2/07/2016, 11:09
Riko se dio cuenta de que, aunque parecía que no, el joven Hyuga le estaba prestando atención, al menos, la suficiente y necesaria como para poder seguir adelante con la conversación. Pero también se dio cuenta de que algo proveniente del mar había llamado su atención, por lo que se quedó mirando también hacia aquello que chapoteaba en la orilla.
— ¡Claro!...Y descuida, no es problema después de todo…es raro escuchar las penas de un extraño— Dijo Haze esbozando una leve sonrisa.
Menos mal que el joven lo entendía, no quería parecer un tipo borde, pero era cierto que quizás no era lo más adecuado contarle tus problemas a alguien a quien acabas de conocer.
—Bueno…mi prima me obligo a acompañarle, si no fuera por ella…estaría yo tirado en mi casa disfrutando del invierno, aunque estoy ansioso por que me asignen una misión, ¿y tú que tal?... — Dijo con un gesto cortes, mientras cambiaba de posición para sacudirse las palmas de las manos.
Así que, a fin de cuentas, le gustaba vaguear... No le culpaba, siempre era bueno quedarse un rato más en la cama por las mañanas.
— Bueno, la verdad es que yo vine aquí a meditar un poquito, siempre viene bien desconectar. — Dijo el chico, mirando de nuevo a aquello que chapoteaba en el agua, y que estaba comenzando a salir.
—Que rayos será eso que va ahí…— Dijo señalando aquello que había notado hace segundos, quizás riko había lanzado algo al mar, antes de que haze y su prima llegaran. —No veo a nadie más por los alrededores…—
Riko se preguntaba exactamente lo mismo, era incapaz de dejar de mirar aquell que salía del agua, y, cuando se dio cuenta de lo que era, empezó a preferir haberse quedado en casa aquella mañana.
— ¡No me jodas! ¡Es un puto cocodrilo! Y parece que viene hacia aquí, quizás deberíamos marcharnos. — Sugirió el de rastas, pero, desgraciadamente era algo tarde, el cocodrilo pegó un acelerón y rápidamente estaba a la altura de los muchachos dispuesto a atacar.
— Espero que te sepas defender... — Advirtió el pelinegro poniéndose en pie de un salto.
— ¡Claro!...Y descuida, no es problema después de todo…es raro escuchar las penas de un extraño— Dijo Haze esbozando una leve sonrisa.
Menos mal que el joven lo entendía, no quería parecer un tipo borde, pero era cierto que quizás no era lo más adecuado contarle tus problemas a alguien a quien acabas de conocer.
—Bueno…mi prima me obligo a acompañarle, si no fuera por ella…estaría yo tirado en mi casa disfrutando del invierno, aunque estoy ansioso por que me asignen una misión, ¿y tú que tal?... — Dijo con un gesto cortes, mientras cambiaba de posición para sacudirse las palmas de las manos.
Así que, a fin de cuentas, le gustaba vaguear... No le culpaba, siempre era bueno quedarse un rato más en la cama por las mañanas.
— Bueno, la verdad es que yo vine aquí a meditar un poquito, siempre viene bien desconectar. — Dijo el chico, mirando de nuevo a aquello que chapoteaba en el agua, y que estaba comenzando a salir.
—Que rayos será eso que va ahí…— Dijo señalando aquello que había notado hace segundos, quizás riko había lanzado algo al mar, antes de que haze y su prima llegaran. —No veo a nadie más por los alrededores…—
Riko se preguntaba exactamente lo mismo, era incapaz de dejar de mirar aquell que salía del agua, y, cuando se dio cuenta de lo que era, empezó a preferir haberse quedado en casa aquella mañana.
— ¡No me jodas! ¡Es un puto cocodrilo! Y parece que viene hacia aquí, quizás deberíamos marcharnos. — Sugirió el de rastas, pero, desgraciadamente era algo tarde, el cocodrilo pegó un acelerón y rápidamente estaba a la altura de los muchachos dispuesto a atacar.
— Espero que te sepas defender... — Advirtió el pelinegro poniéndose en pie de un salto.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»