30/06/2016, 23:12
(Última modificación: 30/06/2016, 23:16 por Uzumaki Eri.)
Kazeyōbi, Descenso, otoño del año 201.
Sé que la última vez que escribí en este diario terminé... No muy bien, pero creo que me hizo sentir un poco mejor. Debería dejar de esconderme o refugiarme en entrenar, lo he hecho durante parte de la primavera y todo el verano, ¡pero es que no sabía cómo tomarme todo! Todavía no sé como digerirlo, fíjate...
Bueno, el otro día salí de casa y Yoko me acompañó a comprar, estuvimos hablando, y, pensé que... Bueno, si me la hubiese llevado al Torneo... La hubiese perdido, y, aunque sea una mujer un tanto especial, es... Lo más parecido a un familiar que tengo ahora mismo, no querría perderla ahora, así que me alegro de que no me hubiese acompañado, por muy cruel que suene, así al menos sigue con vida.
Y eso me reconforta.
¿Sabes a quién he visto estos días? A Yoko, bueno, y a Toyo, ese hombre me echó una regañina por no haber terminado el combate y luego me hizo correr treinta vueltas a la zona de entrenamiento. Aún recuerdo sus palabras ''el combate es más que puñetazos y patadas, ¡es honor!'', estúpida escusa, pero bueno, ¿quién soy yo para desobedecer a mis mayores? Como descubra que he escrito eso me va a hacer correr por toda la villa... En serio, ¿cuántos años tiene?
Mejor no preguntar.
Ah, dice que después de lo que pasó el otro día quiere llevarme a un lugar para entrenar de forma especial, ¿qué querrá?
De la villa no he visto a nadie, Riko al parecer no sale de casa, Juro... No le he visto, ni a Kazuma. ¿Qué estarán haciendo? A ver, no les conozco de nada, pero son compañeros y, bueno, ¡amigos también! Aunque vaya amiga estoy hecha, debería visitar a Riko en algún momento, pero no sé ni donde vive Juro, ¿vivirá con Kazuma? Pff... Vaya amiga. ¿Qué será de Yota? Tampoco he visto su cabello rojizo cuando salía, ni si quiera Toyo me ha hablado sobre él, ¡y eso que se conocen!
Por no hablar de Nabi... A él si que le he evitado lo máximo posible, no he pasado por delante de su casa, y he evitado pasar por los lugares que frecuenta (no preguntes por qué los sé, ¿vale?). No sé como enfrentarme a él cara a cara, ni qué decirle, pero eso sí: le echo muchísimo de menos. No entiendo el por qué, pero es como si me faltase algo, ¿demasiado tiempo en la infancia con alguien hacer querer más a una persona? ¿Me habré enamorado de Uchiha Nabi de verdad? Tampoco quiero ser tan radical, pero tengo miedo de eso.
Se supone que en el mundo en el que nos ha tocado vivir no se pueden demostrar sentimientos, vale, no tan exagerado, pero es lo que hay, y yo ya he pecado por exceso, así que enamorarme supone poner los sentimientos de por medio, y no, DEFINITIVAMENTE NO. Por eso debo evitarle, ¡no quiero verle!
No.
Ni un poquito.
Me pregunto también cómo le irá a Datsue, ¿se habrá caído a otro pozo? Vale, no tiene gracia, ¡pero el susto que nos llevamos fue grandísimo! Solo espero que aquel hombre descanse en paz ahora... ¿Y Noemi? A lo mejor volvió a ver a Kuro, ¿se habrá salvado también? Quién sabe, a lo mejor se ha refugiado en Taki y ahora son pareja... Ahora que lo recuerdo, Kaido, el chico de la piel rara, le debo el llavero de calabaza... Lo tengo por ahí guardado. ¡Y a Ayame le debo otra pelea cuando la vea! ¿Sabes que es una jinchuriki? Eso me da un poco de miedo, pero por otro lado me encantaría preguntarla qué se siente, son muchos misterios juntos...
Debería salir un poco más, me gustaría volver a verles.
Hoy me siento un poco mejor, creo que voy a salir un rato a entrenar, le preguntaré a Yoko si quiere venir conmigo.
