4/07/2016, 01:06
Andaron un par de calles más hasta que finalmente tras virar y girar llegaron a la que, por la reacción de sus compañeros, parecia ser a la que tenian que llegar para completar su misión. Efectivamente, Kazuma guardó el mapa con confianza mirando los numeros de las casas para determinar en cual tenian que intervenir para proceder a la limpieza de fachada que tanto habian trabajado.
Sin embargo, no hizo falta mirar el numero, ya no solo por la enorme pintada del mismo negro que llevaban viendo casi todo el dia, sino por los gritos tan familiares que penetraron todos los timpanos al mismo tiempo. Kazuma fue el primero en reaccionar, preguntale a Jesucristo el Ninjutsero porqué le castigaba de esta forma al pobre trio de shinobis que solo intentaba cumplir con el cometido que se les habia asignado. Para despues girarse y soltarles un discurso la mar de emotivo a Juro y Nabi.
—¿Saben? —les dijo, calmada y lentamente, a sus compañeros en cuanto la vio—, creo que esta señora nos va a seguir ocasionando problemas si no hacemos algo al respecto.
»Somos ninjas en plena facultades y autoridad, ¿sería posible ponerla bajo custodia? Ya saben, bajo sospecha de intentar interferir con una misión oficial o algo por el estilo… De todos modos la señora de la casa estaba por llamar a seguridad, así que tendríamos motivos de sobra para hacerlo.
La mujer, que habia estado todo el santo dia molestandoles y se encontraba aporreando la puerta de una pobre anciana que solo queria que limpiaran su fachada, finalmente se rindió al ver a los ninjas y decidió, sabiamente, salir corriendo.
— Problema resuelto.
»¡Cielos! Creo que me ha escuchado. —Fue lo que dedujo al verla salir corriendo.
— Lo mejor sera decidirse sobre esa mujer al acabar con la misión, pero lo más sensato seria informar a Shiori-sensei y que ella se hiciera cargo.
Tras informar a sus compañeros se acercaria a la fachada pintada para empezar con su labor de despintureo y pulido de fachadas por el que tan famoso se habia vuelto.
Sin embargo, no hizo falta mirar el numero, ya no solo por la enorme pintada del mismo negro que llevaban viendo casi todo el dia, sino por los gritos tan familiares que penetraron todos los timpanos al mismo tiempo. Kazuma fue el primero en reaccionar, preguntale a Jesucristo el Ninjutsero porqué le castigaba de esta forma al pobre trio de shinobis que solo intentaba cumplir con el cometido que se les habia asignado. Para despues girarse y soltarles un discurso la mar de emotivo a Juro y Nabi.
—¿Saben? —les dijo, calmada y lentamente, a sus compañeros en cuanto la vio—, creo que esta señora nos va a seguir ocasionando problemas si no hacemos algo al respecto.
»Somos ninjas en plena facultades y autoridad, ¿sería posible ponerla bajo custodia? Ya saben, bajo sospecha de intentar interferir con una misión oficial o algo por el estilo… De todos modos la señora de la casa estaba por llamar a seguridad, así que tendríamos motivos de sobra para hacerlo.
La mujer, que habia estado todo el santo dia molestandoles y se encontraba aporreando la puerta de una pobre anciana que solo queria que limpiaran su fachada, finalmente se rindió al ver a los ninjas y decidió, sabiamente, salir corriendo.
— Problema resuelto.
»¡Cielos! Creo que me ha escuchado. —Fue lo que dedujo al verla salir corriendo.
— Lo mejor sera decidirse sobre esa mujer al acabar con la misión, pero lo más sensato seria informar a Shiori-sensei y que ella se hiciera cargo.
Tras informar a sus compañeros se acercaria a la fachada pintada para empezar con su labor de despintureo y pulido de fachadas por el que tan famoso se habia vuelto.
—Nabi—