17/04/2016, 06:17
Golpe tras golpe, el saco no desistía en volver a su sitio una y otra vez. Casi parecía masoquista, aunque no tenía opciones de elegir si volver o no... no estaba vivo, por lo que esa era la única excusa que lo salvaba de tal adjetivo. Tras cada acometida, de manera disimulada, la chica observaba al rubio. El joven, parecía haber tomado de nuevo la calma, y no hacía mas que apuntar en su libreta cosas, y bostezar. Quizás se aburría, aunque no era de extrañar, observar un entrenamiento ajeno no es algo demasiado prometedor. Al menos eso pensó la chica.
—Ainsh...— Replicó en uno de sus golpes.
En éste caso, no era por cosa de la respiración, era por resignación. Al cabo de un buen rato, los golpes no dejaron de sucederse. La chica no tomaba descanso alguno, aunque había alguien que sí que se lo había tomado. El joven se había dejado caer por la pared, casi tocaba el suelo con el culo. Parecía mas que aburrido, cosa que la chica ya había notado hacía rato.
Sin mas, la llamó como si se tratase de su hermana. La chica quedó perpleja por un instante, e instintivamente dejó de golpear el saco, así como acudió a localizar al rubio con su mirada. No tardó en decir lo que pensaba, preguntaba si no estaba cansada a aquella que acababa de apodar hermana sin venir a cuento. Curiosamente, lejos de enojarse, le sacó una risa a la chica.
—Si que estoy algo cansada... supongo que está bien con el entrenamiento por hoy.— Contestó con la mano tras la nuca. —Aunque debería tomar una ducha antes de ir a comer. Si me esperas en la entrada, termino rápido y vamos a tomar algo.—
Dejada en el aire la propuesta, la chica tomó sus pocas pertenencias que reposaban en el suelo de la sala, justo al lado del saco. Lo hizo lento, esperando la respuesta del chico ante su propuesta. Evidentemente, aceptara o no, debía tomar una ducha. Fuese o no fuese a ir a comer fuera, su cuerpo se lo pedía.
—Ainsh...— Replicó en uno de sus golpes.
En éste caso, no era por cosa de la respiración, era por resignación. Al cabo de un buen rato, los golpes no dejaron de sucederse. La chica no tomaba descanso alguno, aunque había alguien que sí que se lo había tomado. El joven se había dejado caer por la pared, casi tocaba el suelo con el culo. Parecía mas que aburrido, cosa que la chica ya había notado hacía rato.
Sin mas, la llamó como si se tratase de su hermana. La chica quedó perpleja por un instante, e instintivamente dejó de golpear el saco, así como acudió a localizar al rubio con su mirada. No tardó en decir lo que pensaba, preguntaba si no estaba cansada a aquella que acababa de apodar hermana sin venir a cuento. Curiosamente, lejos de enojarse, le sacó una risa a la chica.
—Si que estoy algo cansada... supongo que está bien con el entrenamiento por hoy.— Contestó con la mano tras la nuca. —Aunque debería tomar una ducha antes de ir a comer. Si me esperas en la entrada, termino rápido y vamos a tomar algo.—
Dejada en el aire la propuesta, la chica tomó sus pocas pertenencias que reposaban en el suelo de la sala, justo al lado del saco. Lo hizo lento, esperando la respuesta del chico ante su propuesta. Evidentemente, aceptara o no, debía tomar una ducha. Fuese o no fuese a ir a comer fuera, su cuerpo se lo pedía.