caer encima, y posiblemente liberar ambas manos. Si así sucedía, lo tendría entre las cuerdas. —Hey tío, disfruta el combate, cada uno lo hace a su manera... ¿no? —aprovecharía a decir. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 20/06/2018 Tenía que haber terminado aquel combate mucho antes, cuando había paralizado a Etsu con el Jigō Jubaku no In. Y es que, mientras Etsu sonreía, él sufría. No estaba hecho para sangrar. Para sufrir. Para bregar en un combate sangriento, rudo y violento. Para empezar, nunca le habían gustado aquel tipo de combates, sin recompensa para el ganador, con el único objetivo de entrenar. Por no gustar, no le gustaba ninguno. Si acaso, aquellos en los que el componente estratégico era dueño y señor de la batalla. Le gustaba poner a prueba su mente… … pero sin que a su cuerpo le pasase factura. ¡Crack! El sonido de cabeza contra cabeza. Se tambaleó. Su mente se desconectó por un instante. Y, entonces… … entonces recordó por qué luchaba. Por qué había sido de él, de hecho, quien había propuesto aquel combate. Verse superado numéricamente. Estar contra las cuerdas. Sí, aquello era justamente lo que estaba buscando. Porque debía estar preparado para lo que se avecinaba, en cierto lago de cierta Villa no tan lejana. Vio como Etsu le zancadilleaba. Datsue le soltó los brazos. De pronto, sabía lo que hacer. Mientras caía, como un moribundo al despeñarse por un desfiladero, asió lo único que tenía a mano para salvarse. La única grieta en la escarpada piedra para agarrarse. El kunai que Etsu todavía llevaba clavado en el estómago. Lo sacó. Etsu le cayó encima, con todo el peso de la muerte. Datsue le dio la bienvenida. La muerte era, en aquellos momentos, su mejor aliada. Aprovechando la proximidad de sus cuerpos le apuñaló de nuevo en un costado. Con rabia, mientras colocaba el brazo izquierdo entre él y Etsu y su espalda se daba de bruces contra el suelo. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 23/06/2018 La caída fue intencionada, e inevitable. Ambos comenzaron a caer, y en la misma caída, el Uchiha deshizo su presa sobre Etsu. Era absurdo, al menos lo tenía tomado de esa manera, soltarlo solo podía significar que para nada pensaba en la posibilidad de rendirse. Etsu lo tenía casi todo de su parte, al menos ahora. Raro era que su oponente no le hubiese inmovilizado o alguna movida de esas suyas. Quizás, solo quizás, tenía algún tiempo de activación entre una ejecución y otra, o simplemente requería de un gasto muy elevado de chakra.... a saber. Fuese como fuese, los milisegundos pasaron de manera que casi parecían milenios enteros. Etsu tomó aire para cuando pudo notar que Datsue tomaba su kanai, deslizandolo por la herida que ya bien le había causado. No pudo evitar una mueca de dolor, era obvio que dolía. Sin embargo, en plena caída y con su rival buscando sacar su arma, la balanza parecía desnivelarse hacia su favor. En una mirada, todo quedó dicho entre Etsu y su can. Las palabras sobraban para que ambos supiesen lo que querían decirse el uno al otro, y mas aún a la hora de combatir. Estaban mas que acostumbrados a luchar en una perfecta sincronización. Sin pensarlo siquiera, antepuso ambas manos entre su rival y él, buscando topar con éstas e interceptar los antebrazos de Datsue; ambos. De esa manera, se aseguraba que aunque la fuerza de su oponente era mayor, no pudiese acertar tan plenamente en su intento por asesinarlo. Si bien cabía, el tipo arriesgaba mucho buscando herir de esa sobremanera. De nuevo, Etsu sintió el frío metal adentrandose levemente en su costado; en ésta ocasión el intento por herirle habría