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Nuevas heridas, nuevos conocidos - Versión para impresión

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RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 7/05/2020

Takumi parecía maravillado con su técnica, hablando de su sensei explícitamente «¿Su sensei es Uzumaki? Vaya, quizá la conozca...» Aunque nunca había escuchado el nombre de Junko. Sonrió al notar como el chico seguía entusiasmado por lo que acababa de descubrir hasta que ella admitió que necesitaba más entrenamiento.

Ehh... C-creo que puedo ayudarte con ello... C-con lo de m-mantenerlo digo.

Oh, ¿cómo podría? —preguntó con ojos brillantes. A pesar de la diferencia entre ambos, Eri no descartaba que el chico fuese bueno en aquello del control de chakra, no por nada era marionetista.

cuando creo hilos el chakra lo tengo que concentrar en un único punto y dirigirlo en una dirección constantemente. —Conectó otro hilo con su otra mano al kunai restante y lo hizo flotar y moverse. —Cuantos más hilos tengo que controlar, más complicado es, he de concentrarme más para mantener un flujo constante en todos ellos; e imagínate controlando una marioneta, con la de hilos que requiere eso. Yo estoy acostumbrado a ello por ser marionetista, pero los que no soléis usar el chakra de este modo se os puede complicar.

Eri miraba con el rostro emocionado a Takumi, quien no había vuelto a tartamudear mientras le hacía una demostración con sus hilos y un par de kunai que tenía. Parecía seguro de sí mismo mientras le explicaba cómo hacerlo, y ella no podía evitar asentir mientras escuchaba atenta a la explicación.

Intenta cuando crees las cadenas concentrarte en mantener un flujo de chakra constante, proyectándolo desde un punto sin bajar la intensidad; seguro que así puedes mantenerlo en el tiempo.

Está bien, seguiré tu consejo —asintió de manera energética mientras volvía a ponerse en posición, deshaciendo su cadena para poder concentrarse.

P-perdona... N-no quería darte una clase, o sea, seguro que ya sabías eso... —Aquello hizo que levantara ambas cejas, sorprendida por el cambio que acababa de dar el kazejin.

No dijo nada, pero sí le puso la mano en la cabeza y se la acarició, desordenando un poco sus cabellos.

Gracias, Takumi-san, seguro que con tu consejo se me dará mejor.

Y, la verdad, es que tenía razón. No había logrado una buena barrera porque se deshizo pronto, pero había logrado crear las cadenas necesarias para envolverla completamente y, oye, ¡algo era algo!


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 7/05/2020

Eri escuchó atentamente la explicación del marionetista. Cuando esta acabó la pelirroja deshizo su cadena y se volvió a colocarse para repetir la técnica.

Gracias, Takumi-san, seguro que con tu consejo se me dará mejor. —Dijo tras ponerle la mano en la cabeza y acariciarle levemente. El genin volvió a sonrojarse y levantó la cabeza, sonriendo.

Se sentía muy feliz de poder ayudar a su compañera, por fin sentía que aportaba algo a la Aldea que le había acogido. Acto seguido se alejó un poco para dejarle espacio a la Uzumaki para que realizara su técnica cómodamente. Ya con una distancia de seguridad se dirigió a la kunoichi.

¡Vamos! —Levantó su pulgar junto con una leve sonrisa. —Seguro que ahora te sale fenomenal.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 10/05/2020

¡Vamos!le animó el kazejin, y ella asintió sonrienteSeguro que ahora te sale fenomenal.

Tal y como había dicho Takumi, la kunoichi siguió sus consejos y, tras unos segundos, formuló la secuencia de sellos que precedía a la técnica. Acto seguido, de su espalda salieron un sinfín de cadenas que la rodearon por completo, desapareciendo después de unos dos segundos haciendo que su rostro, con una sonrisa ampliada, aparecieran detrás.

¿Lo has visto? —exclamó, cerrando las manos en puños y transformando su inicial sonrisa en una triunfal—. ¡He logrado crear todas las cadenas necesarias! Gracias, ¡gracias, Takumi-san! —agradecía mientras le tomaba de las manos.

»¿No te has planteado nunca ser instructor en la academia? —asaltó, de pronto, mirándole de nuevo a los ojos.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 11/05/2020

La Uzumaki realizó la técnica otra vez y esta vez una enorme cantidad de cadenas la cubrieron completamente. Tras un par de segundos las cadenas desparecieron, descubriendo a Eri con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Bravo! —Felicitó el marionetista mientras aplaudía a su compañera. —¡Sabía que te saldría genial!

Que su consejo la hubiera ayudado con la técnica le alegró enormemente, ayudar a una kunoichi de élite era algo que jamás se le hubiera pasado por la cabeza.

¿Lo has visto? —Celebró. —¡He logrado crear todas las cadenas necesarias! Gracias, ¡gracias, Takumi-san! —Dijo agarrándole de las manos.

E-ehhh... —El genin enrojeció ante los agradecimientos. —N-no ha s-sido nada Eri-san, es un p-placer poder ayudarte...

¿No te has planteado nunca ser instructor en la academia? —Le preguntó mirándole a los ojos.

El kazejin nunca se lo había planteado. Tenía un objetivo de vida mucho más complicado, y utópico por mucho que le costara admitirlo, pero ahora aquella idea no le parecía tan mala. «Educar a las nuevas generaciones... Puede ser interesante...» Aunque tampoco sabía el aguante que tendría con los niños, así de primeras no lo veía algo vocacional.

Pues... —Le costaba mantener la mirada, aún sonrojado. —N-nunca me lo había planteado la verdad, pero no lo descarto en un futuro... Aunque antes que profesor de academia me llama más ser sensei de algún genin o chūnin, o entrar en ANBU puede ser una buena opción... Un buen marionetista puede ser un efectivo excepcional para misiones complejas, y al ser pocos no puedo olvidar esa opción... —Se le veía confuso sobre qué camino tomar como shinobi, sus objetivos eran muy ambiciosos y eso hacía que no tuviera mucha idea de que pasos seguir.

»Bueno... —Musitó. —Como ves no tengo muy claro lo que hacer con mi vida...


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 11/05/2020

Takumi parecía algo nervioso por los arranques efusivos que tenía la kunoichi, pero ésta no parecía darse cuenta, demasiado alegre y contenta por haber dado un pequeño paso más allá con su técnica. Luego llegó la hora de la contestación del chico, a lo que ella fue respondiendo a base de asentimientos, señal de que le escuchaba todo el tiempo.

N-nunca me lo había planteado la verdad, pero no lo descarto en un futuro... Aunque antes que profesor de academia me llama más ser sensei de algún genin o chūnin, o entrar en ANBU puede ser una buena opción... Un buen marionetista puede ser un efectivo excepcional para misiones complejas, y al ser pocos no puedo olvidar esa opción...

Ella había sido sensei de tres genin, actualmente lo era de dos de ellos, siendo Riko el tercero. Sonrió con cierta tristeza al recordarlo, pero pronto lo borró de su mente al escuchar que una de sus aspiraciones era llegar a ser un gran ANBU marionetista. «Ojalá llegues a serlo, Takumi», pensó para sí, sin dejar de mirar al kazejin.

Como ves no tengo muy claro lo que hacer con mi vida...

¡Pero tienes un montón de posibilidades a contemplar! —exclamó, soltándole por fin las manos—. Fíjate, yo soy jōnin, pero aun así, siempre quise poder servir a mi villa de cualquier forma, entonces me conformé, tu tienes grandes aspiraciones que seguro algún día logras, ¡y yo estaré ahí para verlo!

Le sonrió ampliamente, enseñándole sus dientes mientras cerraba ligeramente los ojos. Le acababa de decir lo que realmente sentía en ese momento, y era que, pese a que no se conocían, la chica quería seguir en contacto con él y formar una pequeña amistad. ¿Era demasiado efusiva? Sí, pero eso no la podría detener.

Si quieres, claro... —se llevó una mano a la nuca.

Él sí podría.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 12/05/2020

La kunoichi iba asintiendo ante la explicación del de gafas, este segundo no es que se explicara precisamente bien, pero ella parecía seguir el hilo de lo que buscaba decir. Por un momento en su cara se reflejó una sonrisa... ¿Melancólica? Pero no llegó a dar vueltas a esto ya que seguía con la celeste mirada de la pelirroja sobre él.

Takumi había vivido desde los siete años hasta los quince únicamente junto a Itona en un campamento apartado de toda civilización, de vez en cuando bajaba a Inaka para comprar medicinas o algún alimento, pero nada más. Por aquella peculiar situación lo que es la interacción con otras personas no la tenía muy trabajada y le costaba llevar una conversación normal; esto es otro de los tantos factores que le llevaban a tener esa expresión, una mezcla de tristeza y melancolía, junto a unos ojos fijos en el horizonte. Gracias a Dios al año de vivir dentro de los lindes de Uzushiogakure había conseguido tener conversaciones normales, forzando una expresión más feliz y amable, dejando de preocupar así a quien dialogara con él.

