Alzarse de las cenizas una vez mas

[Himura Hana]

La noche fue larga y placentera. Afianzó con total certeza la idea que tenía Hana en su cabeza. Si estaba con Ren, daba igual que fuesen renegadas, que discutiesen, que fuesen practicamente polos opuestos, todo siempre salía bien. No podía estar más contenta de haber tomado esa decisión y que Ren hubiese aceptado venir con ella.

Al salir del hotel la encontró, como no, apoyada en una pared haciendose la interesante. Suspiró y se acercó a ella, vestida con la misma ropa del día anterior.

— No hay forma de que te deje sola cinco segundos y no te apoyes haciendote la cool sobre algo, ¿verdad? — dijo con una sonrisa.

[Himura Ren]

— Así conquiste a la presidenta del consejo estudiantil — sonrió divertida volteándose a ella, antes de finalmente separarse de la pared para acercarse un poco a ella. — La recepcionista me ha echado la bronca diciendo que hicimos mucho ruido y que estuvimos a altas horas de la madrugada. Dice que varios de los otros clientes se han quejado.

Bajo un poco la cabeza ladeandola, con una sonrisa algo más amplia y pícara, sintiéndose completamente victoriosa y orgullosa por razones que solo ella conocía pero que Hana podría hacerse una idea.

— ¿Voy a tener que taparte la boca las próximas veces? — acerco una mano hacia ella mientras hablaba, para obligarla a alzar la barbilla con el dedo índice con delicadeza y devolverle entonces una mirada algo más entrecerrada y personal entre ellas.

[Himura Hana]

Se acercó a ella lentamente, apoyandose finalmente en su pecho y agarrandole debilmente de la sudadera.

— Perdona, pero creo que había alguien más conmigo en la habitación y no solo también gritaba como una loca, sino que se dedicaba a decir guarradas sin cuidar el tono en absoluto. Lo mio fue más... puntual. — contestó Hana ante tales acusaciones.

Aunque la parte sobre ella era ligeramente falsa, la parte de Ren era completamente cierta. No se puede bailar un vals sola.

— Otras veces, podemos hacerlo en nuestra propia casa. Donde no molestemos a nadie. A menos que tengas algunas perversiones que no me hayas contado. Seguro que más de una, viendo como te pusiste ayer. — añadió con una sonrisa picara.

[Himura Ren]

— La culpa es tuya, sacas lo peor de mi — respondió entre risas, correspondiendo entonces al abrazo y dándole un simple pero tierno beso, quedándose un rato mirándola a los ojos con una tierna sonrisa.

[Himura Hana]

Hana solo rio ante esa respuesta.

— Ah, ¿que tienes una parte buena? Pensaba que eras todo flirteos y tetas. — dijo divertida. — Perdón, y samurais.

Se empezó a reir de su propia broma, devolvienole el abrazo a Ren con ternura.

[Himura Ren]

Ren rio ante las palabras de Hana de forma más amplia y sonora, para posteriormente apretar su abrazo y darle un beso de esquimal. Por su parte se quedarían así unos segundos antes de que Ren se separase un poco.

— ¿En una semana en el lago de Shiona? — Pregunto Ren terminando de confirmarlo una vez más, deslizándolas manos sobre los brazos de Hana hasta llegar a las suyas y cogerla con gentileza.

[Himura Hana]

Hana abrazó a Ren y respiró hondo disfrutando de cada segundo que la tenía entre sus brazos. Estaba tan calentita y mullidita. Era como un peluche gigante con un calefactor metido dentro. Sin embargo, las palabras de Ren aclararon que aquello era una despedida. Amegakure y Uzushiogakure estaban en extremos opuestos del continente.

Hana suspiró.

— Sí. Deberíamos ir yendonos. — contestó completamente desganada.

[Himura Ren]

Ren le volvió a esbozar una sincera y cálida sonrisa, bajando la cabeza bastante y subiendo en contra parte una de más manos de Hana que no había soltado.

— No se preocupe, Hime-sama. Le prometo que no solo seré puntual. Soy la mejor caballera del reino por algo — le beso la mano, manteniendo tanto la posición como la sonrisa y un ojo cerrado mientras la miraba.

[Himura Hana]

Hana soltó un bufido.

— Capitana del club de volei, mejor caballera del reino, samurai galactica... Tienes que estar muy atareada. — dijo para finalmente ponerse de puntillas y darle un breve beso. — Nos vemos en una semana.

Se apartó de ella, sin soltar todavia el agarre con las manos y la miró unos instantes, acariciando su mano antes de soltarla definitivamente e irse calle abajo.

[Himura Ren]

Ren sonrió complacida a sus palabras, se alejo un par de pasos dándole la espalda para entonces voltearse una vez más a ella. Volvió a hacer una reverencia, está vez más exagerada que la anterior arqueándose casi por completo hacia delante, poniéndose una mano en el pecho y extendiendo la otra con los ojos cerrados y una sincera sonrisa.

— Allí la esperaré por la eternidad — dijo finalmente, antes de desvanecerse por completo en una suave brisa que arrastro algunas hojas.

Hasta para eso, tenía que intentar parecer increíblemente guay utilizando técnicas en el proceso si era necesario para su objetivo.