Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Los dos mastodontes no parecían tener intención de ceder, pero los dos jovenes a su vez tampoco. Poco a poco, el ambiente se volvió mas turbio, y el resto de comensales comenzaron a ponerse nerviosos. El dueño por su parte, no estaba seguro de lo que hacer excepto de hacer gestos a los que estaban en la cocina por si debían escapar por la puerta trasera.

¿¡En serio!? no podéis ponerme un dedo encima, porque dejaríais de cobrar. Por no hablar que de hacerlo puedo daros una paliza a ambos. Soy el mejor alumno de Tekken, y lo sabéis.

«¿Te-que?» Ryuko se extraño cuando hizo mención a lo que podía resultar ser algún tipo de arte marcial. Apenas llevaba unos días alejada de su aldea, y estaba deseosa por conocer mundo como el que mas, pero desde luego no quería conocerlo de aquella forma.

¿Y si te corto la cabeza y pido un rescate por tu cuerpo, mocoso? Quizás sea mi último sueldo, pero lo celebraré rodeado de golfas y mucho alcohol... — dijo tras amenazar nuevamente con el arma ya desenfundada.

¡¡Basta ya!! ¡No permitiré que haya ningún tipo de trifulca dentro de mi local! ¡Largaos a pelear a la calle!

Las voces del dueño del restaurante a pleno pulmón hizo que Ryuko se girase en gesto de sorpresa; parecía un simple ciudadano pero desde luego agallas no le faltaban. Dio un golpe sobre la barra enfrente de Etsu, manteniendo los brazos erguidos y con un gran desagrado en su rostro. Si alguien destrozaba su local, seguramente pagaría hasta el ultimo de los cristales rotos.

«¿En que están pensando esos dos? Ninguno de los dos parece preocupado por la situación.» Y Akane, terminó su plato, y ya estaba comenzando a devorar el de Etsu. «No, si desde luego el otro tonto no es...»
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#17
Y la situación volvía a empeorar por momentos. Los colaboradores del abuelo comenzaban a pensar en atentar contra la vida del que debían proteger. El tipo del bar alzó la voz inquiriendo que se largasen a pelear fuera. Akane se había terminado su plato y comenzaba a mirar el de Etsu. Todo se complicaba, y mucho...

«¿¡Me cago en la puta!?»¿¡Pero qué leches os pasa a todos!? —terminó por alzar la voz el rastas —¿¡yo solo quiero comer en paz, joder!?

»¿¡Tan difícil es!?

Te burlas de nuestro trabajo y esperas que te respete tu hora de comer, ¿mocoso?

El hombre terminó por hincar el metal en el suelo, en señal de amenaza. Ésta atravesó el mismo sin dificultad alguna, casi como si la hincase en mera mantequilla. No cabía duda de que o bien el metal estaba bien afilado, o que el tipo tenía fuerza... o ambas cosas.

La mano de Akane se deslizó de manera disimulada hacia el plato de Etsu, y éste lo miró de reojo con mucho rencor. MUCHO.

Eh tu, camarero. Mas te vale no meterte donde no te llaman —el de la lanza no titubeó en amenazar al que defendía su negocio.

Sal fuera, mocoso —inquirió de nuevo el tipo de la katana.

Etsu suspiró de nuevo. Sin duda alguna, no les faltaba dedicación —dejadme terminar de comer, y luego os pateo el culo. Por favor.

El tipo no dudó un solo instante. Adelantó un paso, lo justo para tener a su alcance a Etsu, y agarró con fuerza el hombro del chico. Un gesto rudo, y que sin duda realizó en pos de que éste lo tomase en serio. Sin embargo, su gesto no tardaría en cambiar. Casi tan brusco como el tipo de la katana había tomado el hombro del joven, el Inuzuka clavó con fiereza los palillos de madera en el dorso de la mano que lo sujetaba. Fue en apenas un segundo, y la sangre brotó como si esas milésimas de segundo hubiesen sido siglos. El silencio hizo de las suya, y no fue hasta pasado un par de segundos que el tipo no se dio cuenta de lo que realmente pasaba. La piel se le erizó, y la voz parecía no salir. Sus orbes se afianzaron en la herida, en los palillos ahí hincados, y en toda la sangre que germinaba aquella acción.

¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!

Al fin, la voz le llegó a salir al tipo. El hombre no pudo si no reflejar su dolor en un gemido que salía desde lo mas profundo de su ser. Soltó la katana como acto reflejo, y terminó afianzando la mano dañada con la mano libre. El hombre se retorcía de dolor, aún con los palillos de madera hincados en el dorso de la diestra.

El tipo de la lanza quedó blanco, más que un albino. Seguramente esa fue la reacción de la mayoría de los allí presentes. Entre tanto, Akane intentaba tomar posesión del plato de Etsu, en lo que éste se giraba sobre la silla y buscaba con la mirada al tipo de la katana.

No soy una persona violenta... pero no sé negarme a un desafío. Por favor, iros. Lo estoy diciendo por las buenas... no quiero pelear con vosotros.

Así, como si nada.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#18
Ya apenas le quedaba comida a la glotona que venia del país con la lluvia mas incesante de todo Onindo. Los murmullos ahogaban todo el local, algunos de los comensales dejaron de comer; un hombre mayor ya había terminado de comer desde antes de que entraran los dos jóvenes y esperaba a reposar un poco la comida antes de marcharse, pero se estaba viendo forzado a pasar mas rato. Siendo observador, se podría haber visto a algunos interesados en entrar a comer al establecimiento a traves de la puerta, pero acto seguido se marchaban al ver el jaleo que había montado.

¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!! — Y entonces, un grito inundo el pequeño negocio. El matón que portaba la espada ahora lo que blandía eran dos palillos de madera incrustados en la parte posterior de su mano. Aprovechando el desconcierto, algunos se marcharon como alma que corre el diablo.

No soy una persona violenta... pero no sé negarme a un desafío. Por favor, iros. Lo estoy diciendo por las buenas... no quiero pelear con vosotros.

Ryuko por su parte intentaba terminar sus platos restantes, pero entre los gritos y la gente corriendo parecía que le resultaria imposible. El matón agitaba su mano dolorida con fiereza; puede que incluso le hubiera llegado a atravesar todo el metacarpiano con dos simples palillos.

El dueño del local hervía de rabia e impotencia al ver como había sido completamente ignorado. Tal vez no era por completo una pelea, pero se trataba de un incentivo bastante alentador. Careciendo de miedo, o tal vez simplemente cegado de furia, volvió a alzar la voz.

¡¡Se acabo!! ¡¡FUERA DE MI RESTAURANTE INMEDIATAMENTE!! ¡¡Voy a llamar a las fuerzas del orden como esto continúe — Golpeó la gran barra con fuerza, abriendo una brecha a lo largo de esta y saltando algunas astillas.

Una batalla a tres bandas parecía estar apunto de comenzar por lo que el resto de clientes terminaron por huir despavoridos. Uno de los cocineros incluso hizo señas para que algunos pudieran escapar por la puerta de atras del local; desde luego esto les iba a acabar trayendo muy mala fama. Pero es fama al fin y al cabo.

«He gastado casi todos mis ahorros en esta comida y no pienso salir de aquí hasta haber terminado todos los platos.» Bajo la mesa en la que estaba comiendo, Ryuko decidió esconderse con otro plato mas; este era un bol enorme de fideos con setas, carne y mil especias. Junto sus manos y cerró los ojos. «Que aproveche.» Y volvió a ignorar lo que ocurría a su alrededor, solo esperaba que no la molestasen.
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#19
Y de pronto, así como quien no quiere la cosa, se armó la gorda.

El tipo de la katana bailaba el aserejé con unos palillos hincados en el dorso de la mano. El amigo del tipo que bailaba quería bailar también, pero parecía que le había bajado demasiado el azúcar, pues estaba blanco como el cuerno de un rinoceronte. El mesero había partido la barra de un golpe, y gritaba enfadado sin motivo aparente; quizás le estaba dando un iptus. Akane le había robado el plato de comida a Etsu. Un par de clientes habían salido corriendo. Algunos clientes gritaban como posesos, imitando al camarero pero sin dar porrazos y rompiendo cosas...

¿Sería el camarero algún tipo de cantante de rock?

Quizás, quizás... o meramente era un artista, expresando lo que sentía de manera literal y sin miramientos. Eso si, tenía a un buen séquito de seguidores que imitaban sus artísticos gritos. Fuese como fuese, todo se empezaba a ir a la puta. Era imposible, jodidamente imposible comer tranquilamente en ese maldito sitio. En cuanto llegase a casa, hablaría de lo mal que se comía en ese sitio a todo el mundo, eso de seguro.

Etsu tomó aire, intentando tranquilizarse, pues él era bastante impulsivo según decían. Tan rápido como una foca lamiendo polos, el tipo de la katana tomó el metal con la otra mano, e intentó asestar un tajo descendente al rastas. Éste, ni corto no perezoso, terminó saltando hacia un flanco. En el acto, dejó a su amparo el taburete, lo que quedaba de su plato, así como lo poco que también quedaba de la barra.

¡¡SSSSFLAAAASHHH!!


El tajo del tipo se adentró en la madera como si fuese mantequilla. El impacto fue seco y tosco, aunque llevadero. Sin embargo, ahí quedó atrapado el metal. Sin duda, blandir la espada con su mano torpe no era una de sus mayores facultades.

¡HIJOEPUTAAAAAAAA! —bramó. No se lo pensó dos veces, y ahí dejó a su amparo la espada. Sin preámbulos, intentó asestarle una patada en plena cara el chico.

Etsu reaccionó de manera ágil, volviendo a moverse para que éste nuevo ataque tan gratuito no le diese tampoco. A cada segundo el sitio se volvía mas y mas hostil. Sin duda, le daría una mala fama al local cuando escuchase sobre éste. El tipo que acompañaba al de la espada, se lanzó violentamente contra el mesero, sin venir a cuento. Bueno, en realidad porque también se le veía dispuesto a participar en la trifulca, así que prevenía que le atacase por la espalda a su socio. Tan solo le cubría las espaldas al de la katana.

Con un brinco diestro y casi de competición, el rastas se reincorporó rápidamente. Encaró al tipo que insistía en atacarle, y antepuso las manos en son de paz —oye, oye, ooooye... que ha sido culpa tuya, yo ya te avisé de que me dejaras en paz

Pero el tipo no parecía comprenderlo. Sin venir a cuento, se enfadó mucho mas. Enrojeció, y las venas de la frente le palpitaban tanto que parecía un volcán a punto de entrar en erupción. De hecho, hasta acometió de nuevo contra el chico, intentando embestirlo contra las mesas. Etsu se apartó con un grácil movimiento a último momento, dejando tras de sí la pierna completamente estirada. Como consecuencia-reacción, el tipo cayó en redondo sobre la mesa donde anteriormente había estado comiendo una chica.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#20
Mientras uno de los matones todavía berreaba con los palillos incrustados en la palma de su mano, su compañero hecho mano de su acero, con la intención de propinar un tajo descendente a Etsu; si dejaba aquel ataque como si nada, no les volverían a tomar en serio. Sin embargo, el ninja venido de una villa de cuyo nombre no quiero acordarme, leyó a su enemigo como un libro abierto, y con la misma agilidad y facilidad que tuvo Akane para comerse el plato de su compañero, Etsu evadió al matón sin ninguna dificultad.

Un estridente golpe resonó por todo el local, y los que se habían quedado para observar por curiosidad, lo abandonaron acto seguido. El arma quedo clavada, y pese a que dio un tirón para intentar recuperar la posición con el arma, le fue imposible, por lo que la soltó buscando golpear al chaval con una patada, pero volvió a fallar estrepitosamente.

Acto seguido, el acompañante se tiro de cabeza a por el mesero, el cual le estaba provocando haciendo simples gestos con las manos; incluso parecía divertirse, pues esbozo una sonrisa en su rostro cuando este se abalanzo sobre él, rodando y golpeándose entre ellos dirección a la cocina.

Oye, oye, ooooye... que ha sido culpa tuya, yo ya te avisé de que me dejaras en paz. — A diferencia de ellos, Etsu todavía conservaba la calma. ¿Ignorancia? ¿Seguro de sus habilidades? ¿O estupidez divina? En cualquier caso, no tardo en responder saltando sobre él, para ser esquivado con facilidad. Rodo y tiro varias mesas, alcanzando la comida de Ryuko y echando a perder lo que mas le interesaba, los postres.

¡Y ahora quien me devuelve el dinero de toda esta comida!

Como un topo que sale de su madriguera, Ryuko sobresalió entre las sillas y mesas tiradas por el suelo, por suerte no fue golpeada, pero no podía decir lo mismo de su comida. Completamente frustrada por lo ocurrido, quiso buscar al responsable, pero el único que era mas visible, era Etsu, quien daba la sensación de estar disfrutando de lo acontecido.

¡¿Se puede saber que haces?! ¿¡A que viene todo este alboroto!? — Tan centrada estaba en comer, y tan poco le preocupaba lo que no fuera su estomago, que no había ni visto a los matones cuando entraron.
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#21
En la sala casi se podía oír el vitoreo al toro enzarpado que corrió en busca de Etsu y tropezó con la pierna que éste había dejado en su anterior posición, haciendo que éste tropezase y cayese frente al torero.

¡¡OOOOOOLEEEEEE!!

Bueno, en realidad eso no se escuchó, en su lugar un enorme estruendo, similar al producido por un camión al atropellar a una vieja en triciclo. No es algo agradable de escuchar, pero es difícil de echar un ojos al suceso. El ser humano es un animal que disfruta del mal ajeno después de todo...

Fuere como fuere, el impacto no solo provocó que el tendero se llevase las manos a la cabeza. Los pocos comensales que quedaban por allí terminaron de asustarse, acudiendo a correr por la sala de un lado a otro, buscando una salida mas que visible. Por otro lado, una chica surgió de entre un jaleo de sillas tiradas por el suelo, y vociferó sin pudor buscando al responsable del destrozo a su festín. En lugar de acusar al tipo que había caído sobre su comida, llevó su mirada contra Etsu, y acusó al mismo.

Etsu alzó las manos, carente de culpa.

Yo soy inocente, lo juro. Ha sido él —y señaló al tipo que andaba aún sobre su mesa.

EL hombre trató de reincorporarse, pero con el mero esfuerzo sobre la madera, terminó de romperse la —ahora— endeble estructura, y se cayó todo al suelo. La tabla central partió en dos, los alimentos saltaron como impulsados por una catapulta, y un quejido tosco e incontrolado por parte del hombre lo hizo un tanto difícil de creer.

Al otro lado, el secuaz del tipo que andaba esparramado por el suelo cual batido de platano, alzó su arma en contra de Etsu. Sin embargo, no parecía muy convencido de querer enfrentarlo. Sabía que él era mucho peor peleando que su aliado, y si él bien había caído, apenas tenía oportunidades contra el heredero del dojo Cereberusu.

Tragó saliva —Etsu... recuerda que es orden de tu abuelo... no puedes hacer ésto... vamos, tío...

Ni tío ni hostias, joder... solo quiero estar tranquilo. Iros a tomar algo, gastad el dinero de mi abuelo... pero joder, dejadme en paz un rato. ¿Acaso es tanto pedir?

P-pero...

¡Que no, hostias ya! ¡no quiero niñeras! ¡se defenderme solito!

Pero la situación no parecía resolverse, ni de lejos. Insistía, e insistía, e insistía... así era él, uno de los perros del abuelo. Casi era como hablarle a una pared.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#22
Yo soy inocente, lo juro. Ha sido él — respondío Etsu sin culpabilidad señalando al mastodonte derribado sobre las mesas. Toda la comida yacía esparcida por el suelo como quién explota una bolsita de salsa; muchos llorarían la perdida de sus platos por el coste monetario, pero Ryuko se apeno por no haber podido cumplir el objetivo de comer todas las comidas de cada uno de los comercios.

Alzó la mirada, observando el destrozo del lugar, el caos se había adueñado del negocio. Todas las mesas estaban vacías y el dueño todavía se estaba enseñando con uno de los matones aunque este estuviera medio inconsciente después del golpetazo.

«Tantos platos desperdiciados, comida malgastada y sin supervisión... Espera... Sin supervisión...»

Como una hiena buscando carroña, Ryuko comenzó a andar por el local observando las mesas para seguir llevándose cosas a la boca; algún muslito de pollo, algo de arroz con curry hasta acabar encontrando un plato de tempura sin probar, tal vez era el ultimo que sirvieron, incluso exhalaba algo de vapor. Todo un manjar para ella sola.

Etsu... recuerda que es orden de tu abuelo... no puedes hacer ésto... vamos, tío... — Levanto su arma intentando hacer una amenaza, pero poco sirvió mientras esta temblaba junto a todo su brazo.

