23/05/2016, 06:35
—Dime algo que no sepa— Respondió toscamente. —Quédate aquí, yo iré a investigar—
Consideraba que era lo más adecuado, aunque el sigilo de Tatsuya no era el mejor del mundo tampoco era tan malo, contarrio a Katsuo que desconocía el significado de la palabra sutileza. Así pues, se encaminó hacía la dirección de donde provenía la lumbre, con extrema precacución acortó la distancia hasta que pudo divisar el campamento de los hombres. Tenían montadas tiendas de campaña y varias antorchas alrededor del sitio. Sin embargo eso no fue lo que más llamó su atención, sino los tres niños que tenían encadenados.
"No, no puede ser"
Había tres niños con grilletes en el cuello y cadenas amarradas a una estaca en el suelo, como sí se tratasen de simples animales. Ante la escena se llevó la mano a la boca para evitar emitir agún sonido a causa de la impresión, pero en sus ojos se reflejaba el sentimiento de angustia que le generaba la situación. Miró a cada uno de ellos y se percató que el hijo del pescador era uno de los ahí cautivos, estaba completamente seguro que se trataba de él, era tal como lo había descrito y si no lo era de todas maneras estaría decidido a actuar.
Se lamentó al no poder acercarse más, era de esos escasos y raros momentos en que se lamentaba de no haberse dedicado más al ninjutsu básico, un Henge o un Kakuremino serían útiles, pero no disponía de ninguna de las dos cosas. Escuchaba a los hombres hablar mas no podía entender lo que decían, a la distancia que estaba las palabras sólo eran sonidos ininteligibles. Le dió rabia escuchar risas y ver cómo las sombras al elevarse proyectaban siluetas devorando carne y dándose un festín mientras los niños seguían atados y temerosos.
Se dió la vuelta y con la misma cautela se dispuso a volver al lugar donde estaba su hermano. Empezó a trazar un plan rápidamente, eran siete los hombres que había divisado pero intuyó que podría haber más en los alrededores. Por su apariencia dedujo que no eran simples bandidos, su indumentaria dejaba ver que iban preparados.para la expedición, con botas y vestimentas que permitían guardar utencilios.
—Pst, pst, Katsuo— Susurraba intentando localizar a su hermanastro.
Consideraba que era lo más adecuado, aunque el sigilo de Tatsuya no era el mejor del mundo tampoco era tan malo, contarrio a Katsuo que desconocía el significado de la palabra sutileza. Así pues, se encaminó hacía la dirección de donde provenía la lumbre, con extrema precacución acortó la distancia hasta que pudo divisar el campamento de los hombres. Tenían montadas tiendas de campaña y varias antorchas alrededor del sitio. Sin embargo eso no fue lo que más llamó su atención, sino los tres niños que tenían encadenados.
"No, no puede ser"
Había tres niños con grilletes en el cuello y cadenas amarradas a una estaca en el suelo, como sí se tratasen de simples animales. Ante la escena se llevó la mano a la boca para evitar emitir agún sonido a causa de la impresión, pero en sus ojos se reflejaba el sentimiento de angustia que le generaba la situación. Miró a cada uno de ellos y se percató que el hijo del pescador era uno de los ahí cautivos, estaba completamente seguro que se trataba de él, era tal como lo había descrito y si no lo era de todas maneras estaría decidido a actuar.
Se lamentó al no poder acercarse más, era de esos escasos y raros momentos en que se lamentaba de no haberse dedicado más al ninjutsu básico, un Henge o un Kakuremino serían útiles, pero no disponía de ninguna de las dos cosas. Escuchaba a los hombres hablar mas no podía entender lo que decían, a la distancia que estaba las palabras sólo eran sonidos ininteligibles. Le dió rabia escuchar risas y ver cómo las sombras al elevarse proyectaban siluetas devorando carne y dándose un festín mientras los niños seguían atados y temerosos.
Se dió la vuelta y con la misma cautela se dispuso a volver al lugar donde estaba su hermano. Empezó a trazar un plan rápidamente, eran siete los hombres que había divisado pero intuyó que podría haber más en los alrededores. Por su apariencia dedujo que no eran simples bandidos, su indumentaria dejaba ver que iban preparados.para la expedición, con botas y vestimentas que permitían guardar utencilios.
—Pst, pst, Katsuo— Susurraba intentando localizar a su hermanastro.