¡Pero tienes un montón de posibilidades a contemplar! —Exclamó la Uzumaki, soltándole la manos. Esto hizo que el enrojecimiento del genin se rebajara, pero aún se notaba algo de rubor en sus mejillas. Ya estaba acostumbrado a hablar sin dificultades con otras personas, pero por alguna extraña razón que no llegaba a comprender al entablar conversación con una chica a veces todo su esfuerzo quedaba en nada y sus dificultades volvían. «Itona, ya me podrías haber enseñado a hablar sin parecer subnormal en vez de a preparar té... No sería por falta de tiempo...»

»Fíjate, yo soy jōnin, pero aun así, siempre quise poder servir a mi villa de cualquier forma, entonces me conformé, tu tienes grandes aspiraciones que seguro algún día logras, ¡y yo estaré ahí para verlo! —Culminó mostrando una gran sonrisa. Y una sensación que parecía olvidada para el de Inaka volvió tras años enterrada en las arenas de su desierto personal.

Esta sensación... Era agradable. Le costaba recordar la última vez que había sentido algo similar. Era similar a cuando era pequeño, cuando salía a jugar con sus amigos de Inaka, ¿qué habría sido de ellos? «Lo más probable es que muchos murieran en la Guerra Civil...» Le recordaba a cuando llegaba a casa y su madre cosía hermosos kimonos, le recordaba a su hermano contándole viejas historias sobre los shinobis y la extinta Sunagakure... Le recordaba a cuando era feliz. Una tímida sonrisa melancólica apareció en su rostro.

Si quieres, claro...

¡Claro que sí! ¿Cómo no iba a querer? —Dijo el marionetista con una sonrisa de oreja a oreja.

»Pero Eri-san, —Comenzó, ya más calmado por aquella sensación. —no digas que te has conformado. Eres aún muy joven, vamos seguro que somos de la misma quinta más o menos, —Se aventuró a adivinar aunque sabía que los Uzumakis podían engañar mucho con su edad. —¡y ya eres una kunoichi de élite!

»Aún te quedan muchos años por delante y hay una infinidad de formas en las que servir a la Villa. Tu aspiración es enorme también y estoy seguro de que serás capaz de encontrar otros métodos para lograrlo. —Esta vez fue el kazejin el que agarró las manos de la jōnin.

»Al fin y al cabo compartes sangre con Shiona-sama, no llegué a conocerla por desgracia, pero mi sensei habla maravillas de ella. Eres una Uzumaki y seguro que encontrarás mil y un maneras de hacer de Uzushiogakure no Sato un lugar mil veces mejor... ¡Y yo estaré ahí para verlo! —Finalizó manteniendo su sonrisa.

No era mucho de dar discursos así pero notó cierta, ¿tristeza?, en las palabras de su compañera sobre sus ambiciones. Y no iba a dejar que después de todos los ánimos que le había dado y aquel agradable calor de su niñez que le hizo volver a sentir se fuera pensando que se estaba conformando. No. Ella estaba haciendo un servicio ejemplar por la Aldea, ayudando a Takumi a integrarse como si hubiera nacido en el Remolino desde siempre.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 12/05/2020

Eri esperó a la contestación del chico. A veces solía arrepentirse por su efusividad, pero la sonrisa de oreja a oreja justo después de su afirmación hizo que su duda se redujese a cenizas. Antes de conocerle, realmente pensó que le recordaría a Juro, pero cuando por fin lo tenía delante eliminó todos aquellos pensamientos que los relacionaban y descubrió que Tsukisame Takumi era, sin duda, un gran chico que nunca había podido conocer hasta ahora.

Pero Eri-san, no digas que te has conformado. Eres aún muy joven, vamos seguro que somos de la misma quinta más o menos,Eri le echó una ojeada a Takumi mientras hablaba, curiosa por lo que acababa de decir¡y ya eres una kunoichi de élite!

Fue el turno de la Uzumaki el sonrojarse por las palabras del chico, pero pronto se pasaron aquellos colores, más curiosa por las palabras del joven que por su cumplido. ¿Ambos tendrían unos diecisiete años? ¿Y por qué le había echado trece? ¿Acaso ahora lo vería más como a Hana? Igualmente, no le dio más importancia que aquella. Ya echaría una ojeada a su expediente...

