30/04/2016, 22:27
Ante tanta demanda de respuestas, la kunoichi pareció verse sobrepasada por tanto agobio, y simplemente saltó con lo primero que se le ocurrió.
- Qué se yo. Tú sabes si la mujer está viva o muerta? Porque no la veo moverse eh… -
- ¿Qué? – Preguntó Juro, horrorizado – No, no, no… Esta noqueada, solo noqueada… ¿Verdad?
Juro sintió la necesidad de acercarse hasta la mujer y tomarle el pulso, pero antes de poder hacer nada, Ritsuko le distrajo otra vez, indicándole que tenían que ir a la plaza. Ryu, se levantó, indignado ante esto, aunque cayó otra vez, victima quizá del veneno.
- Vamos Juro, antes de que tu hermana se ponga histérica… -
- ¡No podéis dejarme así con esto! – exclamó, entre jadeo y jadeo.
Tranquilo, pronto vendrá alguien atraído por la bola de fuego y todo eso… – dijo Juro, con un tono algo vengativo.
Tras eso, no hizo falta que Ritsuko se lo dijese. Juro tomó la delantera y comenzó a caminar hacia el callejón, en dirección a reencontrarse con su hermana, quién debía estar subiéndose por las paredes. O escupiendo fuego. O alguna otra cosa de ninjas.
- Si, démonos prisa. Recuerdo que mi hermana estaba por el centro de la plaza, en unos bancos cercanos. Al menos, la última vez que la vi – dijo Juro, tratando de hacer memoria – Vamos antes de que se cargue algo…
Si, dejar a su hermana sola y enfadada en una plaza llena de gente no era la mejor idea. Solo agradeció él hecho de no haberle dejado su látigo para el viaje…
De fondo, aun se podía escuchar alguna que otra protesta por parte de Ryu, aunque pronto se acabó silenciando. Quizás se hubiese dormido otra vez. La cosa es que, tras terminar el callejón, la plaza pronto se alzaría ante ellos…
- Qué se yo. Tú sabes si la mujer está viva o muerta? Porque no la veo moverse eh… -
- ¿Qué? – Preguntó Juro, horrorizado – No, no, no… Esta noqueada, solo noqueada… ¿Verdad?
Juro sintió la necesidad de acercarse hasta la mujer y tomarle el pulso, pero antes de poder hacer nada, Ritsuko le distrajo otra vez, indicándole que tenían que ir a la plaza. Ryu, se levantó, indignado ante esto, aunque cayó otra vez, victima quizá del veneno.
- Vamos Juro, antes de que tu hermana se ponga histérica… -
- ¡No podéis dejarme así con esto! – exclamó, entre jadeo y jadeo.
Tranquilo, pronto vendrá alguien atraído por la bola de fuego y todo eso… – dijo Juro, con un tono algo vengativo.
Tras eso, no hizo falta que Ritsuko se lo dijese. Juro tomó la delantera y comenzó a caminar hacia el callejón, en dirección a reencontrarse con su hermana, quién debía estar subiéndose por las paredes. O escupiendo fuego. O alguna otra cosa de ninjas.
- Si, démonos prisa. Recuerdo que mi hermana estaba por el centro de la plaza, en unos bancos cercanos. Al menos, la última vez que la vi – dijo Juro, tratando de hacer memoria – Vamos antes de que se cargue algo…
Si, dejar a su hermana sola y enfadada en una plaza llena de gente no era la mejor idea. Solo agradeció él hecho de no haberle dejado su látigo para el viaje…
De fondo, aun se podía escuchar alguna que otra protesta por parte de Ryu, aunque pronto se acabó silenciando. Quizás se hubiese dormido otra vez. La cosa es que, tras terminar el callejón, la plaza pronto se alzaría ante ellos…