6/04/2016, 23:33
En cuanto se dio media vuelta, envuelto entre toda aquella multitud, que por cierto empezaba a resultar molesto - mucho murmullo, mucho ruido, mucho agobio - pero bueno, al caso, que aquello estaba a reventar cuando se dio emdia vuelta y parecía que alguien le había dado tal hostia en la boca que le había inflamado todos los dientes a la vez. No contento con ello y tras haber roto el hielo, el tipo de las rastas se dispuso a hablar.
— Fí, la vefaf que fe ha quefafo buema nofe — Contestó el rastas, aún sin tragar los pedazos de carne que tenía en la boca. Rápidamente se fijó en la bandana del muchacho,que llevaba atada en la frente. — ¡Eh! ¡Fomof de la mifma aldea! —
Mi ceja se fue arqueando a una velocidad razonablemente lenta, al igual que el gesto de mis labios, que se fue torciendo por segundos.
*¿Qué mierdas le han enseñado a este?*
Pude llegar a ver la carne troceada y apestosa entre sus muelas como si de una fiesta se tratase al mismo tiempo que apuntaba que éramos de la misma aldea. Lamentablemente, así parecía ser. Lamentablemente por qué desde luego, alguien tan vulgar costaba creer que fuese Uzushiogakuriense. En el Remolino éramos gente con buenos modales.
-¿Quieres hacer el favor de tragar antes de hablar con la puta boca llena?- escupí de mala gana -En vez de ser de Uzushiogakure pareces ser de cualquier lugar vulgar del mundo-
Apoyé mi mano sobre la barra y apartaba la vista de mi interlocutor, ya había tenido suficiente de aquel grotesco espectaculo el cual se desarrollaba entre sus fauces.
*Parece que también es un shinobi de la aldea, pero no le recuerdo del torneo...*
-¿Como te llamas?-
Pregunté sin rodeos.
— Fí, la vefaf que fe ha quefafo buema nofe — Contestó el rastas, aún sin tragar los pedazos de carne que tenía en la boca. Rápidamente se fijó en la bandana del muchacho,que llevaba atada en la frente. — ¡Eh! ¡Fomof de la mifma aldea! —
Mi ceja se fue arqueando a una velocidad razonablemente lenta, al igual que el gesto de mis labios, que se fue torciendo por segundos.
*¿Qué mierdas le han enseñado a este?*
Pude llegar a ver la carne troceada y apestosa entre sus muelas como si de una fiesta se tratase al mismo tiempo que apuntaba que éramos de la misma aldea. Lamentablemente, así parecía ser. Lamentablemente por qué desde luego, alguien tan vulgar costaba creer que fuese Uzushiogakuriense. En el Remolino éramos gente con buenos modales.
-¿Quieres hacer el favor de tragar antes de hablar con la puta boca llena?- escupí de mala gana -En vez de ser de Uzushiogakure pareces ser de cualquier lugar vulgar del mundo-
Apoyé mi mano sobre la barra y apartaba la vista de mi interlocutor, ya había tenido suficiente de aquel grotesco espectaculo el cual se desarrollaba entre sus fauces.
*Parece que también es un shinobi de la aldea, pero no le recuerdo del torneo...*
-¿Como te llamas?-
Pregunté sin rodeos.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa