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[Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Versión para impresión

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RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Eikyuu Juro - 7/03/2016

Cielos… Está genial —dijo sin contener su opinión—. Los artistas callejeros de hoy en día si que son habilidosos.

Juro alzó las cejas, tratando de adivinar si Kazuma estaba hablando realmente en serio. Esperaba que no, desde luego que eso no le parecía un buen arte.

Juro, usa tu Suiton para conseguirnos algo de agua.

- Las técnicas que conozco podrían romper... - empezó a advertir Juro, hasta que su mente se iluminó en ese mismo momento. ¿Cómo no se le había ocurrido antes? - Claro, ahora mismo.

Juro dejó el balde bien posicionado casi al borde de la acera, asegurándose de que estaba lo suficientemente lejos para no mojar a nadie. Después de eso, se alejó un poco y sacó el látigo.

- Mejor no me arriesgo a acercarme a la casa, realmente no lo controlo muy bien... - Con esto daba pie a que sus compañeros no se acercaran mucho a él - Espero que nadie pase por aquí justamente ahora....

Juro lanzó hacia atrás su látigo, y en el mango de este comenzaría a brillar el kanji que representaba al elemento suiton. En cuestión de segundos, Juro lanzó el látigo hacia el suelo, mientras este se hinchaba levemente. El látigo golpeó el suelo justamente al lado del cubo, y provocando que un gran chorro de agua saliese cubriendo el cubo y una pequeña área a su alrededor, de apenas metro y medio.

Juro recogió el látigo, mirando con alivio como nadie parecía haberse enterado a parte de los dos genins. Se acercó al cubo y lo recogió. Estaba completamente empapado, pero el agua ya llegaba a la mitad, quizá un poco más. Algo era algo. Lo cogió con fuerte, tratando de que no se le resbalase en ningún momento y causase algún accidente.

- ¿Te vale? – le preguntó a Nabi, llevando el cubo cerca de la pared, pasando a su lado para que lo pudiese ver.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Hanamura Kazuma - 8/03/2016

El muro que debían de purificar se encontraba justo frente a ellos, con un gran dibujo negro que se presentaba como algo difícil de borrar. Las reacciones diferían entre los Genin; unos estaban impresionados por la extensión del acto vandálico y otros simplemente repugnados ante la falta de buen gusto del grafiti. Por su parte Nabi sufrió un arranque de… Bueno, de esos que le solían dar cuando se imaginaba a sí mismo como una especie de líder. Sin mediaciones ni permisos, le ordenó a Juro que consiguiera un poco de agua. Este, para sorpresa de Kazuma, obedeció sin rechistar o poner pero alguno.

«Un Suiton solo para conseguir un poco de agua…»

Pensaba que usar Ninjutsu era algo innecesario puesto que en un extremo del jardín había divisado una especie de grifo goteante. Bien pudo haber dicho algo, pero no quería perderse la oportunidad de apreciar el látigo del pelo negro en acción. Al final fue un espectáculo tenue; el agua fluyendo desde el cuerpo del arma flexible. La cantidad no fue mucha, pero Kazuma imaginaba que si pudiera hacer lo mismo en una escala mayor… Bueno sería algo muy interesante en combate, por no decir práctico y sorpresivo.

«Tiene cierta gracia irónica —observaba el dibujo y la forma en la que estaba dispuesto en la pared—. Limpiaremos el negro arte de una mujer que está limpiando una mancha negra.»

Cuando la cubeta estuvo llena por la mitad, cuando el Eikyu preguntaba si sería suficiente y mientras el Uchiha pensaba en lo genial que se sentía cuando obedecían sus mandatos. Durante todo aquello, el Ishimura ya había empezado a preparar los guantes y los demás instrumento creados para destruir la suciedad en forma de manchas.

Equipo… —dijo calmadamente cuando recordó algo que le parecía importante—. Creo que deberíamos tocar la puerta y avisar a los dueños de que vamos a limpiar el lateral de la casa… Digo, solo por si acaso.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Inuzuka Nabi - 12/03/2016

Nabi analizó la reacción de Juro, al principio parecia con la intención de negarse por la peligrosidad de usar el ninjutsu elemental de agua para ganar algo de ese liquido disolvente tan común. Era obvio que podian sacarlo de una manguera de cualquier casa cercana pero eso era un gasto para los pobres civiles, que clase de shinobis que se precien gastarian el preciado dinero del contribuyente mientras llevan a cabo la mision para cobrar el dinero del contribuyente.

Juro se autocortó para aceptar su misión de fuente gratuita. Oh, Suitoneros, su utilidad era tan domestica que hacia llorar al sabio de los seis caminos. Pero la cosa no fue como el rubio habia esperado, en vez de hacer sellos, el moreno sacó su latigo. Era el momento que tanto habia esperado, Juro llevando a cabo su magia latigal. Dudó por un instante, sin embargo, finalmente activó el sharingan para ver mejor como funcionaba. ¿Funcionaria como algún tipo de manguera? ¿Saldria el chorro de agua por la punta?

El chakra empezó a acumularse a lo largo del arma y este se infló levemente, seguidamente con un elegante movimiento golpeó justo al lado del cubo. En cuanto hizo contacto una pequeña explosión acuatica tuvo lugar y el cubo se lleno hasta la mitad mientras los alrededores del mismo se empaparon enteros.

Nabi desactivó el sharingan y se quedó pensativo. Lo que acababa de ver del latigo de Juro... no parecia tener una aplicación ofensiva, era puramente esparcir agua, pero no parecia tener la suficiente fuerza para surtir ningún tipo de daño directo. Como mucho, mojar los ropajes y ralentizar las movimientos del enemigo.

- ¿Te vale? -

Espero que sí.

Equipo… —dijo calmadamente cuando recordó algo que le parecía importante—. Creo que deberíamos tocar la puerta y avisar a los dueños de que vamos a limpiar el lateral de la casa… Digo, solo por si acaso.

Somos tres, que uno vaya a avisar y los otros dos empezamos a limpiar ya. Ya hemos perdido bastante tiempo.

Realmente, lo que Nabi decia y como lo decia no eran ordenes, no usaba el imperativo, pero sí que planteaba lo más logico sin más. No era que fuera obligatorio hacerlo así, es que solia ser lo más eficiente y lo más inteligente y era dificil refutarle aunque el muchacho no tenia el carisma necesario para ser ningún tipo de lider. Obviamente, en los temas de opinion eso no le servia de nada, pero en logistica solia dar en el clavo.

Miraria a Kazuma, esperando que les diera los materiales y se fuera a avisar a la puerta, pues al fin y al cabo, era él el que lo habia propuesto. Pero eso no lo iba a decir, que Kazuma ya estaba calentito por sí solo.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Eikyuu Juro - 13/03/2016

- ¿Te vale? -

Espero que sí.

Ni una pizca de sorpresa. En fin, era Nabi. No sabía que estaba esperando de alguien como él. Al menos, ninguno le interrumpió, como si de un arte se tratase el trazo del látigo que él había hecho. Algo era algo.

Equipo… —dijo calmadamente cuando recordó algo que le parecía importante—. Creo que deberíamos tocar la puerta y avisar a los dueños de que vamos a limpiar el lateral de la casa… Digo, solo por si acaso.

Juro es dio cuenta de que Kazuma tenía razón. Si se ponían a limpiar como si nada, lo mínimo sería que se asustaran. Lo mínimo...

Somos tres, que uno vaya a avisar y los otros dos empezamos a limpiar ya. Ya hemos perdido bastante tiempo.

Juro reflexionó ante lo dicho. Nabi realmente tenía razón, cuanto menos tiempo perdieran mejor. Pero por otra parte.... si no recordaba mal, había algo más que tenían que tener en cuenta y de lo que ambos se estaban olvidando.

- Espera, recordad lo que decía la misión - dijo Juro, reflexionando - Además de avisar, también hay que preguntar por si saben algo. Vale que ya centramos prioridades antes, pero hay que hacerlo.

Esperó que en ese momento Nabi no pusiese pegas. Ahora era legal, estaban preguntando a los residentes de las casas. De eso no podía quejarse...

Miro a sus compañero, para ver que hacían. Una persona para avisar valía, pero también tendría que recopilar información. ¿Debería ir alguien más con él? ¿Ir los tres y volver más seguros? ¿Arriesgarse a ir solo uno? ¿Era la decision más tonta del mundo y lo estaba exagerando?

- Entonces... ¿Qué? ¿Va uno? ¿Kazuma, que dices tu? - preguntó, después de añadir lo suyo a la intervención.

