¡PAM! ¡PLAT!

El sonido de algo chocando contra la pared, para luego caer al suelo. ¿Ese era yo?

—¡RAAAAAAAAAAAAAAGH!

Rugí, me levanté, y corrí a toda velocidad.

¡PAM! ¡PLAT!

Otra vez me estrellé en la pared, otra vez caí al suelo. ¿Cómo regrese a este punto? Algo me falta, como una zona sin pintar en un dibujo.

—Ahhhhh... ¡AAAARGGGHHH!

Me puse en pie, corrí de nuevo. Algo me detuvo, hay algo en mi cara.

¡PAM! ¡PLAT!

Ya veo, corro hasta alguien y él me detiene.

—¿Quién te dio permiso de descansar en el piso? Tu único trabajo es acertar un ataque.

¿Abuelo? Ah claro, me había olvidado de esta "rutina de entrenamiento".

¡PAM! ¡PLAT!

Corro a él, intento darle un puñetazo, me agarra la cabeza con la mano y me lanza contra el muro contrario.

—¡Vamos cachorrito! Si no haces lo que el abuelo dice no habrá batido de chocolate.

Ah claro, como no. Mamá siempre "motivándome".

¡PAM! ¡PLAT!

¿Cúantos años tenía? Creo que fue antes de que me ingresaran a la academia.

¡PAM! ¡PLAT!

—Mamá, se me ha caído un diente...

Joder, menos mal fue uno de leche. ¿Se imaginan como sería la vida sin mi sonrisa perfecta?

¡PAM! ¡PLAT!

¿Por qué lo olvidé?

¡PAM! ¡PLAT!

¿Por qué no termino de recordar?


...