21/06/2016, 23:20
El muchacho correspondió a su reverencia con otra, a la vez que le ofrecía su nombre: Ishimura Kazuma.
—El gusto es mío— respondió la peliblanca con una cálida sonrisa, cruzando la mirada con el chico de ojos grisáceos que permanecía impasible frente a ella.
—Disculpa No me es familiar aquello de “Akikara na de Kusabi” ¿Es alguna especie de honorífico o algo por el estilo?
La joven entrecerró suavemente los ojos ante la perspicacia del chico que tenía justo en frente.
—Algo así— comenzó la de Kusabi con suavidad —Soy la sucesora de la Shijou no Miko de Kusabi...— la joven se giró lentamente hasta dar la espalda al muchacho mientras seguía hablando, caminó hasta la escalerilla del templo y subió con gracia hasta quedar parada frente a la puerta —la marca de Fuujin-sama en el mundo— apoyo ambas manos en las puertas correderas del templete y con un suave gesto las abrió de par en par, desvelando el interior. Una solitaria estatua de un portentoso hombre envuelto con una capa, que sostenía un bastón de monje coronado con tres aros de tamaños decrecientes. Junto al hombre con cara de demonio, una león que le acompañaba como el perro al cazador. Mitsuki hizo una reverencia antes de girarse —Te doy la bienvenida a este templo, Ishimura Kazuma— un suave viento hizo los cabellos de la joven hondear junto con las hojas de los árboles que les rodeaban —Dime...¿Qué crees que te ha traído hasta aquí?–
Mitsuki tenía la corazonada de que no había sido la casualidad, algo le decía que ese muchacho había llegado hasta allí por algo... aunque quizás ni el mismo lo sabía, pero ella estaba segura de que Kamikaze sama había arreglado aquel encuentro por alguna razón
—El gusto es mío— respondió la peliblanca con una cálida sonrisa, cruzando la mirada con el chico de ojos grisáceos que permanecía impasible frente a ella.
—Disculpa No me es familiar aquello de “Akikara na de Kusabi” ¿Es alguna especie de honorífico o algo por el estilo?
La joven entrecerró suavemente los ojos ante la perspicacia del chico que tenía justo en frente.
—Algo así— comenzó la de Kusabi con suavidad —Soy la sucesora de la Shijou no Miko de Kusabi...— la joven se giró lentamente hasta dar la espalda al muchacho mientras seguía hablando, caminó hasta la escalerilla del templo y subió con gracia hasta quedar parada frente a la puerta —la marca de Fuujin-sama en el mundo— apoyo ambas manos en las puertas correderas del templete y con un suave gesto las abrió de par en par, desvelando el interior. Una solitaria estatua de un portentoso hombre envuelto con una capa, que sostenía un bastón de monje coronado con tres aros de tamaños decrecientes. Junto al hombre con cara de demonio, una león que le acompañaba como el perro al cazador. Mitsuki hizo una reverencia antes de girarse —Te doy la bienvenida a este templo, Ishimura Kazuma— un suave viento hizo los cabellos de la joven hondear junto con las hojas de los árboles que les rodeaban —Dime...¿Qué crees que te ha traído hasta aquí?–
Mitsuki tenía la corazonada de que no había sido la casualidad, algo le decía que ese muchacho había llegado hasta allí por algo... aunque quizás ni el mismo lo sabía, pero ella estaba segura de que Kamikaze sama había arreglado aquel encuentro por alguna razón