El dragon de Uzushiogakure

[Nakamura Sora]

El hombre les dedicó a ambas una breve mirada antes de empezar a reirse.

— Pero si sois un par de crias, jajaja. — apoyó las manos en el suelo, dispuesto a levantarse.

Sin embargo, la punta de la hoja de Sora se clavó en su antebrazo. No lo atravesó ni le cortó el brazo, pero el hombre empezó a gritar como si le acabasen de amputar una extremidad. Entonces Rin vería que alrededor de la herida empezaba a ponersele blanca la piel. Se estaba congelando desde dentro.

— Somos kunoichis de esta aldea y nos trataras con respeto. — dijo en un tono más amenazador.

— ¿Qué mierdas? ¡Aaah! Joder, ¿qué me has hecho? — el hombre se había apartado de Sora tan rápido como había podido, topando con la pared del final del callejón.

[Long Rin]

— Wowowowowowow, hey hey, calma — le dijo Rin moviendo ligeramente las manos a Sora, ligeramente asustada por como estaba empezando a actuar. — ¿Q-Que te pasa? ¿A qué viene esto?

Sora podría ver una clara expresión de preocupación, mezclada con algo de miedo en los ojos de Rin. Sí, Sora era seria y calmada, pero de ahí a tener la sangre tan fría como para hacer algo así... Puede que fue así siempre, se habían conocido aquella misma mañana, pero la camorrista que era Rin no buscaba nunca algo tan fatal.

[Nakamura Sora]

— ¿Qué pasa? Es un delincuente y nos ha faltado al respeto. Además, no nos quiere dar la información que necesitamos. — contestó Sora mirando a Rin.

— Y-yo no he dicho eso.

— Entonces, ¿hablaras? — preguntó mirandole de nuevo a él.

El hombre se quedó mirandola con duda, sujetandose el brazo que ya ni sentía. Sora suspiró y dio un paso hacía él, de nuevo.

[Long Rin]

— ¡Pero dale un poco de cancha, que está todavía recuperándose! — añadió siguiendo a Sora con ligera rapidez, colocandose otra vez a su lado algo asustada. — ¡Colabora tú también, tío! ¡La conozco de esta mañana y no tenía ni puta idea de que estaba como una cabra!

Ojalá fuera que estaba fingiendo, pero actuar para ella era un poco difícil, sobretodo para situaciones así. ¿En que estaba pensando Sora exactamente?

— ¡S-Si se te va de las manos la criminal vas a acabar siendo tu! — dijo visiblemente alterada.

[Nakamura Sora]

Finalmente, el hombre reaccionó ante el panico de Rin. Su compañera realmente iba a matarlo si no hablaba.

— Vale, vale, joder. Hablaré. Pero tú asegurate que no se me acerque. — le pidió a Rin casi hiperventilando. — Hay un tio en el jardín de los cerezos. Se sienta delante de un arbol a meditar. Si le pagas 2000 ryos, una hora más tarde aparece una kodachi tras el arbol en el que estaba. Es todo lo que sé, colega. Descongelame el brazo, ya no siento ni los dedos.

Sora se dio media vuelta y guardó el arma, satisfecha.

— Rin, ayudale. Yo cargaré con el otro. Volvamos al Edificio del Uzukage. — anunció ahora más relajada.

[Long Rin]

Rin la miro con un gesto de clara preocupación en el rostro. Entonces se acercó hasta aquel hombre para observarle el brazo y tantearselo, estaba completamente helado y solo parecía ir a más.

— Joder. Si me estoy pasando, avísame — respondió posando ambas manos sobre el brazo de aquel hombre.

Empezaría entonces a acumular algo de chakra elemental sobre este, haciendo que la temperatura de las manos fueran aumentando y haciendo que alguna pequeña llama escapara de forma espontánea. Aquel hombre podría ver qué Rin se estaba concentrando en aquella tarea por completo, buscando calentar la zona afectada lo antes posible.

[Nakamura Sora]

La zona afectada era únicamente el antebrazo y ya estaba empezando a deshacerse. La herida había quedado en un pequeño rasguño, pero por los quejidos del hombre parecía que el dolor era más que real. Sin embargo, gracias a Rin se recuperaría incluso antes.

— Vuelvo a sentir el hombro, joder qué puto susto. — dijo intentando ponerse en pie con su mano.

