Alzarse de las cenizas una vez mas

[Himura Hana]

Hana amplió su sonrisa al ver a Ren momentaneamente desconcertada por su respuesta.

— Ah, claro. Como te digo que no deberías beber, que deberías ir a clase y sacar buenas notas, te estoy "molestando". Tal vez si te comportases y no fueses un caso perdido, yo no tendría que haber ido detrás tuyo como si de una gatita abandonada se tratase. — siguió profundizando en aquel sueño febril de Ren, a pesar de tener nula información al respecto más allá de lo que le decía ella.

[Himura Ren]

Que el siguiera el juego solo la divertía más, la hacía sentir que estaban realmente en la misma onda y que se complementaban bien la una a la otra. ¿En combate? A saber, seguramente se estarían gritando continuamente y entorpeciendo la una a la otra pese a que lo que hicieran fuera intentar defenderse entre ellas.

— Yaaa... Bueno... Pero consigo aprobarlo todo, ¿no? Eso es lo que realmente importa. Mientras lo haga, no repetiré curso ni tendré algún problema al respecto — añadió triunfante como si hubiera ganado una discusión que no existía, cruzándose de brazos.

[Himura Hana]

Hana se metió aún más en personaje al ver que Ren quería llevar aquello hasta el final. Se cruzó de brazos y reclinó la espalda.

— ¿Aprobarlo todo? ¿Con cincos pelados? ¿Ese es tu gran plan? Hasta que patines y saques un cuatro o un cuatro y medio. Sabes qué pasa si suspendes, ¿verdad? La academia no te deja presentarte a los partidos. Pero, eh, no le hagas caso a la pesada de tu presidenta del consejo. Mucho mejor seguir en la cuerda floja.

[Himura Ren]

Ren sonrió complacida, parecía estar metiéndose en el papel mucho más que ella. Reclinada un poco y de brazos cruzados, decidió entonces seguir jugando más, pasando a rozar con una de sus piernas la parte interna de una de las de Hana, subiendo con lentitud y delicadeza por ellas el roce con su zapato.

— Es solo un cuatro o un cuatro y medio... Seguro que la increíble y perfecta presidenta del consejo estudiantil puede hacer algún leve apaño con eso. Al fin y al cabo, me lo debe por... Algún que otro... Trabajito de horas extra...

Volvió a sonreírle con picardía, entrecerrando los ojos como una depredadora sobre su presa.

[Himura Hana]

Hana se quedó parada. No esperaba para nada aquel giro de acontecimientos y aun menos a Ren haciendole el juego por debajo de la mesa. Obviamente, intentó mantenerse en personaje y no ceder ante las insinuaciones de Ren, pero se hacía evidente por su sonrojo que estaban funcionando.

— N-No es como si fuese a saltarme las normas solo porque.... porque tú... — se le perdió por completo lo que iba a decir mientras Ren subía por su pierna. — Ren, que estamos en publico.

Finalmente, no aguantó más y tuvo que volver a apoyarse en la mesa, bajando la mirada.

[Himura Ren]

Ren rio ante aquella reacción y dejó su jugueteo. Pusieron sobre la mesa entonces los entrantes que habían pedido y la morena lo agradeció. Antes de que Hana pudiera hincarle el diente, pues por lo que había dicho anteriormente estaba deseosa de aquel pollo frito, Ren la tomó de la mano por encima de la mesa.

— Diosas... Cuanto he echado de menos estas tonterías... No me importaría que fuera así por siempre... — Dijo con un tono melancólico, acariciando el dorso de la mano de Hana con el pulgar con lentitud, y mirando sus manos mientras lo hacía.

[Himura Hana]

Hana suspiró aliviada cuando Ren se detuvo. Sobre todo cuando unos segundos despues vino la camarera a traerles los entrantes. Se hubiese muerto de vergüenza si se le hubiera escapado algo delante de ella. Cuando Ren le puso la mano sobre la suya, Hana puso la otra suya sobre esa de Ren, haciendo un sandwich de manos.

— Yo también te he echado de menos. Contigo la vida es mucho más tonta y mucho menos seria. — le dijo la mar de alegre sin un solo apice de maldad. — Vamos a comer antes de que se enfrie.

Cogió los palillos y cogió un trozo de karaage, pero en vez de llevarlo a su boca, lo alzó frente a Ren, esperando que ella lo probase.

[Himura Ren]

La morena asintió con amabilidad, tomando los palillos al unísono con Hana. Sin embargo, cuando cogió un trozo y se lo fue a acercar a la boca, vio como Hana no hacía lo mismo, si no que invitaba a que Ren lo tomara. Se encogió levemente de hombros, mostrando un leve rubor en sus mejillas para esbozar una suave sonrisa. Pasó una mano por un lateral de su rostro, para apartar unos mechones detrás de su propia oreja y echándose hacia delante para tomar el pollo que la rubia le había ofrecido.

