27/06/2016, 02:32
—Ohh… Atrapaste una. —
Un comentario tan carente de emociones que lo único que podía hacer Noemi para responderlo era literalmente gruñirle a la chica y dirigirse con su gallina en manos al gallinero. Lo peor era que la pelirroja había logrado atrapar otra sin la necesidad de revolcarse por el lodo así que la derrota pasó a ser oficial.
—Entonces… ¿Qué te parece si apostamos? —Soltó la rubia esbozando una ligera sonrisa algo maliciosa. —Quien atrape más gallinas al final de la misión gana, la perdedora le lava la ropa a la otra. —
Podría haber apostado algo de dinero pero no tenía demasiado chiste considerando que ella tenía de sobra, además era más humillante ver a la chica que la estaba fastidiando lavándole la ropa a mano y mejor si lograba obligarla antes de tener siquiera la oportunidad de cambiarse la ropa embarrada como seguramente terminaría.
De cualquier manera, las gallinas tenían que ser atrapadas así que incluso antes de recibir una respuesta de la pelirroja la Senju partió en busca de alguna otra criatura emplumada. Pero… Literalmente al dar un paso la chica resbaló y terminó acostada cara arriba en el barro. —Dios… —Se quejó mientras se ponía de pie como buenamente podía, resbalándose de vez en cuando así que terminó por darse la vuelta para ponerse a gatas e ir levantándose muy lentamente.
Un comentario tan carente de emociones que lo único que podía hacer Noemi para responderlo era literalmente gruñirle a la chica y dirigirse con su gallina en manos al gallinero. Lo peor era que la pelirroja había logrado atrapar otra sin la necesidad de revolcarse por el lodo así que la derrota pasó a ser oficial.
—Entonces… ¿Qué te parece si apostamos? —Soltó la rubia esbozando una ligera sonrisa algo maliciosa. —Quien atrape más gallinas al final de la misión gana, la perdedora le lava la ropa a la otra. —
Podría haber apostado algo de dinero pero no tenía demasiado chiste considerando que ella tenía de sobra, además era más humillante ver a la chica que la estaba fastidiando lavándole la ropa a mano y mejor si lograba obligarla antes de tener siquiera la oportunidad de cambiarse la ropa embarrada como seguramente terminaría.
De cualquier manera, las gallinas tenían que ser atrapadas así que incluso antes de recibir una respuesta de la pelirroja la Senju partió en busca de alguna otra criatura emplumada. Pero… Literalmente al dar un paso la chica resbaló y terminó acostada cara arriba en el barro. —Dios… —Se quejó mientras se ponía de pie como buenamente podía, resbalándose de vez en cuando así que terminó por darse la vuelta para ponerse a gatas e ir levantándose muy lentamente.