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RE: Los lios de Datsue, volumen XVIII - Inuzuka Nabi - 20/01/2019
—Oye, Nabi, cabrón, ¿cómo que te piras a casa? ¿Pero no ibas a enseñarme eso-que-habíamos-hablado? —
— Y yo qué sé, tío. Te has sentado ahí ignorándome, pensaba que querías quedarte a solas con Juro para darle una clase maestra.
Volví a andar hasta el sillón y a sentarme.
— Gracias por los consejos, Dasue. La verdad es que yo también pensaba... Cerrar nuestra pequeña conversación. Os dejo hablando de lo que quiera que sea eso. Fue un placer hablar con los dos, chicos. Supongo que volveremos a comunicarnos pronto.
Ese con los dos del final no se lo creía nadie, seguro que estaba hablando con Datsue y Stuffy. No estaba bien, eran una panda de cabrones. Uno me ignora y el otro me recuerda a Eri, con amigos como estos ¿quien necesita amenios?
— Datsue, ¿has apagado esto ya?
Le pregunté después de un rato, no me apetecía despedirme de Juro, estaba mosqueado. Joder, las cosas con Eri estaban como estaban, coño.
RE: Los lios de Datsue, volumen XVIII - Uchiha Datsue - 20/01/2019
Datsue tuvo la ligera impresión de que a Juro no le había entusiasmado mucho su discurso. Una lástima, la verdad. La generación de Akame, conocida como la promoción de oro, entre otros nombres, había perecido entera. Akame era el último eslabón que quedaba de aquella fantástica camada. Habían muerto todos ellos, muy jóvenes, como Juro. ¿Y de qué les había servido hacer cosas de ninja? «De absolutamente nada. Joder, si a mí me dejasen dar clases en la academia, la primera lección que impartiría sería de la importancia de follar. De follar mucho».
Torció la mirada hacia Nabi.
—Sí, tranquilo, ya lo desactivé —respondió—. Bueno, ¿qué? ¿Me enseñas esos truquitos dotoneros de paso que me explicas tu cabreo con Eri?
RE: Los lios de Datsue, volumen XVIII - Inuzuka Nabi - 20/01/2019
—Sí, tranquilo, ya lo desactivé. Bueno, ¿qué? ¿Me enseñas esos truquitos dotoneros de paso que me explicas tu cabreo con Eri?
— Eri se enfadó porque dice que deberíamos seguir tragando las mierdas de Ame, y yo no pienso así, discutimos y me dijo cosas horribles, Datsue. Cosas terribles. Pero ese no es el tema que nos ocupa. Vamos con el Doton. Supongo que no esperaras que te lo enseñe aquí, ¿no? Que esto no es como las mierdas esas de Fuinjutsu. Esto es real como la vida misma.
Dicho lo cual, nos fuimos a los campos de entrenamiento a darle un poco al buen Ninjutsu Elemental. Datsue aún era un completo novato en el tema, pero con mi tutelaje y un poco de tiempo, sería una bestia imparable. Bueno, dos bestias imparables.
Tras un largo día de no dejar tierra sin remover, cada uno se fue a su casa a llorar sus penas.