Al final de la página hay un dibujo de una chica con el pelo azul sonriendo y el símbolo de Uzushiogakure al lado.
Sé que la última vez que escribí en este diario terminé... No muy bien, pero creo que me hizo sentir un poco mejor. Debería dejar de esconderme o refugiarme en entrenar, lo he hecho durante parte de la primavera y todo el verano, ¡pero es que no sabía cómo tomarme todo! Todavía no sé como digerirlo, fíjate...
Bueno, el otro día salí de casa y Yoko me acompañó a comprar, estuvimos hablando, y, pensé que... Bueno, si me la hubiese llevado al Torneo... La hubiese perdido, y, aunque sea una mujer un tanto especial, es... Lo más parecido a un familiar que tengo ahora mismo, no querría perderla ahora, así que me alegro de que no me hubiese acompañado, por muy cruel que suene, así al menos sigue con vida.
Y eso me reconforta.
¿Sabes a quién he visto estos días? A Yoko, bueno, y a Toyo, ese hombre me echó una regañina por no haber terminado el combate y luego me hizo correr treinta vueltas a la zona de entrenamiento. Aún recuerdo sus palabras ''el combate es más que puñetazos y patadas, ¡es honor!'', estúpida escusa, pero bueno, ¿quién soy yo para desobedecer a mis mayores? Como descubra que he escrito eso me va a hacer correr por toda la villa... En serio, ¿cuántos años tiene?
Mejor no preguntar.
Ah, dice que después de lo que pasó el otro día quiere llevarme a un lugar para entrenar de forma especial, ¿qué querrá?
De la villa no he visto a nadie, Riko al parecer no sale de casa, Juro... No le he visto, ni a Kazuma. ¿Qué estarán haciendo? A ver, no les conozco de nada, pero son compañeros y, bueno, ¡amigos también! Aunque vaya amiga estoy hecha, debería visitar a Riko en algún momento, pero no sé ni donde vive Juro, ¿vivirá con Kazuma? Pff... Vaya amiga. ¿Qué será de Yota? Tampoco he visto su cabello rojizo cuando salía, ni si quiera Toyo me ha hablado sobre él, ¡y eso que se conocen!
Por no hablar de Nabi... A él si que le he evitado lo máximo posible, no he pasado por delante de su casa, y he evitado pasar por los lugares que frecuenta (no preguntes por qué los sé, ¿vale?). No sé como enfrentarme a él cara a cara, ni qué decirle, pero eso sí: le echo muchísimo de menos. No entiendo el por qué, pero es como si me faltase algo, ¿demasiado tiempo en la infancia con alguien hacer querer más a una persona? ¿Me habré enamorado de Uchiha Nabi de verdad? Tampoco quiero ser tan radical, pero tengo miedo de eso.
Se supone que en el mundo en el que nos ha tocado vivir no se pueden demostrar sentimientos, vale, no tan exagerado, pero es lo que hay, y yo ya he pecado por exceso, así que enamorarme supone poner los sentimientos de por medio, y no, DEFINITIVAMENTE NO. Por eso debo evitarle, ¡no quiero verle!
No.
Ni un poquito.
Me pregunto también cómo le irá a Datsue, ¿se habrá caído a otro pozo? Vale, no tiene gracia, ¡pero el susto que nos llevamos fue grandísimo! Solo espero que aquel hombre descanse en paz ahora... ¿Y Noemi? A lo mejor volvió a ver a Kuro, ¿se habrá salvado también? Quién sabe, a lo mejor se ha refugiado en Taki y ahora son pareja... Ahora que lo recuerdo, Kaido, el chico de la piel rara, le debo el llavero de calabaza... Lo tengo por ahí guardado. ¡Y a Ayame le debo otra pelea cuando la vea! ¿Sabes que es una jinchuriki? Eso me da un poco de miedo, pero por otro lado me encantaría preguntarla qué se siente, son muchos misterios juntos...
Debería salir un poco más, me gustaría volver a verles.
Hoy me siento un poco mejor, creo que voy a salir un rato a entrenar, le preguntaré a Yoko si quiere venir conmigo.
Al final de la página hay un dibujo de una chica con el pelo azul sonriendo y el símbolo de Uzushiogakure al lado.