Alzarse de las cenizas una vez mas

[Himura Ren]

Ren entonces se separó un poco de ella, sin dejar de abrazarla aunque en esta ocasión fuera por la cintura.

— Pero eso... Eso será la semana que viene, hoy... Disfrutemos de lo que queda de día — añadió, dandole un dulce beso en la mejilla para posteriormente levantarse sin soltarla de las manos para ayudarla a alzarse. — ¿Qué podemos hacer? ¿Qué te gustaría cenar? Aunque todavía es algo pronto, podemos ir a por algo más como una merienda o tentempié.

Como era habitual en ella, tenía una idea que tal vez no era mala. Pero era tan genérica, tan poco explicita y servía de tan poco que tampoco podía decirse que la idea hubiera sido completamente de ella.

[Himura Hana]

Hana se dejó ayudar para ponerse en pie. Aun así, estaba decidida a no dejar que Ren se alejase ni un milimetro, así que se abrazó a su brazo mientras hablaba.

— ¿No vas a enseñarme tu pulida técnica para lanzar piedras al lago? Pensaba que te estabas preparando para fardar delante mía. — preguntó con una sonrisa socarrona. — Ir a comer algo también suena bien, había venido a entregar un pergamino por una misión, así que ni he parado a comer.

[Himura Ren]

— Solo estaba pasando el rato, dándole más vueltas de lo necesario a algunas cosas — respondió esbozando una leve sonrisa, sin importarle lo más mínimo que se agarra de su brazo como un koala. Al contrario, su mano se deslizó para entrelazar los dedos con la mano que tuviera más baja. — ¿Qué quieres comer? No te preocupes, luego buscaremos un puesto donde pongan el dulce más empalagoso, rosado y delicioso posible.

Dejó escapar un bufido entre su sonrisa ante aquellas últimas palabras.

[Himura Hana]

Hana sonrió ante las últimas palabras de Ren.

— Sabes que puedo comer dulces normales, ¿verdad? No hace falta que sea una tarta adornada con flores de caramelo. — le dijo pensando en uno de los postres que se habían puesto de moda en su barrio. — Para comer... no sé qué es famoso por aquí. ¿Los fideos? — dijo llevandose un dedo al mentón, pensativa.

[Himura Ren]

— ¿Qué fue lo que comimos en nuestra primera cita no-cita? — dijo sonriente. — La idea de unos fideos suenan bien, ¿quieres un ramen o udon?

Ren fue la que inició la marcha, apoyando la cabeza ligeramente sobre la de Hana mientras alternaba la mirada con el frente y mirarla a ella de reojo continuamente, pese a que no iba a desaparecer de allí. Realmente aquella alocada idea merecía la pena; al fin y al cabo, blandía la espada por ella. Si ahora iban a ser renegadas encima, debería entrenar con aún más diligencia su esgrima y ser más fuerte. Así, podría protegerla. Así, no tendría que volver a vivir algo como lo de aquella guerra.

[Himura Hana]

— ¿Cómo que cita no cita? ¿Ahora cada vez que nos hemos visto ha sido una cita encubierta? ¿O es que ya estabas loquita por mí desde el torneo? Si me estabas invitando a citas, podrías habermelo dicho. — se burló Hana sin perder la sonrisa. — Y un ramen de pollo suena bien. Con un caldo suave, calentito...

A pesar de que solo eran dos genins y se pondrían al mundo en contra al convertirse en renegadas, Hana no estaba preocupada. Teniendo a Ren a su lado se sentía segura de sí misma y capaz de soportar cualquier peso que la vida les echase. Todo saldría bien. Y si salía mal, al menos tendría a Ren al lado cuando muriese.

[Himura Ren]

Ren se detuvo entonces, poniéndose frente a ella y bajando la cabeza hasta su altura de forma intimidatoria a la vez que esbozaba una picara sonrisa.

— ¿Y tú? ¿O tengo que recordarte quien besó a quien estando inconsciente delante de una gran multitud, en un estadio, en un combate? — arqueó una ceja alzándola, y posteriormente cruzándose de brazos.