Sora había recogido el arma ilegal y la había guardado, ahora cargando con el cuerpo del testigo inconsciente.

— Vamos, Rin. Y enseña bien la bandana. — dijo saliendo del callejón con ese hombre sobre el hombro como un saco de patatas.

[Long Rin]

Tras ver que se había recuperado, Rin suspiró aliviada y separando las manos. Miró nuevamente con aquella expresión de mezcla de sentimientos a Sora, para después voltear el rostro nuevamente al criminal.

— Vamos, apoyate en mí — dijo pasando su hombro por encima de Rin, haciendo un esfuerzo con las rodillas para levantarse a ella y a aquel hombre.

Tras ello, seguiría con un paso algo más lento, el que necesitara aquel hombre, siguiendo a Sora de vuelta al edificio de Uzushiogakure.

[Nakamura Sora]

Llegarían al edificio y Sora iría a hablar con la encargada mientras los guardias se llevaban a los dos delincuentes al calabozo. Para cuando llegaron el que había tenido congelado el brazo estaba perfectamente, aunque con el corte que Sora le había hecho sangrando. Los auxiliares le dieron primeros auxilios, pero no era nada grave

Rin tendría que esperar mientras Sora escribía un breve informe. Después les pagaron y Sora le dio la parte que le correspondía, dirigiéndose ya a la puerta.

[Long Rin]

Tras dejar a cargo de los guardias a los dos criminales; Rin se quedó mirando la escena un rato con un rostro indiferente. Después hizo lo mismo pero con Sora, para posteriormente sentarse en unas de las sillas que había a lo largo de una especie de bancada en los laterales. Se escurrió un poco en la silla cruzándose de brazos y esperó algo molesta allí.

Cuando Sora por fin se acercara a ella, Rin alzaría la mirada para fijarse en ella. Se quedaría en silencio, y finalmente tomaría su parte para después levantarse.

— Gracias — dijo simplemente, mirando muy por encima el dinero antes de llevárselo al bolsillo.

[Nakamura Sora]

Sora miró al horizonte, pensando.

— La misión está supuestamente acabada. Así que no tienes por qué venir conmigo. Pero voy a ir al Jardín a comprobar si la información que nos ha dado es verídica. — informó con su tono neutro antes de empezar a andar en dirección al jardín de los cerezos.

[Long Rin]

El gesto de disgusto por parte de Sora se incrementó; se acarició la frente para posteriormente con esa misma mano hacer lo mismo con su nuca.

— No, es igual, voy contigo — respondió molesta.

Tras un rato caminando junto a ella con las manos en los bolsillos de la chaqueta, decidió romper el silencio recordando lo que había pasado minutos antes.

— ¿A que ha venido eso? Ni le has dado tiempo a que diera una explicación y estaba completamente desarmado. ¿No has sido tu la que me ha reprochado precisamente lo de que no se podía atacar a un civil sin más? — Se encorvó ligeramente hacia delante, todavía sin sacar las manos de su chaqueta.

[Nakamura Sora]

Sora no dijo nada cuando Rin accedió a acompañarla. Sin embargo, se quedó sorprendida cuando le saltó a reprochar su actuación.

— Había amenazado a un civil, el uso de la fuerza estaba justificado. Solo le hice un pequeño corte y apliqué algo de chakra para congelarle momentáneamente el brazo. No creo que vaya a tener daños permanentes y hemos conseguido la información. ¿Cual es el problema? — preguntó, visiblemente confusa

[Long Rin]

— Pues precisamente ese es el problema — añadió sacando una de sus manos y levantando el índice frente a ella misma. — Si hubiera sido durante ese momento, no pasaría nada. Pero lo hiciste cuando ya estaba desarmado y sin espíritu para combatir. ¿Qué necesidad había de algo así? No le diste ni un segundo para que intentara hablar sobre lo de las armas.

Alzó una ceja un poco disgustada, mirándola en todo momento.

[Nakamura Sora]

— Nos llamó niñas y se rió de nuestra autoridad. Era bastante improbable que nos hubiese dado la información sin más y decidí atajar la situación. No fue por sadismo, fue un acto necesario. ¿Qué hubieses hecho tú? — lo preguntó con genuina curiosidad.

Pensaba que Rin era una niña agresiva por naturaleza, pero parecía extremadamente dispuesta a dejar las cosas al dialogo. Era curioso