Ni tío ni hostias, joder... solo quiero estar tranquilo. Iros a tomar algo, gastad el dinero de mi abuelo... pero joder, dejadme en paz un rato. ¿Acaso es tanto pedir?

P-pero...

¡Que no, hostias ya! ¡no quiero niñeras! ¡se defenderme solito!

Ni Etsu ni el gran matón parecían ceder, aunque este ultimo no parecía querer continuar la pelea. Ryuko se llenaba el estomago por su parte con los últimos trozos de tempura, pero con tanto jaleo entre ambos, no pudo evitar sentirse curiosa y escuchar la conversación, estaban a escasos metros de ella, por lo que no fue un gran problema enterarse.

«Así que esta gente estaban buscandole a él. ¿Que es lo que querrá su abuelo de él?»
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#23
Conforme los chicos continuaban su intenso intercambio de palabras, y algo más que palabras, una chica hizo gala de presencia. La mirada del Inuzuka, de Akane, e incluso del matón que tenía el rastas enfrentado, buscaron a la hiena que audaz y fugaz se deslizaba de una mesa a otra. Serpenteando, y con un aparente hambre titánico, la chica iba tomando todos aquellos alimentos carentes de dueño que habían en el local.

Tan solo faltó una planta rodante cruzando la sala entre tanto. El momento quedó como en plena partida de póker, con unas cuantas caras que no sabían reflejar una clara emoción.

«¿Y ésta...?»

Pero para Akane no fue mas que una musa, la musa de sus sueños. Al animal, que tenía un estómago capaz de arruinar a un bufé, lo que andaba haciendo la chica le pareció la idea mas genial y grandiosa del puto universo; aprovechar todo el jaleo para hincharse a comer.

Pero alguien tenía un punto inflexible al respecto.

Un golpe seco y tosco sobre la barra reclamó la atención de los allí presentes. El causante no era otro si no el mismo tendero, el dueño del local. Tenía una clara expresión de pocos amigos, y el ceño tan fruncido que se podía lavar ropa sobre el mismo. En sus manos tenía una ballesta, claramente cargada, y dispuesta apuntando hacia la chica.

¡LA COMIDA NO ES GRATIS! —sentenció el hombre; claramente no bromeaba.

»¿¡SALID TODOS DE MI LOCAL AHORA MISMO!?

El hombre no, sin duda no bromeaba. Estaba dispuesto a disparar a los chicos que había ahí, y amenazaba con el arma a todos, buscando con la mira de uno a otro, dejando claras las intenciones, por si no lo estaban. Etsu alzó las manos, incluso se sorprendió de la situación. Akane, y el otro maleante también alzaron las manos, en pos de declarar la rendición. A nadie le hacía gracia arriesgarse a llevarse un flechazo del arma ese.

Va, va... ya nos vamos, no hay porqué ponerse así...

El Inuzuka sacó unos cuantos billetes de la chaqueta, y los dejó en una mesa cercana —aquí tiene, perdón por las molestias... —sobre la mesa dejó mas que suficiente como para pagar la comida propia, la mesa rota, e incluso la comida del resto del restaurante. Tras ello, caminó lentamente hacia la salida, sin dejar de mirar al mesero. Akane y el maleante ofertaron la misma iniciativa.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#24
Durante la larga discusión de Etsu con el matón y poco despues de que Ryuko comenzara su busqueda por saciar el hambre de su estomago; Akane la acompaño, llevándose el también por delante toda la comida que encontraba. Poco después, se produjo un silencio incomodo, Akane y Ryuko eran observados por el resto de personas en la sala mientras no dejaban de llenarse el estomago, con la boca llena, el ruido volvió, esta vez de forma rápida y seca.

¡LA COMIDA NO ES GRATIS! ¿¡SALID TODOS DE MI LOCAL AHORA MISMO!? — Entre sus manos se alojaba una enorme ballesta cargada. No tenia cara de buenos amigos, pero Ryuko había pagado mucho por toda la comida que posteriormente se había estropeado por culpa de la pelea barrio bajera.

