10/04/2016, 17:09
El país del fuego era aquel lugar que atraía a Rin desde que nació, nunca vio una razón exacta para aquello, pero le gustaba ese lugar, a parte de por su nombre imponente y a parte de que allí estuviese los dojos del combatiente, había algo que atraía a Rin a aquel lugar, seguramente era aquel sentimiento de tranquilidad que se respiraba por todas partes, aunque tranquilidad para los demás, pues el estaba allí con su maestro y no precisamente de vacaciones, había ido allí a entrenar o eso era lo que le había Shu, aunque no lo tenia muy claro, pues ya habían pasado dos días desde que llegaron a Tanzaku y solo le había visto beber te y hablar de negocios mientras le encargaba llevar un paquete a tal sitio o hacer la compra. Al principio Rin pensaba que aquello de hacer la compra seria una especie de calentamiento, pues la tendría que hacer corriendo o algo así, pero era todo lo contrario, su maestro le dio un poco mas de dinero para que el chico, tras dejar la compra en el hostal, se fuese un rato a entretenerse por la ciudad. Y así lo hizo, aunque para no resultar demasiado sospechoso dejo su capa y sus armas en el hostal al igual que su mascara.
Llevaba ya un par de horas yendo de aquí para allá, con intención de encontrar un dojo o algún lugar donde poder quemar esas energías que tenia dentro, pero no había suerte, ninguna suerte, lo único que había encontrado habían sido ancianos paseando, gente haciendo la compra y niños jugando, pero ni una sola persona corriendo o practicando algún tipo de arte marcial, lo que a Rin le ponía de los nervios, puesto que quería moverse y cansarse y sudar, lo echaba de menos.
Por suerte, durante ese paseo en busca de algo que parecía imposible de encontrar, el chico rubio llego a una plaza, en la cual pudo observar a alguien muy peculiar, una chica con el pelo blanco, que destacaba entre la gente precisamente por eso, tenia el pelo de color blanco y no precisamente blanco canoso, si no blanco natural, como si se hubiese echado un cubo de pintura por la cabeza o algo parecido. Ademas de eso, esta chica también portaba una bandana en la frente, aunque para poder distinguir de que aldea era, Rin debió acercarse mas y al hacerlo, de la manera mas sigilosa que podía, descubrió que aquella chica no tenia pupilas y eso le sorprendió bastante, puesto que significaba que no podía ver, esa chica tenia que ser ciega por fuerza, pero el no sabia que hubiese ninjas ciegos, así que igual la bandana que llevaba era de mentira o algo así, esa situación le pareció bastante extraña, por lo que decidió salir de dudas y preguntárselo directamente a la peliblanca, por lo que comenzo a caminar directamente hacia ella, de frente. Aunque ahora si, al acercarse mas se dio cuenta de que eran verdaderamente aquellos ojos y el chico se quedo con una gran expresión de sorpresa en su rostro, la cual por desgracia era bastante notable si alguien si fijaba en el. Ahora mismo esa chica si que le resultaba interesante, aunque ya no se atrevía a preguntar nada, podría buscarse alguna clase de lío si lo hacia, por lo que trato de disimular que iba hacia ella y se dirigió hacia el banco, igual si fingia que iba a sentarse y se iba al poco rato se evitaría problemas.
-Disculpa¿esta ocupado?¿Te importa si me siento?-Pregunto amablemente con una leve sonrisa, señalando el banco.
Llevaba ya un par de horas yendo de aquí para allá, con intención de encontrar un dojo o algún lugar donde poder quemar esas energías que tenia dentro, pero no había suerte, ninguna suerte, lo único que había encontrado habían sido ancianos paseando, gente haciendo la compra y niños jugando, pero ni una sola persona corriendo o practicando algún tipo de arte marcial, lo que a Rin le ponía de los nervios, puesto que quería moverse y cansarse y sudar, lo echaba de menos.
Por suerte, durante ese paseo en busca de algo que parecía imposible de encontrar, el chico rubio llego a una plaza, en la cual pudo observar a alguien muy peculiar, una chica con el pelo blanco, que destacaba entre la gente precisamente por eso, tenia el pelo de color blanco y no precisamente blanco canoso, si no blanco natural, como si se hubiese echado un cubo de pintura por la cabeza o algo parecido. Ademas de eso, esta chica también portaba una bandana en la frente, aunque para poder distinguir de que aldea era, Rin debió acercarse mas y al hacerlo, de la manera mas sigilosa que podía, descubrió que aquella chica no tenia pupilas y eso le sorprendió bastante, puesto que significaba que no podía ver, esa chica tenia que ser ciega por fuerza, pero el no sabia que hubiese ninjas ciegos, así que igual la bandana que llevaba era de mentira o algo así, esa situación le pareció bastante extraña, por lo que decidió salir de dudas y preguntárselo directamente a la peliblanca, por lo que comenzo a caminar directamente hacia ella, de frente. Aunque ahora si, al acercarse mas se dio cuenta de que eran verdaderamente aquellos ojos y el chico se quedo con una gran expresión de sorpresa en su rostro, la cual por desgracia era bastante notable si alguien si fijaba en el. Ahora mismo esa chica si que le resultaba interesante, aunque ya no se atrevía a preguntar nada, podría buscarse alguna clase de lío si lo hacia, por lo que trato de disimular que iba hacia ella y se dirigió hacia el banco, igual si fingia que iba a sentarse y se iba al poco rato se evitaría problemas.
-Disculpa¿esta ocupado?¿Te importa si me siento?-Pregunto amablemente con una leve sonrisa, señalando el banco.