Un amargo cerezo. - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: Un amargo cerezo. (/tema-un-amargo-cerezo) Páginas:
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Un amargo cerezo. - Hazegawa - 5/07/2016 Desde tempranas horas el Joven Hyuga comenzaba su día como era de costumbre, se despertaba con el sol y desayunaba con sus congéneres tranquilamente, ese día no hubo necesidad de levantarse a los golpes, aquel día era especial para haze dado que era el día de cumpleaños de su fallecida madre, a pesar de que nunca pudo conocerla siempre se interesó por todos los detalles con respecto a su vida. Tras desayunar se vistió con un atuendo simple sin el portaobjetos o la bandana y se dirigió al jardín de los cerezos, paso como era de costumbre por la tienda de dulces de camino al jardín, esto de ir a por dulces era uno de los pocos caprichos que haze se daba a pesar de que no era alguien con problemas económicos. Escucho de su tío, que el dulce de cerezo era el favorito de su madre en vida, y desde ese entonces siempre compraba algo para sí y un poco para dejarlo en el jardín, aprovecho que al lado de la tienda de dulces una prominente floristería hacía gala de sus existencias y compro un ramo de flores, pensó que sería un buen presente. De camino iba bastante pensativo, sin prestarles mucha atención a las personas que iban caminando por las calles, hasta llegar al jardín. —Bueno, aquí estamos — Pensó al pasar la entrada, y caminar unos minutos por el jardín, le gustaba ver los árboles y el ambiente que allí se respiraba, todo era calma y no una presión constante como solía ser en casa. Se encamino al árbol más antiguo del jardín, uno que se extendía metros y metros hacia el cielo, entre sus raíces, los aldeanos solían colocar tablillas de madera con los nombres de sus fallecidos, con la creencia de que el árbol les transmitiría sus buenos deseos. La de su abuelo y la de su madre se hallaban allí, algo alejadas de las raíces más gruesas, alrededor de las raíces de aquel árbol, se había colocado una especie de cerca de papel, que delimitaba de alguna manera el área de las raíces e indicaba donde poner las tablillas. Entre las raíces se encontraba todo tipo de objetos, de lo más variopintos todos y cada uno, ligados a una tablilla en especial, Haze no era alguien muy religioso y lo hacía por el mero gesto que ello suponía, tras ubicar la tablilla de su madre,le coloco el ramo, lo normal era buscar asiento en el lugar, pero simplemente se quedó ahí parado observando la tablilla. —Felicidades, otro año más— Se le escapó de los labios, lo dijo en voz alta sin importarle que otras personas pudiesen oírle, pero lo cierto era que se encontraba solo. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 6/07/2016 Tras casi seis meses de duro entrenamiento, Mitsuki, por fin había regresado a Uzugakure desde una de las islas del País del Agua. Tan sólo había parado un instante en su apartamento para dejar un par de cosas y rápidamente se había echado a la calle, a caminar sin un rumbo determinado haciendo tiempo. Estar sola, encerrada hacía que pensase demasiado. A pesar del duro entrenamiento, la de Kusabi había sido incapaz de alejar las pesadillas y, estás, volvían en forma de turbios pensamientos durante el día. La única manera que había encontrado para evitar aquello era estar ocupada, aunque solo fuese caminando de un sitio a otro. Y eso es lo que haría hasta que encontrase otra cosa mejor que hacer. "No recordaba lo sola que me sentía en este lugar" a pesar de haber estado casi dos años viviendo allí se seguía sintiendo una extranjera, apenas conocía a nadie de la Aldea, quitando a sus vecinos y poco más "Tampoco es que me haya esforzado demasiado, apenas si he parado con tanto viaje..." se recordó así misma "Bueno, sea por lo que sea, debo de integrarme un poco más. Me guste o no voy a pasar aquí varios años más y creo que el Sr Hayashi tiene razón en ese aspecto" Paseaba tranquilamente por una de las avenidas principales que vertebraban la aldea, todo parecía igual de tranquilo que antes del Torneo, aún recordaba los primeros días de nerviosismo tras el regreso a la villa. Al parecer la gente olvidaba rápido o al menos dejaba de preocuparse, en cierto sentido era lógico. Vivir con aquel miedo sería insoportable, quizás la clave para ser feliz debía de ser tener una mala memoria... al menos para ese tipo de cosas. Sin embargo, Mitsuki no tenía esa suerte. Ella aún volvía a aquel día, una y otra vez, cada noche. Incluso ahora que paseaba tranquilamente no podía parar de pensar en aquello, ver a todos aquellos habitantes realizar su pacífica vida le traía a la mente como debía de haber sido la vida de todos los que murieron. Un tanto agobiada, la peliblanca decidió que lo mejor sería alejarse un poco por lo que optó por adentrarse en el Jardín de los Cerezos. Al ser tan temprano apenas había gente y se podía distraer observando a los árboles preparándose para la primavera. "Mucho mejor..." caminaba entre los grandes árboles, sobre una alfombra de luz y sombra que hacía la travesía bastante agradable. Al final del pequeño sendero que recorría la peliblanca, podía ver un árbol que parecía estar adornado de manera ritualista o al menos eso es lo que parecía pro las cintas blancas que lo rodeaban. La verdad es que la extraño bastante, pues creía que todos esos ritos se llevaban a cabo en el cementerio. Frente a este árbol había una persona de pie, que parecía estar contemplándolo. Desde la distancia era difícil verlo con definición, pues el contraluz no ayudaba demasiado. La peliblanca seguiría caminado tranquilamente, tratando de mantenerse distraída al menos por un tiempo más. RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 6/07/2016 Haze llevaba ya unos minutos contemplando la tablilla con el nombre de su madre, negando para sí, en las ocasiones anteriores que había visitado el lugar había personas que visitaban el lugar y además de dejar algún presente, solían hablarle a las tablillas cosa que a haze le parecía una locura, aunque en aquel momento se sentía un poco triste, hablarle a un pedazo de madera no le parecía la gran cosa. —Te he traído algo de tu dulce favorito— Alcanzo a decir, cuando una lagrimilla se deslizaba por su mejilla derecha, en aquel momento simplemente junto sus manos como si de un sello se tratase, y activo su dojutsu su byakugan. Era la primera vez que lo hacía en ese lugar, Haze sentía que su dojutsu era lo que más lo unía con su madre, era su legado, el de su clan, ahora su pupila se veía un poco más pronunciada sobre su iris, aunque ambas eran blanquecinas al igual que las venas de alrededor de los ojos, los cuales se engrosaron con la concentración de chakra. Al hacerlo pudo ver claramente entre las raíces, había muchas más cosas bajo ellas asociadas con las tablillas, al girar la mirada pudo ver que alguien se acercaba a paso ligero, una joven. También noto que alguien se ocultaba tras el gran árbol, ese alguien poseía un cuchillo corto y al parecer, estaba escarbando entre las raíces justo al otro lado de donde se encontraba el Hyuga, ¿quizás un saqueador?, Haze lo pensaba demasiado, cuando quiso actuar ya aquella joven estaba casi que pasando por ahí. Rápidamente se llevó la manga de la camisa al rostro, le apenaba que alguien notase que estuvo lagrimeando, pero cualquiera se daría cuenta. ••••••
