19/06/2016, 23:41
El ambiente en el restaurante se había vuelto algo tenso, los recién llegados parecían ser clientes bastante habituales y, al parecer, no muy apreciados por el resto. El camarero se escabulló hacia la cocina como si acabase de ver un fantasma. La de Kusabi no tardó mucho en darse cuenta de que aquello significaba problemas.
Mitsuki esperaba que los problemas no les fuesen a buscar a ellos, así que siguió comiendo tranquilamente. Sin embargo, la cosa no iba a ser tan fácil. El tipo que parecía ser el jefe se acababa de sentar junto al rubio platino.
—Disculpe señor ¿le importaría quitar el pie? Es algo molesto.—
El gigantón sonrío ante las palabras del muchacho, retiró la pierna tranquilamente.
—Lo siento muchacho, no quería molestarte—
Tras decir aquello, soltó una patada a la base del taburete con toda la intención de provocar que el chico se cayese.
Mitsuki esperaba que los problemas no les fuesen a buscar a ellos, así que siguió comiendo tranquilamente. Sin embargo, la cosa no iba a ser tan fácil. El tipo que parecía ser el jefe se acababa de sentar junto al rubio platino.
—Disculpe señor ¿le importaría quitar el pie? Es algo molesto.—
El gigantón sonrío ante las palabras del muchacho, retiró la pierna tranquilamente.
—Lo siento muchacho, no quería molestarte—
Tras decir aquello, soltó una patada a la base del taburete con toda la intención de provocar que el chico se cayese.