2/06/2016, 21:49
(Última modificación: 6/06/2016, 14:33 por Uchiha Akame.)
Pero la situación sólo estaba a punto de ponerse peor. Mucho peor. Atenazada por el estrés y el miedo, la muchachita de piel café que se arrastraba hacia la salida del local sólo quería volver a sentir el aire fresco de la noche en su rostro. Apenas habían durado media hora allí dentro, pero a ella se le había hecho una eternidad. Giró el picaporte metálico con impaciencia, empujó la puerta tan fuerte como pudo y...
«No... No puede ser...»
El mismo pasillo que acababa de recorrer se extendía ante ella. Sus ojos grises examinaron, estupefactos, el contorno de las paredes. La moqueta azul oscuro que forraba el suelo. La tenue luz amarillenta que provenía de una tosca lámpara en el techo, a mitad del pasillo.
—¿¡Qué demonios está pasando aquí!? —farfulló, confusa.
La pregunta no iba para nadie en concreto, pero realmente, sólo su compañero Datsue estaba allí para recibirla. Anzu se dió media vuelta, encarándole, con el rostro desencajado por el estrés y la desesperación. Agarró al Uchiha de la camisa, zarandeándolo con tanta fuerza que casi le rompió el cuello de la yukata.
—¡Tú! ¡Tú lo sabes, tienes que saberlo! ¡Tú conocías a aquel tipo, te disfrazaste de él! ¿¡Qué es esto, una broma!? ¿¡Es una broma!? Porque si lo es, ¡te juro que estoy a punto de hacer algo estúpido!
«No... No puede ser...»
El mismo pasillo que acababa de recorrer se extendía ante ella. Sus ojos grises examinaron, estupefactos, el contorno de las paredes. La moqueta azul oscuro que forraba el suelo. La tenue luz amarillenta que provenía de una tosca lámpara en el techo, a mitad del pasillo.
—¿¡Qué demonios está pasando aquí!? —farfulló, confusa.
La pregunta no iba para nadie en concreto, pero realmente, sólo su compañero Datsue estaba allí para recibirla. Anzu se dió media vuelta, encarándole, con el rostro desencajado por el estrés y la desesperación. Agarró al Uchiha de la camisa, zarandeándolo con tanta fuerza que casi le rompió el cuello de la yukata.
—¡Tú! ¡Tú lo sabes, tienes que saberlo! ¡Tú conocías a aquel tipo, te disfrazaste de él! ¿¡Qué es esto, una broma!? ¿¡Es una broma!? Porque si lo es, ¡te juro que estoy a punto de hacer algo estúpido!