Por su parte, el cubo estaba al lado de la pared con aquel obsceno dibujo, pero se quedó cruzado de brazos, mirando a sus compañeros.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Hanamura Kazuma - 13/03/2016

Entonces... ¿Qué? ¿Va uno? ¿Kazuma, que dices tú?

Vale, iré a avisarle al dueño —asintió sin problemas. Coloco lo que llevaba en el suelo y procedió a buscar un par de guantes y tapabocas para sus compañeros—. Comiencen mientras y no se olviden de las mascarillas, por favor.

El peliblanco no era del tipo que se preocupara mucho por los detalles de la seguridad, pero ya había visto lo que sucedía cuando la gente ignoraba las cosas pequeñas; Hacia tiempo que un conocido suyo yacía enfermo de los pulmones. Por necesidad trabajaba limpiando muros y manejando sustancias peligrosas, pero era siempre era demasiado descuidado y no usaba mascarilla. Al final, aquello le costó su salud.

Sin perder más tiempo se movilizó a la entrada de la casa, no sin antes observar un jardín un tanto extraño. Estaba lleno de pequeños gnomos de porcelana, todos con la sonrisa cálida de Juro y la mirada fría de Nabi. Tratando de ignorar lo perturbador que era sentir que estaban al tanto de su presencia, se paró en el pórtico y dio unos cuantos golpecitos a la puerta.

«Empiezo a preocuparme —se mecía de atrás hacia a adelante con ansiedad—. Con una casa como esta y con unos adornos tan tétricos como estos… Espero que el dueño no sea nadie demasiado excéntrico.»


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Inuzuka Nabi - 16/03/2016

Blablabla, sigamos la idea de Nabi, blablabla.

Blablabla, sí, sigamos la idea de Nabi, blablabla.

Su incapacidad de prestar atención a la chachara irrelevante de dudas y pormenores de sus compañeros le preocuparia en un futuro cercano, pero en aquel entonces, solo era chachara irrelevante para él. Al fin y al cabo, reunir información no requiere especificamente hablar con nadie. La gente puede mentir, o simplemente dar información equivocada.

Siendo el dibujo tan obscenamente machista era obvio que el artista debia de ser un hombre y su edad no debia de ser demasiada, solo la juventud hace pintadas, los adultos traman golpes de estado. Si es joven vivira con sus padres, así que tiene que salir de noche y no debe de andar lejos de donde se hacen las pintadas, sino no le daria tiempo a hacer un dibujo tan elaborado. Y seguramente era un solteron de cuidado.

Todo eso era una simple y llana deducción que claramente tenia su posibilidad de no cumplirse, pero se basaba en hecho y no en lo que habia visto no sé quien. De todas formas, descubrirlo no era su objetivo, así que era mejor simplemente plantar lo que le dijeran los testigos y dejarselo a gente cualificada para dicha tarea.

Kazuma acabó por aceptar su destino de ir a preguntar al propietario, eran tres casas así que esperaba que no decidieran hacer rotación y que la persona que preguntara cambiara para cada casa. No era para tanto, pero si podia evitarlo mejor.

Se acercó a ponerse un par de guantes y el bozal ese que debian ponerse segun sus compañeros. Que dura era la vida de shinobi. A continuación, para no perder más el tiempo agarró el liquido especial para limpiar que habia dejado Kazuma y hecho un buen chorro en el agua que habia parido Juro. Mojó su cepillo despues de removerlo un poco para que se mezclara apropiadamente y subio hasta la parte alta del dibujo escalando con chakra como si no fuera nada.

Siguió la misma logica que cuando limpiaron la mancha de quemado, limpiar de arriba a abajo para que el liquido que caiga ya vaya quitando lo que encuentre en su camino. No era magia, era eficacia, amigos mios.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Eikyuu Juro - 17/03/2016


La casa no es muy grande, así que tampoco penseis que estamos tan alejados unos de otros

Kazuma avanzaría hacia la casa, con paso temeroso. Las decoraciones un tanto infantiles le resultaron desagradables... Pero aun así, se armó de valor y llamó a la puerta, para no comprometer la misión. Un valiente ninja...

Sin embargo, el pequeño alboroto que habían causado no había pasado desapercibido. Nada más llamar, la puerta se abriría a una gran velocidad - afortunadamente, se abría hacia dentro. Si no, probablemente Kazuma habría salido volando - y a los ojos grises del tranquilo joven, se le confrontarían otros negros, fieros, salvajes., encerrados bajo unas grandes gafas...

