8/08/2015, 18:00
¿Qué quién soy dices? Podría responderte con una simple frase pero siempre he pensado que uno debe saber de dónde viene para saber hacia dónde va. Ponte cómodo, relájate y tómate uno de estos caramelos tan deliciosos. Mi historia, o más bien la de mis antepasados empieza en la extinguida Kirigakure, también conocida como Aldea Oculta de la Niebla.
Volviendo a lo de antes... ¿Qué quién soy? Soy Sasagani Yota el hijo de los Kaguya y juro proteger a los míos más que a mi propia vida.
Prólogo: La herencia de Kirigakure
Hace muchos, pero que muchos años, por allá el año 10 más o menos, en el archipiélago del País del Agua, en una isla se formó una civilización, un lugar en el que se iban a forjar shinobis fríos como el acero con un denominador común, allí su gran mayoría dominaban el ninjutsu elemental de tipo agua, más comúnmente conocido como Suiton. Aquella gente eran capaces de usar el agua como la más letal de las katanas. ¿O acaso pensabas que el hecho de que estuvieran rodeados de agua y aquella espesa niebla que habitaba su aldea era mera coincidencia? Las civilizaciones no dejan nada al azar, absolutamente nada.
Pero eso no es todo. con el paso del tiempo se descubrió que habitaba gente que poseía habilidades, innatas, de linaje genético y cada cual más mortífera y especial que la otra. Se les conocía como clanes. Recelosos como nadie, jamás contarían nada de sus habilidades a alguien exterior al clan. Técnicas secretas, cualidades formidables, lo cual les daba a aquellos ninjas, un abanico de posibilidades mucho mayor que a los de la media.
Pero a finales del año 12 todo se acabaría yendo a la puta mierda.
Los bijuu rompieron la alianza que había entre las aldeas más importantes, Kirigakure era una de ellas. Bueno, no fueron los bijuu, fueron los líderes. corrompidos por el poder que brindaban aquellas criaturas de puro chakra, fueron en su busca y trataron de capturarlos para ganarse aquel poder y dominar a placer a sus enemigos. Ya sabes aquel dicho, "La violencia lleva a más violencia".
Y así fue.
Como era de esperar salió mal y aquello desencadenó en una gran guerra mundial que terminó con la desaparición de Kirigakure, Konoha, Sunagakure, Iwagakure y Kumogakure. Las 5 grandes naciones hechas añicos por 9 bestias, aquellas 9 bestias que tanto anhelaban. Pero los bijuu no se detuvieron, siguieron causando el mal mientras 3 naciones se alzaban como las 3 grandes promesas. Esas aldeas ocultas eran Amegakure, Kusagakure y Uzushiogakure. Fueron en busca de las bestias y en el Valle del Fin acabaron con ellos. Fueron nuestros 3 kages: Sumizu Kouta, Shodaime Arashikage, Koichi Riona, Shodaime Morikage, y Uzumaki Shiomaru, Shodaime Uzukage.
A partir de aquel momento aquellas iban a ser las 3 grandes Aldeas de este mundo, las 3 mismas aldeas que acabarían firmando una alianza que a día de hoy sigue activa.
Pero eso no es todo. con el paso del tiempo se descubrió que habitaba gente que poseía habilidades, innatas, de linaje genético y cada cual más mortífera y especial que la otra. Se les conocía como clanes. Recelosos como nadie, jamás contarían nada de sus habilidades a alguien exterior al clan. Técnicas secretas, cualidades formidables, lo cual les daba a aquellos ninjas, un abanico de posibilidades mucho mayor que a los de la media.
Pero a finales del año 12 todo se acabaría yendo a la puta mierda.
Los bijuu rompieron la alianza que había entre las aldeas más importantes, Kirigakure era una de ellas. Bueno, no fueron los bijuu, fueron los líderes. corrompidos por el poder que brindaban aquellas criaturas de puro chakra, fueron en su busca y trataron de capturarlos para ganarse aquel poder y dominar a placer a sus enemigos. Ya sabes aquel dicho, "La violencia lleva a más violencia".
Y así fue.
Como era de esperar salió mal y aquello desencadenó en una gran guerra mundial que terminó con la desaparición de Kirigakure, Konoha, Sunagakure, Iwagakure y Kumogakure. Las 5 grandes naciones hechas añicos por 9 bestias, aquellas 9 bestias que tanto anhelaban. Pero los bijuu no se detuvieron, siguieron causando el mal mientras 3 naciones se alzaban como las 3 grandes promesas. Esas aldeas ocultas eran Amegakure, Kusagakure y Uzushiogakure. Fueron en busca de las bestias y en el Valle del Fin acabaron con ellos. Fueron nuestros 3 kages: Sumizu Kouta, Shodaime Arashikage, Koichi Riona, Shodaime Morikage, y Uzumaki Shiomaru, Shodaime Uzukage.
A partir de aquel momento aquellas iban a ser las 3 grandes Aldeas de este mundo, las 3 mismas aldeas que acabarían firmando una alianza que a día de hoy sigue activa.
I: Huesos mutantes
¿Qué por qué te cuento esto de Kirigakure y las guerras? Déjame acabar y lo verás. Debes ser más paciente. Te he contado eso, por qué yo soy un hijo de Kirigakure. Soy uno de los tantos hijos de Kirigakure. ¿Qué cómo lo sé? Pues porque poseo una de aquellas habilidades de las que te hablaba antes. Un Kekkei Genkai, suena guay ¿Eh?
Pese a que las familias se han ido dividiendo con el paso de los años debido a la destrucción de las aldeas donde estaban aposentados, puesto que tuvieron que aparearse con gente ajena al clan para asegurar su supervivencia, por ello mis padres no son descendientes de dicho clan. De hecho, ni siquiera he conocido a mi padre, no tengo recuerdos de él, pero eso no es lo que nos atañe ahora mismo.
Soy un hijo del clan Kaguya, poseedores del Kekkei Genkai Shikotsumyaku. El pulso del hueso muerto. Pero no te dejes engañar por su nombre, pues mis huesos están mucho más vivos que los de cualquier otro ser humano. Puedo manipularlos para mi propio beneficio agrandándolos a mi voluntad y no solo eso, soy capaz de regenerarlos en caso de que se me rompa alguno, fortalecerlos si la situación lo requiere y aún tengo que descubrir muchas cosas.
Pese a que las familias se han ido dividiendo con el paso de los años debido a la destrucción de las aldeas donde estaban aposentados, puesto que tuvieron que aparearse con gente ajena al clan para asegurar su supervivencia, por ello mis padres no son descendientes de dicho clan. De hecho, ni siquiera he conocido a mi padre, no tengo recuerdos de él, pero eso no es lo que nos atañe ahora mismo.
Soy un hijo del clan Kaguya, poseedores del Kekkei Genkai Shikotsumyaku. El pulso del hueso muerto. Pero no te dejes engañar por su nombre, pues mis huesos están mucho más vivos que los de cualquier otro ser humano. Puedo manipularlos para mi propio beneficio agrandándolos a mi voluntad y no solo eso, soy capaz de regenerarlos en caso de que se me rompa alguno, fortalecerlos si la situación lo requiere y aún tengo que descubrir muchas cosas.
II: Una infancia anormal
Si, si, ya lo sé. te estoy contando una clase de historia en vez de contarte quién narices soy. Pero entiéndelo, es necesario todo esto para que entiendas bien.
Año 184. Los cerezos se pintaron de rosa y las playas desprendían aquel aroma a dulce azufren en Uzushiogakure. en el hospital, no obstante, debieron oír los berrinches de mamá. Fue en aquella primavera cuando llegué al mundo. Me han contado que papá sostenía la mano de mamá con suavidad durante todo proceso del parte, no se desenganchó de ella. Pero yo jamás le he visto la cara y el día que lo haga será para decirle cuatro cosas bien dichas, ya lo creo que sí.
Bueno, no nos desviemos del asunto. Los médicos quedaron perplejos cuando me hicieron el típico análisis que se le hace a todo recién nacido. Mi esqueleto, como ya habrás supuesto no es para nada convencional, pero es que para aquel entonces, los tejidos óseos ya estaban formados, ni rastro de aquellos huesecitos débiles de los bebés, eran duros como piedras y no tardaría muchos años en sorprender más a la gente con mis habilidades.
Primero creyeron que se trataba de algún tipo de enfermedad pero tras cientos de pruebas descartaron todas las posibles enfermedades y lo atribuyeron a don que se me había concedido. Pensaron que los dioses me habían bendecido. Pueden creer lo que quieran, pero es evidente que soy un hijo de los Kaguya de Kirigakure. apuesto a que generaciones atrás, tengo antepasados que lucharon para las filas de la Niebla. Algún día lo descubriré.
