Los intrépidos

[Uzumaki Eri]

—Hmm… Pues no sé. ¿Y si le llamo el Cancerbero? Oh, no, mejor, el Matatuertos—Eri le miró, horrorizada, no le gustaban esos nombres—. Espera, espera. ¿El Rompecorazones?

—Ni de coña —contestó ella con el ceño ligeramente fruncido. Era un perro, no alguien que terminase con sus venganzas, sobre todo teniendo en cuenta que había dicho matatuertos mirando al pobre Stuffy.

Pero Datsue volvió a dar muestra de lo maravillosamente retorcida que era su mente.

—¡Datsuse el Matakanes! ¿Lo pilláis? —ella negó con la cabeza—. Secretamente, todo el mundo sabe, a mí me llaman el Matakages. Matakages, matacanes… ¡Es un juego de palabras perfecto!

—A ver, Datsue, no es por fardar, pero el perro que yo he criado tiene el mismo rango que tú. Así que piensatelo dos veces antes de faltar a mi orgullo Inuzuka.

Se llevó una mano a la frente, tapando parcialmente su cara, luego se acercó al can y empezó a acariciarlo lentamente, como si con ella no fuera la cosa. Esos dos solo parecían intentar ver quién tenía el nivel de testosterona más alto, y sinceramente, no quería que los perros actuasen de forma similar.

—Aunque ya te digo que el tuyo va a ser un semental hecho y derecho, porque si algo le puedes enseñar es el folleteo, cien por cien.

Y Datsue pareció encenderse con esa frase, y ella lo notó, poniéndose roja de inmediato.

—Vamos a ver, chicos, por favor, dejemos ese tema, que no hemos venido a hablar de ello precisamente, eh —advirtió, roja cual tomate y sin mirar a ninguno a los ojos —. Esto va de Datsuse, el matacanes, el cual ya tiene dueño y ambos van a pasarlo muy bien en su casita, ¿a que sí?

Esta vez miró a Datsue.

[Inuzuka Nabi]

Datsue sacó una falsa modestia que se ponía y se quitaba como una capa de viaje cuando viajas de la Ribera Sur a la Ribera Norte. Al mismo tiempo que alardeaba de haber conseguido algo más con alguna Sakamoto, o varias, decía que él no hablaba de esos temas porque era todo un caballero.

— Ahora miradme los dos como si el loco fuese yo. Bueno, entonces el perro se llamara matatucanes. Vaya nombrecito.

Aclarado eso tuve que plantear una duda que no paraba de asaltarme cada vez que el Uchiha hablaba.

— Pero a ver, ¿por qué te iban a llamar matakages? Si solo has matado a uno, será matakage o matazoku, ¿o tienes algo que confesarnos, Datsue?

Por un momento, que Datsue tuviese algo que ver con la muerte de Shiona me pareció lógico. Claro que inmediatamente después lo descarté, ¿Datsue matando a Shiona o ayudando a ello? Imposible.

[Uchiha Datsue]

Datsue miró al perro. El perro le miró a él.

—P-por supuesto que lo vamos a pasar muy bien en casa. Sí… —respondió a Eri, intentando trasmitir más seguridad y confianza de la que realmente tenía—. El matacanes, Nabi. El matacanes —le corrigió. ¡Y que Stuffy no se pusiese chulo, que le demostraría el motivo de su apodo en aquel mismo instante! «Bueno, mejor esperarnos unos mesecillos a que crezca un poco». Tenía que reconocerlo, en aquellos momentos era demasiado pequeño incluso para Stuffy.

El Inuzuka preguntó entonces por qué su apodo estaba en plural.

—Pues… Claro que no tengo nada que confesar. No sé, tiene más garra, Nabi. Impone más. El matakage o matazoku son apodos sin… carisma.

[Uzumaki Eri]

Ante la afirmación de Datsue, ella se relajó de nuevo. No entendía como, pero le preocupaba el hecho de saber que el perro se iría con el Uchiha después de haberlo criado por unos días ella, por eso evitó mirar al perro de nuevo, intentando prestar atención a la conversación entre los dos chicos que la acompañaban.

—Pues… Claro que no tengo nada que confesar. No sé, tiene más garra, Nabi. Impone más. El matakage o matazoku son apodos sin… carisma.

—Hombre, en plural es como que te hace más importante, es decir, ¡Datsue, el matakages! —exclamó ella, enfatizando el apodo —. Es como si fuese poderoso, teniendo en cuenta que los Kages son las personas más importantes de las Villas Ocultas, ¿no crees? —tenía que darle la razón, puesto que el apodo tenía bastante gancho, pero aún así...

