El primer salto había sido todo un éxito, mi idea inicial fue acertada, aun con un pequeño retraso por falta de coordinación no nos caeríamos, simplemente había que seguir avanzando, un salto a la vez hasta que tomáramos buen ritmo -Solo debemos avanzar hasta la siguiente zona descubierta, si seguimos así sera bastante sencillo- En ese momento volvió a escucharse el llanto, lo que enseguida llamo mi atención, pues podía distinguir la dirección de la que provenía.
-Creo que acabas de recibir una respuesta mas clara, iremos tras el sonido de nuevo, así que prepárate- Para ese punto era mas curiosidad que otra cosa, con lo que habíamos visto era imposible que una niña estuviese en aquel lugar, ademas no tenia sentido que solo llorara, quizá pedir ayuda o algo mas, pero llorar todo el tiempo no me parecía una respuesta lógica... Aunque claro, hablábamos de una posible niña.
-Hay que identificar los cuerpos de agua cercanos y lugares de comida. Tampoco nos deshidrataremos en este lugar por estar buscándo un lloriqueo que no podemos identificar. Debemos pensar también en nuestra seguridad.- Respondió poniéndose más seria cuando éste le mencionó lo de ir tras el sonido. Vale, que estaban en una isla con agua cerca, pero a lo que se refería era que no podían perder la cabeza y dejar de lado la supervivencia básica. ¿Y si se caían por una caverna o algo raro por no conocer bien el terreno?
-Esto debe ser una mala broma... - Mencionó por lo bajo como si estuviera pensando en voz alta.
-No nos quedaremos aquí demasiado tiempo, seguiremos una hora mas cuando mucho, si no encontramos nada nos marcharemos- Akasha parecía tener una mentalidad de sobreviviente, lo que era bastante bueno a mi parecer, una cosa mas que aprendía de ella. Tras algunos segundos escuche a mi compañera susurrar algo, como si hubiese visto algo ¿alguna cosa extraña? ¿otro enemigo? -Dem..!- Pues daba igual, porque me distraje en mal momento, justo antes de aterrizar, lo que ocasiono que cayera de la rama, arrastrándola también.
Lo peor de todo era que sucedió justo al borde de un desnivel... O quizá llamarlo un pequeño acantilado seria mas claro -Fūton: Soyokaze no Jutsu- Reaccione lo mejor que pude para formar el sello del carnero e intentar parar la caída, justo a centímetros del suelo " Que suerte... Ya recibí suficiente daño por una noche" Me salve por poco, pero justo en ese momento recordé a mi compañera, quien venia a pocos metros detrás y que probablemente aterrizaría sobre mi -Rayos...-
Y no es que fuera una cobarde, como bien era sabido, adoraba ese tipo de ambientes. Pero no había ido tan preparada. En fin, solo podía improvisar. Así era la vida del ninja después de todo... O bien, la vida civil. Dura y cruel.
Él había prometido buscar por un tiempo más. Si no encontraban nada, se iban. Vale. Lo seguiría en su viaje de locura.
-Entendido. - Respondió. Lo que si es que no supo que sucedió. Aterrizó en una rama y de momento...
-Carajo...!!
No supo que pasó que ahora estaba... ¿¡Cayendo!? Dejó salir un pequeño "¡Kyaaa!" por lo bajo, y el cuerpo de su pobre compañero amortiguó su propia caída.
Si... Eso había dolido, pero no tanto como esperaba -¿Estas bien?- Al girar mi cabeza pude ver sus piernas tocando el suelo y al caer solo sentí su... ¿Trasero? y sus manos golpeando mi espalda, quizá sus piernas habían amortiguado parte de la caída -... Por favor quítate de encima, no es bueno que nos quedemos aquí tirados-
Un detalle que note tras caer fue que el llanto se escuchaba de forma mas clara, en lugar de con cierto eco como antes, probablemente estábamos cerca, lo que en parte era bueno, al menos significaba que la caída no había sido en vano.
No es que me gustara estar ahí sentada, sino que me había pasado algo doloroso. Había intentado levantarme antes, pero la rica sensación de dolor se sentía a través de mi pie derecho y lo impidió. Me había lastimado el tobillo y solo pensaba en como seguir hacia adelante en esa isla de la muerte. Era presa fácil en esas condiciones.
Hice caso a la petición de mi compañero y me salí de su espalda, levantándome con un silencio inusual de mi persona. No quería parecer una patética, así que sin decir nada, empezé a caminar en dirección al llanto.
Pisaba con fuerza el suelo, tratando de aparentar que todo estaba bien. Tuve que arreglarmelas en esas condiciones muchas veces en las Tierras Nevadas, o peor, porque en esos tiempos estaba el frío cortante. El clima no sería un problema ahora. Era solo que no quería retrasarlo, y tampoco quería ser un estorbo. Así que no me quedó de otra mas que aguantarme y seguir caminando como si todo estuviera bien, observando a mis alrededores para evitar emboscadas.
Me puse de pie poco después de que ella lo hiciera, ya que no respondió mi pregunta y empezó a caminar supuse que estaba bien, así que la seguí de cerca, pasados algunos segundos empece a sospechar, quizá por el silencio y su forma de caminar tan discreta -¿Se gura que te encuentras bien?- No esperaría su respuesta, tan pronto pregunte le di un par de puntapiés a mi compañera, uno leve en cada pie para comprobar su estado, a la vez que la observaba fijamente para ver como reaccionaba.
Siguió caminando después de recibir los puntapies. -Estoy mejor que nunca. - Mencionó con un tono de voz apagado. Se había "ido" en sus pensamientos. ¿Por qué le gustaba el dolor? Hacen años atrás era totalmente diferente, pero ahora parecía disfrutarlo. Se dió cuenta que eso no era normal. ¿Se había convertido en un monstruo? Quería ser una persona normal, común y corriente a la que el dolor le ocasionara quejas y no placer. Era como si se avergonzara de admitir algo así, por extraño que sonara. Si, ella estaba clara en que le gustaba ocasionar dolor y asesinar los criminales que atacaron a su aldea. Pero ¿que fuera a la inversa? Eso no se lo había visto venir. Algo psicológico, quizás.
-¿Qué hay de ti? - Le preguntó. -Te caí encima y no me detuve a verificar si estabas bien. - Aunque eso no era su responsabilidad ¿o si? Fuese como fuese, no se animaba a mirarlo a los ojos como antes lo hacía. Se había quedado pensando en lo raro que era el placer al dolor y le daba algo de miedo no poder retirarse de una batalla a muerte por sentir el placer. Pero como todo en la vida, lo mejor que podía hacer era regirse por la regla del más fuerte. -¿No tienes costillas rotas, verdad? - Sonrió en un intento por volver a ser como antes, y le dió con los dedos en las costillas para molestarlo.
-Estoy perfectamente, solo fue un ligero golpe, use un jutsu para amortiguar la caída- Retrocedí cuando empezó a picarme las costillas con su dedo, sonreía y me molestaba, entonces estaba bien, quizá lo de antes solo fueron imaginaciones mías o conclusiones erradas -Si todo esta bien sigamos- Seguí caminando con calma y prudencia, aumentando un poco el ritmo a cada segundo que pasaba, pues había otro detalle extraño, por momentos el llanto se detenía y continuaba, así sucedió un par de veces.
-Deberíamos terminar con esto de una vez- Comencé a correr a velocidad moderada, sin recordar que seguíamos unidos por la cadena.
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