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No podía permitirse caer, no ahora que había encontrado el camino que Fuujin-sama le tenía preparado. Si de verdad quería ayudar a los demás, debía de seguir esa senda costase lo que costase. Poco a poco fue rodeando la plaza, pegada al borde que daba con las jardineras. Cuando ya casi había dado la vuelta completamente, sorprendió a un hombre que parecía hurgar en las raíces del árbol. "No me lo puedo creer... dudo mucho que haya nada de valor material enterrado en un árbol dedicado a difuntos..." —Disculpe, pero me veo en la obligación de pedirle que se detenga— dijo la joven peliblanca clavando su mirada en el extraño hombre, en sus ojos se podía ver que a pesar de las palabras usadas no era una petición si no una orden RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 8/07/2016 —Disculpe, pero me veo en la obligación de pedirle que se detenga— dijo la joven peliblanca clavando su mirada en el extraño hombre, en sus ojos se podía ver que a pesar de las palabras usadas no era una petición si no una orden Hazegawa escucho las palabras de la chica peliblanco y con su byakugan podía ver aquello que aquel sujeto quería sacar de entre las raíces, una especie de estatuilla que estaba enterrada entre las raíces del árbol, frunció el ceño levemente pues no le parecía correcto lo que aquel sujeto hacía. — ¿Huh? Je…mira princesita, si tu no me metes en mis asuntos, yo no me meto en los tuyos… ¿vale? — Dijo con cierto sarcasmo dejando de estar erguido para estar de pie, al parecer debido a problemas de espalda, aquel sujeto era alguien delgado y con el cabello de color azabache hasta los hombros, su cara estaba marcada por una cicatriz que le cruzaba de lado a lado el rostro. Tras aquello siguió escarbando, estaba cerca de sacar aquella estatuilla, cuando se alcanza a escuchar el sonido de la madera resquebrajándose, al parecer aquel extraño sujeto había pisado una de las tablillas, partiéndola en dos. Ese último acto sí que encendió las alarmas en haze, el lugar en si era importante para el por ciertos motivos, y que rompieran una tablilla, le molestaba mucho sin importar de quien fuera, era una falta total de respeto, así que hizo notar su voz. — ¡Pero qué crees que estás haciendo! Acabas de romper una tablilla— Haze se posiciono al lado de la jovencilla, su tono era bastante serio y su mirada recaía en el sujeto, — ¡Sal de ahí antes de que rompas otra . — En su segunda pensaba seriamente en darle una lección al sujeto, pero este poseía un cuchillo, que aunque pequeño sería peligroso. — ¿Huh? Otro mocoso…os lo digo, si no dejáis de fastidiar tendré que daros una lección — Esta vez, aquel sujeto los apunto a ambos con el cuchillo que llevaba, algo pequeño y tras usarse como pala, había perdido mucho filo. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 8/07/2016 — ¿Huh? Je…mira princesita, si tu no me metes en mis asuntos, yo no me meto en los tuyos… ¿vale? — La peliblanca dejó escapar un suspiro de exasperación, al parecer aquel tipo no tenía ni la más mínima intención de atender a razones. "No entiendo como se puede ser tan... está en mitad de un parque en la Aldea de Uzushiogakure..." entrecerró un poco los ojos, pues sintió hasta un poco de vergüenza ajena "Era obvio que alguien te iba a pillar..." El tipo mientras tanto seguía escarbando, sin cortarse ni siquiera un pelo. Un paso en falso acabó con su pie sobre una tablilla, la cual partió por la mitad. "Bueno, creo que ya ha sido suficiente diplomacia... tal y como dijo el Sr Hayashi... a veces hay personas que necesitan un escarmiento" la peliblanca estaba apunto de encargarse del ladrón cuando alguien más intervino — ¡Pero qué crees que estás haciendo! Acabas de romper una tablilla ¡Sal de ahí antes de que rompas otra . — El chico se había situado a su par, justo a su izquierda. Mitsuki le dedicó una fugas mirada y pudo notar que era un Hyuga como ella, tenía el Byakugan activado y parecía muy enfadado. Era un poco más mayor que ella o al menos eso aparentaba. "Vaya, no sabía que había más Hyugas en la aldea..." sin embargo, la joven no tenía tiempo para eso, no al menos de momento pues el ladrón lejos de amedrentarse parecía