Un encargo en la gran ciudad

[Eikyuu Juro]

Ya no había rastro del carro. Se había ido.

—Eso fue… interesante

Esa fue la única respuesta de su alumno. Juro escondió una sonrisa. Desde luego, el chico se había llevado una buena impresión, pero decidió no meter el dedo en la llaga. No sabía que clase de sentimientos había desarrollado por la hija de los mercaderes, pero de momento, no era la cuestión principal.

— Desde luego. Como ya has visto, el trabajo de un shinobi muchas veces no está previsto, y a veces incluye sucesos así. Si no hubiéramos hecho nada, el tráfico habría sido bloqueado y se habría armado una buena. Además, los bandidos pueden aparecer en cualquier momento, ¿no crees? — Juro miró a Kazuma, y alzó la ceja, esperando una reacción por su parte.

» Kazuma-kun, quiero un reporte de lo que ha ocurrido en el bosque. Al menos, de las partes relevantes — dijo él.

[Hanamura Kazuma]

—Desde luego. Como ya has visto, el trabajo de un shinobi muchas veces no estár previsto, y a veces incluye sucesos así. Si no hubiéramos hecho nada, el tráfico habría sido bloqueado y se habría armado una buena. Además, los bandidos pueden aparecer en cualquier momento, ¿no crees? —Juro miró a Kazuma, y alzó la ceja, esperando una reacción por su parte.

Kazuma se tensó un poco ¿Era posible que su sensei supiera de lo ocurrido en el bosque? Aquello debería de ser imposible, aunque para los ninjas aquel concepto era voluble.

—Kazuma-kun, quiero un reporte de lo que ha ocurrido en el bosque. Al menos, de las partes relevantes —dijo él.

El joven peliblanco suspiro y procedió a contarle a Juro lo ocurrido; sin omitir detalles, con una serenidad que buscaba presentar los acontecimientos como un simple altercado sin mayor importancia.

—Y eso fue lo que ocurrió —culmino, para luego extenderle la tarjeta que había encontrado—. Eso fue lo único que dejaron atrás, aunque no tengo idea de que pueda significar.

[Eikyuu Juro]

—Y eso fue lo que ocurrió. Eso fue lo único que dejaron atrás, aunque no tengo idea de que pueda significar.

— Vaya, y yo que pensaba que mi alumno había pasado un rato agradable en el bosque — comentó. Aun así, en su rostro no se vio ni una sonrisa. De hecho, no tenía ninguna gana de mostrar amabilidad en ese momento.

Suspiró. Las cosas habían ido mucho más lejos de lo que había imaginado. Se alegró, internamente, de que su alumno haya tenido el suficiente nervio como para actuar. Él en su etapa de genin no lo habría hecho tan bien. Desde luego, y aunque no era el momento, volvió a sentir admiración por su temple.

Le dedicó, esta vez sí, una sonrisa.

— Has trabajado muy bien, Kazuma-kun. Enhorabuena. Has sobrepasado mis expectativas con creces. No es fácil trabajar en peleas con rehenes, y además lo has hecho tú solo. — dijo, mientras tomaba la tarjeta —. Así que "N", ¿eh? Ya veo. Buen trabajo recuperando esto.

Los dos caminaron un rato. Juro parecía pensativo, pero no le dedicó más palabras a su alumno hasta que pasó un rato. No se encontraron a nadie más en el camino.

— Me he visto tentado de ir a por esas personas que me has descrito. Estando heridos, no habrán podido ir muy lejos. Quizá podríamos haberles sacado algo de información — le confesó a su alumno —. Pero lo dudo. Por lo que me has descrito, ellos no parecían ser muy fuertes, ¿verdad? Más bien, simples peones. No saben nada. Creo que los peces gordos no estan aquí. Probablemente los mandaron a hacer el trabajo sucio bajo algún tipo de coacción.

» Estuve hablando con el padre de Sora. Ellos sabían algo. Me ha hablado de que la delincuencia ha estado aumentando últimamente por esta zona, en especial, a los mercaderes que pasan. Y no hablo de delincuencia aislada. Hablo de bandas organizadas. Creo que ellos eran parte de una — explicó el jounin.

[Hanamura Kazuma]

—Vaya, y yo que pensaba que mi alumno había pasado un rato agradable en el bosque —comentó, sin mostrarse muy sorprendido.

