Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
La primera misión, el primer paso para convertirse en un ninja hecho y derecho, el primer escalón hasta la cima, y allí estaba él, impecable, con su ropa de siempre bien colocada y con el cabello más revuelto que de costumbre solo por haber intentado domarlo aquella misma mañana, pero eso no le había impedido plantarse en las puertas del Edificio del Uzukage para solicitar una misión. Contuvo el aliento y alzó la mirada para divisar lo más alto del lugar, y con avidez, se presentó dentro del lugar.
No había mucha gente, también era que hacía frío y por esos días no parecía haber mucho revuelo por las calles de Uzushiogakure, así que, sin pensárselo más, se adelantó hacia el mostrador, sin embargo, tan ensimismado estaba pensando en lo que podrían asignarle que sin querer chocó con otra persona delante de él.
—¡Ouch! Perdón. —Se disculpó rápidamente rascándose la cabeza.
Takumi se había levantado pronto aquella mañana, quería prepararse bien para aquel día pues iba a solicitar su primera misión oficial. «Ya era hora de que me decidiera a realizar alguna, como me sigan fallando los prototipos voy a tener que hacer misiones a diario para pagar los materiales.» Se había pertrechado bien cuando salió camino al Edificio del Uzukage, dispuesto a aceptar la primera misión que tuvieran disponible para su rango. El clima para ser invierno no era excesivamente frío en comparación con regiones más norteñas, pero acostumbrado al calor de su desértica tierra natal el marionetista notaba como haber cogido una rebequita no hubiera sido una mala idea.
Llegó a la recepción del Edificio del Uzukage, cuando al poco de entrar la brisa mañanera hizo mella en el kazejin.
—Aa... Aaaaa... ¡Achuusss! —Estornudó con tanta fuerza que sus gafas salieron disparadas hacia delante.
El genin, con una vista borrosa que no llegaba a distinguir más que manchas, se agachó y comenzó a gatear hacia delante buscando los anteojos. Por fin los encontró y, aún de rodillas, cuando iba a ajustárselos en la cara recibió un pequeño golpe en su costado izquierdo.
—¡Ouch! Perdón. —Escuchó de parte de la persona que se había chocado con él.
Se puso las gafas y se levantó, enfrente vio a un chico, parecía más joven que él; se fijó un poco más y localizó en su portaobjetos la chapa de Uzushiogakure.
—¡Perdón!, ha sido culpa mía, que estaba buscando mis gafas. —Hizo una breve inclinación de cabeza.
De normal el refugiado habría acabado ahí la conversación con el genin de alborotados cabellos, sus habilidades sociales no eran las mejores, pero había venido para realizar una misión y tal vez hacer una en conjunto hacía más ameno o sencillo el trabajo.
—Perdona, ¿no estarás aquí para hacer alguna misión? Había venido en solitario para ello pero tal vez es más cómodo colaborar para un mejor resultado. ¡Ah, por cierto! Me llamo Tsukisame Takumi, disculpa mis formas. —Le dijo ofreciendo su mano derecha.
27/01/2020, 23:38 (Última modificación: 27/01/2020, 23:38 por Uzumaki Eri.)
¡Aquí Eri tomando el relevo como máster para la misión, ocupándola con un hueco de rol! Tomo a Hiroki como un NPC.
El chico Senju intentó ayudar a quien había placado, pero se había recuperado tan rápido que no le dio tiempo, escuchándole disculparse por estar buscando las lentes que por azares del destino habían acabado tumbadas en el suelo.
—¡No te preocupes! —restó rápidamente importancia, devolviéndole la inclinación de cabeza a modo de cortesía.
Pero la conversación no acabó ahí.
—Perdona, ¿no estarás aquí para hacer alguna misión? Había venido en solitario para ello pero tal vez es más cómodo colaborar para un mejor resultado. ¡Ah, por cierto! Me llamo Tsukisame Takumi, disculpa mis formas.
Hiroki parpadeó varias veces, dubitativo, pero luego negó rápidamente con la cabeza para recomponerse y levantó la mano para estrechársela.
—¡Qué coincidencia! —exclamó—. ¡Yo venía por lo mismo! Tanaka Hiroki es mi nombre, recién llamado Genin.
Señaló el mostrador.
—¿Vamos a solicitarla? Seguro que con dos es más fácil —apremió, tomándole por el brazo mientras tiraba de él.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¿Vamos a solicitarla? Seguro que con dos es más fácil. —Le agarró del brazo, llevándolo hacia dónde se situaban los recepcionistas.
—¡Buenos días! —Se dirigió al recepcionista saludando con una leve reverencia. —Veníamos mi compañero y yo a solicitar una misión, somos genin los dos así que algo de rango D creo que sería lo más adecuado.