... provenientes de una mujer baja, gordita, con el pelo negro. Si, había vuelto para vengarse de todos.

El choque visual duró un segundo, el tiempo que le costó a la mujer arrancar. Pasó hecha una fiera, sin importarle lo más mínimo Kazuma. Si este no tenía los suficientes reflejos para esquivarla - pararla desde luego no era una buena idea - probablemente iría de cabeza al suelo por el impacto.

Pasase o no, la mujer seguiría impasible su camino hacia la zona trasera de la casa, dejando la puerta abierta...

..................................................................

Juro y Nabi escucharían un fuerte estruendo mientras se preparaban. No les daría tiempo ni si quiera a comenzar a limpiar, en pleno acto aparecería lo que menos se esperaba ninguno. La loca de antes.

Había que decir que tenía merito, se les había adelantado e incluso se había cambiado de ropa. Ahora llevaba una gabardina grande, marronacea clara. Pegaba más con su pinta de detective.

"Ahora entiendo su afán por correr tan rápido..."

Antes de hacer nada, la mujer se pondría delante de ambos, dándole la espalda al dibujo machista, con los brazos cruzados. Parecía enfadada.

- Vaya vaya, no esta mal . Sois rápidos, pero yo más. - comentó, con la misma pose - ¿Que creéis que estáis haciendo con esos cubos y esos cepillos? Porque esta es una de las escenas del crimen, y yo aun no he terminado aquí...


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Hanamura Kazuma - 18/03/2016

Entonces la puerta se abrió violentamente, dándole a Kazuma unos segundos para agradecer que esta girara hacia adentro. Pero aquel respiro de alivio le fue arrebatado de los pulmones cuando en el portal una fiera se plantó frente a él. Unos ojos negros y ardientes como la brea, cubiertos por un cristal frío y opaco como el de los ataúdes.

«Pero…» —Fue su única respuesta mental ante la, seguramente muy estresante, situación que se avecinaba.

Era una mujer relativamente baja, pues tenía casi su misma altura. Un poco rolliza y con un descuidado cabello tan negro como las pinturas que debían limpiar. El parecido con un problema del pasado reciente era espeluznante. Aquella figura se movió con fiereza inaudita, casi llevándose por el medio al atónito peliblanco que le observaba.

«Vamos, no me pagan lo suficiente para lidiar con estas cosas.» —Entristeció en cuanto logro entender lo que sucedía.

Y entonces quedó ahí, frente a la puerta abierta. Sin saber cómo proseguir, pero con el consuelo de que aquel huracán de problemas estaba por tocar tierra justo donde se encontraban sus compañeros. Lo único que pudo hacer fue quedarse de pie en la entrada, mientras sentía como si las bizarras figuras de porcelana del jardín se rieran a sus espaldas, con risas terribles y rostros medio deformes por la alegría de lo que veían venir.

«¿Y ahora?»


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Inuzuka Nabi - 30/03/2016

Va-mos-no-me-jo-das

No era de esos que pierden el temple con facilidad, pero la verdad es que cuando vio a esa mujer, A ESA MUJER, doblar la esquina y aparecerse ante ellos tras abrir la puerta de la vivienda que se suponia que tenian que limpiar, quiso arrancarle la cabeza, si su sharingan pudiera reventar cabezas, lo hubiera activado y ahora estaria nadando en el charco de sangre que hubiera quedado de esa mujer.

Obviamente estaba exagerando, no seria capaz de hacerlo, pero las ganas, estaban ahí y eran palpables en el ambiente.

¿Puede denunciarnos o algo por cumplir con nuestro deber?

No tenia muy claro si debia ignorarla y seguir con su mision, que era lo que de verdad queria hacer, o si lo hacia estaba infringiendo algún tipo de premisa de la cual no le habian avisado. Deberia haberle preguntado a Kureji-sensei qué hacer si algún propietario no les dejaba limpiar, lo más logico y efectivo que se le pasaba por la mente era pasar de esa mujer e ir a la siguiente casa si ella no les dejaba limpiar la suya.

Tras un suspiro, bajó de la pared y dejó el cepillo en el cubo. Estaba realmente exhasperado, si tuviera de misión algo menos interpretable que limpia propiedades privadas como por ejemplo, mata a todo lo que veas, o busca un caniche rosa. Pero en los temas legales no sabia si la mision iba por encima de la propiedad privada o viceversa, tecnicamente todo era de la Uzukage y esta les habia mandado limpiar ese graffiti, pero no queria pasarse de listo y que al final le cayera una bronca a él y un problema a sus superiores.