sido retenido en parte por su propia fuerza y la gravedad. Datsue incluso antepudo una mano entre ambos, a cuyo antebrazo también se afianzó el Inuzuka. Con los ojos clavados en su oponente, y el rostro de Akane a apenas centímetros del rostro del Uchiha, todo parecía finalizado. Obviamente, Akane mostró una gran agresividad, enseñando sus colmillos en un amenazante gruñido. —¿Lo dejamos en empate? —intentó de mediar tregua, dado que ambos parecían ser irremediablemente cabezones. Etsu siempre buscaba la victoria, era mas que prepotente en ello, pero en cierta manera su oponente era mucho mas fuerte. Tenía suerte de haber podido ponerle entre la espada y la pared... aunque él mismo andaba en la misma situación. RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 25/06/2018 No hirió como hubiese deseado a Etsu, y pronto la maniobra le jugó en su contra. Tirado en el suelo, con Etsu encima y su perro enseñándole los colmillos a centímetros de su rostro. Un jaque mate en toda regla. La salida que el kusajin le ofreció era un oasis en un desierto. —¿Lo dejamos en empate? Pues claro que aceptaba la propuesta. ¿Por qué no iba a hacerlo? ¿Solo porque una kunoichi a la que amaba yacía en el fondo de un lago? ¿Solo porque sabía que, de estar en esa posición frente a dos amejines al tratar de rescatarla, dicho empate no se le sería ofrecido? ¿Solo porque quería estar preparado para lo peor? Con cada pensamiento, las venas de cuello y frente se le iban hinchando. Miró al perro directamente a los ojos. —Calla. —Se introdujo en su mente y se la desgarró a dentadas. El perro cayó desmayado en el suelo. Miró a Etsu. —Estoy hasta los huevos de los empates. —El brazo que tenía interpuesto entre ambos, sujetado por Etsu, se escurrió hacia arriba, hasta tomar el cuello del kusajin como un cepo lo haría con la pata herida de un perro. Su otra mano buscó hundirle el kunai en el costado. No lo hizo con rapidez, sino con la lentitud de la marea al subir. Etsu también le sujetaba aquel brazo, pero, ¿cómo iba a detener él la fuerza del mar?—. ¿Me oyes? ¡Hasta los huevos! RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Inuzuka Etsu - 28/06/2018 El jaque mate estaba servido. Pese a ello, Etsu decidió tender su brazo a torcer, buscando dejarlo en meramente un empate. Ésta pequeña trifulca no era mas que un combate amistoso, al menos así se buscó desde un comienzo. Sin embargo, el acaloramiento del sol parecía haber frito algunas neuronas, y no tardó en revelarse cuán intenso estaba comenzando a ser todo. Iracundo, el Uchiha sentenció silencio. Con la misma mirada, hizo que Akane cayese casi desplomado. Por un segundo, Etsu contuvo el aliento, no entendía que diantres acababa de pasar. Antes siquiera de que llegase a poder formular una pequeña hipótesis, su oponente escurrió el brazo que tenía Etsu prisionero, y con el mismo agarró del cuello al Inuzuka. El aliento, que no sobraba demasiado, fue aprisionado por la inmensa fuerza del Uchiha, que no tardó en vociferar que estaba hasta los huevos de los empates. A su costado, el filoso metal comenzó a movilizarse poco a poco hacia su inicial destino, haciendo que el rastas no pudiese evitar expresar su dolor. Por un momento, todo comenzaba a verse realmente tétrico e irracional... «¿¿Qué cojones le pasa a éste tío??» no podía evitarse una y otra vez la misma pregunta, realmente no lo comprendía. Era una contienda amistosa, no había motivos para llevarlo tan al límite «¡debo sali! ¡tengo que salir de aquí! ¡sal de aquí tío!» Tenía que salir de esa situación, ya fuese de una manera u de otra. Por un instante, efímero pero que al chico