Luz bajo las rocas - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Bosque (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-bosque) +--- Foro: Bosque de Hongos (https://ninjaworld.es/foro-bosque-de-hongos) +--- Tema: Luz bajo las rocas (/tema-luz-bajo-las-rocas) |
Luz bajo las rocas - Taeko - 17/11/2017 Tekkōnyu. Es una seta poco común. Crece en la parte norte del Bosque de los Hongos. Busca entre las rocas más grandes, en el punto donde éstas se unen con la tierra podrida. Son pequeñas, de un gris oscuro con líneas negras desde su centro. Ten cuidado y no las rompas mucho al arrancarlos. Sus esporas no son peligrosas, pero el contacto con muchas te dejará la piel irritada por días. Taeko se detuvo ante aquel enorme hongo. Parecía una sábana invertida, colgando hacia el cielo desde un rugoso tronco que emergía de entre las raíces de un inmenso árbol. Desde hace varios metros había comenzado a ver aquellas setas que caracterizaban el Bosque de Hongos, pero aquel ante el cual se había detenido le parecía particularmente amenazador. La mujer que cuidaba a su madre, Iwada Ririki, la había mandado a por una seta especial, la tekkōnyu. Ririki era una médico que había estado tratando a Kikazura Hirami para ralentizar el decaimiento de su cuerpo, o detenerlo, si era posible. Había sido difícil, pues a la mujer le costaba más hablar y moverse, aunque los cambios eran muy lentos. El hongo tenía unas extrañas propiedades ferromagnéticas, por lo que Ririki podría utilizarlo para reforzar el chakra (y el cuerpo) de Hirami. Al escuchar esto, Taeko se lanzó a la aventura para buscarlos, no sin antes escuchar las indicaciones de la sonriente doctora. Y hela allí. Tragando saliva nerviosamente, bajando la mirada y buscando piedras que mover. Vestía uno de sus típicos hanfu, esta vez de color naranja cremoso con floreado color durazno. Su pantalón, así como el listón de su cabello, era rojo oscuro. Esta vez, sus mangas no quedaban bailando grácilmente, como siempre. Se había puesto unos guantes de cuero delgado que le había prestado Ririki (para protegerse de las esporas del hongo), y se había asegurado la manga del hanfu con un par de tiras blancas. Así, no exponía nada de piel de sus brazos. Su libretita y su carboncillo estaban ajustados en su obi naranja. Escuchaba con detenimiento el cantar de las aves, el cual retumbaba sombrío gracias al ambiente que reinaba. Su paso era lento, no por indecisa, sino por cuidadosa. No quería pasar de largo roca alguna que registrar en busca de aquellas setas tan preciadas. ”Son las 9 de la mañana, pero por estas sombras no lo parece…” pensó, soltando un suspiro algo incierto. RE: Luz bajo las rocas - Tsukiyama Daigo - 5/04/2018 "Quizá este sea un buen momento para parar a comer..." Daigo caminaba con paso lento, incluso cansado mientras viajaba por el Bosque de Hongos, pues tan solo había alcanzado a comer una vez durante el día que llevaba de viaje. "No, debería guardar provisiones para lo que queda de viaje. Si mantengo este ritmo me quedará comida para cuando regrese del Valle del Fin." En cuanto el peliverde pensó aquello, su estómago le rugió de vuelta. Vestido con una sudadera verde; sin ningún adorno, y el cabello recogido por la bandana de Kusagakure, el peliverde continuaba abriéndose paso por el bosque llevando sus provisiones en una amplia mochila gris que llevaba a sus espaldas. "Si lo consigo calcular todo bien, quizá pueda quedarme allí un par de días antes de tener que volver..." Suspiró. "...Espero que valga la pena el viaje." Luego de un par de minutos caminando, Daigo pudo ver a no mucha distancia a una chica cuyo pelo plateado resaltaba ligeramente entre las sombras que se habían formado en el lugar. "¿Está viajando sola? Qué raro..." pensó, pero no tardó en darse cuenta de que él estaba haciendo lo mismo. Aquella chica parecía estar muy ocupada buscando algo, pues caminaba cuidadosamente mientras rebuscaba entre las rocas que había en el camino. Luego de pensárselo unos pocos segundos Daigo decidió acercarse. Quizá podría ayudar en algo. —Uuuh... disculpa —intentó llamar su atención con una sonrisa amable—, ¿necesitas ayuda? RE: Luz bajo las rocas - Taeko - 8/04/2018 Taeko intentaba mantenerse en la senda, aunque se desviaba un poco cada vez que veía un cúmulo de rocas y musgo a lo lejos. En ese caso, iría, se agacharía y revisaría si encontraba el tekkonyū. Pero su búsqueda