¿Qué les depararía el pergamino que les fueran a entregar? Pese a que sabía que las misiones de rango D eran cosas sencillitas como entregar correo o rescatar gatos de los árboles estaba emocionado. Takumi sentía sus latidos a un ritmo más acelerado del normal, iba a recibir su primera misión como shinobi.
El recepcionista de aquel día no estaba de humor para nada, haciendo una sustitución de última hora en su día libre. Se había quejado sin recibir ningún tipo de respuesta pero, claro, no podía negarse a un superior que le daba órdenes directas. Gruñó cuando uno de los papeles que buscaba se había perdido en la pila más alta de todos los que tenía apilados y con hastío, comenzó a buscar uno por uno con la esperanza de que aquel día terminase temprano.
—¡Buenos días! Veníamos mi compañero y yo a solicitar una misión, somos genin los dos así que algo de rango D creo que sería lo más adecuado.
Sus ojos marrones se levantaron pesadamente, encarando al joven Takumi. Lanzó una mirada no muy amigable a Hiroki y suspiró con pesadez.
—Genial... —contestó al aire, y comenzó a buscar en uno de los cajones donde residían diversos pergaminos con el logo de Uzushiogakure grabado sobre cera carmesí—. Tengo una aquí, acaba de llegar esta mañana.
Sacó un pequeño pergamino y se lo tendió al demandante. Hiroki no tardó en posicionarse a su lado a la espera de que lo abriera para comenzar a planificar qué hacer.
Al rescate del gato
Peticionario: Akairo Hinoka Lugar: Jardín de los Cerezos Descripción: El gato de la familia se perdió el otro día cuando dábamos una vuelta por el Jardín de los Cerezos y todavía no ha regresado. Es un gato marrón con manchas amarillas que suele ser asustadizo, de nombre Kiro; por lo que se ruega tener cuidado a la hora de acercarse a él.
Visto por última vez: zona frondosa del Jardín de los Cerezos.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Muchas gracias, ¡adiós! —Exclamó Takumi junto a una inclinación de cabeza.
Aún dentro el kazejin se quedó mirando fijamente al pergamino, era de pequeño tamaño y estaba cerrado con un sello carmesí con el símbolo de Uzushiogakure. Procedió a abrirlo deseoso de saber que le deparaba su primera misión. Comenzó a leerlo en voz alta, para su compañero. «Rescatar... ¿a un gato? Bueno, no me podía esperar nada mucho más emocionante. Encima es asustadizo, lo que nos faltaba.»
—Pues nada, a rescatar a un gato asustadizo pues. —Miró a Hiroki. —¿Nos ponemos en marcha para el Jardín de los Cerezos entonces?
Takumi se despidió con una exclamación, recibiendo un gesto con desgana del hombre que volvió en busca de los dichosos papeles que necesitaba, pero ese sería otro cuento a contar, pues Hiroki y Takumi habían recibido su primera misión, y aunque no era la misión más interesante del mundo, por algo tendrían que empezar.
Hiroki miró a su compañero con los ojos centelleantes por la emoción, que no dudó en ningún momento pese a escuchar de qué se trataba aquel cometido.
—Pues nada, a rescatar a un gato asustadizo pues. —Miró a Hiroki. —¿Nos ponemos en marcha para el Jardín de los Cerezos entonces?
—¡Vamos! —contestó, alegre, saliendo por la puerta del gran e imponente edificio del Uzukage—. Nuestra primera misión es de rescate, ¡qué emoción! —Compartió con su compañero—. Espero que esté bien.
Intercambiaron un par de frases más, las ideas venían e iban sobre qué hacer y qué no hasta que por fin divisaron los cerezos desnudos en la lejanía. El frío había hecho que el jardín estuviera más triste que de costumbre, pero eso no hacía que numerosas personas paseasen por el lugar, aspecto que los dos pudieron ver al llegar a la gran entrada.
—Bien, ¿por dónde empezamos? —preguntó Hiroki—. ¿Sabes dónde está la zona frondosa?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¡Vamos! Nuestra primera misión es de rescate, ¡qué emoción! Espero que esté bien. —Se le veía con más emoción que el marionetista, no estaba mal eso, podía hacer que esta misión no fuese tediosa.
—Seguro que si, ya veras. —Dijo mostrando una leve sonrisa.
Llegaron al Jardín de los Cerezos, Takumi había pasado pocas veces por ahí, pese a que era muy bonito e interesante no le gustaba tanto como ir a la playa a sentir la arena deslizándose entre los dedos de sus pies. De repente Hiroki le preguntó algo al kazejin, algo que se debería haber tratado antes, pillando por sorpresa al joven de tez morena.
