1/07/2016, 15:07
— Así que tu eres el elegido ¿Eh? No tienes mucha pinta de héroe, tío
Suspiré para no soltarle un moco. El horno no estaba para bollos precisamente.
— ¿De donde has sacado a esta araña?
*Ni hemos salido de la aldea que ya me cansa..*
—Venga, Yotita, no le hagas mucho caso y ya está. Es una enviada de la Kuromibojin, ya te lo he dicho. Están preocupados por ti, como lo estamos mamá y yo
Aquella mujer trataba de ser reconfortante, pero era incapaz de dejar de darle vueltas. Mi inutilidad ante la adversidad cuando el caos se desató en aquel estadio, lo que dijo Hagoromo... Nadie me creía, dicen que fue producto del shock pero era demasiado real como para ser mentira, ¡Él nos salvó a todos!
— ¡Eh, eh, eh! ¿Os vais a poner serios de nuevo? Qué rallada. ¿Sabes qué? Voy a ir a informar a la Kuromibojin de este viaje, seguro que al menos la reconforta, ¡Pero no hagáis el vago, eh! Os estamos vigilando...-
— ¿Qué vi..
Desapareció bajo una nube de humo y nos quedamos los dos solos.
— ¿Qué cojones? ¿Va en serio lo de Unraikyo? Joder...
— Eso me temo. Es totalmente necesario, Yotita. Superarás lo que sucedió en el torneo y te volverás más fuerte. Así podrás proteger a tus seres queridos, ¿Es eso lo que querías, verdad? Yo me ocupo del resto
Masajeó mi cabeza revolviendo mis cabellos a la par que yo me encogía de hombros, incrédulo.
— Si tu lo dices... — suspiré tratando de aliviar la carga que notaba sobre mí — Por cierto, ¿Sabes algo de Eri? Desde aquel día que no sé nada de ella...
— Me temo que no, lo siento. Pero no te preocupes por ella, ¡Seguro que está bien! Además, ahora es tu momento, conseguirás enorgullecer a tu padre, te lo prometo
*Papa.... A ti tampoco te pude ayudar...*
Bajé la cabeza, dolido. Últimamente era el gesto que más veces repetía, pero Setsuna se dio cuenta y pronto recibí su palmada en la espalda.
— Venga, vamos, no hay tiempo para ponerse triste. Nos espera un largo viaje hasta Unraikyo
— ¡Vale!
— A partir de este momento empieza el gran entrenamiento que te convertirá en todo un hombretón
La primera desde hacía mucho tiempo. Había olvidado lo que se sentía al dibujar una sonrisa, aunque fuese poco pronunciada, pero Setsuna me hizo sentir algo mejor.
En algo más tenía razón. Nos esperaba un viaje largo, jodidamente largo. Tal como 6 dias y sus 6 noches sin descanso, cargando con la única mochila, la cual casi era más grande que yo mismo y pesaba como el puto mapache que me comió. Bueno, no tanto, pero pesaba mucho. Para redondear estábamos en pleno verano y bajo aquel sol de justicia todo se hacia mucho más pesado. En fin, logramos llegar la semana siguiente y allí estábamos, en Unraikyo entre todas aquellas formaciones rocosas y alguna que otra montaña, formando un bonito valle, bañado por las nubes bajas. Aprovechamos el día de llegada para que yo y solo yo montase el campamento donde íbamos a pasar una larga temporada mientars Setsuna se limitaba a darme órdenes. Por momentos creo que llegué a odiarla. Todo por la misma excusa.
— Todo forma parte del entrenamiento
Suspiré para no soltarle un moco. El horno no estaba para bollos precisamente.
— ¿De donde has sacado a esta araña?
*Ni hemos salido de la aldea que ya me cansa..*
—Venga, Yotita, no le hagas mucho caso y ya está. Es una enviada de la Kuromibojin, ya te lo he dicho. Están preocupados por ti, como lo estamos mamá y yo
Aquella mujer trataba de ser reconfortante, pero era incapaz de dejar de darle vueltas. Mi inutilidad ante la adversidad cuando el caos se desató en aquel estadio, lo que dijo Hagoromo... Nadie me creía, dicen que fue producto del shock pero era demasiado real como para ser mentira, ¡Él nos salvó a todos!
— ¡Eh, eh, eh! ¿Os vais a poner serios de nuevo? Qué rallada. ¿Sabes qué? Voy a ir a informar a la Kuromibojin de este viaje, seguro que al menos la reconforta, ¡Pero no hagáis el vago, eh! Os estamos vigilando...-
— ¿Qué vi..
Desapareció bajo una nube de humo y nos quedamos los dos solos.
— ¿Qué cojones? ¿Va en serio lo de Unraikyo? Joder...
— Eso me temo. Es totalmente necesario, Yotita. Superarás lo que sucedió en el torneo y te volverás más fuerte. Así podrás proteger a tus seres queridos, ¿Es eso lo que querías, verdad? Yo me ocupo del resto
Masajeó mi cabeza revolviendo mis cabellos a la par que yo me encogía de hombros, incrédulo.
— Si tu lo dices... — suspiré tratando de aliviar la carga que notaba sobre mí — Por cierto, ¿Sabes algo de Eri? Desde aquel día que no sé nada de ella...
— Me temo que no, lo siento. Pero no te preocupes por ella, ¡Seguro que está bien! Además, ahora es tu momento, conseguirás enorgullecer a tu padre, te lo prometo
*Papa.... A ti tampoco te pude ayudar...*
Bajé la cabeza, dolido. Últimamente era el gesto que más veces repetía, pero Setsuna se dio cuenta y pronto recibí su palmada en la espalda.
— Venga, vamos, no hay tiempo para ponerse triste. Nos espera un largo viaje hasta Unraikyo
— ¡Vale!
— A partir de este momento empieza el gran entrenamiento que te convertirá en todo un hombretón
La primera desde hacía mucho tiempo. Había olvidado lo que se sentía al dibujar una sonrisa, aunque fuese poco pronunciada, pero Setsuna me hizo sentir algo mejor.
En algo más tenía razón. Nos esperaba un viaje largo, jodidamente largo. Tal como 6 dias y sus 6 noches sin descanso, cargando con la única mochila, la cual casi era más grande que yo mismo y pesaba como el puto mapache que me comió. Bueno, no tanto, pero pesaba mucho. Para redondear estábamos en pleno verano y bajo aquel sol de justicia todo se hacia mucho más pesado. En fin, logramos llegar la semana siguiente y allí estábamos, en Unraikyo entre todas aquellas formaciones rocosas y alguna que otra montaña, formando un bonito valle, bañado por las nubes bajas. Aprovechamos el día de llegada para que yo y solo yo montase el campamento donde íbamos a pasar una larga temporada mientars Setsuna se limitaba a darme órdenes. Por momentos creo que llegué a odiarla. Todo por la misma excusa.
— Todo forma parte del entrenamiento
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa