2/07/2016, 19:23
El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, y todos los miembros del clan Hyuga comenzaban a hacer sus quehaceres diarios, como era de costumbre cosa que incluía a Hazegawa en tales actividades, desde muy temprano a la par que el sol se asomaba la mayoría del clan solía tomar el té en cada una de sus casas, Haze aquella mañana hacia lo propio y aprovechaba para desayunar.
La noche anterior, uno de los mensajeros de la villa dejo un rollo del edificio de uzukage para Haze, el mensaje paso desapercibido, hasta que el tío de hazegawa reparte el correo mientras todos toman el té, haze al abrirlo y ver su contenido por poco se atraganta con el pan que tenía en la boca.
—Hm, La academia de las olas…, dentro de un par de horas— Dijo haze, terminando de masticar el pan y dando un sorbo de té, acabo el desayuno y le comunico a su tío a donde iría mostrándole el rollo y su contenido, a lo cual no hubo mayor inconveniente.
En un abrir y cerrar de ojos, se preparó para ir a lo que él pensaba sería una misión, escogió un atuendo ligero, una camisa oscura sobre la malla que solía usar para entrenar, un mono simple de color azul oscuro, con el porta objetos sujeto a la rodilla derecha, vendo sus brazos hasta un poco más debajo de los codos, igualmente hizo con sus tobillos y se dispuso a marchar.
De camino a la academia de las olas, paso por algo de dulce de cerezo el cual guardo en su porta objetos, si tenía suerte y si llegaba de primero podría comerlo en la academia.
Al llegar a la academia, junto a la que fue la secretaria durante sus años de aprendiz de la academia estaba junto a un sujeto con una figura bastante musculosa, vestía el atuendo típico de jounin, una cicatriz le cruzaba el rostro y portaba la bandana en su frente, haze no dudo en acercarse a mostrarle el rollo.
Mientras aquel ninja leía el rollo, haze me imaginaba que ese sería su sensei —Si este sujeto será el sensei de mi equipo, se ve fuerte! — Pero todo se le desmoronaría, cuando escucho al sujeto responderle con respecto al rollo.
—Muchacho, tu sensei te espera en el aula 9— Dijo cortésmente y le devolvió el rollo, volviéndose hacia la secretaria con la que mantenía una conversación de ligue.
Haze tomo el rollo, y tras asentir cordialmente se encamino hacia el aula 9, pasando por algunas aulas en las se estaban instruyendo alguno que otro estudiante en temas básicos, no pudo evitar esbozar levemente una sonrisa, recordó uno que otro momento en sus días de academia.
Hasta llegar a la puerta del aula 9 y sin prisa se dispuso a entrar empujando de la puerta levemente, al entrar el aula estaba desierta y una kunoichi yacía sentada en el escritorio donde suele sentarse el profesor de turno, de cabellos rojos hasta la cintura y figura delineada, plana de pechos y con unos anteojos bastante grandes, leía lo que parecía ser un librito pequeño.
— ¡Hola! Buenos días… me han asignado, venir a esta aula— Dijo el joven gennin, al cruzar la puerta, su saludo fue de improvisto pues pensó que habría más personas en la habitación.
— ¡Que! Oh! Haaaaa! — Aquella Kunoichi, estaba concentrada en su lectura por lo que al escuchar aquello, se sorprendió echando su espalda hacia atrás y por consiguiente cayendo con silla y todo, el estruendo causado se escuchó por toda el aula.
Haze no pudo evitar sentir aquella vergüenza tan grande — No lo puedo creer, si esta es mi sensei…no quiero saber quiénes serán mis compañeros— Pensó, fugazmente a lo que se acercaba a la carrera a auxiliar a aquella kunoichi tras el escritorio, agachándose para ayudarle quedando ambos en una situación bastante bochornosa visto desde fuera del escritorio, por suerte no había nadie más en el aula.
La noche anterior, uno de los mensajeros de la villa dejo un rollo del edificio de uzukage para Haze, el mensaje paso desapercibido, hasta que el tío de hazegawa reparte el correo mientras todos toman el té, haze al abrirlo y ver su contenido por poco se atraganta con el pan que tenía en la boca.
—Hm, La academia de las olas…, dentro de un par de horas— Dijo haze, terminando de masticar el pan y dando un sorbo de té, acabo el desayuno y le comunico a su tío a donde iría mostrándole el rollo y su contenido, a lo cual no hubo mayor inconveniente.
En un abrir y cerrar de ojos, se preparó para ir a lo que él pensaba sería una misión, escogió un atuendo ligero, una camisa oscura sobre la malla que solía usar para entrenar, un mono simple de color azul oscuro, con el porta objetos sujeto a la rodilla derecha, vendo sus brazos hasta un poco más debajo de los codos, igualmente hizo con sus tobillos y se dispuso a marchar.
De camino a la academia de las olas, paso por algo de dulce de cerezo el cual guardo en su porta objetos, si tenía suerte y si llegaba de primero podría comerlo en la academia.
Al llegar a la academia, junto a la que fue la secretaria durante sus años de aprendiz de la academia estaba junto a un sujeto con una figura bastante musculosa, vestía el atuendo típico de jounin, una cicatriz le cruzaba el rostro y portaba la bandana en su frente, haze no dudo en acercarse a mostrarle el rollo.
Mientras aquel ninja leía el rollo, haze me imaginaba que ese sería su sensei —Si este sujeto será el sensei de mi equipo, se ve fuerte! — Pero todo se le desmoronaría, cuando escucho al sujeto responderle con respecto al rollo.
—Muchacho, tu sensei te espera en el aula 9— Dijo cortésmente y le devolvió el rollo, volviéndose hacia la secretaria con la que mantenía una conversación de ligue.
Haze tomo el rollo, y tras asentir cordialmente se encamino hacia el aula 9, pasando por algunas aulas en las se estaban instruyendo alguno que otro estudiante en temas básicos, no pudo evitar esbozar levemente una sonrisa, recordó uno que otro momento en sus días de academia.
Hasta llegar a la puerta del aula 9 y sin prisa se dispuso a entrar empujando de la puerta levemente, al entrar el aula estaba desierta y una kunoichi yacía sentada en el escritorio donde suele sentarse el profesor de turno, de cabellos rojos hasta la cintura y figura delineada, plana de pechos y con unos anteojos bastante grandes, leía lo que parecía ser un librito pequeño.
— ¡Hola! Buenos días… me han asignado, venir a esta aula— Dijo el joven gennin, al cruzar la puerta, su saludo fue de improvisto pues pensó que habría más personas en la habitación.
— ¡Que! Oh! Haaaaa! — Aquella Kunoichi, estaba concentrada en su lectura por lo que al escuchar aquello, se sorprendió echando su espalda hacia atrás y por consiguiente cayendo con silla y todo, el estruendo causado se escuchó por toda el aula.
Haze no pudo evitar sentir aquella vergüenza tan grande — No lo puedo creer, si esta es mi sensei…no quiero saber quiénes serán mis compañeros— Pensó, fugazmente a lo que se acercaba a la carrera a auxiliar a aquella kunoichi tras el escritorio, agachándose para ayudarle quedando ambos en una situación bastante bochornosa visto desde fuera del escritorio, por suerte no había nadie más en el aula.