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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Ralexion se había mantenido al margen de la conversación hasta ese momento, pero cuando Nai se dirigió a él de manera directa, no podía hacer como que el asunto no iba con él y actuar como si estuviera solo en el lago. Se le presentaba la cuestión de si disponía de un mapa en su posesión, y la respuesta era que sí. Su sentido de la orientación era decente, pero tras perderse en unas cuantas ocasiones en tierras incógnitas para su persona, decidió de manera muy adulta que más valía prevenir que curar.

Ese mismo trozo de pergamino con la geografía dibujada en él le había sido de ayuda en un par de cruces antes de alcanzar el lugar donde ahora se encontraba con otras dos féminas. No obstante, se le daba bien memorizar los caminos una vez los había recorrido, estaba seguro de que no tendría problemas en volver a Uzushiogakure. Por ende, no le era una gran pérdida deshacerse del mapa en tal de ayudar a Izumi. Quizás el karma se lo pagaba en el futuro cercano.

Pues mira tú por donde, sí que tengo un mapa —chasqueó los dedos.

Se aproximó a su mochila con paso ligero. Del interior de la susodicha extrajo el papel en cuestión. Como ya se narró antes, se trataba de una hoja de pergamino arrancada, vieja y algo arrugada. No es que el Uchiha no llevara cuidado con ella, es que ya tenía muchos años encima. Ahora la usaba él en sus andaduras por el mundo y durante sus misiones como shinobi, pero antes de él ya lo hacía su madre. Una extraña reliquia familiar, podría decirse.

No obstante, el moreno no tenía reparo en deshacerse de ella si eso significaba que le seguiría siendo de utilidad a alguien. Más que a él, probablemente. Akane lo aprobaría, sin lugar a dudas. Sin mayor ceremonia retornó a la vera de las dos kunoichi y le hizo entrega del documento a la pelirrosa, sonriente.

Espero que tengas un buen viaje —le deseó, logrando que la cordialidad se impusiera sobre la vergüenza.
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#17
- No, lo lamento, no tengo un mapa.-dejó escapar un suspiró mientras retrocedía un par de pasos - Vine aquí un poco de memoria y preguntando, la verdad.

Casi le hacia gracia la respuesta de la joven, ella había llegado hasta allí más o menos de la misma forma si no fuese porque se había desviado del camino en un despiste... lo cual ya no le hacía tanta gracia

- Si me indicas hacia donde vas igual puedo decirte la dirección Takirune por ejemplo, esta hacia el este, basándome en eso podría señalarte al dirección que seguir, mas o menos, aunque mucho mas no puedo hacer.

—Si con Takirune te refieres a Taikarune has dado en el clavo—señaló la joven que no tenía muy claro si es que la joven tenía un problema con el nombre de la ciudad o es que había otra llamada Takirune —Me dirigía hacia allí cuando me desvíe sin querer y acabé aquí, justo me planteaba volver sobre mis pasos cuando escuché a nuestro cantante favorito— bromeo la joven tratando de romper un poco el hielo, pues el chico parecía bastante acongojado... y la verdad es que lo comprendía, aquella chica bipolar casi lo mata hacia apenas unos minutos

-- Oye chaval...tu no tendrás un mapa¿verdad?- la peliverde se dirigió al chico

—Esto, no hace...— a Izumi no le gustaba tomar cosas prestadas de los demás y menos si eran completos desconocidos, así que intento detener a su paisana... pero resultó en balde —Falta—

—Pues mira tú por donde, sí que tengo un mapa — chasqueó los dedos.

—Falta— ya era tarde, el chico se dirigía hacia su mochila totalmente decidido para sacar un trozo de papel. Volvía hasta donde se encontraban las dos chicas y le tendió la vieja hoja sobre la que se encontraba dibujada el mapa

—Espero que tengas un buen viaje —

Izumi no sabía muy bien como actuar, titubeó un segundo pero rápidamente alargo la mano un tanto avergonzada para recogerlo. Tenía la sensación que rechazarlo sería mucho más descortés que aceptarlo, aunque la idea de ir aceptando todo lo que extraños le diesen le resultaba un tanto contradictoria. Por un lado, necesitaba ese mapa para poder llegar hasta la ciudad que era su destino... pero por el otro estaba aceptando algo de un extraño al que no conocía de nada ¿Sería aquella una buena política de futuro?

—Mu... muchas gracias— se apresuró a añadir la chica que ahora sostenía el mapa con sus dos manos, un tanto nerviosa y en cierta forma avergonzada.

"¿Pero qué me pasa? Solo es un maldito mapa, no es que mes estén salvando la vida ni nada... ¿Por qué me siento tan culpable de aceptar su ayuda?" estaba realmente contrariada, en otra situación su actitud seguramente seria mucho más segura, pero esa sensación de deber algo a alguien la tenía un tanto descolocada "Bueno, ya que me lo ha dejado le echaré un vistazo..."

—Te lo devuelvo en un momento— sonrió levemente mientras lo desplegaba entre sus manos para que la otra chica le indicase hacia donde debía dirigirse
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#18
La joven se sonrojo con levedad antes de asentir suavemente, la verdad es que siempre se confundía al pronunciar el nombre de aquella ciudad y lo peor es que no sabia por que.

-Si que me refería a Taikarune, perdona.-Dijo la joven antes de negar un par de veces con la cabeza. A continuación sonrió interiormente al ver que el joven si que tenia un mapa y le indico a la otra chica que se acercase a tomarlo.

-Todo tuyo.-Comento al tiempo que daba un par de pasos hacia atrás para dejarle el espacio suficiente a la contraria para que pudiese coger el mapa. La verdad es que esperaba que le sirviese bastante bien para llegar a la ciudad, aunque a una mala podría acompañarla ella misma, pero prefería no tener que usar esa opción a menos que fuese totalmente necesario.

La joven desconecto de la conversación, cuando de repente se escucho un quejido que parecía venir del lago, aquella era un voz infantil, como si fuese la de una niña, cosa que provoco que se le pusiese la piel de gallina.

-Eh...chicos...¿Habéis oído eso?-Pregunto la joven interrumpiendo a la conversación que tenían con cierto tono de miedo en su voz.

Disculpad que no sea muy largo y tal pero queria contestaros entre las pausas de los trabajo, tengo pure de cerebro.
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#19
La joven le dijo que le devolvería el mapa en breves, cuando supiera qué dirección tomar. Ralexion esperaba que se lo quedara, pero si ella no lo quería, no pasaba nada. Volvería a ser parte de las pertenencias del moreno como de costumbre.

El muchacho se mantenía a la espera de que Izumi lograra ubicarse cuando escuchó un llanto proveniente de algún punto no identificado del lago. Alzó la mirada de inmediato, plagado de interés. No solo le habían llamado la atención los perturbantes sonidos, de hecho.

¡Mirad, está anocheciendo! —exclamó, señalando al astro rey, que ya casi era imperceptible— ¡Ahora es cuando empieza lo bueno! ¡Hay que ir a buscar al fantasma del lago!

Estaba excitado y contento cual niño pequeño al que le han dado un juguete nuevo. Se notaba con tan solo verlo.
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#20
-Si que me refería a Taikarune, perdona.- corrigió la joven ruborizada por el error, Izumi por su parte decidió no hacer ningún comentario para no incomodar aún más a la chica.

Mientras trataba de concentrarse en el mapa que tenía extendido entre sus manos, se vio obligada a levantar la vista por un extraño lamento que en una primera instancia relacionó con las dotes cantoras del dueño del permino. Por lo que no pudo evitar, desviar la mirada hacia el muchacho "¿No es él?" entornó los ojos levemente, extraña al ver que el chico no movía los labios "¿Quién entonces...?"

