11/04/2016, 00:09
¿Interés? Ni en lo más mínimo, Noemi estaba como gata arisca alejada de todos cepillando su cabello para asegurarse de que estuviese impecable y no le haya quedado mal luego del enriede sin sentido que había padecido instantes atrás. ~Mira si serás bestia… ~Refunfuñaba desde lo alto de la estructura de piedra mientras fulminaba al miope con la mirada.
Las explicaciones que este daba acerca de su pesar hacían que la rubia alzara la ceja y nada más, no era una historia de amor dramático demasiado elaborada, por el contrario era bastante… ¿Normal? O por lo menos la imaginación de la mayoría los llevaba a crear historias similares aunque el protagonista nunca fue un miope que confundía a dos femme fatales con hombres.
Indiferente de todo esto, Noemi no sentía interés en involucrarse demasiado en el asunto, principalmente porque el semicalvo había hecho el mérito suficiente para que ella quisiera estamparle un senbon entre ceja y ceja pero no lo haría por amor al arte. —Mira… Si tu novia no mueve el culo para salir ni nada no entiendo por qué carajos vas a tener que ir vos. —Dijo de bastante mal humor la mayor de las kunoichis. —Aunque sean sus padres si le dice las cosas en la cara tendría que poder liberarse, para colmo si tiene tu edad seguro y ya es mayorsita como para valerse por si sola. —Agregó sacando sus propias conclusiones, si llegaba a tratarse de una menor de edad terminaría por preocuparse.
De todas maneras, la Hyuuga que se había mostrado bastante agradable hasta entonces se le acercó a pedirle ayuda de una forma un tanto más personal y no era que la estuviesen obligando ni nada, pero Sakamoto se sentía sin lugar a dudas presionada a aceptar el pedido. —Bah… No tengo nada mejor que hacer. —Bufó ni bien dijo esto.
Luego de esto, guardó el cepillo en su portaobjetos y de un salto volvió a bajar de la estructura en la que se encontraba. —¿Dónde vamos y cuál es la idea...? — Consultaría llevándose las manos a los bolsillos y encogida de hombros por la falta de interés.
Las explicaciones que este daba acerca de su pesar hacían que la rubia alzara la ceja y nada más, no era una historia de amor dramático demasiado elaborada, por el contrario era bastante… ¿Normal? O por lo menos la imaginación de la mayoría los llevaba a crear historias similares aunque el protagonista nunca fue un miope que confundía a dos femme fatales con hombres.
Indiferente de todo esto, Noemi no sentía interés en involucrarse demasiado en el asunto, principalmente porque el semicalvo había hecho el mérito suficiente para que ella quisiera estamparle un senbon entre ceja y ceja pero no lo haría por amor al arte. —Mira… Si tu novia no mueve el culo para salir ni nada no entiendo por qué carajos vas a tener que ir vos. —Dijo de bastante mal humor la mayor de las kunoichis. —Aunque sean sus padres si le dice las cosas en la cara tendría que poder liberarse, para colmo si tiene tu edad seguro y ya es mayorsita como para valerse por si sola. —Agregó sacando sus propias conclusiones, si llegaba a tratarse de una menor de edad terminaría por preocuparse.
De todas maneras, la Hyuuga que se había mostrado bastante agradable hasta entonces se le acercó a pedirle ayuda de una forma un tanto más personal y no era que la estuviesen obligando ni nada, pero Sakamoto se sentía sin lugar a dudas presionada a aceptar el pedido. —Bah… No tengo nada mejor que hacer. —Bufó ni bien dijo esto.
Luego de esto, guardó el cepillo en su portaobjetos y de un salto volvió a bajar de la estructura en la que se encontraba. —¿Dónde vamos y cuál es la idea...? — Consultaría llevándose las manos a los bolsillos y encogida de hombros por la falta de interés.