Pero Takumi no se detuvo ahí, continuó dándole ánimos para que no se conformase, para que continuara con sus ambiciones y lograr conseguir aquello que buscaba: servir a la villa de la mejor forma posible. La sonrisa de la chica ya era permanente en su rostro e incluso le comenzaban a doler las mejillas, pero no le importaba.

Era una sensación agradable.

Al fin y al cabo compartes sangre con Shiona-sama, no llegué a conocerla por desgracia, pero mi sensei habla maravillas de ella. Eres una Uzumaki y seguro que encontrarás mil y un maneras de hacer de Uzushiogakure no Sato un lugar mil veces mejor... ¡Y yo estaré ahí para verlo!

Cuando escuchó sus palabras en los labios del chico algo se removió en su pecho, y, sin pensarlo, se tiró hacia él para darle un abrazo, impulsada por la alegría y aquello que sentía en su interior, sin comprender, quizá, que estaba cruzando una línea que no debería.

Gracias, Takumi-san —murmuró.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 13/05/2020

La pelirroja se lanzó a darle un abrazo al marionetista, haciendo que este cortocircuitara y se enrojeciera enormemente. No sabía que hacer exactamente, llevaba mucho tiempo sin recibir un abrazo. Decidió corresponderle de la misma manera a la kunoichi y llevó sus brazos, mientras temblaban ligeramente, hasta abrazar a su compañera. El primero que había recibido en casi una década.

Gracias, Takumi-san. —Susurró.

N-no ha s-sido n-nada. —Estaba completamente nervioso y rojo como el pelo de la jōnin. —Y g-gracias a ti también...

¿Y ahora qué? Si seguía en esta situación su cerebro iba a sobrecalentarse y acabaría desmayado en el suelo.

M-me preguntaste antes p-por mis marionetas, ¿no? —Intentó salir de aquella situación que, aunque agradable y reconfortante por un lado, le era extraña casi por completo y no sabía como llevarla. —Si q-quieres puedo enseñártela ahora, aunque de m-momento solo tengo una... —No sería la mejor forma de salir de ahí, pero tampoco se le ocurrió nada mejor y así al menos dejaría de morirse de vergüenza sin saber el por qué.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 13/05/2020

Él le devolvió el agradecimiento, al igual que el gesto, y ambos se quedaron así durante unos segundos. Por su parte, Eri estaba contenta de escuchar aquello de los labios de alguien que no fuera su familia, ajena a lo que podría estar pasando por la cabeza del kazejin, disfrutando del contacto que hacía mucho no sentía.

M-me preguntaste antes p-por mis marionetas, ¿no?Al escucharle hablar, Eri se separó de él, cortando el abrazo y rascándose la mejilla al entender que estaba nervioso. Quizá se había pasado. Escuchó cual eco sus palabras recién pronunciadas: le hablaba de sus marionetas. Si q-quieres puedo enseñártela ahora, aunque de m-momento solo tengo una...

¡Claro! Me encantaría verla. —Se dejó caer al suelo, mirando al chico, expectante por ver su creación—. ¿Tiene nombre? ¿Te costó mucho hacerla? —Al final, la impresión que estaba dando era la de una chica curiosa más que una joven jōnin formada. Pero en aquel momento, su curiosidad pesaba más que cualquier otra cosa.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 14/05/2020

La kunoichi parece que notó el nerviosismo del kazejin y cortó el abrazo, pudiendo el segundo relajarse ligeramente y reduciendo su rubor.

¡Claro! Me encantaría verla. —Se sentó en el suelo. —¿Tiene nombre? ¿Te costó mucho hacerla?

Takumi esperó a responder sus preguntas con su artefacto delante. De su portaobjetos sacó un pergamino pequeño, lo abrió y tras una nube de humo se comenzó a distinguir a la pequeña marioneta. Era de casi un metro de altura y sus rasgos faciales eran similares a los de un simio. Su pelo anaranjado estaba recogido en un moño alto con una pieza de bronce pulido con los kanjis de "Rey Mono" grabados en él. De cintura para arriba llevaba unos vendajes blancos en los antebrazos y una capa roja atada con un nudo en la zona del cuello. Sujetos con un obi negro, vestía unos pantalones bombachos blancos con motivos florales de crisantemos carmesíes y sus pies iban cubiertos por unas botas negras altas que acaban en una punta curva y llegan hasta la mitad del gemelo, son de color negro y decoradas con motivos de remolinos plateados. En la punta de sus dedos se podían ver unas afiladas cuchillas a modo de garras.

