7/01/2017, 17:33
Pero ella no sentía como si el lugar de buenas a primeras hubiera acabado siendo el hotel que se esperaba. Estaba rígida, y lo único que quería hacer era huir de aquel lugar, dando igual cómo se sintieran los demás ante ello. Era un acto egoísta, pero el más adecuado para su mente en aquellos momentos.
Vio la espalda de Ayame, y se dio cuenta de que se alejaba de ella, y que ella se quedaba con un sentimiento amargo que la oprimía el pecho. Sabía que no había sido la única en vivir aquello, fuera lo que fuese, y la marcha de la de Amegakure solo incrementaba aquel dolor. Se giró a Ryu, y murmuró unas palabras.
— Lo siento, pero no puedo.
Se encogió de hombros y mordió su labio inferior, reprimiendo otra de las miles de lágrimas que se avecinaban. Luego llamó al ascensor.
Ryu suspiró cansado mientras despeinaba su cabello para lanzar una rápida ojeada al lugar donde segundos antes habían aparecido los dos habitantes de la villa de la lluvia.
— No les gustará saber que te has ido sin despedirte.
— Solo quiero salir de aquí cuanto antes. — Respondió antes de que la última frase terminase en los labios del chico para luego subirse al ascensor que acababa de llegar. — Por favor, Ryu...
Y el chico solo pudo complacer los caprichos de la joven, abandonando la promesa de reencontrarse con Ayame y su hermano.
Vio la espalda de Ayame, y se dio cuenta de que se alejaba de ella, y que ella se quedaba con un sentimiento amargo que la oprimía el pecho. Sabía que no había sido la única en vivir aquello, fuera lo que fuese, y la marcha de la de Amegakure solo incrementaba aquel dolor. Se giró a Ryu, y murmuró unas palabras.
— Lo siento, pero no puedo.
Se encogió de hombros y mordió su labio inferior, reprimiendo otra de las miles de lágrimas que se avecinaban. Luego llamó al ascensor.
Ryu suspiró cansado mientras despeinaba su cabello para lanzar una rápida ojeada al lugar donde segundos antes habían aparecido los dos habitantes de la villa de la lluvia.
— No les gustará saber que te has ido sin despedirte.
— Solo quiero salir de aquí cuanto antes. — Respondió antes de que la última frase terminase en los labios del chico para luego subirse al ascensor que acababa de llegar. — Por favor, Ryu...
Y el chico solo pudo complacer los caprichos de la joven, abandonando la promesa de reencontrarse con Ayame y su hermano.