Aprendiendo a conectar

[Sarutobi Saori]

En cuanto Saori ofreció asiento a sus compañeros, Home se volvió, algo abatido y se dejó caer en una de las muchas sillas que había en la sala, y el Sarutobi hizo lo propio a su lado.

Por otra parte, Yoishi decidió ir a por comida para el hombretón, aunque pidió que le esperaran para poder despedirse de la pareja de buena manera.

Una vez el joven salió del hospital Saori le preguntó a Home sobre lo sucedido.

—Pues nosotros somos unos mercaderes. — Empezó el hombretón. —Venimos de hacer una ruta por los pueblos de los alrededores, y volvíamos a casa después de un tiempo... — Se incorporó un poco. —Entonces nos asaltaron, no sé muy bien porqué, porque apenas nos quedaba mercancía en el carro...

[Yamamoto Yoishi]

Por fin habían llegado al hospital, Sora estaba en las manos de los profesionales y los hombres debían recuperar sus fuerzas con un simple descanso aunque Yoishi tendría otra idea la cual era buscar comida para el grandote así que dejó a su compañero hablando con el y el muchacho fue directo al local de comida que seguía abierto. Yoishi pidió una docena de brochetas y se las llevo al hospital para que todos recuperarán sus fuerzas comiendo.

Aquí traje suficiente para todos, anda tomen una y coman a gusto-el muchacho se sentó y le entregó una brochetas a los demás para que empezarán a comer y claro, escuchar lo que el musculoso fuera a decir.

Lo único que podían hacer aquellos tres era esperar, esperar a que Sora se recuperará por completo y así despedirse en un final casi feliz.

[Sarutobi Saori]

Saori escuchaba lo que su acompañante tenía que decir con total atención y, efectivamente, no tenía sentido que les hubieran atacado en ese momento, en le que apenas tenían mercancía que robar y lo poco que quedaba no era de mucho valor, juzgando que habían decidido dejar el carro en el lugar del ataque, desprotegido.

—Lo cierto... — Home se rascó el mentón, pensativo. —Lo cierto es que parecía que iban tras Sora, pues lo primero que hicieron fue atacarla a ella cuando nos pillaron por sorpresa... — Su rostro se ensombreció repentinamente.

En aquel preciso instante volvió Yoishi, con un buen puñado de brochetas que, sin duda, ayudarían a llenar sus estómagos, sobre todo el de Home, aunque era cierto que a Saori le rugía el estómago, pues había dejado su cena a medias por culpa de todo aquel incidente.

—¡Muchas gracias, Yoishi! — Exclamó, haciéndose con un par de brochetas.

Por su parte, Home aceptó la comida de buen grado, con un asentimiento de cabeza en señal de agradecimiento y, en cuanto tuvo una brocheta en la mano, lanzó un primer bocado, con ansia.

—¿Sabéis? Creo... Creo iban a por nosotros. — Dijo aún con la boca llena, hizo una pausa para tragar y siguió. —En uno de los últimos pueblos que visitamos tuvimos un encontronazo con un hombre de dinero, que quería comprarnos algo de nuestra mercancía a un precio mucho más bajo de su valor, y claro, le dijimos que no. — Dio un nuevo bocado. —¿Qué íbamos a hacer? El hombre se fue después de una fuerte discusión y alguna que otra amenaza, pero claro, no nos las tomamos en serio... pero ahora...

[Yamamoto Yoishi]

Yoishi trajo la comida y todos le agradecieron, cada quien tomo una brocheta y se dedicó a comer, Home no sería la excepción pero este hablaría con la boca llena, tan grandote y tan mal educado, Home explicó que los maleantes habían ido tras ellos por alguna razón, algo sospechoso era que antes un hombre de dinero quería comprarles mercancía y por intentar pagar menos por esta, Home rechazó la oferta, esto quizás haya molestado al hombre y quizás por ello el ataque.

Enserio que es raro... debería hablar con las autoridades e informar eso, quizás le den protección mientras buscan al sujeto, en estos momentos el peligro no se ha ido, pero si lo desean yo los acompañare como refuerzo, mis días son aburridos y quiero viajar, ir con ustedes sería una ganga jeje-el muchacho continuo con su cómoda esperando la respuesta del musculoso.