»Aún así, es un nombre que podría resultarte peligroso —advirtió, mirando esta vez al Uchiha —. que Datsuse se llame matacanes es un paso, parece gracioso y aún es un cachorro, puede que luego cambie y no haga daño a una mosca, pero tú deberías tener cuidado...

«Y más después de lo que nos has contado...»

[Inuzuka Nabi]

—Pues… Claro que no tengo nada que confesar. No sé, tiene más garra, Nabi. Impone más. El matakage o matazoku son apodos sin… carisma.

— Creo, y solo creo, que ya has tenido bastante "carisma" para un par de años. Piensa que de todos los kagecidios que se han dado en esta villa has estado inmiscuido en todos. Sin contar que seguro que eres la única persona con vida que se la ha jugado a la Arashikage. Por mi, podrías bajar un poco el listón, aunque sea hasta que seas kage y ya ahí petamos el mundo si quieres.

»Aún así, es un nombre que podría resultarte peligroso . que Datsuse se llame matacanes es un paso, parece gracioso y aún es un cachorro, puede que luego cambie y no haga daño a una mosca, pero tú deberías tener cuidado...

Señalé varias veces a Eri melodramaticamente.

— ¿Oyes eso, Datsue? Es la voz de la cordura. Mientras tú estás aquí pensando en echar mierda a gente y en liarla aún más con un perro tan endemoniado como tú, Eri piensa en que no te mueras. ¡Eso es madurar, Datsue! Así que madura. Escucha a Eri, hazle caso y no te mueras, y, sobretodo, deja de hacer enemigos entre los kages del mundo, Datsue. ¡Eso está mal!

En una escala de madurez, Eri y yo estabamos empatados, pero Datsue estaba por debajo hasta de Stuffy. Era como un niño pequeño al que vigilar y cuidar.

[Uchiha Datsue]

Datsue hizo un ademán, como quitándole importancia a la visión tan catastrófica que tenían sus compañeros de él.

—Bah, ¡exageráis! Además, ya he aprendido la lección. A partir de ahora no seré conocido como Datsue el Intrépido, ¡sino como Datsue el Cauto! —prometió.

Se agachó junto al Matacanes y le acarició el cuello.

—Pero basta de hablar de mí —dijo sin mirar a ninguno en concreto—. ¿Qué habéis estado haciendo desde la última vez? ¿No os metisteis en ningún follón? ¿Ningún enemigo al que hay que apalizar? ¡Apuesto a que os fuisteis de misión los dos juntos sin avisarme! —En realidad, tampoco podía recriminárselo. Él lo hacía a todas horas con Akame.

[Uzumaki Eri]

—¿Oyes eso, Datsue? Es la voz de la cordura. Mientras tú estás aquí pensando en echar mierda a gente y en liarla aún más con un perro tan endemoniado como tú, Eri piensa en que no te mueras. ¡Eso es madurar, Datsue! Así que madura. Escucha a Eri, hazle caso y no te mueras, y, sobretodo, deja de hacer enemigos entre los kages del mundo, Datsue. ¡Eso está mal!

—Bah, ¡exageráis! Además, ya he aprendido la lección. A partir de ahora no seré conocido como Datsue el Intrépido, ¡sino como Datsue el Cauto! —prometió.

—Ya, ya —dijo ella, con tono de broma—. Antes de prometer nada, queremos verlo, ¡eh! —añadió, sonriente—. O al final Datsuse se quedará huérfano.

—Pero basta de hablar de mí —dijo sin mirar a ninguno en concreto—. ¿Qué habéis estado haciendo desde la última vez? ¿No os metisteis en ningún follón? ¿Ningún enemigo al que hay que apalizar? ¡Apuesto a que os fuisteis de misión los dos juntos sin avisarme!

—Pues eso mismo, lo único que hemos hecho en tu ausencia es ir de misión juntos, y digo en tu ausencia, porque tu tampoco es que estés muy disponible últimamente —recriminó, aunque no con un tono de cabreo —. Por lo demás, he estado entrenando bastante, o si no, haciendo el vago aquí... La verdad es que mi vida no es para nada interesante.

Concluyó, encogiéndose de hombros.

[Inuzuka Nabi]

—Bah, ¡exageráis! Además, ya he aprendido la lección. A partir de ahora no seré conocido como Datsue el Intrépido, ¡sino como Datsue el Cauto!

— JA, ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! JA, ja, jajajajaja. Ah, espera, que lo dices en serio. ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Me reí como no me había reído en años, en lustros, incluso en décadas. Ni cuando escuché el chiste del punto y la coma, y mira que me descojoné vivo en ese momento. Era un punto que se tropezó y se quedó en coma. Ay, buenísimo. Pero estábamos hablando de cosas totalmente ridículas.