[Himura Hana]

Hana se detuvo cuando Ren lo hizo, sonrojandose ante su comentario. Abrió la boca para preguntarle cómo demonios sabía eso si ella estaba inconsciente cuando pasó, pero claro, lo hizo delante de todo un estadio. Maldita fuese la adrenalina. Se cruzó de brazos y apartó la mirada.

— No te estaba besando, estúpida. Te estaba haciendo el boca a boca porque te habías quedado inconsciente de golpe y me preocupaba que no pudieses respirar. — mintió de la forma más evidente posible.

[Himura Ren]

— Eres increíblemente terrible mintiendo — comentó sonriendo para volver a darle un beso en los labios como si de una "recompensa" o algo se tratara. Después volvió a tomarla de la mano como antes para seguir caminando. — Creo que yo me tomaré uno picante... Tal vez de ternera... No, mejor de pato

Se llevó la mano que tenía libre al mentón ligeramente pensativa antes de voltearse a mirar a Hana.

[Himura Hana]

Y ahora cambiaba de tema como si nada. Hana le aceptó la mano y caminó con ella como si no acabase de exponerla sobre lo sucedido en su combate. Aun así, no podía quitarse la rojez de las mejillas así como así.

— Ya sabes que no soporto el picante. Si te lo tomas, nada de besitos hasta que te tomes un postre o algo para limpiar el picante. — aclaró intentando que no le temblara la voz de la vergüenza que aún sentía.

[Himura Ren]

— Venga ya, sabes que eso no funciona así. No vas a notar nada de picante que tenga en los labios — respondió antes de empezar a burlarse nuevamente de ella. — Con un beso profundo con lengua... Bueno, a lo mejor sí... No... ¿No?

Finalmente comenzarían a tener varias casas a los alrededores y pronto llegarían a alguna calle con algún que otro negocio abierto, incluso de comida. Ren miraba los alrededores, para ver si algo acababa llamando su atención.

[Himura Hana]

Finalmente, Ren consiguió lo que estaba buscando, que era que Hana le golpease en el hombro con la poca fuerza de la que disponía.

— ¡Claro que se nota! Y deja de decir esas cosas tan vergonzosas. — protestó mientras apartaba la mirada de nuevo. — Un beso profundo con lengua. — repitió iluminada como una farola.

Intentó no llamar demasiado la atención ahora que estaban completamente rodeadas de gente y comercios abierto. Aunque Ren seguramente soltaría otra perla en breves para avergonzarla.

[Himura Ren]

Las sospechas de Hana no eran infundadas, parecía que aquella chica tuviera un extraño don relacionado con ello.

— Deberiamos buscar un lugar también donde pasar la noche... — Añadió sonriente, mirando a ningun lado en concreto. — Con baños termales, pero que no tengan muchos objetos a mano que te puedas llevar. Estaría feo que empezáramos con un historial delictivo tan pronto cuando ni si quiera todavía hemos desertado.

Rio nuevamente, apretando el agarre de sus manos.

[Himura Hana]

Hana rodó los ojos, apretando la mano de Ren todo lo fuerte que pudo.

— ¡Sabía que ibas a recordarmelo! Pues que sepas que ya lo tengo casi bajo control. Además, ya practicamente nunca me pillan. Así que la única que va a tener un historial delictivo vas a ser tú cuando te pillen en la escena del crimen sin una coartada. — espetó con el pecho bien inflado de orgullo.

[Himura Ren]

— ¿¡Que!? ¿¡En serio, Hana!? — Miro a los alrededores escandalizada. — Más te vale controlar tus impulsos cleptómanos, que no vamos a vivir entre algodones... Ah, es verdad... ¿Tenemos que inventarnos un nombre y cambiarnos algo para que les cueste reconocernos más, no? ¿Y donde nos iremos?

Ren se pararía frente a alguna tienda, mirando sin mucho interés lo que ofrecían tras los cristales.