7/05/2016, 15:39
(Última modificación: 7/05/2016, 15:40 por Inuzuka Nabi.)
Como no, habian tardado muchisimo menos tiempo en acabar con la misión en sí que el que habian estado perdiendo con ese par de mujeres que no conocian limites a la hora de molestarles y añadir obstaculos a la sencilla tarea de los chicos. La felicidad se hizo presente en el lugar, Juro saltó de pura emoción, Nabi suspiró de incredulidad, habia llegado a un punto en que ni siquiera creia posible acabar la limpieza sin ninguna interrupción, Kazuma no pareció tener ninguna reacción al hecho de haber acabado un tercio de la misión. El rubio se quitó la indumentaria para limpiar que llevaba puesta y la dejó en su lugar.
- ¿Nos vamos sin más a la siguiente casa? ¿Le dijiste algo tú?
Ya con las cosas guardadas y a punto para salir de allí cuanto antes mejor, las miradas de Nabi y Juro se aposentaron en Kazuma, quien se habia quedado más tiempo dentro de aquella casa, seguramente hablando con el demoniaco ser que vivia dentro.
—Ya me he disculpado con ella por los inconvenientes. Así que lo mejor es que recojamos nuestras cosas, dejemos todo en orden y nos marchemos sin molestarla.
Sonaba logico. Y... seguia la linea de cumplir la misión, y habian llegado ellos solitos a esa opción, tan logica y tan responsable. Que rapido crecen. Pudo ver como Kazuma echaba un último vistazo a la pared, que tras limpiarla habia recuperado el rosa chillón que caracterizaba la casa, aunque con bastante menos brillo que el resto debido a la limpieza.
— Puerta 3 y 14 de la Calle de los Cerezos.
Soltaria intentando bajar de las nubes al peliblanco y recordarle que era él el que debia ir delante.
- ¿Nos vamos sin más a la siguiente casa? ¿Le dijiste algo tú?
Ya con las cosas guardadas y a punto para salir de allí cuanto antes mejor, las miradas de Nabi y Juro se aposentaron en Kazuma, quien se habia quedado más tiempo dentro de aquella casa, seguramente hablando con el demoniaco ser que vivia dentro.
—Ya me he disculpado con ella por los inconvenientes. Así que lo mejor es que recojamos nuestras cosas, dejemos todo en orden y nos marchemos sin molestarla.
Sonaba logico. Y... seguia la linea de cumplir la misión, y habian llegado ellos solitos a esa opción, tan logica y tan responsable. Que rapido crecen. Pudo ver como Kazuma echaba un último vistazo a la pared, que tras limpiarla habia recuperado el rosa chillón que caracterizaba la casa, aunque con bastante menos brillo que el resto debido a la limpieza.
— Puerta 3 y 14 de la Calle de los Cerezos.
Soltaria intentando bajar de las nubes al peliblanco y recordarle que era él el que debia ir delante.
—Nabi—