Yota ha crecido en un entorno familiar bien aposentado y gracias a ello ha podido dedicarse a sus estudios en la academia, lo cual le ha servido para poder trabajar su cuerpo en consecuencia. Dispone de una estatura dentro de la media, ni muy alto ni muy bajo y, como todo discípulo del taijutsu ha trabajado su cuerpo. Tampoco es que tenga unos músculos excesivamente marcados pero si que se aprecia una preparación para practicar dicho arte. Su piel también denota que le gusta practicar al aire libre, alejado de la multitud de dojos de Kusagakure ya que está bien bronceada, lo cual se complementa con el tono rubio platino de su cabellera, de la cual salen varios mechones gruesos en todas direcciones y caen dos de una posición central, cubriendo la frente y yéndose a los lados, cubriendo parcialmente sus ojos, aunque por la espalda desciende una trenza ancha que se entrelaza entre sí. Sus ojos son de un color ámbar como el oro que, lejos de transmitir muchas cosas, producen una frialdad fuera de lo común para un chico de su edad. En la espalda, entre las dos espátulas y antes del nacimiento del cuello se pueden apreciar dos cicatrices que disimulan dos incisiones y entre ellas un tatuaje carmesí que muestra una especie de reloj de arena en horizontal. Sus manos están cubiertas con unas finas vendas que cubren desde sus dedos hasta prácticamente el codo, que ha empezado a usar después de aprender el chidori, para protegerse.Tras su encuentro con uno de los Generales de Kurama perdió su dedo corazón de la mano izquierda, por lo que las vendas cubren el muñón que le ha quedado.
En cuanto a sus costumbres a la hora de vestir; Yota suele vestir con prendas cómodas, más bien anchas en vez de usar piezas que queden ajustadas y apretadas, no es que lo haga para poder moverse mejor, es una simple cuestión de comodidad. Lleva una camiseta de manga larga de color carmesí, lisa y tapada por una camiseta de manga corta azabache que, en su espalda, dibuja la silueta de una araña, aunque sin cuerpo, mostrando las ocho patas, los quelíceros y en el centro un reloj de arena carmesí, esta tiene una franja que atraviesa la manga, de un tono carmesí y gruesa y va de lado a lado, rodeando el cuello. Más allá del tronco, suele lucir unos pantalones piratas negros y unas sandalias tradicionales también negras. Cuando hace frío, llueve o simplemente tiene que hacer largos viajes suele llevar puesta una túnica blanca con capucha, ideal para las inclemencias meteorológicas.
A Yota también le gustan los accesorios. Luce unos aretes, pequeños y plateados en sus orejas así como su bien más preciado: Un colgante de cadena metálica fina que sostiene una pieza que le regaló su madre el mismo año del asesinato de su difunto padre, se trata de una silueta de un rayo, dorado. Sin lugar a dudas, de todo su atuendo esta es la pieza por la que siente mayor aprecio, más incluso que a su bandana, por la cual juró lealtad a su amada Kusagakure.