17/05/2016, 05:55
Qué más daba, la chica se iba a ir en cualquier dirección y caminaría en línea recta hasta encontrarse algo si es que era el caso. Pero claro, cabía la posibilidad de que terminase más perdida que antes aunque su plan de respaldo era buscarse algún sendero y desde ahí podría llegar a algún pueblo.
~Seguir el río sería buena idea también… ~Pensó mientras caminaba con el ceño fruncido dejando en evidencia el pésimo humor en el que se encontraba.
Pero la naturaleza parecía no quererla aquel día y en cuanto ella llegó a la cima de la colina pudo ver aquello que nadie nunca se imaginaría y que realmente carecía de lógica, como si hubiese salido de un mal guión para una obra teatral de niñitos pequeños. Directo a la rubia venía una pandada de toros que vaya uno a saber de donde salieron. Puede que del corral a unos cuantos metros de aquella ubicación pero Noemi al menos no lo averiguaría, por lo menos no ahora.
Como cualquier criatura viva que prefiere mantenerse así, la genin de Takigakure comenzó a correr en dirección contraria a esa "estampida" lo más rápido que podía y cuando estuvo más o menos al alcance de que la escuchasen gritó a todo pulmón.
—¡Métanse a la torre! —Gritó lo más fuerte que pudo sin mostrarse dispuesta a frenar ni por un segundo, además que los animales la estaban alcanzando lentamente.
Ni siquiera se molestó en esperar a que los otros dos reaccionaran que se metió en la torre y saltó unas cuantas cajas y demás hasta quedar sobre una viga de madera algo dañada donde parecía estar segura y que soportaría su peso, con un poco de suerte los toros pasaban de meterse.
~Seguir el río sería buena idea también… ~Pensó mientras caminaba con el ceño fruncido dejando en evidencia el pésimo humor en el que se encontraba.
Pero la naturaleza parecía no quererla aquel día y en cuanto ella llegó a la cima de la colina pudo ver aquello que nadie nunca se imaginaría y que realmente carecía de lógica, como si hubiese salido de un mal guión para una obra teatral de niñitos pequeños. Directo a la rubia venía una pandada de toros que vaya uno a saber de donde salieron. Puede que del corral a unos cuantos metros de aquella ubicación pero Noemi al menos no lo averiguaría, por lo menos no ahora.
Como cualquier criatura viva que prefiere mantenerse así, la genin de Takigakure comenzó a correr en dirección contraria a esa "estampida" lo más rápido que podía y cuando estuvo más o menos al alcance de que la escuchasen gritó a todo pulmón.
—¡Métanse a la torre! —Gritó lo más fuerte que pudo sin mostrarse dispuesta a frenar ni por un segundo, además que los animales la estaban alcanzando lentamente.
Ni siquiera se molestó en esperar a que los otros dos reaccionaran que se metió en la torre y saltó unas cuantas cajas y demás hasta quedar sobre una viga de madera algo dañada donde parecía estar segura y que soportaría su peso, con un poco de suerte los toros pasaban de meterse.