Pasaron los años y cada día que pasaba, sentía más emoción en las peleas y en la vida de un ninja, tal como lo era mamá. Oh, no te he dicho su nombre. Puedes llamarla Naomi. Es muy guapa y una gran madre, siempre me lo ha dado todo y estoy completamente en deuda con ella, que ha tenido que compaginar su vida como kunoichi y como madre. Los demás niños, en la escuela tenían algo de miedo de mí. Lo sentía en sus miradas, temían que me descontrolase y empezase a sacar huesos por todo mi cuerpo y no había momento en que los profesores me sacaron al menos, un ojo de encima.
No hizo falta insistir mucho a mamá. No dudo en inscribirme a la academia en cuanto superé con facilidad la prueba de acceso gracias a mi potencial y mis virtudes para el combate. Se podría decir que era un gran arma para Uzushiogakure. Allí, en la academia se acabaron las malas miradas y no tardé en hacer amigos. Kazuma-san, Jurete, Nabi-kun e incluso Eri-chan. No tardamos en tener buen rollo en aquel grupito, con los demás me llevaba bien, pero era distinto. Con esos 4 estudiantes tenía una química especial y sabía que cuando llegase el momento, todos y cada uno de aquel quinteto superaríamos el examen gennin sin problemas.
Año 184. Los cerezos se pintaron de rosa y las playas desprendían aquel aroma a dulce azufren en Uzushiogakure. en el hospital, no obstante, debieron oír los berrinches de mamá. Fue en aquella primavera cuando llegué al mundo. Me han contado que papá sostenía la mano de mamá con suavidad durante todo proceso del parte, no se desenganchó de ella. Pero yo jamás le he visto la cara y el día que lo haga será para decirle cuatro cosas bien dichas, ya lo creo que sí.
Bueno, no nos desviemos del asunto. Los médicos quedaron perplejos cuando me hicieron el típico análisis que se le hace a todo recién nacido. Mi esqueleto, como ya habrás supuesto no es para nada convencional, pero es que para aquel entonces, los tejidos óseos ya estaban formados, ni rastro de aquellos huesecitos débiles de los bebés, eran duros como piedras y no tardaría muchos años en sorprender más a la gente con mis habilidades.
Primero creyeron que se trataba de algún tipo de enfermedad pero tras cientos de pruebas descartaron todas las posibles enfermedades y lo atribuyeron a don que se me había concedido. Pensaron que los dioses me habían bendecido. Pueden creer lo que quieran, pero es evidente que soy un hijo de los Kaguya de Kirigakure. apuesto a que generaciones atrás, tengo antepasados que lucharon para las filas de la Niebla. Algún día lo descubriré.
Pasaron los años y cada día que pasaba, sentía más emoción en las peleas y en la vida de un ninja, tal como lo era mamá. Oh, no te he dicho su nombre. Puedes llamarla Naomi. Es muy guapa y una gran madre, siempre me lo ha dado todo y estoy completamente en deuda con ella, que ha tenido que compaginar su vida como kunoichi y como madre. Los demás niños, en la escuela tenían algo de miedo de mí. Lo sentía en sus miradas, temían que me descontrolase y empezase a sacar huesos por todo mi cuerpo y no había momento en que los profesores me sacaron al menos, un ojo de encima.
No hizo falta insistir mucho a mamá. No dudo en inscribirme a la academia en cuanto superé con facilidad la prueba de acceso gracias a mi potencial y mis virtudes para el combate. Se podría decir que era un gran arma para Uzushiogakure. Allí, en la academia se acabaron las malas miradas y no tardé en hacer amigos. Kazuma-san, Jurete, Nabi-kun e incluso Eri-chan. No tardamos en tener buen rollo en aquel grupito, con los demás me llevaba bien, pero era distinto. Con esos 4 estudiantes tenía una química especial y sabía que cuando llegase el momento, todos y cada uno de aquel quinteto superaríamos el examen gennin sin problemas.
III: ¿Dónde estás, papá?
¿Te lo puedes creer? Ni una mirada, ni un intercambio de palabras ¡Ni siquiera los putos buenos días! No he tenido absolutamente nada con mi padre. No sé su nombre, no sé de qué color son sus cabellos. Es un completo desconocido pero... ¿Si está vivo porque no viene a verme? Eso es lo que me he estado preguntando yo mismo durante tanto tiempo. Y el día que le vea se va a cagar ¡Lo juro por mis malditos huesos!
Más de una vez y más de dos le he preguntado a mamá. Pero la respuesta siempre ha sido la misma.
"Tu padre es un shinobi muy importante y está de misión. Por las noches, cuando duermes viene a verte para darte un beso de buenas noches."
Ya podría venir por la mañana a darme los buenos días ¿No? El caso es que es mentira. Más de una vez he tratado de mantenerme despierto al momento de acostarme para comprobar si era cierto aquello que mamá me decía, pero no lo era. No aparecía y no iba a desaparecer. Nadie ha sido capaz de decirme nada más que esas palabras, pero no van a poder engañarme, sé que eso es una mentira. quizás sea un renegado y por eso no puede volver a casa o quizás... No, no me gusta pensar en eso, pero... Puede que esté muerto. No hay que descartarlo.
Más de una vez y más de dos le he preguntado a mamá. Pero la respuesta siempre ha sido la misma.
"Tu padre es un shinobi muy importante y está de misión. Por las noches, cuando duermes viene a verte para darte un beso de buenas noches."
Ya podría venir por la mañana a darme los buenos días ¿No? El caso es que es mentira. Más de una vez he tratado de mantenerme despierto al momento de acostarme para comprobar si era cierto aquello que mamá me decía, pero no lo era. No aparecía y no iba a desaparecer. Nadie ha sido capaz de decirme nada más que esas palabras, pero no van a poder engañarme, sé que eso es una mentira. quizás sea un renegado y por eso no puede volver a casa o quizás... No, no me gusta pensar en eso, pero... Puede que esté muerto. No hay que descartarlo.
IV: El brillo de mi bandana
De esto ya hace poco, el día que me entregaron mi bandana. Efectivamente, no es un tópico, es un día muy especial, por muy reservado que seas. También lo fue para mí. Como cada año, a final de curso se hace un examen final en el que debes demostrar que eres un ninja como tal para poder alistarte en las fuerzas comandadas por Uzumaki Shiona-sama, Sandaime Uzukage. Ya queda menos para que llegue el día en que pueda conocer a nuestra líder.
La prueba no era demasiado complicada, tuve que realizar un Bunshin no Jutsu además de alguna que otra prueba de tiro con kunais y shurikens. Nada que no supiese abordar. Pero lo cierto era que estaba hecho un autentico saco de nervios. Afortunadamente, tal y como le prometí a mamá, todo salió a pedir de boca y los nervios no me traicionaron. Las largas sesiones de entrenamiento, las horas de estudio y la conciencia de tomarme aquello muy en serio fueron alguno de los pasos que he tenido que hacer para llegar hasta aquí, hasta ser gennin de Uzushiogakure.
No me verás abandonando a mi aldea como papá abandonó a su familia, a su esposa y a su hijo. Fui a celebrarlo con mamá. Aprovechamos la ocasión para ir hasta Yamiria, allí hay locales realmente buenos. No en serio, no es porque lo diga yo, allí cocinan de miedo. Todavía recuerdo la promesa que me hizo mamá aquel día.
"Cuando hayas crecido lo suficiente te enseñaré una técnica muy poderosa, pero antes debes esforzarte tal y como lo has hecho hasta ahora, Yotita."
La prueba no era demasiado complicada, tuve que realizar un Bunshin no Jutsu además de alguna que otra prueba de tiro con kunais y shurikens. Nada que no supiese abordar. Pero lo cierto era que estaba hecho un autentico saco de nervios. Afortunadamente, tal y como le prometí a mamá, todo salió a pedir de boca y los nervios no me traicionaron. Las largas sesiones de entrenamiento, las horas de estudio y la conciencia de tomarme aquello muy en serio fueron alguno de los pasos que he tenido que hacer para llegar hasta aquí, hasta ser gennin de Uzushiogakure.
No me verás abandonando a mi aldea como papá abandonó a su familia, a su esposa y a su hijo. Fui a celebrarlo con mamá. Aprovechamos la ocasión para ir hasta Yamiria, allí hay locales realmente buenos. No en serio, no es porque lo diga yo, allí cocinan de miedo. Todavía recuerdo la promesa que me hizo mamá aquel día.
"Cuando hayas crecido lo suficiente te enseñaré una técnica muy poderosa, pero antes debes esforzarte tal y como lo has hecho hasta ahora, Yotita."
Volviendo a lo de antes... ¿Qué quién soy? Soy Sasagani Yota el hijo de los Kaguya y juro proteger a los míos más que a mi propia vida.
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Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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