envalentonarse — ¿Huh? Otro mocoso…os lo digo, si no dejáis de fastidiar tendré que daros una lección — —Siento disentir a ese respecto— la peliblanca se adelantó un poco dejando al chico a su espalda —El único que tiene que aprender aquí una lección es usted, puede elegir hacerlo por las buenas... o por las malas— la joven deslizó suavemente su mano derecha bajo el montsuki para agarrar la empuñadura de su kodachi —Así que por favor, elija como prefiere que le entregue a la guardia— La peliblanca se sabía superior, todo ese tiempo entrenando le había otorgado confianza y determinación para llevar a cabo su tarea RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 11/07/2016 —Siento disentir a ese respecto— la peliblanca se adelantó un poco dejando al chico a su espalda —El único que tiene que aprender aquí una lección es usted, puede elegir hacerlo por las buenas... o por las malas— la joven deslizó suavemente su mano derecha bajo el montsuki para agarrar la empuñadura de su kodachi —Así que por favor, elija como prefiere que le entregue a la guardia— Haze quedo bastante sorprendido por la actitud de aquella muchacha, tanta confianza y determinación, quizás se le contagiaría algo si se quedaba cerca y le vería actuar. Estaba deseoso de ver algo de acción, y en su corazón ardía la necesidad de darle una lección a ese sujeto maloliente, y espero una reacción agresiva de parte del sujeto, ya se mentalizaba los sellos del Kangehika para atacarlo. — Humm… — Tras escuchar las palabras de la peliblanca, aquel sujeto reflexiono rápidamente sobre la situación que se estaba desarrollando, frente a si tenía a dos posibles ninjas de la aldea y el solo poseía un cuchillo algo oxidado, nada alentador y para colmo uno de los jóvenes estaba más envalentonado que nada. — ¡Saben que, Al diablo con esto! — Dijo exasperado arrojando su cuchillo al suelo, y tratando de alejarse del lugar con ambas manos en los bolsillos, tratando de salir de la escena sin mayores percances. — Aun así, ha partido una— Alcanzo a decir el joven Hyuga, el cual deshizo el byakugan para acercarse a la tablilla, y ver que tanto había sido dañada, pudo observar que justo se había partido por la mitad, — Con algo de cinta…quizás quede como nueva— Dijo en voz baja, sin llegar a tocarla, podía vislumbrarse que el nombre escrito en la tablilla era uno femenino. — Le agradezco mucho sus palabras señorita — Dijo, dirigiéndose a ella haciendo una leve reverencia. A haze no le costaba admitir las cosas, esa joven había sido más valiente que él y de cierta forma si no fuera por ella, quien sabe cómo hubiera acabado aquello. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 12/07/2016 Un instante de tensión bastó para que el ladrón se replantease la idea de encararse con la Hyuga, está fue poco a poco soltando la empuñadura de su kodachi mientras el hombre dejaba su cuchillo caer al suelo. "Al final entró en razón..." liberó la empuñadura finalmente dejando que su mano descansase de nuevo en su costado mientras sus ojos se clavaban en la espalda del mal encarado que se alejaba con las manos en los bolsillos "No me gusta tener que dejarlo ir... pero me temo que aunque lo detuviera apenas duraría un rato en el calabozo..." torció el gesto un segundo antes de volverse hacia el chico que se ocupaba de la tablilla que había roto el profanador —Aun así, ha partido una Con algo de cinta…quizás quede como nueva— Observó como el Hyuga trataba de buscar una solución para la tablilla, aunque la única que la peliblanca veía era reponerla... arreglar un amuleto con cinca no era la mejor opción aunque prefirió pasar aquello por alto. No era de su incumbencia lo que se hiciese o dejase de hacer. — Le agradezco mucho sus palabras señorita — el chic ohizo una reverencia —No tienes nada que agradecer— respondió la peliblanca quitándole importancia —No era más que un pobre diablo en el fondo— dejó escapar un suave suspiro —Oh, disculpa mis modales— la peliblanca acababa de recordar que no se había presentado —Hyuga Mitsuki— hizo una reverencia en señal de saludo —¿Con quién tengo el gusto de conversar?