no había dado frutos hasta el momento. ”Bueno… tengo aún como 99.9% de bosque por revisar… Yay…” pensó, intentando no impacientarse ni perder los ánimos. Siguió adelante, y pronto vio un gran tocón con una formación rocosa pequeña en su lado derecho. Se le acercó y apartó unas piedrecillas con su dedo, temerosa de romper los hongos. Pero debajo de las rocas encontró otra cosa: algo que parecía haber sido una ardilla pequeña, a medio descomponerse. Tal vez había quedado atrapada entre las rocas, o un depredador no la había comido del todo. De cualquier manera, Taeko dio un salto hacia atrás de la sorpresa, gritando mentalmente. Justo al hacerlo, alguien que se había acercado le preguntó si podía ayudarle. La repentina voz le hizo saltar de nuevo, esta vez hacia el tocón, preparándose para enfrentar a la voz. Pero era un chico de sudadera verde y, como lo indicaba la bandana en su cabello, un ninja de Kusagakure como ella. Taeko suspiró mientras sacaba su libretita. El carboncillo se sentía raro en demasía bajo sus guantes. ≫No, no. Gracias. Solo busco algo entre las rocas. Me asustaste un poco… La última frase la acompañó con el dibujo de una carita cerrando los ojos de la impresión. RE: Luz bajo las rocas - Tsukiyama Daigo - 21/04/2018 Mientras la joven continuaba rebuscando entre unas piedrecillas que yacían al lado de un tocón, el peliverde había conseguido acercarse a la chica para intentar charlar con ella. La chica pareció sobresaltarse por algo que encontró bajo las rocas y justo en ese momento Daigo le provocó otro susto cuando intentó llamar su atención. —Aaah! La repentina reacción de la chica provocó que Daigo cayera sentado frente a ella. —Ay, ay... Se quejaba por lo bajo y frotaba la zona afectada mientras se levantaba. En cuanto se puso de pie, el chico pudo leer una nota que le había escrito la joven en su pequeña libreta. Esbozó una ligera sonrisa en cuanto vio el dibujo que había hecho la chica, pero no conseguía entender por qué se lo escribía. ¿Acaso no era más fácil solo decirlo? —Bueno, hay bastantes rocas en el bosque, ¿no crees? —dijo—, si lo haces sola podrías tardarte la vida. ¿Estás segura de que no querrías ayuda? RE: Luz bajo las rocas - Taeko - 26/04/2018 El chico también se espantó, y cayó al suelo, sentado. Taeko quiso ayudarle a levantarse, pero el joven de cabellos verdes se puso de pie pronto. Insistió en apoyarle en lo que pudiese. La peliplateada se tomó algunos segundos para ver la bandana de Kusagakure que adornaba la cabeza del ninja. Torció un poco los labios y luego asintió. Pasó cerca de un minuto haciendo un bosquejo sencillo, el cual enseñó al chico. Era un hongo con líneas negras que iban desde el centro del sombrero hasta su borde, y que luego bajaban por su pie. Tal como Taeko lo recordaba del libro que Ririki le había enseñado. Luego escribió algo a un lado de la ilustración. ≫Es un hongo gris oscuro. Se encuentra bajo las rocas. Se llama tekkōnyu Realmente lamentaría molestarle, pues será una búsqueda algo tardada. ¡Pero cómo se lo agradecería! Terminaba la nota con una carita sonriente dibujada a su lado. Luego escribió otra y le dedicó una reverencia al chico. ≫Me llamo Kikazura Taeko. ¡Un gusto en conocerle! "Espero que sea una buena persona, tal como todo kusajin debería ser... Aunque no me molestaría si dijera que no. Es más, lo entendería. RE: Luz bajo las rocas - Tsukiyama Daigo - 1/05/2018 Finalmente la joven cedió ante la insistencia de Daigo y asintiendo le hizo saber que podía ayudarla. —¡Genial! Espero llegar a ser de ayuda. —dijo alegre. Mientras el peliverde hablaba, la chica empezó a dibujar lo que parecía ser un hongo en su libreta. "Un hongo, como no. ¿Qué más podría estar buscando en el Bosque de Hongos?" Junto al dibujo, la chica escribió una nota. ≫Es un hongo gris oscuro. Se encuentra bajo las rocas. Se llama tekkōnyu Realmente lamentaría molestarle, pues será una búsqueda algo tardada. ¡Pero cómo se lo agradecería! El peliverde sonrió cuando vio que la chica habia vuelto a dibujar una carita, pero esta vez era una carita sonriente. —No te preocupes, te ayudaré. Entonces, la chica escribió otra notita y con una reverencia se presentó. ≫Me llamo Kikazura Taeko. ¡Un gusto en conocerle! —Oh "¡Qué mona!" Daigo reaccionó rápido y le respondió con una reverencia. —Yo me llamo Tsukiyama Daigo, el gusto es mío —dijo y se reincorporó—, Muy bien, ¿por dónde empezamos? |