—Bien, ¿por dónde empezamos? ¿Sabes dónde está la zona frondosa?
—Ehhh... Pues... La verdad es que no soy de aquí, por lo que la zona frondosa como tal no sé cual es. ¿Tú sabes más o menos aunque sea dónde está? —No se le llegó a notar, pero estaba preocupado. Su primera misión y ya la estaba cagando.
Pero a Takumi y Hiroki no les dio tiempo a discutir algo más porque escucharon el grito de una señora a lo lejos. La mujer, anciana ya, de pelo cano y arrugas marcadas surcándole todo el rostro, tenía la boca abierta y el brazo izquierdo levantado hacia el camino de piedra que se extendía por todo el jardín.
—¡M-mi apio! ¡Se ha llevado mi apio! —gritó de nuevo, pateando el suelo—. ¡Que alguien lo detenga! —exigió de inmediato.
A lo lejos un pequeño gato se alejaba con una bolsa de papel colgado de la boca. Una mancha de color amarillo llamaría la atención de los shinobi.
—¡Vamos, Takumi! —apremió Hiroki, corriendo hacia la anciana.
El gato se subió a uno de los árboles al ver demasiado movimiento hacia él.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¡M-mi apio! ¡Se ha llevado mi apio! ¡Que alguien lo detenga! —Una señora gritaba a lo lejos.
Un pequeño gato se alejaba de la señora con una bolsa en la boca, pero hubo una cosa que le llamó la atención del animal, le pareció ver una mancha amarilla en el gato. «El gato que buscamos tiene manchas amarillas, ¿será este? Al final va a ser mucho más fácil de lo que me imaginaba.»
—¡Vamos, Takumi! —Su compañero avanzó rápidamente hacia la señora.
—¡Vamos! —Takumi siguió a Hiroki. —Buenos días señora, ahora mismo le ayudaremos a recuperar su apio. Pero antes, ¿el gato era marrón con manchas amarillas?
El kazejin iba a ayudar a la anciana, claro estaba, pero lo principal era la misión.
—¡Vamos! —repitió Takumi tras Hiroki—Buenos días señora, ahora mismo le ayudaremos a recuperar su apio. Pero antes, ¿el gato era marrón con manchas amarillas?
La mujer encaró a quien había hablado, frunciendo el ceño nada más verlo. A su derecha se encontraba el moreno, mirándola con expectación.
—El gato es un ladrón, ¡eso es lo que es! —espetó, enfadada—¡Y estaba cubierto de barro! Pero sí, tenía esas feas manchas amarillas, ¡devolvedme mi apio!
Hiroki dio un paso hacia atrás por la reacción de la anciana, no muy feliz por haber sido sujeto de robo por un minino sucio y seguramente hambriento. Miró a su compañero y, dándole suaves golpes en el brazo, señaló el árbol donde se había subido el animal.
—¡Mi apio! ¿Cómo haré la sopa sin él? —seguía lamentándose la mujer.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—El gato es un ladrón, ¡eso es lo que es! —«Dios... Esto va a ser complicado de soportar.» —¡Y estaba cubierto de barro! Pero sí, tenía esas feas manchas amarillas, ¡devolvedme mi apio!
—Perfecto pues, la ayudaremos. —Pese a la actitud de la señora Takumi respondió amablemente.
El marionetista sintió como Hiroki le daba unos toques en el brazo, cuando se giró vio como el gato estaba subido a un árbol, con la bolsa bien agarrada en sus fauces. «Perfecto, ahora sólo tenemos que ser cuidadosos para no ahuyent...»
—¡Mi apio! ¿Cómo haré la sopa sin él?
—Señora por favor, le ruego que sea paciente y no haga mucho ruido, el gato es asustadizo. Así que cuanto menos ruido haga antes conseguiremos recuperar su apio —Se giró hacia su compañero. —Bueno, ¿entonces cómo lo hacemos? Tal vez puedes distraerle un poco y por detrás cogerle con mi marioneta.
La señora, no muy contenta con la actitud que estaba teniendo el niño con ella, le dedicó una mirada no muy agradable, pero no volvió a decir nada, solo se cruzó de brazos y esperó, o bien por su apio o bien para quejarse de nuevo porque aquellos dos genin no habían conseguido recuperar su preciada comida.
—Bueno, ¿entonces cómo lo hacemos? Tal vez puedes distraerle un poco y por detrás cogerle con mi marioneta.
—Buena idea —alegó el moreno, asintiendo a la idea de su compañero—. Acerquémonos despacio.