— "Parece que además de haber perdido los nervios también he perdido la educación..." se regañó así misma RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 13/07/2016 —No tienes nada que agradecer— respondió la peliblanca quitándole importancia —No era más que un pobre diablo en el fondo— dejó escapar un suave suspiro —Oh, disculpa mis modales— la peliblanca acababa de recordar que no se había presentado —Hyuga Mitsuki— hizo una reverencia en señal de saludo —¿Con quién tengo el gusto de conversar?— Con la tablilla no había remedio, habría que reponerla y ya que no había nadie más dispuesto a hacerlo, le quedaba la tarea a él. Haze pensó en el nombre de esta joven por unos segundos, y algo intrigado se puso de pie, mirándole por unos instantes e hizo una reverencia, — Yo soy Hyuga Hazegawa, es un honor conocerle— Dijo de forma amable, volviendo a estar erguido. — ¿Disculpe pero dijo Hyuga? — Haze le miro un poco extrañado, —No le había visto antes—finiquito, tomando la tablilla y guardando ambos pedazos en su bolsillo. Hazegawa volvió al caminillo de piedra por el que había estado observando la tablilla, —Me pregunto que estaría buscando aquel sujeto— Dijo en voz alta, realmente sin querer. Logro fijarse en que las flores que había traído se habían movido un poco, y sin tiempo que perder las arreglo, dejándolas al lado de la tablilla que decía —^Hyuga Himoki ^—, dejo salir un suspiro aliviado, ya su tarea de cada año estaba completa. — ¿Puedo acompañarle un rato? — Expreso a la joven Hyuga, sacando el pequeño envase de dulce de cerezo de su guarda objetos. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 17/07/2016 —Encantada Hazegawa-san— hizo une leve reverencia con su cabeza en señal de respeto antes de recolocarse el montsuki correctamente pues se le había descolocado un poco. — ¿Disculpe pero dijo Hyuga? No le había visto antes— el muchacho la miraba un tanto sorprendido, como si le extrañase no conocerla —Como dicen en mi tierra: Los ojos nunca mienten— bromeo la peliblanca al dar la respuesta —Al menos en esta ocasión es cierto— esbozó una suave sonrisa —Es normal que no me conozcas, soy de Kusabi al Norte del País de los Bosques Nevados— informó Mitsuki sin querer profundizar mucho más Mientras tanto, Hazegawa, fue a ocuparse de recolocar unas flores junto a una tablilla. "Ahora entiendo por qué se ha exaltado tanto" la peliblanca no pudo evitar sentir cierta empatía por aquel muchacho — ¿Puedo acompañarle un rato? — —Si gustas de caminar sin un rumbo fijo, no tengo ningún problema— respondió la peliblanca con cálida sonrisa —Acabo de llegar a la Aldea y no tengo ganas de parar por mucho— Mitsuki había aprendido que la mejor manera de evitar pensar en lo que se teme era mantenerse ocupada, ya fuese caminando, leyendo o entrenando RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 20/07/2016 —Si gustas de caminar sin un rumbo fijo, no tengo ningún problema— respondió la peliblanca con cálida sonrisa —Acabo de llegar a la Aldea y no tengo ganas de parar por mucho— Hazegawa no le dio muchas vueltas al asunto, pero algo si era claro estaba bastante sorprendido por aquella joven, por el valor que demostró hace poco y la dulzura de sus palabras, debía de ser alguien importante. — Yo quizás no sea la persona más perspicaz de la aldea, pero cuando uno quiere caminar sin parar es porque tiene algo entre ceja y ceja —Alcanzo a decir Haze, mientras sacaba de su portaobjetos su porción de dulce de cerezo, con una cuchara. — ¿Gusta un poco? — Dijo Hazegawa ofreciéndole el dulce que para él era sagrado, mientras no podía ocultar la curiosidad sobre lo que le había dicho aquella joven. — Kusabi…Al norte de del país de los bosques nevados, Suena como un lugar al que provocaría ir, y quedarse un tiempo, ¿hay muchos más Hyuga en ese lugar? — Dijo el joven Hyuga tras degustar una cucharada de dulce, el cual siempre le ponía de buen humor. Hazegawa Iba caminando junto a la peliblanco sin dejar de mirarle, se podía notar aquel brillo de curiosidad en sus ojos a la par que le hablaba. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 20/07/2016 —Yo quizás no sea la persona más perspicaz de la aldea, pero cuando uno quiere caminar sin parar es porque tiene algo entre ceja y ceja— El chico había dado en el clavo "¿ha caso tanto se nota?" —Algo así— respondió la joven con una medio sonrisa un tanto triste —Camino para distraerme, pensar demasiado no es bueno— "Aunque dormir es peor..." se guardó aquello para sí misma, no era ni el lugar ni el momento para ser tan sincera —¿Gusta un poco?— —No, gracias— declinó el ofrecimiento del muchacho con una sonrisa mientras seguían su lento caminar por aquel parque. El dulcue parecía haber mejorado el ánimo del Hyuga, que ahora parecía más interesado en conversar y comer — Kusabi…Al norte de del país de los bosques nevados, Suena como un lugar al que provocaría ir, y quedarse un tiempo, ¿hay muchos más Hyuga en ese lugar? — —Ya quedan muy pocos, tanto el apellido como el dojutsu se ha ido perdiendo— contestó la peliblanca con sinceridad —Aunque aún es común ver a personas que tienen los ojos de color blanco, aunque no conservan el byakugan o el apellido— señaló como curiosidad —Dicen que la paz y la mezcla de sangre poco a poco fue acabando con kekkei genkai. Supongo que aquí será diferente— devolvió la cuestión a su compañero —¿Me equivoco? RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 22/07/2016 —Ya quedan muy pocos, tanto el apellido como el dojutsu se ha ido perdiendo— contestó la peliblanca con sinceridad —Aunque aún es común ver a personas que tienen los ojos de color blanco, aunque no conservan el byakugan o el apellido— señaló como curiosidad —Dicen que la paz y la mezcla de sangre poco a poco fue acabando con kekkei genkai. Supongo que aquí será diferente— devolvió la cuestión a su compañero —¿Me equivoco? Haze lo pensó un poco, esas palabras las había escuchado antes pero cono otro tono y finalidad, no en la joven, pero si en su tío. —Justo esas palabras me recuerdan a mi tío, aunque en lo personal creo conservar el dojutsu es importante, no se lo impondría a nadie. — Dijo dando la última cucharada a su dulce, tras saborearlo lo guardo en su guarda objetos, y volvió la mirada a la peliblanca. —Mis padres ambos eran Hyuga, y vivo con mis familiares como se hacía antaño…juntos todos en un conjunto de casas, un clan. — Dijo Haze haciendo algunos gestos con las manos. —El sueño de mi tío, es unificar a los Hyuga en Onindo — Sentencio llevándose ambas manos cruzándose los dedos entre sí, al cogote—difiero un poco de sus métodos, pero qué más da…—Finalizo con algo de su pereza habitual. —Sería un honor nos visitaras alguna vez— Dijo esbozando una sonrisa. —Después de todo somos familia, eres una prima bastante lejana. — dijo echándose a reír. Hazegawa seguía caminando junto a la joven, no tenía planeado caminar por el lugar sin motivo alguno, pero una agradable conversación valía la pena. RE: Un amargo cerezo. - Yuki - 25/07/2016 —Justo esas palabras me recuerdan a mi tío, aunque en lo personal creo conservar el dojutsu es importante, no se lo impondría a nadie.