12/06/2016, 16:53
La mirada de ambos jóvenes se encontraron por un instante, aquel muchacho debía de tener más o menos la edad de Mitsuki. Era de piel morena y cabellos blancos, una extraña combinación sin duda. Por lo que pudo observar, parecía un chico bastante impasible, ni siquiera se había inmutado en todo aquel tiempo.
Hufff ...
El chico dejó escapar un suspiro que la peliblanca no supo muy bien como interpretar, casi parecía de alivio pero no estaba muy segura. El muchacho parecía aún más extraño de lo que hubiese supuesto a primera vista.
Me adentre por el sendero, siguiendo algo que llamó mi atención, y antes de darme cuenta termine en este lugar oculto y solitario. Me ha tomado por sorpresa el encontrarme a alguien más por aquí.
La peliblanca desvió su mirada hacia el templete para poder observarlo con perspectiva antes de aproximarse, mientras escuchaba atentamente la respuesta del joven.
"Así que algo llamó su atención..." aquella afirmación la dejó bastante intrigada, quizás no fuese un mero accidente que el muchacho hubiese llegado hasta allí... tal vez fuese la voluntad de Kamikaze-sama
—Yo también me siento sorprendida por haber encontrado alguien en este lugar...— confesó la de Kusabi mientras daba unos pasos en dirección a la puerta del templo —permiteme que me presente— la joven giró sobre sus talones para quedar justo frente al extraño chico, entre él y el templete —Hyuga Mitsuki, Akikara na de Kusabi— hizo un reverencia formal —¿Podría saber a quién tengo el gusto de dar la bienvenida a este Templo?—
Hufff ...
El chico dejó escapar un suspiro que la peliblanca no supo muy bien como interpretar, casi parecía de alivio pero no estaba muy segura. El muchacho parecía aún más extraño de lo que hubiese supuesto a primera vista.
Me adentre por el sendero, siguiendo algo que llamó mi atención, y antes de darme cuenta termine en este lugar oculto y solitario. Me ha tomado por sorpresa el encontrarme a alguien más por aquí.
La peliblanca desvió su mirada hacia el templete para poder observarlo con perspectiva antes de aproximarse, mientras escuchaba atentamente la respuesta del joven.
"Así que algo llamó su atención..." aquella afirmación la dejó bastante intrigada, quizás no fuese un mero accidente que el muchacho hubiese llegado hasta allí... tal vez fuese la voluntad de Kamikaze-sama
—Yo también me siento sorprendida por haber encontrado alguien en este lugar...— confesó la de Kusabi mientras daba unos pasos en dirección a la puerta del templo —permiteme que me presente— la joven giró sobre sus talones para quedar justo frente al extraño chico, entre él y el templete —Hyuga Mitsuki, Akikara na de Kusabi— hizo un reverencia formal —¿Podría saber a quién tengo el gusto de dar la bienvenida a este Templo?—