[Sarutobi Saori]

Home asentía mientras Yoishi hablaba, aunque de mientras, se llenaba la boca con las brochetas que el joven había llevado, una tras otra, pues ese corpachón no se mantenía del aire y había que nutrirlo apropiadamente.

—¡Oh, no! No, no, no, tranquilo. — Dijo el hombre ante el ofrecimiento del joven. —No queremos que dejes toda tu vida por nosotros, además, no tenemos dinero para permitirnos un shinobi como guarda personal, nos las apañamos nosotros mismos, no te preocupes, y seguro que después del susto que les hemos dado hoy, nos dejarán tranquilos.

Saori había escuchado la propuesta de Yoishi y, sin duda, era algo que no podía compartir, a pesar de querer viajar, él sería incapaz de dejar atrás su villa, a su gente, por una vida como guardaespaldas de unos mercaderes.

Dio un nuevo bocado a su brocheta, aunque con menos ansias, pues se quedó un poco pensativo tras aquella conversación.

—¿Creéis que tardarán mucho con Sora?

Había pasado un rato y aún no habían tenido noticias de la mujer, y aquello empezaba a preocuparle seriamente.

[Yamamoto Yoishi]

El hombre estaba arrasando con las brochetas mientras Yoishi hablaba pero luego de escuchar su propuesta, Home decidió rechazarlo, estaba confiado de que los maleantes no irían de nuevo tras ellos y además no podían pagar por los servicios de un shinobi.

Qué no, que no, soy un recién graduado, nadie se dará cuenta si me voy, está es la oportunidad que he estado esperando y no quiero desperdiciar la. Además, mi familia era mejor cuando era humilde, yo también quiero esa vida...-dijo el muchacho un poco desanimado al final.

Mientras, Saori pensaba en lo mal de la decisión de Yoishi y aún más, las condiciones de Sora, la cual no había dado noticias de su condición actual.

Ya debieron haber terminado, iré a preguntar-el muchacho se levantó y se acercó a la recepcionista-¿Podría decirme como se encuentra la mujer que trajimos hace rato? Ya ha pasado un rato y no nos dicen nada, gracias-Yoishi sólo esperaba que la mujer estuviera bien.

[Sarutobi Saori]

Desde luego Home no parecía del todo convencido de la propuesta del joven aunque, siendo sincero, no les vendría mal tener a alguien que pudiera echarles una mano en casos como el que había ocurrido aquel día y, si como decía Yoishi, no le echarían de menos... No tenía muchos motivos para negarse, sobre todo si no pedía un sueldo demasiado alto.

—Bueno, quizás podamos discutirlo en otro momento entonces. — Aceptó el hombretón, aunque sin demasiado ánimos, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban.

Fue entonces cuando de el genin de Amegakure se acercó a la recepción para preguntar por el estado de Sora, siendo el más lanzado de los tres. La recepcionista, una chica joven, con el pelo moreno recogido en un moño y la cara bastante redonda, le miró, con cara amable y atendiendo a la pregunta del joven.

—Pues, en principio ya ha salido de quirófano, en principi...

—¡SORA!

Por el mismo pasillo por el que se habían llevado a la mujer hacía un rato, volvía uno de los enfermeros, empujando una silla de ruedas en la que se podía ver una Sora algo cansada, pero con una amplia sonrisa.

—Está bien, no había daño en ningún órgano interno, por lo que simplemente hemos tenido que limpiar la herida y cerrar, ahora debería reposar, lo mejor sería que pasara la noche aquí. — Les explicó el enfermero.

Home, que había salido lanzado en cuanto vio a la mujer aparecer por el pasillo, asintió sin pensarlo ni un segundo.

—Sí, sí, nos quedamos aquí esta noche.

[Yamamoto Yoishi]

Al final la insistencia de Yoishi estaban convenciendo al hombre pero ya que no estaba muy convencido todavía, decidió esperar a más tarde para hablar del tema. Yoishi sonrió y alzó su pulgar en señal de aprobación para luego ir a preguntar por Sora, la joven de la recepción era muy guapa pero antes de que pudiera revelar alguna información de o mujer, esta, saldría en sillas de ruedas acompañada por un enfermero.

El hombre de gran tamaño estaba muy emocionado por ver a la mujer bien y el enfermero afirmó que las heridas fueron mínimas y el único remedio era sólo una buena noche de descanso.

