14/05/2016, 23:16
La sincera respuesta de Katomi, seguida por una amable a la vez que sutil reverencia, hizo que Len se pusiera algo mas nervioso; como si en un juego de citas fuese aumentando poco a poco la barra para hacer que tu senpai comience a preocuparse por ti. Intento mantener la calma acariciandose la nuca y sonriendo algo sonrojado.
— B-Bueno... D-Desde luego si nos perdemos tampoco pasa nada, estoy bien acompañado — Consiguió zafarse un poco de su vergüenza intentando desviarle la mirada a Katomi y comenzando a andar mientras señalaba una calle — P-Por aquí se iba a un pequeño puesto de comida caliente muy bueno.
Liderando la marcha de los dos por uno o dos metros por delante de Katomi, Len estaba todavia algo nervioso, pero poco a poco por fin comenzo a relajarse; parece que el llegar o ir por lugares conocidos para el, pese a ser un desastre recordando nombres de calles o plazas, le alivió bastante. Finalmente, llegaron a un pequeño y oscuro callejón el cual parecia sacado de una novela negra; habia varios tipos con muy malas pintas, muchos tenian cicatrices y algunos de ellos, no solo le faltaban los dedos, si no que incluso a alguno le faltaba una pierna entera o un brazo. Sin embargo, y casi por contradictorio que pudiera parecer, Len estaba completamente relajado y con una dulce sonrisa en sus labios, llegando a tararear una melodiosa canción mientras se acercaba a otros tipejos, que parecian hacer cola. Alzó la mano ya que fue corriendo hasta la cola, para que Katomi se acercase hasta el mientras utilizaba su otra mano a modo de potenciador de voz ¿Eso realmente funciona?.
— ¡Katomi-neechaaaaaaaaaaaaaaan! ¡Es aquí! — Agitaba un brazo en alto aquel pequeño renacuajo blanco de metro y medio, entre varios armarios de mas de 90 kilos y dos metros casi de altura, de manera enérgica y alegre.
— B-Bueno... D-Desde luego si nos perdemos tampoco pasa nada, estoy bien acompañado — Consiguió zafarse un poco de su vergüenza intentando desviarle la mirada a Katomi y comenzando a andar mientras señalaba una calle — P-Por aquí se iba a un pequeño puesto de comida caliente muy bueno.
Liderando la marcha de los dos por uno o dos metros por delante de Katomi, Len estaba todavia algo nervioso, pero poco a poco por fin comenzo a relajarse; parece que el llegar o ir por lugares conocidos para el, pese a ser un desastre recordando nombres de calles o plazas, le alivió bastante. Finalmente, llegaron a un pequeño y oscuro callejón el cual parecia sacado de una novela negra; habia varios tipos con muy malas pintas, muchos tenian cicatrices y algunos de ellos, no solo le faltaban los dedos, si no que incluso a alguno le faltaba una pierna entera o un brazo. Sin embargo, y casi por contradictorio que pudiera parecer, Len estaba completamente relajado y con una dulce sonrisa en sus labios, llegando a tararear una melodiosa canción mientras se acercaba a otros tipejos, que parecian hacer cola. Alzó la mano ya que fue corriendo hasta la cola, para que Katomi se acercase hasta el mientras utilizaba su otra mano a modo de potenciador de voz ¿Eso realmente funciona?.
— ¡Katomi-neechaaaaaaaaaaaaaaan! ¡Es aquí! — Agitaba un brazo en alto aquel pequeño renacuajo blanco de metro y medio, entre varios armarios de mas de 90 kilos y dos metros casi de altura, de manera enérgica y alegre.