— Aquella respuesta reveló a la peliblanca muchísima más información que las propias palabras que la componían. Su maestra le había explicado muchas veces la importancia que dan en el continente a los dojutsus, sobre todo entre los shinobis, así que era de esperar que un clan lo guardase con celo —Yo por el contrario prefiero un mundo donde los dojutsus no sean necesarios— indicó la Hyuga con, quizás, demasiada sinceridad. Era cierto que su byakugan resultaba muy útil pero no era algo que considerase tan importante como para ser salvaguardado —Mis padres ambos eran Hyuga, y vivo con mis familiares como se hacía antaño…juntos todos en un conjunto de casas, un clan.— "Ahora ya sé por que se puso así cuando el ladrón trató de profanar las tablillas..." Mitsuki sabía muy bien como se sentía aquel chico, a pesar de no tener familia o al menos no en los términos normales pues para ella todo Kusabi formaba parte de su familia y ahora incluso a los del continente los consideraba parte de ella. Así que cada muerte le resultaba igual de importante, por lo que había conocido esa sensación muchas veces en su corta vida. Lo que si la descolocó un poco fue el dato de que todos los Hyuga viviesen juntos, en una especie de gueto "¿Un grupo apartado dentro de la propia Aldea?..." Esa idea le parecía un tanto peligrosa, en la historia del mundo la mayoría de los conflictos han provenido de situaciones parecidas. La sola idea de sentirse especial o diferente ha desatado más guerras que el mal. —El sueño de mi tío, es unificar a los Hyuga en Onindo... difiero un poco de sus métodos, pero qué más da…— "¿Unificarlos...?" cada palabra que aquel chico soltaba no dejaba en muy buen lugar a su tío, al menos de cara a la de Kusabi "Las ideas de ese hombre dan un poco de miedo... suena como si para él el resto de personas no importasen, o que lo único que le importa de las personas son sus apellidos y ojos..." —Este mundo necesita más unión y menos divisiones— replicó la peliblanca con tranquilidad —El sueño de tu tío es separar a los Hyugas del resto, no puedo estar acuerdo con eso... todos somos personas al fin y al cabo, no debería de importarnos otra cosa— Mitsuki no había podido reprimirse, había tenido que replicar aunque se mordió la lengua. Aquellas ideas le habían erizado la piel —Sería un honor nos visitaras alguna vez. Después de todo somos familia, eres una prima bastante lejana. — La idea le agradaba, pero eso supondría cruzarse con el tío de Hazegawa y la peliblanca intuía como podría acabar el asunto. Sin embargo, recordó las palabras del Sr. Soko: Estás aquí para cambiar el mundo, para traer la justicia de Fuujin-sama. "No puedo rehuir enfrentamientos... quizás me he cruzado con el chico para poder cambiar esa deriva de pensamiento en su tío..." —Sería un placer visitaros algún día— respondió la peliblanca con un suave gesto de su cabeza mientras sonreía. Poco a poco, el paseo les había hecho rodear prácticamente el parque y acercarse poco a poco al camino principal que dirigía hacia la salida. RE: Un amargo cerezo. - Hazegawa - 28/07/2016 Hazegawa había escuchado las opiniones de la joven, tenía a su lado a alguien bastante noble y directo o al menos eso le parecía al joven Hyuga, lo que si le pareció curioso fueron las marcas en el rostro de la joven, y no se limitó después de todo ella no lo había hecho. — ¿Pero no siempre fue así sabes? Cuando mi abuelo lideraba al clan, las cosas eran diferentes él tenía un lema, ‘'Creo aun en la voz de las personas con buen corazón’’ siempre me lo decía, aun no lo comprendo del todo pero…espero hacerlo algún día. — Dijo haze, con algo de nostalgia. —Eres muy honesta, una cualidad escasa en estos días— Dijo el joven sonriendo levemente, a la joven. — ¿No quiero ser un pesado, pero…que significan esas rayitas que tienes en las mejillas? — dijo señalándole la mejilla derecha, con claro gesto de curiosidad. Haze seguía caminando a su lado, con su mano derecha en su bolsillo y la otra, rascándose el cogote, si bien no estaba cansado por la caminata veía pasar a la gente de reojo a medida que caminaba. —Háblame un poco sobre Kusabi, que me has dejado con la curiosidad— Dijo el, soltando una risilla. |