-Eh...chicos...¿Habéis oído eso?- instintivamente había vuelto la mirada hacia la kunoichi, que parecía tremendamente preocupada en aquel momento... casi podía notar el miedo en su voz

—¡Mirad, está anocheciendo! el Uchiha por su parte parecía estar emocionado por todo lo que estaba aconteciendo, señalaba al cielo mientras gritaba como un niño pequeño

En aquel momento Izumi se dio cuenta de que estaba metida, de nuevo, en un lío que ni le iba ni le venía "¿Por qué siempre yo...?" se lamentaba mientras observaba como el sol se iba apagando a la vez que los quejidos se hacían cada vez más fuertes "Esos lamentos parecen los de ..."

—¡Ahora es cuando empieza lo bueno! ¡Hay que ir a buscar al fantasma del lago!

Un escalofrío recorrió su espalda desde la rabadilla hasta la nuca, retuvo el aliento un instante y notó como se le erizaba el vello —¿Fantasmas...?— se volteó lentamente, sentía la necesidad de mirar en dirección al origen de la voz pero al mismo tiempo le daba pánico encontrarse con un ánima vengativo proveniente desde el mismo infierno

"Deben estar de broma..." trató de tranquilizarse la pelirosa, a la que no le importaba enfrentarse a nada vivo... pero los espíritus eran harina de otro costal
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#21
La peliverde suspiró con resignación, al parecer el fantasma había aparecido ya y eso podía suponerles problemas, no obstante, el chico de pelo azabache estaba muy excitado con la idea de ver a la niña del lago, eso sin duda era algo que a ella también le provocaba curiosidad, pero aun con esas, prefería mantener una actitud mas cauta, nunca se se sabe que esperar de un espíritu.

Se volvió a escuchar otro llanto y Nai comenzó a recitar para sus adentros otro de los mantras de su templo con el fin de evitar que aquel espíritu la poseyese o algo por el estilo. Por otra parte, la otra kunoichi parecía asustada y eso no le gustaba nada a Nai, pues sabia que los sentimientos negativos podrían atraer espíritus malignos.

-Ey...tranquila, los espíritus te tienen mas miedo que tu a ellos, pero si sigues así los podrías alterar-Le dijo a la chica del pelo rosa tratando de tranquilizarla, no obstante era una mentira, los espíritus no temían a los humanos.

A continuación Nai miró de nuevo al chico del pelo negro y trago saliva, este parecía estar encantado con la idea de que se les apareciese aquel fantasma y seguramente intentaría atraerlo, cosa que tampoco era buena idea, por lo que se le ocurrió una idea, dibujaría un símbolo de protección para que aquel espíritu no pudiese llegar a tocarles.

-Chicos...¿Que os parece si hago un circulo de protección? Mientras estemos dentro el espíritu no podrá hacernos nada.-Dijo ella mientras se agachaba y sacaba un kunai de bajo de su manga, con el fin de empezar a dibujar aquella barrera.
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#22
El Uchiha retornó a su mochila y momentos más tarde trajo consigo un farol de mano que le ayudaría a ver en la oscuridad. Volvió justo a tiempo para escuchar la sugerencia de una de las chicas, la cual quería utilizar un kunai para dibujar lo que aseguraba que era un símbolo de protección.

A decir verdad, a Ralexion todo aquello le daba un poco igual. No le tenía ningún tipo de miedo al presunto espíritu que habitaba el lago, al contrario, deseaba verlo con sus propios ojos. Se ocupó de encender el artefacto que sostenía con una mano escupiendo una pequeña mota de fuego desde sus labios tras llevar a cabo un solo sello con la extremidad libre.

Haced lo que queráis, yo voy a cruzar el lago e ir a la isla que está en medio, ¡seguro que ahí es donde está el fantasma! —afirmó con decisión.

Echó a caminar con grandes zancadas, aproximándose a la orilla del cuerpo acuoso. Notó como los llantos aumentaban en intensidad. Era curioso, porque juraría que venían de todas partes y ninguna a la vez.
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#23
-Ey...tranquila, los espíritus te tienen mas miedo que tu a ellos, pero si sigues así los podrías alterar

Izumi no pudo evitar mirar a la otra joven con una mezcla entre escepticismo y miedo, quizás solo lo decía para tratar de tranquilizarla un poco o de verdad creía en lo que decía... pero a la pelirosa no le parecieron útiles de ninguna de las dos formas "¿Por qué a mí siempre?" se lamentaba de su suerte, que últimamente no parecía más que empeorar

La peliverde, a decir verdad, tampoco parecía muy convencida por sus propias palabras... y si un tanto inquieta por la actitud tan desinhibida del otro muchacho que parecía estar apunto de echar a correr en dirección al fantasma

-Chicos...¿Que os parece si hago un circulo de protección? Mientras estemos dentro el espíritu no podrá hacernos nada.- la chica se agachó y comenzó a dibujar una serie de símbolos en el suelo.

La situación era un tanto esperpéntica, Izumi apuntó de echar a correr hacia atrás, la otra chica dibujando en el suelo una suerte de sortilegios y el que hacia un momento estaba apunto de suplicar clemencia ante una simple humana, apunto de correr en dirección al peligro

—Haced lo que queráis, yo voy a cruzar el lago e ir a la isla que está en medio, ¡seguro que ahí es donde está el fantasma! dicho y hecho, sin más el chico comenzó a caminar a grandes zancadas en la dirección opuesta a la que le llevaban las piernas a Izumi

—¡¿Es qué no sabes lo que le hacen los espíritus llorones a los niños?!— trató de hacer recapacitar al chico desde la distancia, pues no tenía ni la más mínima intención de progresar hacia delante
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#24
Dada la inactividad injustificada de Nai, Izumi y yo hemos decidido saltarle el turno. Perdona, Nai xD

Zancada a zancada, farol al frente, Ralexion avanzaba con la valentía de un conquistador. Sus sandalias ya perturbaban los surcos de la arena a la orilla del lago. Instantes más tarde, la planta de una de sus zapatillas pisaba sobre el agua, evitando hundirse gracias a un flujo de chakra constante.

Un banco de niebla de lo más tétrico se había levantado como por arte de magia alrededor de las aguas, pero Ralexion, intrépido, continuaba su avance, impasible frente a los lloros. Izumi observaría un diminuto punto de luz perdiéndose en el horizonte, engullido por la oscuridad, por lo desconocido.

¡¿VÉIS COMO NO PASA NADA?! —gritó a vivo pulmón, intentando que alcanzara a las dos féminas.

Entonces se percató de que se había desorientado. No veía nada en la niebla, y su farol no lograba penetrarla lo suficiente como para distinguir algo reconocible. A todos lados los gimoteos fantasmales, nada más.

Se cagó en todo lo cagable.
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#25
La advertencia de Izumi cayó en saco roto pues el chico siguió avanzando, sobre la superficie del lago, a través de la niebla que se había levantado de repente. Sus ojos fueron siguiendo tanto al temerario como a su farol, mientras se iban difuminando entre las tinieblas.

"¿De dónde ha salido toda esta niebla?" todo había cambiado en un momento, del día a la noche y con ella una descenso de las temperaturas "Creo que lo mejor es que me marche de aquí" Se frotó los brazos con ambas manos tratando de entrar en calor. Al sentir el rocé de un papel contra su brazo, recordó que aún tenía el mapa que el aventurero le había prestado "Maldición..." para cuando quiso volver a encontrar al muchacho en el horizonte esté ya se había perdido entre las nubes "No, no...."

Bajo la mirada, para comprobar la disposición de la otra chica que aún seguía con su encantamiento "Me da a mí que eso no servirá de nada..." dobló el mapa y lo introdujo en su portaobjetos mientras decidía que hacer. La idea de seguir al del farol no le agradaba lo más mínimo, sin embargo, era el único punto de referencia que conservaba. Si se dirigía hacia cualquier otra parte, se arriesgaba a volver a perderse y está vez lo haría además bajo aquella densa niebla

—¡¿VÉIS COMO NO PASA NADA?! — la voz del chico se impuso un instante a los gimoteos constantes, pero le llegaba como amortiguada

"Si que ha debido ir lejos..." dio un par de pasos hacia el frente, alejándose de la aspirante a bruja "Creo que lo mejor es no separarnos" Izumi se había decidido finalmente, no se alejaría por el momento de la otra chica. No sabía que era lo que estaba ocurriendo, ni siquiera que era lo que podía aparecer en cualquier momento... lo único seguro es que sola no llegaría muy lejos

—¡VUELVE AQUÍ, NO DEBEMOS SEPARARNOS MÁS!— gritó la joven en respuesta, con un poco de suerte recapacitaría
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#26
Dada la continuada inactividad de Nai, Izumi y yo hemos decidido echarla de la trama.

—¡VUELVE AQUÍ, NO DEBEMOS SEPARARNOS MÁS!— gritó la joven en respuesta.

A Ralexion le pareció escuchar algo, perdido en la lejanía, pero no logró apreciarlo. Los llantos eran cada vez más sonoros, ahogando cualquier otro tipo de ruido. Los timpanos le chirriaban, anhelando que los plañidos cesaran.

Sus deseos fueron órdenes para la extraña fuerza que hilaba los acontecimientos. Se hizo el silencio de inmediato. Ralexion tanteó con la mirada sus alrededores. Niebla y más niebla, como antes.

Ven... ven a mí... —le exigió un susurro resonante, proveniente de todas partes y ninguna a la vez, igual que los lloros.

El Uchiha debía de admitir que se estaba poniendo un poco nervioso, pero todavía ostentaba el control de la situación. O el de su pánico, al menos.

Se lamió los labios a la par que notaba una sensación gélida discurrir a lo largo de su espina dorsal.

¿Qué quieres, fantasma? ¡Te lo advierto, si me siento amenazado te achicharraré la cara, no es un farol! —aseguró.

El moreno no cayó en la cuenta de como su aliento se convertía en neblina tan pronto salía de su boca, ya que se encontraba cual gato con la guardia alzada, listo para abalanzarse sobre el primer hostil que se materializara en el rango de sus sentidos. Pero la temperatura estaba descendiendo considerablemente allá en el interior del banco de bruma...
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#27
Había perdido cualquier rastro del muchacho, ni siquiera hubo una lejana respuesta a su pregunta "Maldición..." en cierta forma le preocupaba haber perdido un posible aliado en manos de un fantasma y por otra quizás el espíritu se diese por satisfecho con el alma de aquel proyecto de cazafantasma "Sea como sea... no debo separarme de la otra chica..." se dio la vuelta y puff, no había nadie allí, ni siquiera los dibujos cabalísticos que con esmero había estado dibujando "No me jodas..." la pelirosa trago saliva, ahora si que estaba nerviosa de verdad. Acaba de desaparecer una persona a unos palmos de su retaguardia.

Los llantos se intensificaron por momentos, aunque para ella seguían llegando desde un poco más lejos que para Ralexion. Sin embargo, de repente, se hizo el silencio. Una intensa niebla y silencio...

Un sudor frío caía por su sien, no sabía muy bien que hacer ahora... todos sus planes se habían venido abajo... y aquella maldita sensación de que alguien observa "Tengo que salir de aquí..." instintivamente llevó la mano derecha hasta la empuñadura de su bokken "pero... ¿hacia dónde debo de ir?" sabía que tenía el lago a su espalda ahora mismo "Aún que fuese en la dirección que vine, con esta niebla estoy segura de que me perdería de nuevo..."

Finalmente había decidido optar por lo menos lógico a su parecer, se dio la vuelta y comenzó a caminar a paso rápido hacia el el lago, siguiendo los pasos del suicida "Creo que me estoy volviendo loca..."

—¡Eh Chico!— gritó con la esperanza de poder así localizarlo —¡¿Dónde estás?!— siguió avanzando mientras —¡Vamos! ¡Contesta!— conforme se adentraba en el lago, empezaba a pensar que quizás hubiese corrido la misma suerte que la aprendiz de bruja... aquella idea hizo que agarrase aún más fuerte la empuñadura de su bokken, aún en la parte posterior de su cintura

"Ahora mismo me conformo con salir viva de esto..."
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#28
Ahora sí que lo sentía: frío, un helor glacial que ignoraba sus ropajes y violaba su piel. Estaba tiritando; su mandíbula, carente de control, temblaba, produciendo fricción entre las partes superior e inferior de esta.

Echaba de menos los llantos, por inverosímil que pudiera resultar. El silencio le ponía nervioso, era como un veneno que se arrastraba hacia su psique con paso lento pero seguro, sembrando paranoia, agobio y otro elenco de sentimientos negativos.

«Perder el control es el camino a la perdición, perder el control es el camino a la perdición...», se dijo cual letanía, rememorando aquellas palabras que le había enseñado su progenitora.

Entonces divisó algo al frente, a unos cinco metros de él. En primera instancia pensó que se trataba de una de las dos féminas que se habían quedado a orillas del lago, pero no podía ser, la figura era demasiado baja como para corresponderse con la silueta de una de las dos kunoichi. Levantó el farol, ansioso de discernir algo claro...

—¡Eh Chico!— gritó con la esperanza de poder así localizarlo —¡¿Dónde estás?!— siguió avanzando mientras —¡Vamos! ¡Contesta!— conforme se adentraba en el lago, empezaba a pensar que quizás hubiese corrido la misma suerte que la aprendiz de bruja... aquella idea hizo que agarrase aún más fuerte la empuñadura de su bokken, aún en la parte posterior de su cintura.

Se trataba, sin lugar a dudas, de la voz de Izumi. Provenía de un punto inexacto a su espalda, y como consecuencia, el Uchiha atrasó su rostro de inmediato, queriendo localizarla. Cuando devolvió su campo de visión al frente, la figura ya no estaba ahí.

Tragó saliva y retrocedió un paso sin apartar la mirada de ese punto.

¡Ten cuidado! ¡Hay algo en la niebla...!
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#29
—¡Ten cuidado! ¡Hay algo en la niebla...! la voz del chico provenía de un poco más adelante, aún así no le fue posible divisarlo entre tanta nibla... ni siquiera era capaz de ver sobre que estaba pisando en aquel momento

"¿Algo en la niebla?" repasó con la mirada sus alrededores un tanto asustada, si había algo allí oculto, acechándoles poco o nada podrían hacer si no eran capaces de divisarlo antes de que fuese demasiado tarde "No veo una mierda..." se mordió el labio un tanto agobiada pero no detuvo su marcha ni un instante, quedarse quieta en aquella situación era convertirse en un objetivo aún más fácil de lo que ya era "Sí tan solo consiguiese reunirme con él" dos son mejor que no o eso es lo que dicen ¿no?

—¡Ven hacia mí!— pidió la joven —¡Nos será más fácil cubrirnos si estamos juntos!— sabía perfectamente que se arriesgaba a ser más localizable al hablar, pero aquel no era un momento para ser precavida. Ya había cometido el error de meterse de lleno en la boca del lobo, poner tiritas no serviría de nada

"¿Qué habrá sido de la otra chica?" no pudo evitar acordarse por un instante de la muchacha que había desaparecido sin dejar ningún rastro "un momento...." una loca idea se cruzó por su mente al recordar la reacción del chico subiéndose al árbol "¿Y si tenía razón?" apretó un poco más el paso por culpa del miedo "¿Y si esa chica era el fantasma?"
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#30
—¡Ven hacia mí!— pidió la joven —¡Nos será más fácil cubrirnos si estamos juntos!

Sí, no era mala idea. La niebla dificultaba el ubicarse utilizando la visión, pero el oído era capaz de llevar a cabo el trabajo de manera exitosa donde los ojos fallaban. Así pues, echó a correr hacia la dirección en la que había percibido la voz de Izumi, usándola como si de una brújula se tratase.