Datsue afirmando que iba a ser cauto, CAUTO, DATSUE. JAJAJAJAJAJAJAJAJA. Vale, no reírse. Era absurdo, era como imaginarse a un elefante haciendo patinaje artístico sobre un lago helado en llamas con patines de madera en medio de Kusagakure mientras unos pianistas tocaban unos violines para ambientar y unos amenios se ponían a jugar al ajedrez con total tranquilidad y sin matar ni insultar a nadie.

Incluso Stuffy había dejado su rollo emo y había empezado a ladrar de forma aguda y recurrente, con ladridos cortos y algún aullido que sonaba ofensivo hasta para mi. A ambos empezó a faltarnos el aire y bajamos el ritmo.

— Ja, ja... jajajaja... Vale, ya... Ahora en serio, Datsue, no te metas en problemas. Quiero decir, en MÁS problemas. Y si te metes en problemas, que no haya ningún kage de por medio. Y sobretodo, nada de sacar bijuus a pasear.

Pasé unos largos segundos despues de hablar sin reirme, y se me pasó.

— Datsue, el cauto, ¡jajajajaja!

Ni siquiera me había enterado de nada de lo que habían dicho despues de lo que probablemente sea el chiste del milenio. ¡DATSUE EL CAUTO! JAJAJAJAJA

[Uchiha Datsue]

Risas por un lado; palabas poco convencidas por el otro. Su labia solía funcionar con aquellos que le conocían poco, pero con los que le tenían calado… Bueno, quizá lo adecuado sería no intentarlo demasiado. O se le carcajearían en la cara como en aquel instante.

—No confiáis en ello, ¿eh? Entonces no me quedará más remedio que demostrarlo con acciones. El tiempo lo dirá, mis queridos amigos. El tiempo lo dirá. —Vaya que si lo diría—. Por lo pronto, pienso mantener un perfil bajo en el Chūnin. Muy bajo. —Nada de ir dando la nota. De pintarrajearse la cara o jugar con el público de producirse algún combate en el estadio. No, nada de eso…

»Oye, ¿qué me decís si la próxima misión la hacemos juntos? ¿Tras el Chūnin? ¡El trío intrépido de nuevo en acción! —Sí, sonaba bien. Además, tras su pelea con Akame… Mejor darse un pequeño descanso—. Aunque os lo advierto, ¡no pienso aceptar una misión por debajo del rango B! —Últimamente andaba escaso de dinero.

[Uzumaki Eri]

Nabi había comenzado a descojonarse lo que no estaba escrito tras escuchar las palabras: Datsue, seguido de el cauto, ella había arqueado las dos cejas, pues no era ni de lejos el peor mote —o el menos creíble, sin duda— que su Uchiha amigo se había autoimpuesto.

—Ja, ja... jajajaja... Vale, ya... Ahora en serio, Datsue, no te metas en problemas. Quiero decir, en MÁS problemas. Y si te metes en problemas, que no haya ningún kage de por medio. Y sobretodo, nada de sacar bijuus a pasear.

—No confiáis en ello, ¿eh? Entonces no me quedará más remedio que demostrarlo con acciones. El tiempo lo dirá, mis queridos amigos. El tiempo lo dirá. —Eso esperaba ella, y, a poder ser; que fuese de verdad para bien—. Por lo pronto, pienso mantener un perfil bajo en el Chūnin. Muy bajo.

—Eso espero, Datsue; eso espero... Al menos compórtate como en el Torneo, que tampoco te luciste demasiado..., y viniendo de ti, eso fue preocupante —admitió ella, cruzándose de piernas—. Además, habría que centrarse en hacerlo bien y demostrar que valemos para el cargo.

—Oye, ¿qué me decís si la próxima misión la hacemos juntos? ¿Tras el Chūnin? ¡El trío intrépido de nuevo en acción! —La kunoichi se encogió de hombros y se llevó una mano al cuello, recordando cómo le fue la última vez—. Aunque os lo advierto, ¡no pienso aceptar una misión por debajo del rango B!

—Por mí vale... No tengo ningún problema pero... ¿De rango B? ¡Si ni si quiera sabemos si vamos a ascender a rango Chūnin! —exclamó ella, nerviosa —. Y Nabi ni se ha presentado... Podría salir o muy bien, o muy mal.

Pero debía reconocer que ganas tenía, la verdad.

[Inuzuka Nabi]

—No confiáis en ello, ¿eh? Entonces no me quedará más remedio que demostrarlo con acciones. El tiempo lo dirá, mis queridos amigos. El tiempo lo dirá. Por lo pronto, pienso mantener un perfil bajo en el Chūnin. Muy bajo.

