Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
26/11/2021, 19:29 (Última modificación: 26/11/2021, 19:36 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
La defensa de Chika seguía siendo impenetrable para Kimi, que no conseguía ser capaz de ganar el intercambio a corta distancia. Al menos no todavía. El puñetazo de Chika, en cambio, consiguió impactar. No fue demasiado fuerte ni doloroso, pero consiguió provocar que Kimi retrocediese un par de pasos.
«Mucho mejor». Pensó. «Pero todavía te contienes demasiado. Así no mejorarás».
Kimi sonrió. Conseguiría que su hermana se esforzase fuera como fuera. Volvió a avanzar hasta su hermana para intentar saltar y colocar su pie izquierdo sobre la rodilla de chika, utilizándola como punto de apoyo para intentar alcanzarla con un rodillazo en la cara (14 PV), antes de girar sobre sí misma para lanzarle una patada en el rostro con el pie que había utilizado de apoyo (14 PV).
Lyndis no pudo evitar soltar una breve risa ante sus palabras. Cegada por la cercanía y el intento de convencerla al menos de esa forma, de que juntas no podría pasarles nada malo. Sus manos se deslizaron lentamente sobre los brazos de Ranko, hasta pasar los hombros, después se cernió sobre ella con lentitud con sus ojos dorados todavía entreabiertos, para apoyar la cabeza sobre uno de sus hombros.
Volvió a esbozar una sonrisa, y cerró el abrazo. Tomo aire profundamente y suspiró reforzando momentáneamente el abrazo con un leve apretón.
— Me aterra que te pase algo, conejita — su voz sonaba algo quebrada, muy suave, pero no al punto de ser un susurro, levemente ronca y completamente cargada de sentimiento mientras sonreía tristemente mirando al suelo más allá de su espalda. No separaría los brazos sobre ella salvo que Ranko la obligase y mientras, respiraría sobre su pie con melancolía en la mirada. — ¿Te importa que estemos un ratito más así, conejita?
Fue Lyndis quién cerró la distancia, pero con un abrazo, cosa que emocionó de sobremanera a Ranko, sin explicación. Ranko, por supuesto, devolvió el abrazo.
—Yo odiaría que te pasara algo a ti, Waai-chan.
Ranko sentía la palabra odiar extraña en su boca. Creía que era algo que nunca usaría más, después de Dragón Rojo. Pero sentía en su pecho que, el que algo malo le sucediera a Lyndis sería incluso peor. La de la trenza se sorprendió pensar eso.
—P-para nada —respondió Ranko, con los brazos firme pero cuidadosamente alrededor del torso de Lyndis. Su cuerpo, herido, atlético, se sentía como un diamante. Duro y resistente, pero preciado y hermoso. Ranko se sonrojó mucho más y suspiró —. Todo lo que necesites. Todo lo que quieras.
Y Ranko le abrazaría con cariño hasta que Lyndis rompiera el gesto.
Volvió a reír suavemente, con ternura, soltando una silenciosa carcajada mientras apreciaba aún más tenerla entre sus brazos. Atesorando cada segundo que pasaba abrazándola, cada bocanada de aire que tomaba sobre su piel. Sus labios se abrieron muy poco y temblaron un poco. Separo con lentitud su cabeza tan cerca de la chica que sus labios casi rozaban su piel, pero estuvieron aún más cerca de sus labios cuando se colocó frente a ella, quedando a escasos centímetros uno de los otros. La miraba a los ojos completamente embelesados, y ambas eran capaz de sentir la respiración de una sobre la otra.
— Esto es justo lo que necesito ahora — dijo todavía con esa voz quebradiza y ligeramente ronca.
Seguramente ninguna de las dos era capaz de escuchar lo más mínimo que no saliera de la boca de la otra, a excepción de sus acelerados pulsos retumbando en sus oídos. Sus ojos eran de un color miel tan dulce como ella, pese a que se especializaba en el tren inferior, su torso y brazos eran igual de fuertes y envidiables. El color de su piel era más oscura que la de Lyndis, la cual era más como un bronceado intenso. Siempre llevaba aquella larga trenza de color similar al chocolate ¿Sabría igual? ¿O sabría siquiera la mitad de bien que sus labios?
Ranko se preguntó qué pasaría si a Lyndis se le antojaba quedarse así por horas, o por días. Y se contestó que estaría más que bien. Que sería maravilloso.
Después de un instante deliciosamente eterno, Lyndis rompió el abrazo. Cada milímetro de roce al separarse fue mágico, como si ralentizara el tiempo. Y éste se detuvo por completo cuando volvieron a intercambiar miradas. No hubo entonces nada más que sus ojos y su voz, y sus brazos sobre los suyos.
— Esto es justo lo que necesito ahora —
Ranko suspiró, casi hechizada.