Hiroki, siguiendo lo dicho por Takumi; se fue acercando al árbol donde el gato había parado para rebuscar en una amplia rama lo que había dentro de la bolsa sin éxito pues sus pliegues estaban demasiado juntos, optando por distraerse mientras le clavaba las uñas. El Senju fue poco a poco, intentando no alarmarlo con su presencia, hasta que se acercó lo suficiente para verlo de cerca.
—Kiro... —llamó en un murmullo, poniendo las manos sobre sus rodillas mientras lo miraba desde abajo—. Ven, Kiro bonito, ven, volvamos con Hinoka... —pidió en murmullos, llamando la atención del animal.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Mientras Hiroki se iba acercando lentamente el marionetista se colocó hacia el otro lado, de espaldas al gato, a unos diez metros. A esa distancia de seguridad, con la que esperaba no espantar al gato, sacó un pequeño pergamino de su portaobjetos y tras una serie de sellos de este salió una marioneta con facciones simiescas. Takumi tocó con la yema de los dedos la marioneta y esta pareció activarse.
—Kiro... Ven, Kiro bonito, ven, volvamos con Hinoka...
El kazejin esperó a que el felino dirigiera la atención hacia su compañero y, en ese momento, dirigiría su marioneta rápidamente con los brazos abiertos intentando agarrarlo con seguridad.
¤ Ippan no Fūinjutsu ¤ Técnica de Sellado General - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos:Fūinjutsu 15 - Gastos: 10 CK (sellado de objetos y armas), 5 CK (liberar) - Daños: - - Efectos adicionales:
Sella objetos y armas en pergaminos
(Fūinjutsu 30) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en pergaminos. Además, puede guardar gases venenosos, líquidos...
(Fūinjutsu 60) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en cualquier tipo de recipiente (preguntar a un administrador para saber qué recipiente podría ser válido, solo es posible sellar 1 objeto), y en su propio cuerpo (1 por cada 10 de Inteligencia)
- Sellos: Buey → Serpiente → Tigre → Jabalí → Carnero (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Técnica estándar de fūinjutsu, que utilizan muchos shinobi con diferentes niveles de maestría en técnicas de sellado. Los ninjas con un nivel de maestría bajo son capaces de sellar objetos y armas, normalmente de tamaño pequeño o mediano, y únicamente en pergaminos. Los ninjas de nivel medio son capaces de sellar muchos tipos de sustancias distintas en pergaminos. Los ninjas de nivel alto, en su propio cuerpo o incluso en recipientes.
La técnica no funciona instantáneamente. Para sellar objetos en un pergamino, se ha de abrir ese pergamino. En el caso de querer guardar algo en el propio cuerpo, no es necesaria tanta preparación. Para guardar cosas en un recipiente externo, se ha de disponer de uno válido (obviamente). En cualquiera de los tres casos, se ha de estar a menos de tres metros de donde se va a sellar el objetivo, y a menos de diez del objetivo. Una vez realizados los respectivos sellos, se mantiene el último y el objetivo se deshace en una masa de chakra, que viaja a velocidad moderada hasta introducirse dentro del lugar donde se desee sellar. Entonces aparece la marca deseada, y el sellado se completa.
Se ha de remarcar que esta técnica de sellado no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos y su contenido liberado por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (15, 30 ó 60).
¤ Kugutsu no Jutsu ¤ Técnica de las Marionetas - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Kugutsu Butai 10 - Gastos: Coste de activación de la marioneta (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite controlar una marioneta - Sellos: - - Velocidad: - - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo (clavar los hilos), 15 metros de longitud
Exclusivo estilo de Ninjutsu. Esta técnica utiliza hilos de chakra para controlar marionetas. Dado que la mayoría de los marionetistas usan sus manos para manipular sus armas, si estas se encuentran dañadas la técnica puede ser neutralizada. Y debido a que los movimientos de la marioneta se basan en los mecanismos que se han instalado en el interior, lo que interfiere con dichos mecanismos pueden paralizar completamente la marioneta.
La capacidad del usuario con respecto al número de marionetas que es capaz de utilizar estará determinada por la siguiente fórmula: se pueden usar Destreza/10 marionetas, con un máximo de 10 (una por cada dedo).
Hiroki comenzaba a hacer que el gato se enfurruñase, clavando las uñas en la madera mientras abría la boca en señal de alarma. Takumi sacó a su marioneta y en breve la colocó detrás, pero el gato, ya asustado por las llamadas de Hiroki, tomó fuertemente por la boca su bolsa robada —la cual había dejado para gruñir a Hiroki— y de un salto bajó del árbol y corrió bosque a dentro.
—¡Mierda! —soltó Hiroki, corriendo detrás de él.
Pero Kiro ya se había subido a otro árbol, uno más alto que antes, y miraba atentamente a Hiroki, agachado.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100