«Venga ya. ¿¡Estas de guasa!? ¡Si apenas he podido acabar la mitad de lo que había pedido!» Que mas quisiera ella, comió hasta dejar casi todos los platos vacíos antes de que todo hubiera empezado, pero el caso, era quejarse. El camarero levantó lentamente la ballesta, con toda la intención de disparar. Solo podría disparar a alguno de ellos, si fueran listos, valientes o lo suficientemente estúpidos podrían saltar todos encima de él incluso antes de que la disparase, pero ya no había nada por lo que pelear, toda lo comestible ya era historia, y alargarlo solo lo estropearía.

Va, va... ya nos vamos, no hay porqué ponerse así...

Etsu dejó algo de dinero sobre la mesa, incluso algo extra suficiente para pagar algún que otro mueble roto, mientras este retrocedía lentamente, Akane y el mamut que hasta hace un rato no hacía nada mas que molestar, le acompañaron en ese acto; por lo que por no ser la ganadora del "premio", Ryuko optó por imitarles, marchándose junto a ellos por la puerta algo nerviosa.
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#25
Todos, a excepción del que carecía de consciencia en éste preciso instante, salieron lentamente del local ante la atenta y rígida mirada del dueño del local. El hombre no titubeaba, y aunque todos podían saber que la ballesta requiere de un buen tiempo de recarga, si topaba ese virote con alguien... quizás no lo contaba. Por tanto, la respuesta más lógica y viable, era la que estaban sobrellevando todos; salir del local a petición del hombre.

Akane se fijó en un pequeño detalle. Quizás debía lidiar con el supuesto guardaespaldas del abuelo, eso sería difícil de rebatir, pero allí había alguien ajeno al seno familiar. Las miradas quedaron puestas sobre la chica, pues no pintaba nada que se acoplase mas gente al grupo. Aunque, quitando eso del hecho, al menos era bonita... bastante mas que el tipo que había noqueado Etsu, o el tipo que tenía a su lado con una lanza. Si, se podría considerar a la chica algo mas atrayente.

¿Y tú quien eres? —preguntó Etsu, carente de pelos en la lengua, y algo curioso.

No habían muchos mas desconocidos a su vera, y su mirada estaba posada en ella. No había mucho margen de fallo. Las palabras eran para la Uchiha.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#26
Entre jadeos y con el pulso a cien, la Uchiha intento encontrar la calma una vez fuera del local. Suspiraba con profundidad, gimoteando levemente a la vez que soltaba grandes bocanadas de aire; estaba encorvada hacia delante, toda la adrenalina que se había soltado por su cuerpo ante el miedo estaba ahora pasando factura. Apoyada sobre sus rodillas, escucho nuevamente la voz del joven que había iniciado la trifulca.

¿Y tú quien eres? — preguntó el joven dirigiendo su atención a la kunoichi.

Los matones quedaron en un segundo plano, tal vez se estaban lamiendo las heridas como unos cachorros; pero ninguno de los dos les estaba prestando atención. Los jadeos prosiguieron pese a la pregunta, prolongando una breve espera.

Me llamo... Ryuko... Ryuko Uchiha... — contestó. Decidió no mantenerse mucho mas de pie, por lo que se dejó caer en el suelo y estirarse hacia atrás, regulando su respiración con largas inspiraciones. Su objetivo en aquel momento era vivir, por lo que hasta que no pasaron unos instantes, Ryuko no se percató de las palabras que había pronunciado.
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#27
Pese a la pregunta, la chica omitió respuesta alguna. Parecía como que ni existía el Inuzuka. Ésta, comenzó a respirar de manera alborotada, quizás lo había hecho desde antes, pero era ahora que realmente era exagerado. Se acurrucó, cual muñeca de porcelana a punto de romperse, y sostuvo la respuesta. Una respuesta, que tras un deliberado y eterno silencio algo mas que incómodo, llegó. Uchiha Ryuko.

«¿Uchiha?»

Ni le sonaba, un apellido de lo más raro. Sin mas, la chica terminó por caer al suelo, de espaldas, mirando hacia el cielo como si le fuese la vida en respirar. La chica, o bien era una exagerada, o actuaba de fábula. Como actriz, no cabía duda, que podría ganarse la vida fácilmente.

El remordimiento, y quizás la curiosidad, pudo con el Inuzuka. Quería irse, deambular, alejarse de esos guardaespaldas de pacotilla... pero, por absurdo que pudiese parecer, no podía dejar ahí tirada en el suelo a esa extraña. Se tuvo que morder la lengua, hacer de tripas corazón, y acercarse un poco.