Quiso contestar, decirle que ella también la necesitaba. Quería decirle lo mucho que le gustaba estar con ella, lo que le encantaba entrenar juntas. Quería comentar lo cerca que estaban, que prácticamente respiraban el mismo aire, que sus ojos no se separaban de los de ella.
Pero su boca no pudo hablar, y sólo sirvió para una cosa.
Ranko se movió, cerrando el diminuto espacio que separaba sus labios de los de Lyndis. Fue solo un breve roce, como quien explora tierras desconocidas. Luego Ranko retrocedió unos centímetros, apenas lo suficiente para poder enfocar bien el rostro de su amiga. Su corazón se había detenido, expectante. ¿Y si Lyndis no esperaba eso? ¿Y si no era lo que ella quería?
La conejita se mantendría inmóvil, sin saber qué hacer, pero muriéndose de ganas de volver a rozar los labios de Lyndis, aunque fuese una fracción de segundo más. Y si esta vez Lyndis quería alargarlo, pues...
Su hermana parecía una chica disciplinada y que peleaba de forma recta y ordenada. Sin embargo, a la hora de pelear era como un animal salvaje. Se movía de forma salvaje buscando siempre golpear y golpear. Se lanzó sobre ella y Chika se preparó para parar los golpes y retroceder.
Pero Kimi fue más agresiva de lo que se hubiese esperado, por suerte, pudo reaccionar. Detuvo el rodillazo de Kimi con su zurda y su posterior patada con la diestra. Cogió aire al mismo tiempo que empezaba a girarse agarrando la pierna de Kimi con sus dos brazos con la intención de hacerla caer al suelo con toda su fuerza.
Sin embargo, las fuerzas le flaquearon de nuevo cuando empezó el movimiento. (10 PV)
Kimi no pudo evitar ser estampada de espaldas en el suelo del dojo, dejando escapar casi todo el aire de sus pulmones en el impacto, pero eso no la detuvo.
Tenía que continuar. Tenía que seguir esforzándose más y más para que Chika diese lo mejor de ella. Si había alguien que podía. No, que tenía que conseguirlo, era ella.
Una ligera corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo momentáneamente, mientras lanzaba una patada circular directamente al antebrazo de su hermana (19 PV), esperando que eso sea suficiente para que la soltara. Entonces, aprovechando el movimiento, se levantó mientras giraba.
¤ Raiton: Lightning Mōdo ¤ Elemento Rayo: Modo Relámpago - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Yotsuki 30 - Gastos:
3 CK (divide regeneración de chakra)
(multiplicable x2)
20 CK para echar a perder objetos medianos y pequeños
(Yotsuki 50) 40 CK para echar a perder objetos más grandes que una persona
- Daños: Daño de Taijutsu + 5 PV - Efectos adicionales: Permite recargar objetos electrónicos o echarlos a perder con el contacto. - Carga: 2 - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Utilizando los mismos principios con los que sobrecarga su propia batería hidroeléctrica, Kimi es capaz de sobrecargar su cuerpo entero de electricidad para potenciar el daño de sus golpes físicos.
Durante el uso de esta técnica, varios rayos y chispas empezarán a crearse a su alrededor y su pelo se erizará, dejando claro a cualquier observador lo que está sucediendo.
Con un contacto prolongado, esta técnica es capaz de poner en funcionamiento objetos electrónicos o estropearlos.
Para mantener la técnica, se deberá volver a pagar el coste por golpe.
En lugar de defenderse y atacar, decidió ir completamente a la ofensiva. Mientras que Kimi se encendía en electricidad y cargaba una patada contra ella, Chika se lanzó sobre ella, buscando darle una patada en el estomago mientras caía. (16 PV)
Sus golpes impactarían más o menos al mismo tiempo, esta vez Chika saldría rodando un par de metros a un lado por la patada cargada con Raiton de su hermana. El antebrazo le picaba justo donde le había dado el calambrazo.
— Pensaba que ibamos a ir solo a Taijutsu básico.
Diría mientras se ponía en pie de nuevo de un salto, preparada para seguir.
Esta vez, el pisotón de chica consiguió quitarle todo el aire de los pulmones a la Kaminari, que aunque consiguió impactar con su patada, no se pudo levantar de forma tan fluida como tenía pensado. Aún así sonrió. No es que le gustase el dolor, pero había conseguido que su hermana se esforzase, aunque fuese un poco.
Kimi se levantó y volvió a ponerse en guardia.
— No. No es así como pelean los Kaminari. —Una nueva capa de electricidad recorrió todo su cuerpo—. No quiero que lleguemos a los límites a los que Sagisō-san y Zhaoren-san, pero...
Su ojo derecho empezó a encenderse poco a poco. Todavía sin brillar del todo.