—Has trabajado muy bien, Kazuma-kun. Enhorabuena. Has sobrepasado mis expectativas con creces. No es fácil trabajar en peleas con rehenes, y además lo has hecho tú solo —dijo, mientras tomaba la tarjeta —. Así que "N", ¿eh? Ya veo. Buen trabajo recuperando esto.

—Gracias, sensei —respondió con una leve reverencia, agradecido por el reconocimiento de su desempeño—. Lo cierto es que no tenia deseos de luchar, quería resolver las cosas sin tener que usar la violencia… Pero parece que persuadir a la gente, incluso haciendo uso de una lógica innegable, es difícil… Aunque tampoco me gusta la intimidación…

Se mostraba un poco inquieto al respecto. Ver a la gente arrojarse contra una derrota o una perdida segura era una cosa, pero ser él contra quien se arrojasen y que quien representase tan indeseables desenlaces era otra cosa.

—Al final no tuve que quitarle la vida a nadie salió herido de gravedad ni perdió la vida, así que creo que ha resultado relativamente bien —opino, aunque aún se mostraba un poco decepcionado.

Escucho con atención las posibles acciones a tomar por su sensei, y sintió que le hablaba con el conocimiento de alguien que tiene claras sus acciones a tomar.

—Sensei, es usted muy fuerte, creo que si se tratara de civiles podría acabar con una banda de cien maleantes usted solo —halago, admirado por la fuerza de su superior—. Pero, ¿Qué haría usted en mi lugar? Si no quisieran rendirse, ¿Acabaría con la vida de un centenar de personas que son indefensas al compararlas con usted?

[Eikyuu Juro]

Juro escuchó atentamente las inquietudes de su alumno. Desde luego, eran comprensibles: el chico había tenido que enfrentarse a una situación de vida o muerte. Aun así, temía por la vida de los demás, y sobre cómo actuar sin extralimitarse con su poder: era admirable. El marionetista contuvo el impulso que tuvo de revolverle el pelo. No quería herir su orgullo.

En lugar de eso, se aclaró la garganta.

— Nuestro deber, ciertamente, es evitar que civiles salgan heridos. Aunque la situación que me propones, desde luego, es difícil — admitió el chico —. A veces, la gente se ve impulsada por pelear. Esto no quiere decir que sean malvadas. Puede que estén siendo forzados por sus condiciones. La verdad es que creo, humildemente, que muy pocas personas escogerían la violencia pura sin razón alguna.

» Por eso, claro que no van a rendirse. Pero no por eso debemos matarlos — murmuró Juro —. Como shinobis, debemos ser lo suficientemente fuertes como para lidiar con ellos, y poder superarlos sin problemas. Eso nos permitiría inmovilizarlos o impedir que hagan más daño. Un buen ninja debería ser capaz de noquearlos o al menos, restringirlos, para llevarlos ante la autoridad. De hecho, tengo alguna técnica bastante buena para eso. Si necesitas que te haga una demostración, solo tienes que pedirlo.

« Aunque quizá no te guste sentirlo en tus carnes » — pensó para sí.

Suspiró. Supuso que tenía que ponerse en el lado de Kazuma.

— Temes por tu falta de fuerza quizá, ¿no? No te preocupes. Ya te habrás dado cuenta. Un civil como tal debe de estar asustado ante las técnicas de un ninja. Si juegas con astucia y mueves bien tus cartas, te respetaran. O al menos, te temeran. El miedo es una buena herarmienta para desastibilizar.

[Hanamura Kazuma]

—Nuestro deber, ciertamente, es evitar que civiles salgan heridos. Aunque la situación que me propones, desde luego, es difícil —admitió el chico—. A veces, la gente se ve impulsada por pelear. Esto no quiere decir que sean malvadas. Puede que estén siendo forzados por sus condiciones. La verdad es que creo, humildemente, que muy pocas personas escogerían la violencia pura sin razón alguna.

Considero aquellas palabras, y llego a la conclusión de que le sería más fácil el luchar con alguien determinado a matarle, fuese por una razón personal o por el mero disfrute de la acción violenta. Pero luchar con alguien que no deseaba matarle y que prefería huir que morir allí era algo que le atormentaba: era triste matar y morir cuando se deseaban o había otras opciones.

—Por eso, claro que no van a rendirse. Pero no por eso debemos matarlos —murmuró Juro—. Como shinobis, debemos ser lo suficientemente fuertes como para lidiar con ellos, y poder superarlos sin problemas. Eso nos permitiría inmovilizarlos o impedir que hagan más daño. Un buen ninja debería ser capaz de noquearlos o al menos, restringirlos, para llevarlos ante la autoridad. De hecho, tengo alguna técnica bastante buena para eso. Si necesitas que te haga una demostración, solo tienes que pedirlo.

Detener a alguien usando fuerza no letal no solo requiere de gran superioridad, sino que también depende del nivel de amenaza del objetivo. Puede algún día una misión le exigiese acabar con un grupo de personas que se opongan al señor feudal, y puede que no sean malas, puede que luchen por lo que creen correcto; pero también puede ser que sean demasiado peligrosos para dejarles con vida.

—Temes por tu falta de fuerza quizá, ¿no? No te preocupes. Ya te habrás dado cuenta. Un civil como tal debe de estar asustado ante las técnicas de un ninja. Si juegas con astucia y mueves bien tus cartas, te respetaran. O al menos, te temerán. El miedo es una buena herramienta para desestabilizar.

—En realidad, no estoy seguro de entender que es la fuerza para un ninja —señalo, recordando lo aprendido de sus compañeros—. Digo, con mi entrenamiento creo que podría acabar con casi cualquier civil no usuario del chakra en un uno a uno… Claro, entre los ninjas debe haber muchas escalas de poder, pero aunque exista alguien que pueda llamarse ejercito de un solo guerrero, seguimos siendo personas, ¿cierto?

»Es decir, pueden reconocer nuestra fuerza o temerla, pero tenemos las mismas debilidades de cualquiera, ¿no?

[Eikyuu Juro]

Juro se rascó la nuca, tratando de entender el punto al que Kazuma quería llegar.

»Es decir, pueden reconocer nuestra fuerza o temerla, pero tenemos las mismas debilidades de cualquiera, ¿no?

— Pues... si, Kazuma-kun. Claramente sangramos como el resto de humanos. Un mal golpe, o una apuñalada puede ser igual de problemática — dijo Juro, encogiendose de hombros —. No entrenamos para ser inmortales después de todo. Y no te voy a mentir, este trabajo no es para nada agradable. De hecho, muchos shinobis mueren jovenes.

» La razón por la que entrenamos es para ser más fuertes, más capaces, y más hábiles. El chakra nos ayuda a lograrlo — Juro se encogió de hombros —. Todo el mundo, por muy poderoso que sea, se puede matar, con una estrategia inteligente. Por eso, tienes que ser más listo que tu rival. La fuerza física y el poder, al final, se agota. Dónde reside la verdadera fuerza de un ninja es aquí.

Juro se dio dos toquecitos en la cabeza.

[Hanamura Kazuma]

—La razón por la que entrenamos es para ser más fuertes, más capaces, y más hábiles. El chakra nos ayuda a lograrlo —Juro se encogió de hombros—. Todo el mundo, por muy poderoso que sea, se puede matar, con una estrategia inteligente. Por eso, tienes que ser más listo que tu rival. La fuerza física y el poder, al final, se agota. Dónde reside la verdadera fuerza de un ninja es aquí.

Kazuma se llevó las manos a la cabeza, tratando de comprender. Sabía que había quienes dependían de su fuerza y eso les bastaba y quienes dependían de su inteligencia y esto les era suficiente. Pero él no era particularmente fuerte o inteligente, por lo que iba a necesitar un tipo de fuerza diferente, que le fuera útil en su oficio.

—Sensei… ¿Qué otra clase de fuerzas son útiles para un ninja? —pregunto con algo de timidez—. Yo no soy ni listo ni fuerte, y tampoco tengo algún talento fantástico… Me gustaría saber que otros caminos y tipos de fuerza puedo encontrar.

[Eikyuu Juro]

Las palabras de Juro, sin embargo, no llegaron del todo a Kazuma. Este se mostraba preocupado, insatisfecho. No acababa

—Sensei… ¿Qué otra clase de fuerzas son útiles para un ninja?Yo no soy ni listo ni fuerte, y tampoco tengo algún talento fantástico… Me gustaría saber que otros caminos y tipos de fuerza puedo encontrar.