Bueno... Pues este es Mono. —Tocó con las yemas de los dedos en diferentes puntos del títere y con unos hilos de chakra argénteo lo activó, comenzando la marioneta a flotar en el aire. —La hice hace ya... ¿dos o tres años? Estuve un año entero haciéndola, mi maestro quería precisión milimétrica en mi primera construcción seria. —Comenzó a realizar piruetas y cabriolas para mostrarle un poco. —Pero aún no está terminada, tengo pensado ya algún accesorio que añadirle... Pero aún no consigo que quede todo lo bien que quiero.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 14/05/2020

Takumi sacó un pergamino, lo abrió y pronto de él salió una pequeña marioneta, pero más que a un humano, parecía un mono con el cabello anaranjado, recogido con una pieza que rezaba el nombre de Rey Mono. «Vaya, se lo ha currado mucho...», no pasó por alto todo el ropaje que llevaba encima, mirando a la marioneta de arriba a abajo. Ella se había imaginado algo más simple, como los títeres que veía a veces, pero no se hubiera imaginado nada igual.

Bueno... Pues este es Mono.presentó a su creación, y Eri, inconsciente, levantó una mano, como si saludara a la marioneta. Él la levantó usando sus hilos de chakra. La hice hace ya... ¿dos o tres años? Estuve un año entero haciéndola, mi maestro quería precisión milimétrica en mi primera construcción seria.Eri miraba, con fascinación, como la movía para mostrarle más de ella. ¿Sería complicado hacer algo así?Pero aún no está terminada, tengo pensado ya algún accesorio que añadirle... Pero aún no consigo que quede todo lo bien que quiero

¿Le falta algo más? Porque parece que ya esté terminada, vaya, no me hubiera imaginado que se decorasen tanto... —se sinceró—. ¿Qué accesorios le quieres poner? —volvió a cuestionar, sin dejar de mirar a la marioneta.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 14/05/2020

¿Le falta algo más? Porque parece que ya esté terminada, vaya, no me hubiera imaginado que se decorasen tanto... ¿Qué accesorios le quieres poner?

La jōnin tenía parte de razón, muchos marionetistas no se esforzaban tanto en decorar sus marionetas, pero a Takumi le gustaba cuidar los detalles para hacer más personales sus marionetas. Pero lo normal era añadirles un poco de pelo y una túnica larga como mucho.

A ver como tal está acabada, es una marioneta muy simple. —Admitió. —Pero aún puedo añadir más bolas de humo, veneno o fuego en sus tubos... —Puso a Mono frente a la pelirroja. Primero le mostró las palmas de las manos de la marioneta, en las que se abrieron sendas compuertas circulares, y luego la boca del artefacto también se abrió.

»Se pueden acoplar en estos tubos que lanzan su contenido, pero de momento solo puedo expulsar una nube de humo venenoso. —Lo dijo como si fuera poca cosa, pero le fue útil en su combate contra Ranko, como elemento sorpresivo estaba más que bien. —Y tenía pensado hacerle un par de tentáculos, por así llamarlo. Así puedo golpear a más distancia e inmovilizar a la gente... —Se quedó callado durante un instante.

»Sé que ponerle tentáculos a un mono no es que pegue muy bien, pero es efectivo para el uso que le puedo dar a esta marioneta. —Acabó bromeando sobre su propia creación mientras se rascaba la nuca.

Hablar sobre marionetas le fascinaba, su composición, su versatilidad... Todo. Por lo que a veces se podía pasar de pesado tratando este tema. Aunque se había cuidado de no hablar de mecánica muy específicamente, ya había aburrido a varias personas que se habían mostrado curiosas ante el compañero de combate del kazejin.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 16/05/2020

A ver como tal está acabada, es una marioneta muy simple«Yo a eso no lo llamaría simple...» pensó para sí, pero se ahorró el comentario. Pero aún puedo añadir más bolas de humo, veneno o fuego en sus tubos...

Acercó su marioneta a la chica, y ella miró lo que él quería enseñar: en las palmas de sus manos habían compuertas donde seguramente se acoplarían las bombas. Además de esas, también podía meter algo en la boca de Mono. Takumi admitió que de momento, su marioneta solo podía lanzar nubes de humo venenoso, y aunque a él no le sonase algo muy fuerte, a ella le dejó una cara de asombro. ¡Lanzar humo venenoso ya era algo muy grande!