Oye... ¿estás bien? —preguntó, con una ceja arqueada —ni que acabases de salir de una pelea o algo así...

¿Ironía? quizás...
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#28
Se percató de su error segundos después, pero Etsu no respondió como ella esperaba; no volvió a mencionar su apellido, no la acribillo a preguntas, pero hizo lo ella siempre quería al mencionar esas palabras, seguir mirándola con los mismos ojos. Mostrar indiferencia.

«¿N-Nada?... ¿Ya esta?... » Pensó acto seguido, le proporcionó casi mas alivio el hecho de que no hubiera actuado de forma extraña, que el propio hecho de recuperar el aliento. Puede que lo hubiera pasado por alto, o tal vez escuchado mal, pero esa indiferencia era algo que buscaba.

Oye... ¿estás bien? —preguntó extrañado —ni que acabases de salir de una pelea o algo así...

Si si, no te preocupes. Ha sido todo muy repentino y no tengo una buena condición física. Es todo. — respondió levantándose buscando el apoyo en un muro cercano con una dudosa pero sincera sonrisa. — ¿Y tu? ¿Cual es tu nombre?
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#29
La chica que tenía ante él, la llamada Ryuko, por fin tomó aire medianamente en condiciones. Aclaró que si estaba bien, y afirmó que todo había sido tan repentino, que no había sido capaz de mantenerse a causa de una baja condición física. Ésto llamó bastante la atención de Etsu, su can, e incluso el tipo que discretamente intentaba tomar distancias con el chico. Si, el suspuesto tipo que iba a ser su sombra ahora buscaba mantener una distancia de... ¿seguridad?

A saber.

Ryuko, tras apoyarse en un muro cercano, esgrimió una sonrisa entre dientes. Tras ello, preguntó al Inuzuka cuál era su nombre. Después de todo, había sido realmente descortés el chico. Si, sin duda lo había sido, había dejado de lado los modales y se había convertido en un salvaje...

Mi nombre es Inuzuka Etsu. Éste es mi hermano, Inuzuka Akane. —llevó la mirada hacia el otro, el que se alejaba —y ese... no tengo ni idea de cómo se llama. Es uno de los mercenarios del abuelo.

Y tan tranquilo se quedó, como si todos los abuelos del mundo fuesen contratando a mercenarios para que fuesen tras sus nietos. De nuevo, llevó su mirada hacia Ryuko. La verdad, no tenía nada que decirle, salvo una cosa, una que le intrigaba. Sin duda, su intriga era enorme. Pero, sabía que no debía. No podía, era una falta de respeto. Lo sabía.

Oye... no es por ser molesto, pero... —y lo hizo, a sabiendas de que estaba mal —¿cómo es que siendo kunoichi tienes tan mala condición física? ¿no deberías entrenar un poco mas?

Era mas curioso que un puto gato.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
Responder
#30
Mi nombre es Inuzuka Etsu. Éste es mi hermano, Inuzuka Akane. — Su improvisado amigo no dudo un segundo en darle su nombre y el de su acompañante, para momentos después desviar su mirada hacia el grandullón. —Y ese... no tengo ni idea de cómo se llama. Es uno de los mercenarios del abuelo.

«¿Mercenarios del abuelo? ¿Pero qué...? ¿Me estoy juntando con un delincuente juvenil?»

Ryuko acompaño la mirada de Etsu hacia el gran hombre que se alejaba; por su parte, ella ya había recuperado su respiración y estaba mas relajada. Pero a él no se le había pasado un detalle por alto. ¿Un ninja graduado con todas las de la ley, que se ve agotado por una pequeña pelea barrio bajera? Desde luego le faltaba mucho nivel y experiencia a la joven.

Oye... no es por ser molesto, pero... ¿cómo es que siendo kunoichi tienes tan mala condición física? ¿no deberías entrenar un poco mas? — Sus palabras carecían de mala intención, y ella tampoco se lo termino de tomar a mal.

Yaaaaa... Bueno... — Respondió con una risa nerviosa para posteriormente añadir, avergonzada y algo sonrojada — Estoy recién graduada y no soy gran cosa. ¡Pero lo intento con todas mis fuerzas!

Cerró sus puños con firmeza, con la intención de mostrar toda su ilusión y decisión.
Hablar (Royalblue)Pensar (MediumOrchid)

¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.