— Kazuma-kun, no tienes que desesperarte. La fuerza se consigue entrenando, y la inteligencia, muchas veces, con la experiencia — repuso Juro- cruzandose de hombros —. No debes rendirte a la primera adversidad. Existen muchas formas de crecer como ninja, sí, pero no puedes renegar a la primera de cambio de algo tan importante.

Juro se cruzó de brazos, sin saber muy bien que decir ante las demandas de su alumno. ¿Otras fuerzas? Bueno, podría ser cierto, y podría no serlo. Realmente era muy varaible.

— Si tanto te interesa... bueno, por mi experiencia, puedo decirte algo, aunque no te lo tomes como una respuesta literal. Después de todo, cada elige su propio camino — murmuró Juro, incómodo por la situación. Sin embargo, continuó —. He visto ninjas con una gran fuerza física o un gran control del chakra. Otros, con un gran poder mental, y una voluntad inquebrantable, que destacaban por su valor. Por supuesto, los inteligentes, capaces de armar estrategias sin pestañear. También existen ninjas extremadamente diestros con las armas: ya sabes, capaces de manejar y utilizarlas correctamente sin pestañear. Por supuesto, ninjas diestros en el arte del engaño, la seducción, y la amenaza. Supongo que podría mencionar ninjas extremadamente resistentes y robustos, e incluso ninjas más perceptivos de la media, lo cual suele ser bastante util.

» La verdad es que no sé a dónde quieres llegar con esto, Kazuma-kun. Mi deber es observarte y ayudarte, pero no limitarte a un ámbito u otro. Es cierto que hay gente con talento natural, sí, pero el esfuerzo y el entrenamiento es lo más importante.

[Hanamura Kazuma]

—La verdad es que no sé a dónde quieres llegar con esto, Kazuma-kun. Mi deber es observarte y ayudarte, pero no limitarte a un ámbito u otro. Es cierto que hay gente con talento natural, sí, pero el esfuerzo y el entrenamiento es lo más importante.

—Solo pensaba, sensei —repuso con serenidad—: hay tanto caminos y formas que resulta abrumador, el no saber cuál es el más adecuado para llevarme a encontrar lo mejor de mí.

Le resultaba fascinante el que hubiese tantas formas de fuerza, pero le costaba imaginar cual sería la más apropiada para él. Sentía la necesidad de entender a fondo todas aquellas formas del poder y aprender a reconocerlas en cada quien, incluso antes de que se desarrollasen. Aunque también entendía la dificultad de aquel querer: el más sabio de los granjeros puede decirte a simple vista de que especie es cualquier semilla, y puede describirte con precisión que tanta luz, agua y tierra necesita. Incluso puede predecir con cierta exactitud de qué forma crecerá la planta según el ambiente y los cuidados; pero jamás podría llegar a predecir del todo que tan abundantes serán los frutos, ni que tan hermosas serán las flores.

—¿Cuál considera usted que es su fortaleza, sensei? —pregunto con cierta emoción contenida—. ¿Acaso son las marionetas? ¿Cómo encontró ese camino para sus habilidades?

[Eikyuu Juro]

Juro observó la emoción moderada de Kazuma y contuvo su propia sonrisa. Entendía la sensación: se habría un mundo de posibilidades ante él, y era muy difícil elegir una.

—¿Cuál considera usted que es su fortaleza, sensei?¿Acaso son las marionetas? ¿Cómo encontró ese camino para sus habilidades?

« ¿La mía? » — Buena pregunta. Realmente aún estaba decidiendo su camino, a pesar de ser un jounin. Otra vez, a pesar de su juventud, el hecho de tener un adulto y su rango le condicionaban. Sí, ya debería estar más que predeterminado su poder. Y más o menos , era así.

Se llevó una mano a la barbilla y la frotó, con aire pensativo.

— Bueno, mi familia es marionetista. Lo llevamos en la sangre, igual que el fuinjutsu. Supongo que de pequeño me interesó. Siempre me apasionaba el crear nuevos inventos en el taller de mi casa. Mi hermana me enseñé lo básico, y a partir de ahí, yo mismo continué —Incluso ahora, aunque ya no tenía tanto tiempo para hacerlo como antes —. Las marionetas son útiles, aunque bastante caras, y tienen una gran dificultad: el usuario suele quedar expuesto en combate cuerpo a cuerpo.

» Por eso, intenté mejorar también mi destreza con las armas y mi ninjutsu. Supongo que la cosa es ir avanzando en tu camino y comprender lo que te hace falta.

[Hanamura Kazuma]

—Por eso, intenté mejorar también mi destreza con las armas y mi ninjutsu. Supongo que la cosa es ir avanzando en tu camino y comprender lo que te hace falta.

Le parecía que tenía bastante sentido, especialmente si tenía en cuenta la personalidad de su sensei: debía de haber quienes se dedicaban a pulir sus habilidades, a adquirir técnicas o estrategias que aumentaran su letalidad. También debían existir ninjas que se dedicaban a cubrir sus puntos débiles y a compensar las carencias en su conjunto de habilidades.

—Tengo mucho que estudiar —comento, cruzándose de brazos mientras caminaba—. Me pregunto, ¿Será posible una técnica que permita evitar el combate? Algo que obligue a ambas partes a resolver el conflicto sin necesidad de violencia.

[Eikyuu Juro]

Se preguntó si su alumno estará decepcionado por la respuesta. Lejos de parecerlo, Kazuma pareció tomar sus palabras y analizarlas metódicamente.

—Tengo mucho que estudiar. Me pregunto, ¿Será posible una técnica que permita evitar el combate? Algo que obligue a ambas partes a resolver el conflicto sin necesidad de violencia.

— ¿Una técnica para evitar el combate sin violencia? Bueno, no es algo muy común — admitió Juro, pensando —. ¿Hablas de técnica como un uso del chakra? Quizá hay gente lo suficientemente elocuente como para embaucar a otras con sus palabras, pero nunca escuché de una técnica capaz de permitir hacerlo. También escuché de fuinjutsus muy avanzados, donde ambas partes firman un contrato que no pueden romper, a consecuencia de la muerte. Pero claro, no creo que te refieras a eso...

Juro no supo que más decir, así que decidió dedicar unas palabras de apoyo.

» No te deprimas, Kazuma-kun. Que no sepa del tema no quiere decir que no exista algo así. Si te esfuerzas, estoy seguro de que podrás averiguar la respuesta.

[Hanamura Kazuma]

—No te deprimas, Kazuma-kun. Que no sepa del tema no quiere decir que no exista algo así. Si te esfuerzas, estoy seguro de que podrás averiguar la respuesta.

—No me deprimo, sensei —reclamo con serenidad—. De hecho, el buscar una respuesta a esa pregunta es algo que me emociona un poco… Bueno, me emociona bastante.

Su sonrisa era tan transparente como tranquila, pues de verdad le gustaba preguntarse cosas. Por lo general las preguntas espontaneas, provocadas por reacciones pasajeras solo alcanzaban a retener su atención por cortos periodos; pero las preguntas profundas, productos de un razonamiento interno, eran las que guiaban su camino por la vida. Muchas personas con los pies en la tierra le habrían dicho, de poder ver su naturaleza, que andar por la vida haciéndose más preguntas de las que podía responder no era sensato. Pero para él esa era la forma de vida que más tenía sentido, pues imaginaba que la única manera de no hacer preguntas era estando muerto física, mental o espiritualmente.

—Sensei, ya llevamos un rato caminando, permítame verificar nuestra ruta —pidió mientras se hacía con el mapa y verificaba la posición del sol para ubicar el norte.

[Eikyuu Juro]

Juro asintió, sin necesitar nada más. Podía ver, al menos, una parte de la personalidad de Kazuma, y no le disgustaba para nada. Por supuesto, las preguntas necesitaban respuestas, y pasar la vida buscandolas no era para muchos, la mejor forma de disfrutar el tiempo. Pero, para otros, es su motivo para vivir.

« Esa es la actitud de un sabio » — pensó, con diversión.

—Sensei, ya llevamos un rato caminando, permítame verificar nuestra ruta

— Bien, cuento contigo — asintió Juro, consciente de que no serviría de nada en cuestión de orientación.

La verdad es que ya habían recorido un buen trecho en el camino. Llegar a Tane-Shigai era una ruta de menos de un día desde la villa, en ocasiones normales. Habían tenido que retrasarse para ayudar a esos mercaderes, pero afortunadamente, tampoco habían perdido más de una o dos horas. Tal y como Kazuma podría comprobar, llegarían muy pronto a su objetivo.