Y tenía pensado hacerle un par de tentáculos, por así llamarlo. Así puedo golpear a más distancia e inmovilizar a la gente...El Kazejin calló por un momento, como sopesando lo siguiente que quería decir. Sé que ponerle tentáculos a un mono no es que pegue muy bien, pero es efectivo para el uso que le puedo dar a esta marioneta.

¿Por qué querrías ponerle tentáculos a una marioneta? Entiendo que pueda ser de mucha utilidad pero... ¿Por qué no...? —fue su turno de mantenerse callada, cuando un ligero rubor se instauró en sus mejillas—. ¿Unas cadenas? —dejó caer, desviando la mirada.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Tsukisame Takumi - 17/05/2020

¿Por qué querrías ponerle tentáculos a una marioneta? Entiendo que pueda ser de mucha utilidad pero... ¿Por qué no...? —Se quedó callada un momento y el marionetista estaba expectante. —¿Unas cadenas?

Puede ser una buena idea... —Comenzó a tocarse la barbilla mientras su cabeza barajaba esa opción. —Sería más resistente que hacerlo de eslabones de madera pero más complicado de trabajar, aunque le puedo pedir ayuda a Reiji-san... —Comenzó a musitar velozmente.

De repente se le iluminó la cara y chocó su diestra cerrada contra la palma de su otra mano.

Espera acabo de tener una idea, Dios... —Comenzó a excitarse. —¡Eri-san eres un genio! Con Mono el ponerle cadenas aumentaría en exceso su peso y reduciría su movilidad, pero las cadenas se pueden añadir a una marioneta más grande y centrada en el ataque contundente. O algo mejor incluso, una marioneta que sea una especie de mochila de la cual salgan cadenas similares a las tuyas y que pueda manejar yo con los hilos de chakra... —Hablaba muy rápido de lo emocionado que estaba por aquella idea.

Se acercó a su compañera, se agachó y le agarró las manos.

¡En serio Eri-san, mil gracias por esta idea! —No dejaba de sonreír. —Gracias a ti creo que puedo hacer una marioneta muy innovadora. —Le soltó las manos y se puso de pie. —Es que es algo que no he visto en ningún tratado o manual de marionetismo... ¡Es genial!

Una marioneta que fuera un accesorio que ayudara en el combate, igual que el brazo de Saki en Notsuba. Podría sacar cadenas de ella y sorprender a sus adversarios, marionetistas incluídos.


RE: Nuevas heridas, nuevos conocidos - Uzumaki Eri - 19/05/2020

Takumi sopesó la idea bajo la atenta mirada de la kunoichi, escuchando como mencionaba a Reiji para ayudarle con el artefacto. Sin embargo, algo pareció reaccionar dentro de la mente del chico, cambiando su rostro a uno más iluminado, como si hubiera tenido una idea brillante.

¡Eri-san eres un genio! —la joven se sonrojó ligeramente al escuchar el cumplido del chico, quien prosiguió hablando—. Con Mono el ponerle cadenas aumentaría en exceso su peso y reduciría su movilidad, pero las cadenas se pueden añadir a una marioneta más grande y centrada en el ataque contundente. O algo mejor incluso, una marioneta que sea una especie de mochila de la cual salgan cadenas similares a las tuyas y que pueda manejar yo con los hilos de chakra...

Hablaba deprisa, muy deprisa, y ella intentó captar todo lo que él decía llevado por su creciente excitación sobre la idea de una marioneta centrada en el combate cuerpo a cuerpo. No pudo evitar sonreír ante la alegría que desprendía el kazejin, inmerso en una idea que sin duda, parecía realmente buena, aunque ella no entendía del tema.

Se acercó a ella y le agarró las manos, haciendo que su sonrojo aumentase. Al final se convertiría en una tradición uzujin aquello de cogerse las manos. Le miró directamente a los ojos, sonriéndole de vuelta pues su alegría al final la había contagiado cuando comenzó a agradecerla.

Gracias a ti creo que puedo hacer una marioneta muy innovadora. —Le soltó las manos y se puso de pie. —Es que es algo que no he visto en ningún tratado o manual de marionetismo... ¡Es genial!

Perdón que no entienda bien de lo que hablas, pero seguro que es una gran idea —asintió ella, sincera—. No sé muy bien cómo podría ayudarte con ello, pero ten por seguro que si necesitas algo, ¡estoy aquí! — Y levantó el dedo pulgar, dándole su aprobación.

La sola imagen de un compañero de villa tan ilusionado por algo la llenaba de determinación. Quizá ella debería ver como crear algo nuevo... Si al menos tuviera una idea.


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