16/04/2016, 22:48
Para su sorpresa el desconocido resultó ser más buena gente de lo que se esperaba, puede que demasiado, suficiente para incomodar levemente a la pelirroja que se quedó boquiabierta un rato en lo que el grandote le hablaba. ~ Me descalabra toda… ~ Pensó mientras analizaba la diferencia volumétrica entre el cuerpo de ambos.
- Pues… ¿Nos acompañas entonces...? - Consultó mientras intentaba encontrar a Juro pero había desaparecido detrás de los musculotes del otro. - No me lo descalabres por favor… - Le pidió al musculoso estirando un brazo para atrapar a Juro por la muñeca. La idea de ir a la plaza era justamente para que él pudiese reencontrarse con su hermana.
Ante la otra propuesta que para la pelirroja era más que obvia sencillamente soltó una risita nerviosa pero luego miró por un instante al de Uzushio. - Puede ser… - Respondió para devolver la mirada al mastodonte. - Pero después de llevarlo a la plaza. ¿Te parece? -
Podría decirse que la chica se estaba sacrificando… Luego de dejar a su compañero en la plaza tendría que ingeniárselas para sacarse de encima a la enorme masa de músculos que tenía delante, puede que no sea tarea fácil… Pero tendría que arreglárselas si o si o de lo contrario no podría buscarse una posada u hotel. ~ Seguro y me termina proponiendo que le acompañe a su casa o compartir habitación… ~ Era obvio, esas intenciones tenía el gigante para con Ritsuko que para colmo es demasiado joven para esas cosas. Además, la atención de la kunoichi estaba centrada justamente en ese que le había regalado el colgante que traía consigo en todo momento, es más, cualquiera podría ver la gema roja en su pecho.
- Pues… ¿Nos acompañas entonces...? - Consultó mientras intentaba encontrar a Juro pero había desaparecido detrás de los musculotes del otro. - No me lo descalabres por favor… - Le pidió al musculoso estirando un brazo para atrapar a Juro por la muñeca. La idea de ir a la plaza era justamente para que él pudiese reencontrarse con su hermana.
Ante la otra propuesta que para la pelirroja era más que obvia sencillamente soltó una risita nerviosa pero luego miró por un instante al de Uzushio. - Puede ser… - Respondió para devolver la mirada al mastodonte. - Pero después de llevarlo a la plaza. ¿Te parece? -
Podría decirse que la chica se estaba sacrificando… Luego de dejar a su compañero en la plaza tendría que ingeniárselas para sacarse de encima a la enorme masa de músculos que tenía delante, puede que no sea tarea fácil… Pero tendría que arreglárselas si o si o de lo contrario no podría buscarse una posada u hotel. ~ Seguro y me termina proponiendo que le acompañe a su casa o compartir habitación… ~ Era obvio, esas intenciones tenía el gigante para con Ritsuko que para colmo es demasiado joven para esas cosas. Además, la atención de la kunoichi estaba centrada justamente en ese que le había regalado el colgante que traía consigo en todo momento, es más, cualquiera podría ver la gema roja en su pecho.