Así que a pasar el muerto.

Señora, tenemos ordenes de limpiar esta fachada como se estipula en la mision que nos han ordenado llevar a cabo. ¿Nos permite usted limpiar la pared? ¿Si o no?

Sabia que no iba a poder convencerla, él en sí mismo no tenia una fuerza de conviccion ni nada por el estilo, habia soltado esas palabras más serio que un candelabro. Solo esperaba que la mujer desvariara publicamente y así poder pasar a la siguiente casa y escudarse en que la propietaria no les ha dejado actuar. ¡Ni que le estuvieran haciendo una burrada!


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Eikyuu Juro - 2/04/2016

Kazuma, confuso y alterado, se mantuvo en el sitio, sin atreverse a confrontar a la mujer que le había desafiado, ni de entrar en la casa a la que sus compañeros le habían mandado. Hasta él – y probablemente todo el vecindario – podría escuchar los gritos que pronto vociferaría aquella mujer. ¿Había hecho mal en dejarla ir? No tendría tiempo para pensar…

Pronto, escucharía unos pasos tras el pasillo…

Y una nueva mujer saldría. Una mujer alta, bastante más que la mujer anterior. Era rubia, y llevaba el pelo suelto en una melena que llegaba hasta sus hombros. Vestía un precioso delantal y tras él se asomaba un pantalón azul y unas zapatillas rosadas. Empuñaba en su mano derecha una sartén, con fuerza.

Y otra vez, la mujer pasó completamente de Kazuma. Al ver que le bloqueaba el paso, simplemente se acercó…

- Quita, querido…

Le dio un suave empujón, y caminó con paso firme hacia la esquina donde sucedían susodichos gritos…

…………………...................................................

Tras la intromisión de la mujer, Nabi se rindió, por así decirlo, ya que dejó el cubo y el cepillo en su sitio, mientras ella arremetía contra ellos con toda su mala leche. Juro hizo lo propio, así no había quien limpiara.
Señora, tenemos ordenes de limpiar esta fachada como se estipula en la mision que nos han ordenado llevar a cabo. ¿Nos permite usted limpiar la pared? ¿Sí o no?

- Claro, os permitiré limpiar la pared… - comenzó a decir la mujer, mostrando un lado dulce por unos segundos, hasta que volvió a romper – Cuando me dejéis hacer mi trabajo a mi primero, que es localizar al culpable. Cuando haya analizado cada parte de esto, cuando no necesite estas pruebas, cuando esta manifestación artística no me sirva de nada… Entonces podréis limpiarlo.

La mujer había ido cogiendo fuerza, llegando a vociferar e incluso a gesticular en dirección al graffiti, provocando que hasta Juro tuviera un escalofrío.

En ese momento todo parecía perdido, hasta que llegó una tercera fuerza que se puso en mitad de ambos bandos. Esa fuerza era… una mujer alta, bastante más que la mujer anterior. Era rubia, y llevaba el pelo suelto en una melena que llegaba hasta sus hombros. Vestía un delantal rojo, con rebordes negros, y tras él se asomaba un pantalón azul y unas modestas zapatillas. La mujer empuñaba en sus manos una sartén.

- ¿Qué significa este alboroto? ¡En la misma puerta de mi casa! – exclamó la mujer, enfadada – Megumi, se supone que ya habías terminado con tu “investigación”, y te encuentro participante en esto.... Entra en casa ahora mismo

» Y vosotros… - pronto, la mujer se dirigió hacia Nabi y Juro – Ya os vale, ni os habéis molestado en avisar, si es que sois quien creo que sois. Antes de hacer nada venid conmigo. Ahora mismo. Vamos a arreglar esto como personas civlizadas

La mujer, con orden imperial, castigó literalmente a los tres para que se fueran. Se quedó en el sitio, de brazos cruzados, esperando a que los presentes cumplieran sus órdenes. Por su rostro, nada parecía que fuese a convencerla de lo contrario…


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Hanamura Kazuma - 2/04/2016

El joven Ishimura no estaba seguro de si seguir a la mujer o esperar en la puerta, aunque preferiría ahorrarse el tener que hablar con ella. Sin embargo y aunque no estaba viendo, fue completamente consciente del momento en que se encontró con sus dos compañeros. Probablemente la cuadra entera también noto cuando la señora comenzó a parlamentar, pues su tono de voz exageradamente fuerte y estridente hacían eco en toda la calle.

Vale, y ¿ahora qué debería hacer? —se quedó de pie en la puerta abierta con la duda carcomiendolo—. Aún necesitamos el permiso del propietario.

Entonces cuando daba todo por perdido, escucho unos pasos que provenían del interior del hogar. Se trataba de una mujer alta que llevaba una sartén en la mano y un delantal. Al instante Kazuma supuso que se trataría de la señora de la casa y que seguramente podría hablar con ella sobre el asunto.

¡Buenos días! —Comenzó a decir mientras la rubia se acercaba a la puerta—. Yo y mi grupo somos parte del cuerpo ninja de la aldea y nos encontramos en una misión de servicio publi…

Quita, querido… —Y con aquello y suave empujón la señora le ignoró por completo y siguió su camino.

Por supuesto... —se dijo a sí mismo en cuanto estuvo solo—. “Será una misión fácil”, decían “¿Que tipo de complicaciones podrían surgir?”, decían… Y ahora estamos así.

Fastidiado de todo aquello decidió sentarse en el escalón que daba a la puerta de la casa y esperar a ver qué sucedía mientras observaba el cielo. En esta ocasión se había hecho a un lado. Bien podría esperar a ver si salía alguien con quien hablar, pero con la suerte que llevaba lo más probable era que volvieran a pasar de él.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Inuzuka Nabi - 6/04/2016

Él habia estado encerrado literalmente por problemas mentales derivados de lo que habia vivido durante su infancia, le enseñaron a mantener la calma y a enfocar sus pensamientos para evitar que se perdiera en la voragine de sangre derramada sin sentido que tenia por recuerdos. Y la verdad es que habia conseguido llevar esa calma y estabilidad mental al pie de la letra, en toda su vida shinobi, desde que salio de la academia, no ha habido ni una sola vez que se haya visto comprometido en ese sentido.

PERO ES QUE HOY SE VOLVIA LOCO Y MATABA A TODO EL MUNDO.

Vale, no, debia mantenerse cuerdo. Era un shinobi de Uzushiogakure, y debia responder a la confianza que su kage habia depositado en él, fallar una mision es una vergüenza pero hacer un genocidio en medio de la villa era... era... malo.

Renunciando a toda la logica del asunto, cerró los ojos y empezó a masajearse ambos ojos con el dedo indice y el pulgar de la mano derecha.

Qué hacer, qué hacer...

Estaba perdido, literal y metaforicamente. Estos rollos socialdemocraticos avanzados de tratamiento especializado con la plebe urbana no eran su punto fuerte precisamente, ni ese ni ninguno que tuviera por requisito algo de carisma, ni aunque fuera un poquito. Él era un ninja, de los de verdad, de los que estan detras tuyo a punto de cortarte el cuello con su katara antes de que te dieras cuenta, de los que hacian dragones de fuego chulos y destructores. ¿Qué coño hacia esperando el permiso de una loca de mediana edad para limpiar un grafiti? Nada.

Abrió los ojos y miró a Juro, intentando retransmitirle que no tenia ni idea de como lidiar con esa situación. Entonces apareció una tercera fuerza disuasoria, otra loca gritona. No era que le molestaran los civiles, ni que los infravalorara, de hecho era justo a la inversa, esas mujeres los miraban como si fueran unos crios de los recados a los que al acabar darles una propinilla para chuches, y eso era lo que de verdad le fastidiaba. Eran soldados, una maldita fuerza militar, los jodidos protectores de la paz de esa villa, esperaba un poco de respeto, solo eso. Pero de momento le tocaba lidiar con ello, solo era el escalon más bajo de la piramide.

La nueva mujer les ORDENÓ que la siguieran, pero no se movió del sitio, así que Nabi volvió a dirigir su mirada al moreno, al que habia proclamado Ministro de Asuntos Diplomaticos de su equipo, y ademas, Kazuma ni siquiera se habia dignado a volver con la manada. Esperó a que Juro hiciera o dijera algo, preferia seguir a un compañero de su rango a una loca con una sarten.