Apenas había avanzado un par de metros cuando notó algo a su espalda que lo hizo detenerse de improvisto. Había algo, o alguien, detrás de él... estaba completamente seguro de ello. Era una sensación tan perturbadora como desagradable, incomparable con nada que hubiera sentido antes.

El Yomi es tan frío... necesito calor...

Con gran inseguridad hizo girar su cuello y con él su mirada, entonces fue cuando la vio...

Era una niña pálida como la nieve, de melena oscura y vestida con una blusa que le llegaba hasta las rodillas de un tono muy similar al de su piel. Sus ojos grises se cruzaron con los del Uchiha, un hecho que le aportó un latigazo de terror al muchacho, como si su propia alma se congelara.

Sus instintos de supervivencia se dispararon. Dejó caer el farol y empezó a hacer sellos antes de ser consciente de ello, frenético. El chakra ardía en su espíritu y en su garganta, espantando al miedo. Giró sobre sus talones, hinchó los pulmones, los mofletes y arqueó con todo ello la espalda. Acto seguido escupió una bola de fuego que alcanzaba los dos metros de anchura directa hacia el supuesto espectro.

La esfera flamígera rugió y consumió la niebla a su alrededor, avanzando sin detenerse. Continuó su trayectora hasta estamparse contra uno de los árboles de la islilla en el centro del lago, prendiendo la madera y creando un faro improvisado.

No había ni rastro de la niña. Ralexion suspiró. Sentía que había recuperado el control de la situación.

¡Ve hacia el fuego, nos reuniremos allí! ¡Y veas lo que veas, corre! —vociferó, impartiendo instrucciones a Izumi.

Había tenido suerte. No estaba seguro de que el islote se encontrara en aquella dirección, usó su memoria para encauzar el disparo, pero lo consiguió. La antorcha que se alza entre la oscuridad, encaminándolo hacia donde deseaba ir.

Uchiha Ralexion

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- Inventario vacío (está todo en la mochila)


¤ Katon: Gōkakyū no Jutsu
¤ Elemento Fuego: Técnica de la Gran Bola de Fuego
- Tipo: Ofensivo
- Rango: C
- Requisitos: Katon 10
- Gastos:
  • 12 CK
  • (Katon 20) (multiplicable x2)
  • (Katon 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV
- Efectos adicionales: (Katon 80) Tanto el chorro como la esfera pueden lanzarse de forma parabólica
- Sellos: Caballo → Serpiente → Carnero → Mono → Jabalí → Caballo → Tigre
- Velocidad: Rápida
- Alcance y dimensiones:
  • 1'5 metros de ancho y 3 de largo como lanzallamas (multiplicado x1) o 1'5 metros de diámetro, alcanza 6 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x1).
  • 3 de ancho y 5 de largo como lanzallamas (multiplicado x2) o 2 metros de ancho, alcanza 8 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x2).
  • 4 metros de ancho y 6 de largo como lanzallamas (multiplicado x3) o 3'5 metros de ancho, alcanza 15 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x3).
Icónica técnica flamígera, popularmente asociada a los Uchiha, puesto que estos mismos la crearon, y son extremadamentes asiduos a ella. No hay un solo miembro del susodicho clan que sea incapaz de ejecutarla, puesto que el aprendizaje del Gōkakyū no Jutsu se utiliza como rito de adultez, de forma que los jóvenes Uchiha son considerados miembros de pleno derecho tan pronto la dominan. Eventualmente, la técnica fué aprendida por otros ninjas que también poseían chakra elemental de fuego, generalizando su uso. Acumulando el chakra, transformado en llamas, en el estómago, el ejecutor lo exhala por la boca, pudiendo hacerlo de dos formas: ya sea a modo de lanzallamas, con un chorro sostenido a lo largo de varios segundos, dirigible, o disparando una esfera ardiente que avanzará en línea recta. En ambos casos, la técnica abrasa al oponente, y deja un llamativo cráter allá donde impacte. La potencia y alcance pueden variar dramáticamente dependiendo del chakra que se utilice, llegando al extremo de lanzar bolas enormes.
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