se le hizo angustioso e interminable, labró sofisticadas estrategias en las que poder escapar de esa situación. Su mente saltó de una escena a otra, buscando las finitas posibilidades que tenía para zanjar éste asunto de manera eficaz y precisa. Sin embargo, estaba realmente contra las cuerdas... «¡A la mierda!» El chico recurrió a la estrategia mas simple y quizás mas inverosímil. Zafó su aprisionamiento del brazo que lo ahogaba, y con un movimiento brusco y sin precedentes, hincó indice y corazón en las cuencas. Sí, había recurrido a la estrategia mas sucia y primordial que existía en el mundo del combate cuerpo a cuerpo. Por mucho que le doliese tener que recurrir a algo así, mas le dolía el arma que tenía buscando perforarle algún órgano. En su acometida hacia las virtudes mas valiosas de un Uchiha, seguramente encontraría un final heroico aunque poco honorable. Quizás sería gesto suficiente como para hacer retractarse a Datsue, al menos sería una buena distracción. —¿¡Qué coño te pasa en la mente, estás imbécil o qué!? —con el mismo grito, el Inuzuka buscaría palmear con sendas manos los oídos del Uchiha, buscando así desorientarlo por completo. Por desgracia, ésto requeriría de dejar atrás la presión en contra del metal que el Uchiha agarraba. Aunque quizás en éstos momentos éste buscase con las manos sus ojos. Fuese como fuese, no buscaría por mucho mas tiempo la proximidad con éste mal pájaro. Sus alas negras ya habían sido mostradas al astro rey. Sin demora alguna, Etsu buscaría levantarse. Por un lado era arriesgado, pero... —Se supone que es un combate amistoso, ¿qué coño pretendes? no tienes que mostrarle nada a nadie, ¿acaso no puedes dejarlo estar? Lo peor, es que ésto provenía de alguien que normalmente era igual, incapaz de dejarse ganar. Un empate era asqueante también para él, tanto o mas que para su rival. Al menos eso creía. Por un momento, no pudo evitar buscar con la mirada a su hermano. Pero ante él tenía a un iracundo rival... ¿qué debía hacer? RE: ¡Nos comemos unas setas y pasa esto...! - Uchiha Datsue - 28/06/2018 Quién iba a pensar que aquel kusajin iba a recurrir a la táctica más sucia, rastrera y ruin de todas. De haber estado como espectador, Datsue le hubiese elogiado, diciendo que estaba hecho todo un ninja. Como no lo era, en su lugar… «¡Maldito perro sarnoso con pulgas! ¡Pretende arrancarme los ojos!» Datsue apenas había tenido tiempo a torcer la cabeza, dejando que las ahora alargadas uñas de Etsu perforasen su piel y le produjesen dos feos cortes. Uno que empezaba en la frente, cruzaba una ceja y terminaba en la sien; y otro que le arañaba la nariz. La sangre cayó por su rostro como las primeras gotas de agua al abrir de la ducha. Etsu se levantó entonces, empujado por el propio Uchiha, que recibió un último regalo en forma de palmada en sus oídos. «¡Hijo de la gran puta!» El Uchiha se irguió como un perro rabioso. —Se supone que es un combate amistoso, ¿qué coño pretendes? no tienes que mostrarle nada a nadie, ¿acaso no puedes dejarlo estar? —¡¿Dejarlo estar?! ¡¿Dejarlo estar?! —se desgañitó, mientras la sangre que caía por su frente perlaba de rojo su visión—. ¡Si lo dejo estar ella morirá! Su pecho subía y bajaba en una respiración agitada. Los dientes, apretados los unos contra los otros. Los puños, cerrados tan fuertemente que se hacía sangre. Miró al perro, todavía inconsciente. Luego el lugar que les rodeaba… Su pecho empezó a oscilar con menor rapidez. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Luchar a muerte contra un extranjero? ¿En la jodida frontera? ¿Desde cuándo se había convertido él en un suicida? |