¤ Raiton: Lightning Mōdo ¤ Elemento Rayo: Modo Relámpago - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Yotsuki 30 - Gastos:
3 CK (divide regeneración de chakra)
(multiplicable x2)
20 CK para echar a perder objetos medianos y pequeños
(Yotsuki 50) 40 CK para echar a perder objetos más grandes que una persona
- Daños: Daño de Taijutsu + 5 PV - Efectos adicionales: Permite recargar objetos electrónicos o echarlos a perder con el contacto. - Carga: 2 - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Utilizando los mismos principios con los que sobrecarga su propia batería hidroeléctrica, Kimi es capaz de sobrecargar su cuerpo entero de electricidad para potenciar el daño de sus golpes físicos.
Durante el uso de esta técnica, varios rayos y chispas empezarán a crearse a su alrededor y su pelo se erizará, dejando claro a cualquier observador lo que está sucediendo.
Con un contacto prolongado, esta técnica es capaz de poner en funcionamiento objetos electrónicos o estropearlos.
Para mantener la técnica, se deberá volver a pagar el coste por golpe.
Y efectivamente era incluso mejor de lo que hubiera podido imaginar durante todo este tiempo. Tal vez había sido por la larga espera, pues desde que la vio por primera vez en la entrada de Kusagakure, esperándola como su compañera de misión, ya le había puesto un ojo encima y durante todo el desarrollo de aquellos días, solo lo reforzó. Es posible que anteriormente ya habían tenido algún roce, pero en ningún momento habían terminado de tomarlo como algo serio o formal y ahora... Ahora los dedos de Lyndis se entrelazaron con simpleza con los de Ranko, volviéndolo posteriormente un apretón con fuerza de la misma forma que la besaba con intensidad. Sus pupilas tan dilatadas, como los fuertes latidos de su acelerado corazón, le dañaría la vista si abría los ojos en ese momento.
Separo los labios para coger aire mientras un fuerte suspiro por la falta de aire escapaba de su boca. Aquello haria que tras varios interminables segundos volviera un poco a la realidad, sonrojandose por lo que acababa de hacer sin haberle si quiera preguntado.
— O-Oh... E-Eh... L-Lo siento... Y-Yo... C-Creo que me precipite y malinterprete la situación — se sentía incapaz de mirarla a la cara, y el rubor en sus mejillas era más que notable.
Jugaba con sus manos, nerviosa y sin saber que hacer, acariciando su propia nuca y mordiendo su propio labio para posteriormente tragar saliva.
Chika escuchó a su hermana decir alegremente que quería sobreesforzarse y sólo resopló. Tal vez las Kaminari no peleasen así, pero sus ancestros le permitirían entrenar así con su hermana.
— Quiero esforzarme. Si estás de acuerdo
— Mientras no dañes tu cuerpo del esfuerzo, claro, esfuérzate. No te sobreesfuerces. — le dijo con una sonrisa.
Sin embargo, Kimi y Meme podrían notar la preocupación incipiente en su tono. Confiaba en Kimi, pero no tenía límite entre esforzarse y sobreesforzarse.
De nuevo, esperó en guardia a que su hermana reanudase el combate.
El corazón de Ranko estalló en fuegos artificiales. Su primer beso se tornaba ahora intenso gracias a la respuesta de Lyndis, y el sentir sus dedos tomar los suyos le hizo confiar más. Sólo la falta de aire interrumpió la danza de sus labios.
Ranko suspiró como nunca. Sin aliento, hechizada por la peliplateada, ida como en una hermosa ilusión.
Pero no le creyó. ¿Se disculpaba? No. Su voz mentía. Pero el rostro de Lyndis, sonrojado, tan precioso, le decía la verdad. Sus ojos, tímidos, también. Pero sobre todo, sus labios le habían dicho todo. Lyndis no lo sentía. Lo deseaba
La ogresa roja, impulsiva, poderosa, era ahora una pequeña temerosa, imposiblemente adorable. Y la coneja era, pues...
"Ranko decidida".
Sin decir más, la de la trenza avanzó de nuevo. Buscó una vez más los labios de Lyndis. Quería callarla, hacerle entender que no había malinterpretado nada. Quería agradecerle con otro beso que hubiese respondido al primero. Si Lyndis le dejaba, Ranko le abrazaría mientras conectaba otro beso, uno más largo, tierno, deleitándose en cada leve movimiento de sus labios y dando el espacio suficiente para que respiraran y nada les interrumpiera.
No quiso hablar, pues su boca sólo sirvió para una cosa en ese momento.
Para cuando se giró, algo más confiada y desvergonzada, Ranko ya habia saltado sobre ella a robarle los labios.
— ¡¿R-Ranko?! — Gritó con un tono agudo poco propio de ella ante aquella grata sorpresa.