Conociendo a Datsue eso significaba que iba a ponerse chulito igual pero después diría "No, si solo era una estrategia" o alguna excusa similar. Vamos, el estándar pero con algo de justificación pobre por detrás.

— Sinceramente, no me preocupa lo que hagas EN la villa, sino lo que hagas fuera. Bueno, sí me preocupa, lo que hagas A la villa. Qué coño, me preocupas a todas horas, colega, de hecho, me preocupa hasta que intentes contenerte. No porque no seas capaz, sino porque seas capaz y de tanto acumular tu... rebeldía, acabes explotando. Tú, tu bijuu y todo el país, claro.

»Oye, ¿qué me decís si la próxima misión la hacemos juntos? ¿Tras el Chūnin? ¡El trío intrépido de nuevo en acción! Aunque os lo advierto, ¡no pienso aceptar una misión por debajo del rango B!

— No veo problema, pero como ha subrayado Eri, yo seguiré siendo genin seguro, y, bueno, vosotros puede que también. ¿Cómo vamos a conseguir una B?

[Uchiha Datsue]

Aguantó con deportividad la pullita de Eri sobre que no se había lucido demasiado en el Torneo de los Dojos. Era cierto, había perdido en la segunda ronda. Pero es que su contrincante había sido Daruu, ni más ni menos, también conocido —por él y sus compañeros ávidos de oír nuevas aventuras— como el Demonio Blanco.

No era cualquier cosa.

—Pidiéndoselo a la persona adecuada —respondió a Nabi. ¿Cómo conseguir una misión B? Simplemente preguntando—. Y diría que esa persona adecuada es Hyuga Kyoko. Quizá hasta Akimichi Yashiro —Sí, puede que ella también fuese la más fácil de convencer—. Goro ni de coña. Y Kiyomi… —Datsue siempre iba casualmente a pedir misiones en su horario. Pero ahora que lo habían degradado la evitaba. No quería descubrir la decepción reflejada en sus ojos—. No, Kiyomi tampoco.

[Inuzuka Nabi]

Por un momento me tentó decirle que ni Kyoko ni Yashiro nos darían una misión de rango B siendo tres genins, pero mi segunda neurona me recordó a tiempo que no estábamos hablando de mi ni de cualquier otro genin, estábamos hablando de Datsue. Si había alguien más capaz de engañar y de estafar que Uchiha Datsue, ese sería Uchiha Datsue junior, que mejoraría las estrategias de su padre, pero tenía que salir de su sangre seguro.

— Creo que tienes más posibilidades con Kyoko. Pero tampoco creo que sean muchas.

Repasé mentalmente a los encargados antes de emitir algún otro veredicto.

— Si por Kiyomi fuera estaríamos todos haciendo seguras misiones de rango D hasta ser Jounin y por Goro aún estaríamos limpiando retretes.

[Uzumaki Eri]

—Pidiéndoselo a la persona adecuada —dijo el Uchiha, y Eri enarcó una ceja—. Y diría que esa persona adecuada es Hyuga Kyoko. Quizá hasta Akimichi Yashiro, Goro ni de coña. Y Kiyomi… No, Kiyomi tampoco.

—¿Por que Kiyomi no? —Preguntó Eri, alarmada.

—Creo que tienes más posibilidades con Kyoko. Pero tampoco creo que sean muchas.

—Eso es cierto —dio la razón a Nabi, pensativa —. A ver, con ninguno tenemos muchas posibilidades, pero es cierto que Kyoko es la más... Agradable, y si Datsue y yo conseguimos pasar a chuunin, probablemente nos dejen... —agregó.

[Uchiha Datsue]

¿Por qué Kiyomi no?, preguntaba Eri. El propio Nabi le dio la respuesta. Si por ella fuese, estarían todos en un entorno tan controlado y seguro que no habría riesgo ni de hacerse un rasguño. Esa no era toda la verdad, claro. Pero sí la suficiente.

—No se hable más, ¡decidido pues! —exclamó Datsue—. ¡Los Intrépidos se van juntos de misión!

Extendió el puño hacia ambos, y esperó a que los dos lo entrechocasen con él. Conociendo a Nabi, era capaz de pasar de él solo por dejarlo quedar mal.

—En fin, Eri-chan, Nabi-kun… Os agradezco enormemente el detalle. De corazón. Y os echaba de menos, joder. Pero soy un ninja ocupado. Con obligaciones —Muchas. Demasiadas—. ¡Matakanes! —llamó a Datsuse—. Despídete de Eri, anda. No te preocupes. La volverás a ver. Muy pronto.