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Eikyuu Juro - 9/04/2016

Tras la irrupción de la mujer, el caos se formó en el patio. Juro miró hacia ambos lados, confuso, preguntándose que narices habían hecho esas mujeres con el pobre Kazuma. La mujer detective, a quién habían llamado como Megumi, miró hacia la nueva mujer, con cara de sorpresa. Nabi le dirigió una mirada a Juro, que no supo interpretar muy bien, pero parecía igual de perdido que él.

- ¡Señora Nanami! - exclamó la mujer de gafas- Lo siento mucho, pero... - la detective novata empezó a disculparse, pero fue interrumpida rápidamente.

- Ni peros ni peras... Me dijiste que después de la entrevista te irías y volverías luego, pero no esto. - le cortó la mujer, que parecía ser una simple ama de casa - Ahora bien, no voy a permitir estas peleas tan cerca de mi casa. Si os empeñáis en pelearos aquí, tendré que encargarme personalmente de disuadiros.

- No es necesario. Me marchare y...

- O entras o no te permitiré preguntar nada a mi marido.

La mujer de pelo rubio se mantuvo en el sitio, con los brazos cruzados. La inexperta detective le sostuvo la mirada durante unos segundos, pero no aguantó más. Terminó por rendirse, agachar la cabeza, y marchar resignada a donde le decían.

Juro se sorprendió abriendo levemente la boca ante esto, esa mujer había hecho lo que ningún de los tres había soñado con conseguir en unos segundos.

El alivio le duró poco, hasta que su mirada se posó en ellos. Estaba esperando.

Nabi no parecía que fuese a decir nada. Sobre Juro recaía otra vez la carga de la misión. Luego aun le echarían la culpa.

- Ya sabe que hemos venido a limpiar... ¿No? - acertó a preguntar - Si perdemos más tiempo...

- ¿Tengo que repetirlo? - maldito carisma bajo.

Juro miró a Nabi y se encogió de hombros. Si querían limpiar la casa, y evitar alguna clase de queja por parte de la propietaria, tenían que obedecer.

...................................................................................

Así pues, en cuanto los tres marcharon hacia la casa, la mujer les siguió de cerca, para evitar que ningún cometiese la osadía de tratar de escapar. Kazuma, que se encontraba aun quieto sobre la puerta, vería desfilar a Megumi y a sus dos compañeros bajo el régimen de la mujer, quien con saeten en mano, los lideraba desde la seguridad de la espalda de Nabi.

- Tu no te quedes como un pasmarote - le dijo la mujer, al pararse en frente de Kazuma. Después, le agarró por los hombros y lo redirigió - Venga, entra. Te daré un premio si te portas bien...

Nada más entrar, verían una gran habitación, que parecía ser la recepción. El suelo esa de madera clara, y las paredes del mismo rosa chillón que torturaba la vista por dentro. La habitación se subdividía en tres salidas. En frente, una doble puerta, por donde se podía escuchar el inconfundible sonido de algo friéndose. A la izquierda, una pequeña puerta de madera cerrada. Y a la derecha, unas escaleras de madera que parecían conducir a un piso superior. Cabe destacar que la escalera tenía una doble barandilla, y estas tenían unas prolongaciones anormales, llegando a dos o tres metros de altura, como si el entrar en la escalera fuese la entrada a una cárcel de escalones.

En ese momento, el sonido de la cocina de la cocina se intensificó anormalmente...

- Mierda, la carne - chilló la mujer, al darse cuenta. Acto seguido, corrió hacia la doble puerta a gran velocidad, no sin antes gritar - ¡Vuelvo en un momento, echad una ojeada al niño!

La puerta se cerró, dejando a los cuatro en un incómodo silencio. La mujer no prosiguió con la discusión, milagrosamente. Los cuatro estaban en territorio desconocido, lleno de todos los posibles peligros que presentaba la casa de un ama de casa como aquella...

En ese momento, se escuchó un ruido de rebote, en las escaleras. Los cuatro pudieron ver, como unas manitas se apoyaban en la barandilla. A unos escalones de morir en el inicio de la casa, un niño pequeño, de unos cinco años, se encontraba mirando la extraña escena que formaban los cuatro. Era rubio, y tenía los ojos azules, además de llevar ropa común como cualquier niño, y lo más curioso de todo, tenía forradas algunas partes del cuerpo con protecciones similares a rodilleras, y espinilleras. El ruido que habían oído era el un casco de color azul y de tamaño infantil, que había rodado desde la escalera hasta los pies de Nabi.