Estaba bastante caliente, por lo que abrió ligeramente la boca poniéndose una mano delante de esta mientras lo masticaba con dificultad por el calor hasta finalmente tragarlo.

— Asi sabe incluso mejor — pronunció claramente refiriéndose al gesto de Hana, para después imitarla. — Ten cuidado, quema un poco.

[Himura Hana]

Hana hizo lo mismo, solo que soplando un poco al karaage antes de llevarselo a la boca. Se apartó el pelo y lo aceptó de los palillos de Ren con la boca.

— Está buenisimo. — dijo al tragar. — Las gyozas vienen con salsa de soja, así que mejor esas que las coja cada una, sino acabaremos haciendo un estropicio. — comentó mientras se llevaba otro trozo de karaage a la boca.

[Himura Ren]

Ren asintió, y decidió probar entonces una de las gyozas, poniendo la mano debajo de esta por si caía un poco de la salsa sobre la mesa, pero no llegó a gotear. No estaban demasiado calientes, pero estaban realmente sabrosas y la verdura hacia que se sintiera algo crujiente.

— No están muy calientes, pero están igual de buenas. Asi que no dejes tus otras dos demasiado tiempo o te las comerás frías — añadió tomando entonces otro trozo de pollo. — Volviendo un poco a lo de antes... Solo rezo porque tengamos un poco de suerte, aunque me sabe un poco mal — dijo sonriendo entonces un poco tristemente mientras se acariciaba su nuca, riendo débilmente. — Entre el viaje y lo acontecido en el mundo... Al final no pude llevarte al norte a ver pingüinos

[Himura Hana]

Cuando Ren dijo que volvía a lo de antes, pensó que hablaba de su pequeña fantasia colegial, pero no, se refería a lo de antes, antes, antes. Hana le devolvió una leve sonrisa y le acarició el brazo ligeramente.

— Estoy segura de que podremos ir en algún momento al norte a ver a los pingüinos. No es como si se vayan a ir a ninguna parte. — la consoló mientras cogía una gyoza. — ¿Por qué no dejamos el tema para después de comer? Y del baño, y de la noche de sueño reparador.

Podrían hablar de ello por la mañana, antes de separarse. Por ahora, solo le interesaba compartir cada segundo con aquella adorable y demasiado desarrollada chica que no dejaba de sonreirle.

[Himura Ren]

Aquello la hizo sonreír, pese a que parecía querer evitar el tema ahora, creía que es lo que quería realmente decir Hana. Aquello sería algo que mejor hablar en otro momento; hoy y por lo que restaba de día hasta que se durmieran, solo eran dos kunoichis enamoradas pasando el tiempo la una con la otra sin ninguna preocupación presente, mas allá de la velocidad con la que se acabaran el pollo sobre la mesa.

Cuando llevaran cerca de la mitad, finalmente aparecía de nuevo la camarera, poniendo sobre la mesa una bandeja con dos grandes cuencos para después ponerles a cada una el suyo. Humeaban en señal de su calidez, y se veían cargados hasta arriba, por no hablar del buen aroma que desprendía. Les deseó un buen provecho y Ren se relamió inconscientemente al ver su cuenco.

[Himura Hana]

Pudo ver que Ren no solo aceptaba lo que le había dicho, sino que la había relajado enormemente. Así que era un buen momento para volver a centrarse en la comida. A pesar de que la idea de Hana era que los aperitivos acompañasen a los principales, para cuando llegaron los fideos apenas quedaba la mitad de entrantes.

— Recuerda, cuando acabes de comer te vas a lavar la boca con una pastilla de jabón antes de acercarte a mi. Solo de pensar en el picante me dan escalofrios. — dijo antes de soplarle a su propio cuenco de fideos.

[Himura Ren]

— Luego cuando tomemos cualquier dulce se me quitará, llorona — dijo para después coger algunos fideos, alzandolos para soplarlos un buen rato antes de poder llevárselos a la boca

A mitad de sorberlos los corto con los dientes dado que si no se acabaría abrasando la boca. Hizo un pequeño y agudo ruido antes de suspirar visiblemente satisfecha y agradada.

— Están riquísimos, hacia tiempo que no probaba unos tan buenos

[Himura Hana]

— Nos conocemos, Ren. Te olvidarás y de camino a los dulces me daras un beso con lengua porque te apetece y ya no podré quitarme el picante hasta mañana. — protestó Hana imitando a su novia y probando los fideos tras soplarlos un poco.

Los sorbió con cuidado de no hacer demasiado ruido o salpicar y después soltó una larga bocanada de aire para recuperarse del calor. Sonrió y miró a Ren.

— Rico y sencillo Miso Ramen. La verdad es que no había comido fideos desde la última vez que comimos fideos. — confesó sonriente.