30/06/2016, 16:34
*Vale, las cosas se van a poner feas*
Lo supe en el momento que el borracho dejó de atender a razones y estaba dispuesto a llevar a cabo su objetivo inicial a la fuerza. Momento en el que tiró con aquella fuerza del hombro del gennin y ambos cuerpos impactaron. Me retorcía del asco a medida que mi mano se desplazaba hasta el portaobjetos.
-Mira tio, déj..-
*¡Hostias!*
Como una centella, Riko se deshizo de las ataduras del hombre y le propinó tal patada voladora que lo envió directamente a besar el suelo, babeando desde la inconsciencia del desmayó repentino.
Era curioso que no le hubieran invitado a participar del torneo puesto que desde aquel momento vi que era capaz de ofrecer pelea de la buena, aunque fuese a base de patadas y puños. Quién sabe si también era capaz de usar otro tipo de disciplinas, ninjutsu quizás.
-Me cago en la puta, ¡¡SAMURAIS!!- gritó el propietario del local alarmando a los guardias de los dojos.
Problemas. Problemas con katanas.
Sabía que, sobre todo en mi caso, debía evitar a toda costa cualquier tipo de altercado con esa gente. Mi participación en la siguiente ronda estaba en peligro.
-Tio, Riko. Eso estuvo muy bien, en serio, pero... Hay que largarse de aquí. No quiere ver la segunda ronda del torneo en una maldita celda-
Ojee rápidamente nuestros alrededores. Se empezaban a vislumbrar a los samurais, corriendo hacia nosotros con sus katanas desenfundadas.
-¿Confías en mí?-
Lo supe en el momento que el borracho dejó de atender a razones y estaba dispuesto a llevar a cabo su objetivo inicial a la fuerza. Momento en el que tiró con aquella fuerza del hombro del gennin y ambos cuerpos impactaron. Me retorcía del asco a medida que mi mano se desplazaba hasta el portaobjetos.
-Mira tio, déj..-
*¡Hostias!*
Como una centella, Riko se deshizo de las ataduras del hombre y le propinó tal patada voladora que lo envió directamente a besar el suelo, babeando desde la inconsciencia del desmayó repentino.
Era curioso que no le hubieran invitado a participar del torneo puesto que desde aquel momento vi que era capaz de ofrecer pelea de la buena, aunque fuese a base de patadas y puños. Quién sabe si también era capaz de usar otro tipo de disciplinas, ninjutsu quizás.
-Me cago en la puta, ¡¡SAMURAIS!!- gritó el propietario del local alarmando a los guardias de los dojos.
Problemas. Problemas con katanas.
Sabía que, sobre todo en mi caso, debía evitar a toda costa cualquier tipo de altercado con esa gente. Mi participación en la siguiente ronda estaba en peligro.
-Tio, Riko. Eso estuvo muy bien, en serio, pero... Hay que largarse de aquí. No quiere ver la segunda ronda del torneo en una maldita celda-
Ojee rápidamente nuestros alrededores. Se empezaban a vislumbrar a los samurais, corriendo hacia nosotros con sus katanas desenfundadas.
-¿Confías en mí?-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa