(D) Acompañante discreto

[Himura Hana]

Kinumi se levantó y se adentró aún más en el jardín, en la dirección contraria a la que se iba el pelirrojo. Se despidió de un par de amigas, agradeció a los anfitriones y charló con un par de personas más. Nada fuera de lo normal.

En alrededor de diez minutos ya estaba en la puerta del recinto, donde Toshio debería estar esperandola.

— Vamos, que está empezando a anochecer. — empezó a andar en dirección a su casa.

El paso de Kinumi era lento y esta vez no había esperado a que Toshio le ofreciese el brazo ni nada, había empezado a andar a su rollo. Parecía haber recuperado su expresión inexpugnable pero había cierto nerviosismo en su posición, temblaba levemente si uno se fijaba lo suficiente.

Además, no había hecho contacto visual con el chico.

[Kurogane Toshio]

De nuevo, Toshio tuvo que esperar diez minutos enteros antes de que Kinumi apareciese frente a él, aunque esta vez el chico no dudó de que la Uchiha volvería. Ni siquiera él quería quedarse mucho más tiempo, a peligro de liarla aún más y que los acabasen descubriendo antes de tiempo.

[sub=mediumpurple]— Vamos, que está empezando a anochecer.[/color] —dijo ella en cuanto llegó, antes de empezar a andar hacia su casa.

«Está temblando. Tuvo que haberse puesto muy nerviosa». Y no era para menos. Hasta él estaba nervioso.

— ¡Claro! —Contestó el chico, siguiéndola.

El camino fue silencioso, o al menos lo fue durante un par de segundos mientras se alejaban de la fiesta, lo suficiente para que el herrero se sintiese fuera de peligro.

— Pues... no ha ido tan mal —dijo, poniendo ambas manos detrás de su nuca, sonriente—. ¡Yo me lo he pasado genial!

Había notado que Kinumi no había hecho contacto visual con el chico desde que regresó, pero eso no evitó que la mirase, todavía sonriente, como si le preguntase si ella también lo había hecho.

[Himura Hana]

Kinumi parecía especialmente pensativa en el camino de vuelta, sobre todo ante la simpleza que trabajaba su supuesto senpai. Era mucho mayor que ella y que todos los presentes de la fiesta y parecía el más infantil, bueno, tal vez el segundo más infantil. Pero de un modo... adorable.

— Pues... no ha ido tan mal ¡Yo me lo he pasado genial!

Los labios de la Uchiha se curvaron ligeramente de un lado, con una sonrisa bromista.

— Te lo has pasado bien ignorando cada cosa que te dije que hicieras, ¿eh? ¿Crees que esa diversión es recompensa suficiente? Porque yo diría que la misión no incluía provocar un combate y echarte todo un vaso de algo por encima.

Estaba claro que estaba bromeando. ¿O no? A pesar de la sonrisa, sus ojos eran tan cripticos como siempre. Apreciaba un brillo en ellos, ¿era sadismo? ¿era sarcasmo? ¿Una combinación de ambas?

[Kurogane Toshio]

— Te lo has pasado bien ignorando cada cosa que te dije que hicieras, ¿eh? ¿Crees que esa diversión es recompensa suficiente? Porque yo diría que la misión no incluía provocar un combate y echarte todo un vaso de algo por encima.

— ¡O-oye! —protestó bajando ambas manos a la altura del pecho, aunque seguía sonriendo tan alegre como hasta ahora.

Afortunadamente Toshio no era el único que sonreía. Pues Kinumi parecía estársela pasando tan bien como el herrero, aunque fuera a costa suya.

— Es verdad que la he liado en cada oportunidad que he tenido, peeeeero. —Estiró su puño hacia la chica, levantando el pulgar—. No me puedes negar que ha ido bien. —Dijo, guardando las manos en los bolsillos de forma casual.

» Quiero decir, tampoco ha ido como la seda, pero sí bastante bien.

[Himura Hana]

Kinumi le observaba de reojo, mientras caminaban uno al lado del otro. Sencillamente, tenía esa media sonrisa y poco más. Tardó unos segundos en contestarle a Toshio una vez éste hubiese dicho que todo había salido bastante bien.

— Sí, algo así. — contestó sin entrar en demasiado detalle.

Pasaron el resto del camino en silencio, sin estar a disgusto. Aunque tampoco es que fuese una hora de camino, apenas tardaron unos minutos más en plantarse en la misma verja, con la diferencia de que el guardia no estaba. Kinumi se plantó y encaró al pelirrojo, agarrandole la mano de repente.

— Aquí tienes. — le puso un pequeño pergamino en la mano — Lleva eso al edificio de la Morikage y te pagaran.

Le soltó rápidamente y le dedicó otra mirada, como si dudara.

— En fin, ha sido un placer, Toshio-chan. Ha estado bastante bien

Le dedicó una sonrisa sincera y esperó a que el chico hiciese lo suyo, fuera lo que fuera.

[Kurogane Toshio]

— Sí, algo así. —contestó Kinumi.

A partir de ese momento los chicos pasaron el resto del camino cómodos en silencio. Pronto, en unos pocos minutos, ya se volvían a encontrar ambos en casa de Kinumi, con la suerte de que esta vez el guardia no estaba presente.

«Qué alivio». Pensó. Ese hombre le daba miedo.

Kinumi se detuvo de golpe y se giró hacia Toshio, tomando su mano.

— Aquí tienes. —Dijo, dándole un pequeño pergamino—. Lleva eso al edificio de la Morikage y te pagaran.

La Uchiha le soltó rápidamente la mano, dudando.

—Lo sé, lo sé —respondió el chico.

— En fin, ha sido un placer, Toshio-chan. Ha estado bastante bien.

Sorprendido al encontrarse con una sonrisa sincera por parte de la chica, Toshio dudó un segundo antes de sonreír ampliamente.

— Ya lo creo, Kin-chan. —Contestó, alegre—. Bueno. Hasta la próxima~

Se giró y dio un par de pasos antes de mirar por encima de su hombro.

— Oh, y a ver si un día hacemos alguna misión juntos. —Añadió de forma casual, antes de seguir con su camino.

Diez minutos más tarde, cuando el chico ya estaba a medio camino de vuelta a casa, se dio cuenta de algo.

«Eeeespera... ¿Toshio-chan?

[Himura Hana]

Kin-chan vio a Toshio ser Toshio. Incapaz de pillar las tres cosas que le había enseñado hasta el final. Se despidió de él meneando la mano de un lado a otro timidamente y cuando desapareció de su vista, suspiró.

Su impresión es que no se trataba del chico más espabilado del lugar, pero al menos era un ninja con recursos. Aunque la inteligencia no fuese uno de ellos.

Abrió la verja y se metió en casa, soltandose el pelo de camino a la mansión. ¿Una misión? Sería interesante, sin duda.