Lo hicimos compadre, salvamos a esta gente, yo me quedaré aquí a ver su mejora, vuelve con tu padre y regresa en la mañana para que te demos las buenas noticias acerca de Sora-el muchacho extendió su mano para estrechar la de su compañero y así despedirse.

[Sarutobi Saori]

Saori había decidido dar su espacio a Home y Sora, que hablaran tranquilos, por lo que se quedó en un segundo plano mientras el enfermero le explicaba al hombretón qué había ocurrido, la gravedad de la situación y le exponía su recomendación de quedarse en el hospital a pasar la noche, lo cual aceptó sin pensarlo dos veces.

En ese momento se le acercó Yoshi, felicitándole por el trabajo que habían realizado ambos, que habían conseguido salvar a la pareja con heridas leves y sin mayores complicaciones.

—Sí, yo creo que voy a irme a dormir al hostal, mañana temprano me pasaré, si sucede cualquier cosa, no dudes en avisarme, estoy en el hostal del pueblo, no muy lejos de aquí.

Saori entonces le tendió la mano al amenio, tratando de estrecharla a modo de despedida y, después, se acercó a Home, que ya estaba a punto de irse con el enfermero en dirección a la habitación que les habían asignado.

—Yo me marcho, pero Yoishi se queda aquí para que no pase nada, ¿vale? Mañana por la mañana me pasaré para ver cómo estáis.

El hombretón le dio un fuerte abrazo y, tras todo esto, el joven salió del edificio en dirección a su hostal, dispuesto a descansar.

[Yamamoto Yoishi]

Yoishi le daba gusto ver a la pareja tan feliz de saber que el otro estaba bien y todo gracias a los jóvenes genin que fueron a su ayuda. El enfermero solo pidió que Sora descansará en el hospital y por ello Home aceptó sin dudar, por otro lado Yoishi felicito a su compañero por si buen trabajo y le dejó ir a donde su padre para descansar por lo que quedaba de noche, Saori aceptó con la condición de informarle por cualquier cosa, algo que Yoishi no iba a dudar en hacer.

El genin se despidió del grandote y este lo abrazo en señal de agradecimiento, Yoishi se despidió de su compañero con un apretón de manos para luego dedicarse a descansar.

Lastimosamente las camas sólo podían ser usadas por pacientes así que el muchacho tuvo que dormir en una silla mientras que Home lo hacía en un mueble al lado de la cama de Sora. La noche paso con tranquilidad y a pesar de no ser la más cómoda, había sido refrescante y necesaria para todos.

Vaya... Ojalá no me toque pasar una noche así de nuevo...-dijo el muchacho mientras se quitaba las lagañas de los ojos y esperaba a que los demás se despertaran.

[Sarutobi Saori]

Saori volvió a su habitación, donde su padre le esperaba ya dormido, porque estaba cansado de todo el viaje que habían hecho y, en cuanto el joven llegó se dejó caer en la cama, durmiéndose en cuanto tocó la almohada prácticamente.

...

Al día siguiente el Sarutobi se levantó muy temprano, apenas acababa de amanecer, pero quería estar pronto en el hospital para ver si todo había ido bien y los tres que se habían quedado allí habían pasado buena noche.

Se encaminó hacia allí y, en apenas diez minutos, se plantó en el hospital y se dirigió a la recepción para preguntar por la habitación de Sora y la recepcionista le indicó muy amablemente cómo llegar hasta la habitación.

Por otro lado, Yoishi ya había despertadoy, casi acto seguido, lo hizo Home, que se estiró por completo, tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a Sora, que dormía plácidamente.

—La verdad que no es lo más cómodo del mundo, no. — Respondió el hombretón al amenio.

Y en ese momento, entró Saori en la habitación, con una sonrisa deslumbrante al ver que no había habido ningún problema.

—Buenos días, chicos. ¿Qué tal habéis pasado la noche? ¿Sin ningún percance, no? — Diría en un tono bajo, para no molestar a Sora.

[Yamamoto Yoishi]

La literal dura noche había pasado y a pesar de que el joven no se sentía rejuvenecido ya estaba despierto, en pocos segundos Home también se despertó y estiró su cuerpo rígido por tal noche, Yoishi asintió con su cabeza por las palabras del fornido y paso a ver a Sora dormida aún en la cama del hospital. Saori llegaría de imprevisto, saludando y preguntado acerca de la noche de los residentes para asegurarse de que ninguno halla tenido algún problema médico mientras el no estaba, Yoishi bostezo y se pasó las manos por los ojos para despertarse un poco y responderle a su amigo.

Noche dura para nuestras espaldas y trasero pero, por suerte Sora no presentó ninguna complicación, así que se puede decir que fue un éxito de noche-dijo con voz algo baja para no despertar a la bella durmiente.
¿Y tu como la pasaste? ¿Le contaste a tu padre acerca de nuestra aventura? Cuenta, cuenta-dijo sonriente por la felicidad que le daba recordar lo de anoche, a pesar de que Sora terminó herida, fue una noche divertida para el joven e interesante.

[Sarutobi Saori]

El Sarutobi contempló la escena y no le hizo si quiera falta que Yoishi le dijera que acaban de despertarse, solo con mirarles las caras era más que suficiente para saberlo, lo que sí le reconfortó fue que le contara que no había habido ninguna complicación con Sora.

Home, por su parte, aún estaba desperezándose, limpiándose la baba que le había caído por la comisura de la boca y crujiéndose el cuello, que debía haber tenido en mala postura durante la noche, ya que se llevó la mano hasta ahí, tratando de calmar un poco el dolor que tenía.

—La verdad que yo genial, he dormido como un tronco. — Diría justo antes de soltar un profundo bostezo. —Mi padre ya estaba dormido cuando llegué, así que no he podido contarle nada aún, pero vamos, en cuanto le vea se lo contaré. — Explicó el joven.

En ese momento apareció un enfermero, uno que no habían visto hasta el momento, ya que, probablemente hubiera habido un cambio de turno, dada la hora que era.

—¡Buenos días chicos! Lo siento mucho pero tenéis que salir un momento, vamos a hacerle la cura a Sora y a cambiar las vendas. — Justo detrás de él, dos chicas jóvenes, posiblemente en prácticas, empujaban un pequeño carro con lo necesario para realizar la tarea que el chico les había explicado.

[Yamamoto Yoishi]

Cuando Saori entró se llevó la buena noticia de que Sora había pasado una mejor noche que la de los hombres, Home por su parte parecía bastante mal en respecto a como amaneció pero era cosa fácil de solucionar, mientras Yoishi hacia lo mismo que Home, Saori explico que durmió como tronco y ya que su padre estaba aún dormido el decidió no contarle aún acerca de su experiencia previa.

Yo dormí rígido como tronco jaja, acerca de tu padre, pues, menuda sorpresa se va a llevar cuando se enteré-el muchacho sólo terminó bostezando después de decir ello.

En aquel momento un enfermero entró a la habitación, no era el mismo de ayer pero eso no tenía importancia, aquel tipo les pidió salir de la habitación para proceder con el tratamiento de Sora y para que no pareciera nada raro, dos chicas jóvenes se encargarían de la tarea de tocar a la mujer. Yoishi sin más se estiró por última vez y salió de la habitación mirando a las enfermeras de práctica, notando así su belleza.

Oye, Saori, ¿Cuál prefieres? ¿A que las dos son lindas?-susurraba el muchacho en la oreja de su compañero, refiriéndose obviamente de las enfermeras.

[Sarutobi Saori]

Todo sucedió muy rápido y, casi instantáneamente, tanto Yoishi como Home se incorporaron de sus improvisadas camas y los dos salieron de la habitación, hacia el lugar en el que se encontraba Saori, que se quedó mirando como los profesionales entraban en la habitación y cerraban la puerta tras ellos para tener intimidad.

Entonces el amenio se acercó a su oreja, para susurrarle algo que, dada la situación, le parecía algo fuera de lugar, aún así, prefirió no decirle nada y se limitó a encogerse de hombros.

—No me he fijado. — Respondió el Sarutobi que, en ese momento, se giró para mirar a Home. —¿Qué tenéis pensado hacer cuando salgáis del hospital?

El hombretón dudó por un instante.

—Primero tenemos que recuperar el carro, luego volveremos a la tienda, tenemos que seguir con el negocio. — El hombre no tenía muy claro cómo iban a volver, ya que necesitaban a los caballos que se habían desbocado la noche anterior y a saber dónde se encontraban.