4/05/2016, 23:09
El ambiente en la cabaña se había tornado en extremo depresivo y sobrecogedor. Sin duda era una tragedia en la cual se habían involucrado, pero ahora que sabían todo aquello no había forma en que simplemente pudieran dejar las cosas así. Al menos Kazuma lo sentia asi, bien podria simplemente largarse, pero no era su su estilo el huir de los problemas.
—No… Hitomi jamás me habló de alguien que pudiera ayudarle con algo como lo que hacía —aseguro con pesar—. Y pensar que estaba llevando aquella carga tan terrible y yo jamás me di cuenta de ello… He fracasado como maestro.
—Es lamentable… Pero no tenemos tiempo que perder, la región entera corre peligro. —Tan frío como pudiese sonar, el Ishimura tenía razón, lo más importante era encarar el peligro que se les cernía encima.
»Dígame ¿Cómo detuvieron los hongos hace cien años? —Exigió saber el joven.
—El guardián del bosque y los ninjas de Kusagakure utilizaron un fuinjutsu especial a gran escala que les permitió matar a los hongos… Temiendo que los Onikin pudiesen reaparecer, mi padre dejó una copia del sello que utilizaron.
El anciano se levantó y caminó hacia el centro de la habitación. Quito una pesada alfombra y dejó ver lo que parecía una especie de trampilla. Quito varios seguros y abrió una gran cerradura, para luego sumergir sus manos en aquel agujero oscuro. De aquel sitio sacó un enorme y pesado pergamino de aspecto muy antiguo.
—Aquí está… —señaló jadeante el manuscrito—. La última vez se necesitaron decenas de personas para sellar una amplia extensión de bosque, pero si se trata de un sitio pequeño como el que describen bastaría conmigo, estoy seguro.
—Entiendo ¿Qué necesitaría para llevar a cabo el sellado?
—Necesito estar quieto en el sitio y concentrarme para poder realizar la “purificación” —el anciano podía entender la preocupación de los jóvenes—. Además necesito algunas horas para estudiar el contenido del diario y hacerme una idea de contra que me enfrento y preparar contramedidas adecuadas y también unos minutos para analizar la barrera y saber si la puedo utilizar a mi favor. Solo quedaría…
—Ya se… —dijo calmada y resignadamente el Ishimura—. Es casi seguro que la zona está rodeada de animales intoxicados y necesitaría de alguien para que lo escolte y lo proteja mientras termina su trabajo.
»Usted concéntrense en detener aquel peligro y yo lo protegeré. —Había hablado solo si mismo, pues consideraba injusto el involucrar a Tatsuya hablando por él y hacerlo volver a aquel terrible sitio.
—Estaré listo para mañana al amanecer. —Aseguró el anciano.
—Bien, lo mejor será que salgamos temprano y discretamente. —Lo que menos necesitaba la gente del pueblo que es su felicidad reciente fuera arrebatada por el peligro de un mal olvidado.
—No… Hitomi jamás me habló de alguien que pudiera ayudarle con algo como lo que hacía —aseguro con pesar—. Y pensar que estaba llevando aquella carga tan terrible y yo jamás me di cuenta de ello… He fracasado como maestro.
—Es lamentable… Pero no tenemos tiempo que perder, la región entera corre peligro. —Tan frío como pudiese sonar, el Ishimura tenía razón, lo más importante era encarar el peligro que se les cernía encima.
»Dígame ¿Cómo detuvieron los hongos hace cien años? —Exigió saber el joven.
—El guardián del bosque y los ninjas de Kusagakure utilizaron un fuinjutsu especial a gran escala que les permitió matar a los hongos… Temiendo que los Onikin pudiesen reaparecer, mi padre dejó una copia del sello que utilizaron.
El anciano se levantó y caminó hacia el centro de la habitación. Quito una pesada alfombra y dejó ver lo que parecía una especie de trampilla. Quito varios seguros y abrió una gran cerradura, para luego sumergir sus manos en aquel agujero oscuro. De aquel sitio sacó un enorme y pesado pergamino de aspecto muy antiguo.
—Aquí está… —señaló jadeante el manuscrito—. La última vez se necesitaron decenas de personas para sellar una amplia extensión de bosque, pero si se trata de un sitio pequeño como el que describen bastaría conmigo, estoy seguro.
—Entiendo ¿Qué necesitaría para llevar a cabo el sellado?
—Necesito estar quieto en el sitio y concentrarme para poder realizar la “purificación” —el anciano podía entender la preocupación de los jóvenes—. Además necesito algunas horas para estudiar el contenido del diario y hacerme una idea de contra que me enfrento y preparar contramedidas adecuadas y también unos minutos para analizar la barrera y saber si la puedo utilizar a mi favor. Solo quedaría…
—Ya se… —dijo calmada y resignadamente el Ishimura—. Es casi seguro que la zona está rodeada de animales intoxicados y necesitaría de alguien para que lo escolte y lo proteja mientras termina su trabajo.
»Usted concéntrense en detener aquel peligro y yo lo protegeré. —Había hablado solo si mismo, pues consideraba injusto el involucrar a Tatsuya hablando por él y hacerlo volver a aquel terrible sitio.
—Estaré listo para mañana al amanecer. —Aseguró el anciano.
—Bien, lo mejor será que salgamos temprano y discretamente. —Lo que menos necesitaba la gente del pueblo que es su felicidad reciente fuera arrebatada por el peligro de un mal olvidado.