Le costaría llegar hasta sus labios al haber sido recostada nuevamente pero Lyndis reiría ante el avance de sus labios el cuello hasta volver a conectar con ella. Su risa era aguda y con un tono ligeramente alto, algo que no le pegaba nada. Sería más propio de una niña pija remilgada que vive entre algodones, pero no era así. Volvería a cerrar los ojos así como otro abrazo para evitar que escapara de ella mientras compartía aquel dulce beso bajo el apagado sol del invierno que entraba por la ventana.
Hasta que alguien las interrumpiera o que la propia Ranko dijera que era el momento de abandonar la sala, seguiría robándole besos y carantoñas de forma indefinida entre risitas y comentarios variados.
La preocupación en la voz de Chika era más que evidente, aunque no era nada especialmente nuevo. Siempre se preocupaba. Ese era su defecto, a la vez que su mayor mérito. También era algo que Kimi apreciaba de su hermana.
— Hagamos de esto un juego. —Dijo—. La primera en tocar el suelo con algo que no sean los pies, pierde.
Sonrió, mientras su ojo derecho brillaba ya del todo en rojo. Dándole unos segundos a su hermana para prepararse.
— ¡Allá voy!
Con un paso largo hacia delante, Kimi avanzó notablemente más rápido que hacía unos instantes, buscando alcanzar a su hermana con un puñetazo recto en la boca del estómago (16PV), justo antes de intentar barrerle el pie izquierdo por el interior con su pierna izquierda.
Chika notaría que esta vez controlaba la fuerza de sus golpes, evitando poner todo el peso de su cuerpo en el impacto, pero lanzando el puño mucho más rápido que antes. Aún así, la capa de electricidad no la abandonó en ningún momento.
¤ Raiton: Lightning Mōdo ¤ Elemento Rayo: Modo Relámpago - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Yotsuki 30 - Gastos:
3 CK (divide regeneración de chakra)
(multiplicable x2)
20 CK para echar a perder objetos medianos y pequeños
(Yotsuki 50) 40 CK para echar a perder objetos más grandes que una persona
- Daños: Daño de Taijutsu + 5 PV - Efectos adicionales: Permite recargar objetos electrónicos o echarlos a perder con el contacto. - Carga: 2 - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Utilizando los mismos principios con los que sobrecarga su propia batería hidroeléctrica, Kimi es capaz de sobrecargar su cuerpo entero de electricidad para potenciar el daño de sus golpes físicos.
Durante el uso de esta técnica, varios rayos y chispas empezarán a crearse a su alrededor y su pelo se erizará, dejando claro a cualquier observador lo que está sucediendo.
Con un contacto prolongado, esta técnica es capaz de poner en funcionamiento objetos electrónicos o estropearlos.
Para mantener la técnica, se deberá volver a pagar el coste por golpe.
Chika sonrió amargamente al ver como el ojo de su hermana se tornaba de un color antinaturalmente rojo. Ahí ya había cruzado la linea del sobreesfuerzo para un entrenamiento. No le dijo nada cuando se sobrepasó en su examen de Genin, era un examen. Jamás le diría nada si se sobrepasaba en una misión. Era su trabajo. En un entrenamiento, esperaba que tuviese algo más en cuenta su fuerza y sus posibilidades, sin dejarse su propia salud por el camino.
Se puso en guardia cuando Kimi se lanzó a por ella, a más velocidad que antes. Sin embargo, como había hecho anteriormente, dejaría que le impactase con el puñetazo. Con ligera diferencia de que ahora no era para hacer un agarre, sino que estaba cargando chakra en su pierna mientras se preparaba para recibir el impacto. Lo recibió y retrocedió unos milimetros, a pesar de estar preparada para aguantarlo la fuerza de Kimi también había aumentado.
Medio instante más tarde, la pierna de Chika se levantó a toda velocidad buscando asestarle una patada frontal en el abdomen a Kimi. Era su técnica más floja, servía más para crear distancia con el enemigo, y debería ser suficiente para detener a Kimi y poder dar el entrenamiento por concluido.
A pesar de todo, si su hermana lograba esquivarla de alguna manera milagrosa, incluso se sentiría aliviada. Porque no iba a ser un golpe bonito.
¤ Raiton: Lightning Mae Geri ¤ Elemento Rayo: Patada Frontal del Rayo - Tipo: Ofensivo (contundente) - Rango: S - Requisitos:Yotsuki 30 - Gastos: 36 CK - Daños: 60 PV - Efectos adicionales: Manda volando al enemigo cinco metros. - Carga: 2 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario usa toda su fuerza para propinar una patada frontal cargada con chakra eléctrico para hacerla más rápida y letal. Durante la carga, planta ambos pies en el suelo y coloca ambos brazos a los lados para después levantar la pierna diestra y lanzar una patada frontal que al golpear suena con un fuerte estruendo semejante a un trueno y manda al enemigo volando hasta cinco metros.