El niño no actuó ni dijo nada, simplemente se quedó quieto, mirando. De fondo, los chisporroteos de la cocina frita aún se escuchaban violentamente...


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Hanamura Kazuma - 10/04/2016

El de blanca cabellera no estaba seguro de que era lo que estaba ocurriendo, pues más allá de su visión se podían escuchar una serie de gritos iracundos y escandalosos. Lo único que era seguro es que sus compañeros eran el centro de aquella vorágine de confusión y locura. Podría acercarse pero seguramente con aquello solo aumentará el volumen del problema, por lo que decidió seguir en su sitio.

«Si, en cuanto aquella señora regrese la pararé en seco y le explicare la situación.» —En su mente parecía simple y perfecto.

Espero unos minutos hasta que la rubia del sartén regreso. Aunque la manera en lo hizo no auguraba nada bueno. Se encontraba escoltando a sus compañeros y a aquella gordita de carácter descontrolado, como si fuera una carcelera que dirige a los reclusos hacia sus celdas. Sus compañeros pasaron en silencio de resignación y entonces vio su oportunidad de actuar.

Señor…

Tú no te quedes como un pasmarote —le dijo la mujer, al pararse en frente de Kazuma. Después, le agarró por los hombros y lo redirigió—. Venga, entra. Te daré un premio si te portas bien...

Ante lo indetenible de la decisión de aquella mujer, Kazuma no tuvo más opción que dejar que le llevara hacia dentro. No le gustaba que le trataran como a un chiquillo, era un ninja cumpliendo una misión. Pero en aquella casa esa señora era la que mandaba, así que no tenía otra opción además de someterse a sus designios.

Para cuando se puso a pensar sobre la situación, ya estaba sentado en el recibidor junto a sus compañeros y aquella gordita conflictiva. Tal como si fuera un visita casual. Desde las escaleras que daban al piso de arriba les observa un niño pequeño que parecía llevar la misma indumentaria que un deportista extremo.

«Esto no marcha bien, pero supongo que solo nos queda esperar — estaba tratando de calcular cuánto tiempo les tomaría todo aquello—. Puede que tome un buen rato… Espero que el tiempo nos alcance para terminar la misión.»


RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - Inuzuka Nabi - 13/04/2016

Harto de intentar seguir a flote mientras dos pasmarotes le miraban mientras se sacaban los mocos mutuamente y hacian agujeros en la quija del barco para ver qué pasaba, se dejó llevar por la corriente intempestuosa en la que se encontraban, iban en una dirección que podia o no, con más probabilidades de que no, ser la que debian seguir.

Recordaba claramente las lecciones que le habian dado en la academia sobre el procedimiento a seguir cuando sirves a un ciudadano, y por mucho que le doliera, trabajan para y por ellos, así que no podia hacer una escena que acabara involucrando a todo el cuerpo de shinobis de la villa. Debia ser bueno y sonreir. Él era bueno, era el mejor, pero sonreir a desconocidos era para timadores y prostitutas.

Siguió a la mujer cuando esta les invito a entrar, cambiando el verbo por el de obligó, incluso Kazuma, el rebelde, el renegado, el inconforme, se rindió a los pies de esa mujer en cuanto esta le soltó un par de palabras imperiosas.

La casa por dentro era igual de horrible que por fuera. Pero lo que más sintió Nabi, era el olor a chamusquina que habia en el aire, literalmente. La mujer nueva desapareció para salvar lo que quedara de esas proteinas quemadas y el equipo se quedo con la maruja que habian conocido en el edificio de la Uzukage.

Entonces un estruendo resonó por la sala, y Nabi giró la cabeza hacia el origen del mismo que resulto ser una criatura inferior en edad al rubio. El Uchiha se encontraba de pie en un sitio apartado de la sala con los brazos cruzados, aún así, el trasto que se habia caido rebotando de escalon en escalon se las ingenió para llegar hasta sus pies. Pero sus ojos tan oscuros como su alma estaban clavados en los del niño.

Los orbes azules del pequeño reflejaban una clara curiosidad, como todo retoño, sobretodo cuando hay cuatro desconocidos en tu casa. Estos se encontraron con los del shinobi rubio, que no reflejaban nada. Estaba exhasperado, pero sus ojos no reflejaban nada, era como la mirada de un muerto.


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